Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero

Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero, para conmemorar los 800 años de la Torre del Oro

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viernes, 4 de agosto de 2023

Los principales monumentos (Iglesia de San Bartolomé; Capilla del Gran Poder, Capilla de la Santa Cruz de la Victoria de Cristo; Capilla de la Santa Cruz de Abajo; Edificios Civiles; y Castillo de Alpízar) de la localidad de Paterna del Campo, en la provincia de Huelva

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Huelva, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de San Bartolomé; Capilla del Gran Poder, Capilla de la Santa Cruz de la Victoria de Cristo; Capilla de la Santa Cruz de Abajo; Edificios Civiles; y Castillo de Alpízar) de la localidad de Paterna del Campo, en la provincia de Huelva.
Ubicación
     Para acceder al municipio de Paterna del Campo las vías más destacadas son las siguientes: La A-472 que une Sevilla con Huelva, tomando, tras el paso por el término municipal de Escacena del Campo, la Hv-7008 para terminar nuestro recorrido en Paterna.
     Otro modo de acceso es a través de la autopista A-49, Sevilla-Huelva, desde su salida 34 por Chucena y tomando después la A-481, que desemboca en la A-472, ya citada anteriormente.
Reseña histórica breve
     Una amplia zona del Sureste provincial, entre los límites naturales del Andévalo y la Tierra Llana, vivió una historia común, bajo la denominación genérica de Campo de Tejada. Este comprendió, esencialmente, los territorios de los municipios de Paterna, Escacena y Castilleja del Campo.
     Sus restos más importantes son los de la ciudad de Tejada la Vieja que fue un importante centro comercial y metalúrgico tartésico (hoy de Escacena del Campo), durante los siglos X-VII a. C. Después de una etapa de florecimiento, comenzó la decadencia a partir del siglo VI a. C. De esta forma, el Campo de Tejada se hace cada vez más agrario y menos minero. Tejada la Nueva, entre los límites de Paterna y Escacena, en el siglo IV a. C., es ya un núcleo eminentemente rural.
     El dominio romano caracteriza la economía agraria de la zona. Tejada la Nueva se conoce ahora con el nombre de Itucci, y las tierras del término de Paterna empiezan a cobrar entidad. Desde la “Fuente del Alpízar” se llevaba agua a Itálica, a través de un soberbio acueducto. El nombre de la aldea de Tujena, deriva de Tulius, y la propia etimología de Paterna tiene su origen en la palabra Pater, en alusión a una quinta o villa de algún senador o Pater Patriae.
     Los datos del periodo musulmán tampoco son abundantes, pero se sabe que, aun después de la conquista de Sevilla, en 1253 existía “el rey moro de Tejada”. Además esta época ha dejado como testimonio el Castillo del Alpízar, de factura almohade, pero que presumiblemente fuera construido sobre una villa rústica romana.
     Tras el abandono de los musulmanes de Talyata, Tejada, que fuera capital de una amplia comarca, comienzan a repoblarse las pequeñas alquerías árabes de los contornos, como Paterna Fabula, nombre con el que fue conocida la localidad hasta la época medieval. En 1291, llega a conseguir el título de villa de manos del rey Sancho IV “el Bravo”, adquiriendo identidad y personalidad jurídica. Pero no es hasta el primer tercio del s. XVI cuando se empieza a conocer con el dictado de “del Campo”, nombre común a varios pueblos vecinos, como Escacena y Castilleja, debido a que el Campo y Sierra de Tejada se reparte por esa época entre las tres. Después de varios siglos de altibajos y de la caída demográfica de los años sesenta, Paterna ha sabido recuperarse y, hoy en día, tiene una población de casi 4000 habitantes.  Sin embargo, la nueva situación no debió ser favorable para la zona, ya que, a pesar del esfuerzo repoblador, no experimenta avances demográficos notables. A fines del siglo XVI parece que la situación mejora debido a la solvencia económica y productividad de pequeños propietarios que cultivan la vid, trigo y olivo. Esta situación económica continúa sin grandes altibajos hasta el siglo XVIII.
     El siglo XIX transcurre entre la atonía y el estancamiento demográfico. Con la pesada carga de la ruralidad, Paterna se mueve, a finales del siglo XIX y principios del XX, a ritmos forzados por una demanda de alimentos en alza y la explotación de minas de piritas de hierro. Así se consigue mantener e incluso incrementar sus habitantes hasta 1960. A partir de esta fecha, la mecanización del campo, el éxodo rural, la crisis minera y la emigración hacia el extranjero distorsionaron su trayectoria demográfica e hicieron entrar al municipio en un periodo de crisis. Sólo a partir de 1991 se aprecian signos de reactivación económicos y demográficos.
Patrimonio cultural y artístico
     Sobre su patrimonio artístico destaca la Iglesia de S. Bartolomé, construida sobre una antigua mezquita tras la conquista de Paterna por Alfonso X. El origen mudéjar aún se percibe, en la antigua Iglesia del Convento de los Carmelitas Descalzos, del año 1696. El Castillo del Alpizar, de factura almohade, consta de un patio de armas central y cuatro torreones, en sus vértices, que datan de la etapa del amurallamiento de Tejada la Nueva, despoblada desde el s. XVI. En este mismo enclave se encuentra la conocida como Fuente de los Frailes, que es en realidad una antigua piscina natatoria romana. En las cercanías del pueblo está La Fontanilla, una fuente artificial de origen árabe. En el barrio de la “Colina Verde” encontramos un importante monumento relacionado también con el agua, es el acueducto romano, hoy reconstruido, que llevaba el agua desde la Fuente del Alpízar hasta Itálica. La neoclásica Capilla del Gran Poder, el Castillo del Alpízar, la Ermita de San Isidro Labrador y las cercanas ruinas de Tejada la Nueva completan el abanico de monumentos y vestigios históricos de la localidad.
Fiestas y tradiciones
     SEMANA SANTA
     Es una de las más antiguas de la comarca. El Jueves Santo procesiona la Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima del Mayor Dolor, destacando por su sobriedad el paso del Cristo, elaborado en madera de caoba y con decoración en plata. Hermandad fundada a mediados del Siglo XX, tras la unificación de dos antiguas cofradías, Gran Poder y Veracruz. El Viernes Santo tiene su salida procesional la Ilustre, Venerable y Antigua Hermandad Servita y Cofradía de Nazarenos del Santo Entierro de Cristo en su Misericordia y María Santísima de los Dolores en su Soledad. Fundada en la segunda mitad del Siglo XVI, destacando el paso del Santo Entierro de estilo gótico con una espectacular talla en madera y dorado en su totalidad.
     ROMERÍA DE SAN ISIDRO LABRADOR
     Se celebra en la aldea de Tujena, el domingo más próximo al 15 de mayo. Dicha romería hacia la ermita cuenta ya con más de 50 años de historia y tradición. Sus orígenes se remontan al agradecimiento al Santo Patrón por su intercesión para que la madre naturaleza proporcione los frutos que de ella se esperan tras su laboreo. Actualmente, presenta carácter de feria, ya que la aldea de Tujena en esos días es engalanada con casetas y alumbrados. La romería con su carreta tirada por mulas, se celebra el sábado a primera hora de la mañana, teniendo su llegada a la aldea tras varias horas de camino y el domingo sobre la 13:00 horas, se produce la salida del Santo Patrón por las calles de la aldea.
     LA ROMERÍA DEL ROCÍO
     Paterna es un pueblo muy rociero y prepara la fiesta con gran devoción y alegría. El jueves anterior al Lunes de Pentecostés sale la hermandad dirección a la ermita del Rocío acompañando a la carreta del simpecado y haciendo noche en “El Cortijillo”. Dicha hermandad se fundó en el año 1.971 y cabe destacar los momentos de salida y entrada de la comitiva en el pueblo, donde todos sus habitantes salen a la calle a despedir y a recibir a la hermandad.
     CORPUS CHRISTI
     Se engalanan calles y balcones para la procesión del Santísimo, destacando los diversos altares preparados y decorados para la ocasión. En Paterna procesiona una magnífica custodia de plata del Siglo XVIII, acompañada a lo largo de todo su recorrido por las diferentes insignias de las numerosas hermandades presentes en el pueblo.
     FESTIVIDAD DEL CARMEN
     Se celebra el 16 de julio, con una solemne procesión cuyos orígenes se remontan al Siglo XVIII, época de la presencia carmelita en Paterna. En la actualidad, la Imagen del Carmen tiene el título de Alcaldesa Perpetua de la villa de Paterna del Campo. La festividad de la misma se prolonga a lo largo de tres o cuatro días y engloba diversas actividades lúdicas destinadas sobre todo a la población infantil así como diversas actuaciones, que tienen lugar en la caseta instalada en la Plaza de España.
     VIRGEN DE LAS VIRTUDES
      Patrona de la ciudad de Paterna y celebra su festividad el 15 de agosto. Al igual que en las fiestas en honor a la Virgen del Carmen, durante esos días se celebran diversas actividades a lo largo de la festividad así como magníficas actuaciones en la carpa instalada en la plaza del pueblo.
     FIESTAS PATRONALES DE SAN BARTOLOMÉ
     Se celebra el 24 de agosto con una procesión del santo, a la que acuden todos los vecinos. Estos días de fiesta giran en torno a la plaza mayor donde se celebran actividades y numerosas actuaciones, destinadas a todos los públicos. Otro momento, vivido con especial intensidad por el pueblo es la suelta de vaquillas, que tiene lugar a las 08:00 horas, durante dos o tres días en la Plaza de Toros municipal Manuel Gómez Ortega “El Tiri”.
     EXALTACIÓN DE LAS CRUCES
     Son días de vistoso colorido y costumbrismo andaluz.
     FIESTAS EN HONOR A LA SANTA CRUZ DE LA VICTORIA DE CRISTO
     Fiestas en honor a la Santa Cruz de la Victoria, que se celebran el primer fin de semana de septiembre y que, por su belleza y colorido, representan una de las mejores fiestas de la localidad. A lo largo de esta festividad se pueden destacar diversos momentos como, la madrugada del viernes cuando la calle Andalucía es engalanada con flores artesanales realizadas en papel por las hermanas de mayor edad, realizadas a lo largo de todo el año. En dicha calle tiene su ubicación la actual capilla de la cruz, que data del año 1.985 y con unas espectaculares pinturas murales que decoran su bóveda de 1.987. El sábado por la tarde destaca el tradicional romerito acompañado de un desfile de carrozas de gran vistosidad, al igual que la procesión de la Santa Cruz, que se celebra el domingo por la tarde por las principales calles del pueblo. Hay que destacar, la entrada de la banda de tambores y cornetas de la Legión, el sábado por la mañana.
     FIESTAS EN HONOR DE LA SANTÍSIMA CRUZ DE ABAJO
     Fiestas en honor a la Santísima Cruz de Abajo, que se celebran el segundo fin de semana de septiembre, en las que destaca el desfile de coches de caballo que tiene lugar el sábado por la mañana, momento en que se produce la ofrenda floral a la Virgen del Carmen. Por la tarde tiene lugar el tradicional romerito acompañado de las tradicionales carrozas. En este caso, la procesión de la Santísima Cruz se desarrolla a lo largo de la mañana del domingo. Su capilla se encuentra ubicada en la calle Francisco Mendoza o calle “Nueva”, dicha capilla data del año 1.980 aunque en el año 2.003 fue modificada, quedando la decoración actual.
Recursos económicos y sociales
     La economía del municipio se centra en pequeños comercios y en el sector agrícola. En relación a este sector, la localidad cuenta con tres importantes cooperativas como la Cooperativo Olivarera San Bartolomé, Cooperativa San Isidro y Cooperativa Campo de Paterna.
     Al margen de los pequeños comercios, existe en la localidad una importante actividad forestal, existiendo diversas empresas dedicadas a este sector.
Gastronomía
     En la gastronomía de Paterna del Campo destacan, por su tipismo, las chacinas, tan características de nuestra provincia, las migas, uno de los platos sencillos que constituían la dieta fundamental de pastores arrieros y gentes del campo de muchos lugares y de las que hay hasta más de 15 recetas diferentes. Se pueden hacer con pan y con harina, pudiendo acompañarse de una gran variedad de ingredientes.
     Otras comidas que se pueden disfrutar en Paterna son la carne en fiambre, el típicamente andaluz, gazpacho, muy propio para sobrellevar las altas temperaturas estivales y, por supuesto, los tostones: pan tostado al calor de las brasas, con aceite y acompañado de sardinas o caballas asadas. Los guisos tradicionales son otra suculenta opción gastronómica, de entre ellos destaca la caldereta, con carne de cerdo, de ternera o de cordero, acompañada de verduras y con patatas como guarnición o el potaje de garbanzos, comida de sabor y estilo muy tradicional. Todos estos platos son muy típicos en la comarca, destacando en todos los municipios por su calidad que se ve realzada por el aceite procedente de las almazaras de la zona.
     Para terminar una buena comida, hay que guardar espacio para los postres, que en Paterna son deliciosos y constituyen un amplio surtido de dulces elaborados de forma artesanal. Así, vinculados normalmente a los ciclos festivos encontramos deliciosos ejemplos como los llamados roscos “tontos”, o los roscos de vino y huevo, las tortas de pan y manteca, las tradicionales y deliciosas torrijas de vino y miel, los pestiños, los rosquillos de aguardiente, los piñonates, las petacas, las hojuelas y las empanadillas rellenas de cabello de ángel y chocolate (Diputación Provincial de Huelva).
     Pervive el topónimo de Paterna desde la dominación romana («Paterna Fabula»). Del Campo de Tejada toma su determinativo. La villa de Paterna del Campo, que presenta la típica configuración de pueblo caminero, se encuentra situada a 62 Km. de la capital, en los confines de la comarca del Condado-Campiña, a 180 m. de altitud, dominando por su parte norte con la fértil campiña del Campo de Tejada y las primeras estribaciones de Sierra Morena. Cuenta con una población de 3.729 habitantes. Su economía es fundamentalmente agraria, en cultivos extensivos motivados por los latifundios. Destaca la producción de aceites vegetales, aceitunas de mesa, remolacha, algodón, cereales y los famosos garbanzos (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
     Paterna y Escacena, vistos desde la campiña, ambos trazan una sucesión casi continua de edificios sobre la línea horizontal de la colina. Sobresalen las dos torres de iglesia, que surgen de lo blanco como flechas. La iglesia parroquial de Paterna tiene una fachada que se asoma a la plaza y está formada por una gran torre de cuatro cuerpos y dos alas laterales que albergan ventanas mudéjares. El templo fue reconstruido en 1955 tras el incendio que sufrió en 1934. La torre, perteneciente a los esquemas constructivos propios del gótico tardío, muestra en el primer cuerpo los arcos apuntados de la puerta del Perdón y, en el segundo, arcos de herradura y alfiz con saetera. De la riqueza artística que guarda sobresale la imagen de San Bartolomé Apóstol, tallada en 1568 por el maestro Jerónimo Hernández, y el Cristo de la Misericordia, escultura de madera policromada perteneciente al círculo de Jorge Fernández y ejecutada en el segundo tercio del siglo XVI.
     Como elemento de cierta relevancia, se puede examinar en Paterna el tramo de un acueducto romano que llevaba agua a la ciudad de Itálica. Lo que se ve no es otra cosa sino un conjunto de piedras (desprovistas del aparato de arcos sustentadores) que guarda cierta semejanza con los sistemas de conducción empleados en Cádiz o Pompeya. Fueron encontradas en el paraje denominado "Cabeza Rodrigo" y recolocadas en el Ba­rrio de la Colina, sobre un muro de ladrillo.
     A unos 3 km se alza el castillo de Alpízar. Fue una antigua fortaleza almohade que conserva la capilla y la portada principal. Mientras la primera muestra bóveda, cupulín y arcos de herradura, la segunda luce arcos de herradura e inscripciones cúficas. Tiene también un patio. Aproximadamente a 1 km de Paterna en dirección a Manzanilla y antes de llegar a la vía del tren, muestra sus humildes arcos de ladrillo la Fontanilla, pequeña fuente de origen árabe que ofrece agua y frescor al caminante. Es similar a las vistas en otras poblaciones (Pascual Izquierdo, Un corto viaje a Huelva. Guíarama compact. Anaya Touring. Madrid, 2012).
 
Iglesia de San Bartolomé
     La torre fachada se alza sobre la puerta de los pies del templo. Se decora con una sencilla im­posta y arcos ciegos lobulados, y de herradura apuntados en el segundo cuerpo. Responde a una tipología propia de las postrimerías del gó­tico y comienzo del Renacimiento. Después del incendio provocado de 1934, y tras unas repara­ciones provisionales, el templo fue reconstruido en 1954-1955, bajo la dirección del arquitecto diocesano Aurelio Gómez Millán.
     El interior presenta planta basilical de tres naves, de igual altura, la central más ancha que las laterales, cubiertas con bóvedas de crucería sobre pilastras adosadas y ménsulas que mueren en el muro. La sustentación del edificio reposa sobre gruesos pilares, que dividen la nave en cuatro tramos. Los arcos formeros apunta­dos conducen a la capilla mayor. Ésta se halla formada por un primer tramo, de planta cua­drada, y un segundo tramo de planta poligonal, de tres lados. Se cubre con bóveda vaída nervada, reticulada por casetones, de progenie renacentista, propia de la segunda mitad del siglo XVI. En las esquinas, los nervios apoyan en veneras.
     A los pies de la nave central, sobre el hueco de la puerta de la torre fachada, se sitúa el coro alto. Al final de la nave del evangelio, se halla la antigua capilla bautismal, cubierta con techum­bre plana, adintelada. Sendas capillas, de planta cuadrada, se abren en las cabeceras de las naves laterales, cuyas bóvedas fueron realizadas en 1955 por Aurelio Gómez Millán. Por el lado de la epístola, se adosa al buque del templo la capilla del Sagrado Corazón. Le sigue la capilla de la Virgen del Carmen, antigua capilla de Ánimas.
     Al exterior, la torre fachada consta de cuatro cuerpos divididos por sendos listeles: los dos inferiores, de materiales y formas mudéjares; los superiores, de época barroca, posterior al terremoto de Lisboa. En el inferior se abre la puerta llamada del Perdón, de arco apuntado y abocinado. El segundo cuerpo presenta una saetera sobre la que voltea un arco apuntado polilobulado enmarcado en alfiz, y otra similar ciega. Sobre el tercer cuerpo, al que abre un balconcillo y las esferas del reloj, se eleva el cuerpo de campanas, de un vano por cada lado entre pilastras pareadas, y por último, el chapitel piramidal.
     El cuerpo externo de las naves se apoya en los contrafuertes, adosándose al muro del lado del evangelio los volúmenes de las capillas. Sobre los muros enjalbegados destacan las dos ventanas mudéjares de los pies de las naves laterales, en ladrillo visto, de arco trilobulado inscrito en uno de medio punto y enmarcado en su alfiz.
     El actual patrimonio mueble está compuesto, en su mayoría, por obras nuevas. En la antigua Capilla bautismal, a los pies de la nave del evangelio, se venera la Virgen del Mayor Dolor ima­gen de candelero para vestir, obra de Antonio Eslava Rubio, de 1956. Puede verse un Niño Je­sús, de barro cocido, en actitud itinerante, realizado en 1988 por Manuel Ramos Corona; una cruz de guía, de madera con adornos de plata de hacia  1800. La Hermandad que cuida de su culto fue erigida en 1943.
     En la cabecera de la nave se abre una capilla rectangular conocida antiguamente como capi­lla de los Calvo. Cubre el testero frontal un re­tablo, dedicado hoy a la Virgen de las Virtudes; consta de un solo cuerpo y ático, flanqueado por columnas salomónicas pareadas, y fue construi­do en 1937 por José Alarcón Santacruz para la Virgen del Pilar. En la clave del arco de acceso figura un lienzo de factura popular con la Magdalena penitente. La imagen de la Virgen de las Virtudes, fue realizada en agosto de 1985 por el artista local José Guzmán Vázquez. Se recupera así la tradicional devoción a la que es considera­da patrona de la villa. Preside la Capilla mayor un retablo, obra de José Alarcón Santacruz, realizado en 1939. Presenta un cuerpo sobre alto pedestal, en cuyo centro abre una hornacina que alberga la custodia procesional. En la calle central del segundo cuerpo, la importante escultura del titular de la parroquia, San Bartolomé Apóstol, en madera policromada, que fue concertada en 1568 con el maestro Jerónimo Hernández. A un lado, la imagen de Santa Teresita del Niño Jesús, de Carlos Bravo Nogales, de 1940. En una hornacina inferior del retablo se halla la imagen de la Virgen del Pilar de José Alar­cón Santacruz, 1937, que en 1955 ocupaba la ca­pilla de los Calvo. Corona el retablo un Cristo crucificado, en madera policromada, flanqueado por dos cartelas en las que figuran los escu­dos de la parroquia  y del pueblo, y la fecha de construcción, año 1939. En los paramentos la­terales, dos lienzos: una Virgen de los Reyes, de factura popular, del s. XVIII, y una escena con las santas Justa y Rufina en la cárcel, esperando el momento del martirio, interpretada con sabor romántico sobre la tradición murillesca. En el arco toral, dos ángeles lampareros, barrocos, no destruidos en 1934.
     A los pies de la nave de la epístola se abre la capilla del Sagrario, cubierta con bóveda de crucería sobre baquetones cortados y apoyados sobre ménsulas. Preside un retablo plano, realizado en 1944 por Carlos Bravo Nogales. En él se venera la imagen de candelero para vestir de Ntra. Sra. de los Dolores en su Soledad, de José Sanjuán Navarro, de 1935, cotitular de la  Hermandad del Santo Entierro. Viste saya de terciopelo negro bordado en oro por Antonia Jani en 1879, y manto del mismo tejido y color, bordado por la misma artista, en 1880. De la misma hermandad es la escultura del Niño Dios bajo la advocación del Dulce Nombre de Jesús, obra de Pedro de la Rosa Fernández, realizada en 1992.
     Sobre la mesa de altar de la Capilla Sacramen­tal, un tabernáculo de plata, realizado en los talleres de Angulo, de Lucena (Córdoba), en 1955. En el muro de la derecha, una talla en madera policromada de la Virgen de Fátima, del escultor valenciano Enrique Pariente, de 1950.
     La primera capilla que se adosa a la nave de la epístola, estaba dedicada antiguamente al Santísimo Cristo del Crucero, o del Amor; y servía de capilla sacramental. En un retablo plano se venera la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, tallada y policromada en madera por el valenciano José María Ponsoda, de 1937. En un altar contiguo se expone el Cristo de la Misericordia, escultura en madera policromada, del círculo de Jorge Fernández, del segundo tercio del s. XVI. Fue venerado en el Hospital de la Misericordia, en la antigua calle del Corpus Christi. De ahí pasó a la iglesia de los PP. Carmelitas, en la pla­za de los Padres, y luego a una casa particular y a la parroquia. Con la destrucción del Cristo de la Hermandad del Santo Entierro en 1934, la imagen de la parroquia fue habilitada para la ceremonia del descendimiento y deposición en el Santo Sepulcro, articulándose los brazos.
     Contigua a ella, abre la antigua capilla de Ánimas, hoy dedicada a la Virgen del Carmen. De planta cuadrada, su bóveda semiesférica sobre tambor, y la vibrante  decoración  de yesería  neobarroca en su entablamento, es obra del arqui­tecto Aurelio Gómez Millán, de 1955. Entre los vanos del tambor, hornacinas con veneras co­bijan cuatro esculturillas. Sobre las cornisas del retablito, vuelan ángeles lampareros. El retablo fue realizado por Carlos Bravo Nogales, en los talleres salesianos de La Trinidad, de Sevilla, e instalado en 1943. La devoción a la Virgen del Carmen se halla muy arraigada en el pueblo por la larga presencia de religiosas y religiosos carmelitas. La imagen actual, de candelero para vestir, fue labrada por Antonio Castillo Lastrucci en 1954. El Niño Jesús fue aportado por fray Melquíades Gabarro,  procedente  de un  conven­to de Jerez de la Frontera.
     En la misma nave de la epístola, en una hornacina, la escultura en madera policromada de Ma­ría Auxiliadora, del valenciano Enrique Pariente, de 1953. Por último, en la capilla de los pies de la nave se venera la imagen de la Virgen del Rocío, obra de José Guzmán Vázquez, de 1971.
     En el sotocoro, además de un cuadro al óleo del Bautismo de Cristo, de 1964, firmado por M. Gil, hay un interesante lienzo del círculo de Juan del Castillo, inspirado en estampa italiana, que representa a San Jerónimo penitente, en un paisaje agreste, bajo un rompimiento de gloria.
     La Sacristía, de planta rectangular, conserva una interesante cajonera de fines del siglo XVIII, decorada con taracea de rombos y zigzag, pena­chos calados, perinolas y pinjantes. Presidiendo un dosel de rocallas doradas y flores, un crucifijo de marfil de tres clavos sobre cruz arbórea, obra hispano-filipina del primer tercio del siglo XVII. Hay también un Cristo crucificado, en madera tallada y policromada, de tosca ejecución y rasgos arcaizantes, de fines del XV. Una imagen de la Virgen podría corresponder a un grupo escul­tórico de Santa Ana maestra.
     Su orfebrería conserva ejemplares de diversas épocas. De hacia 1530 es un cáliz, que recuerda mucho los modelos góticos, presenta entre sus marcas la antigua torre de la catedral de Sevilla. Plenamente renacentista es el píxide de plata sobredorada, del último cuarto del XVI. Un ostensorio, de la misma época, muestra su base oval mixtilínea, astil muy moldurado y sol de rayos agudos y flameantes; destaca por la riqueza del repujado y cincelado, con motivos ornamentales renacentistas, y la iconografía de la Resurrección y de la Ascensión. Un portapaz  de bronce dora­do muestra la escena del Noli me tangere.
     Del siglo XVII son una cruz procesional de plata, un cáliz de plata dorada, con querubes, tarjas y líneas incisas; y un copón de plata, liso. A la centuria siguiente pertenecen un par de ciriales de plata, del orfebre Manuel Guerrero de Alcántara, fechados en 1736. En torno a esa fecha se puede situar un copón de plata sobredorada con ornamentación de follaje carnoso. Hay un cáliz con los punzones de Alexandre y de Cárdenas, de fines del siglo XVIII. Hacia 1800 se situarían dos portaviáticos: uno circular, liso, con decoración incisa. Otro en forma de arqueta, decorado con pequeñas cenefas vegetales a troquel. De 1844, labrada por José García Dávila, en estilo neoclásico, es la cruz parroquial, en cuyo crucero figura el símbolo de la parroquia.
     Del mismo estilo es un incensario de plata, con decoración de hilera de perlas, gallones, hojas de laurel, etc.; presenta los punzones de Vega. En el salón contiguo a la sacristía puede verse la custodia procesional de plata. En el centro, se expone un Niño Jesús Buen Pastor, escultura en madera y telas encoladas, próximo a Cristóbal Ramos, del siglo XIX. Los dos primeros elemen­tos arquitectónicos, realizados en metal plateado, han sido obra de Hijo de Juan Fernández Gómez, entre 1986 y 1988. El cuerpo superior de plata, es de mediados del s. XVII. La cubierta se decora con gallones planos, espejos ovales y ces bajorrenacentistas. La estatuilla de la Fe es un añadido del XIX (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
     Ubicada en el mismo lugar que antaño ocupaba una Mezquita de la que aprovecha la mayor parte de la misma, esta iglesia fue construida tras la Reconquista, siguiendo diversas reformas en el siglo XVII. Destaca la torre de fachada, de estilo mudéjar (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Capilla del Gran Poder
     Adosada a la cabecera del templo parroquial, en la calle Carrera, se halla una capilla, realizada en 1955 por Aurelio Gómez Millán. Se venera en ella a Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, imagen de vestir, antigua figura de un Resucitado posiblemente del s. XVII, adaptado después de 1934 a su iconografía actual. Las potencias de plata son del XIX (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).

Capilla de la Santa Cruz de la Victoria de Cristo
     Se encuentra situada en la Avda. de Andalucía. Fue inaugurada en abril de 1988. Su exuberante decoración pictórica interior es obra del malagueño Antonio Segovia Fernández (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).

Capilla de la Santa Cruz de Abajo
     En la calle Francisco Mendoza, o calle Nueva, se alza la Capilla de la Cruz de Abajo, edificada por maestros de obra locales bajo diseño del de­corador José Vega Rivas, de Bonares, terminándose en  1981 (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).

Edificios Civiles
     Entre los edificios domésticos de interés hay que destacar la antigua Cilla, luego casa rectoral, en la calle Virgen del Carmen, y otras viviendas, de la segunda mitad del XVIII (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
 
Castillo de Alpízar
     En la arquitectura rural de la provincia desta­ca, sin duda, el Castillo y Cortijo de Alpízar. Está situado en las primeras estribaciones de la sierra, a media legua de la población. Como antigua fortaleza almohade, presenta planta rectangular, con cubierta de terrazas, y torres cuadrangulares en sus esquinas,  rematadas  con  almenas y merlones escalonados. El patio interior cuenta con una galería baja de arcos rebajados y una planta alta de ventanas.
     La antigua portada principal, situada a levan­te, presenta arco de herradura, con inscripciones cúficas en el intradós, y crestería almenada. Casi inmediato a la puerta se levanta el oratorio, que ocupa el torreón noroeste.
     La capilla, que recuerda en su morfología las qubbas islámicas, presenta planta centrada, de cruz griega. El núcleo central se conforma con cuatro arcos de herradura apuntados sobre pila­res con alfices. Se cubre con bóveda polilobulada sobre trompas angulares. La bóveda se perfora por un cupulín. Por su parte, los breves tramos de los brazos de la cruz se cubren con bóveda de cañón rebajado. Preside la imagencita de candelero de la Virgen del Rosario, de hacia 1590 (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
     Esta edificación se localiza sobre un pequeño. El que antes fuera castillo ahora es un cortijo ya que ha sufrido numerosas transformaciones desde mediados del siglo XIX. La puerta principal fue construida en 1863. La antigua puerta de entrada al cortijo queda actualmente como puerta lateral, presenta un arco formado por doce dovelas laterales cerrando la número trece en clave. Además tres de estas dovelas presentan inscripciones de escritura ignota y uno de los sillares de la fachada un símbolo, una flor de lis.
     La construcción debe datar de la primera mitad del siglo XIV. Hay sillares y restos constructivos por el área. Consta de un patio de armas central y cuatro torreones en sus vértices (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Huelva, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de San Bartolomé; Capilla del Gran Poder, Capilla de la Santa Cruz de la Victoria de Cristo; Capilla de la Santa Cruz de Abajo; Edificios Civiles; y Castillo de Alpízar) de la localidad de Paterna del Campo, en la provincia de Huelva. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia onubense.

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