Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Huelva, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de Nuestra Señora del Carmen; Capilla de Nuestra Señora de Lourdes; Torre Almenara; y Ayuntamiento) de la localidad de Punta Umbría, en la provincia de Huelva.
Ubicación
Goza Punta Umbría de una posición estratégica a escasos quince minutos de Huelva, perfectamente comunicada, por autovía, con los aeropuertos de Faro y de Sevilla, a poco más de una hora. Se conecta con la capital a través de la Autovía A-497.
Reseña histórica breve
Fenicios, griegos y romanos fueron los primeros que poblaron tierras puntaumbrieñas, a los que siguieron pueblos musulmanes. A finales del XVII surgió ya un pequeño caserío que dio forma a la Punta Umbría actual.
Durante el último tercio del XIX, los ingleses de las minas de Riotinto la descubrieron como el lugar más apropiado para el descanso. A partir de ese momento, el núcleo de población empezó a crecer hasta que, en 1963, consiguió la independencia y su propio Ayuntamiento.
Por otra parte, en 1943, la playa puntaumbrieña fue testigo de un episodio que cambió el curso de la Segunda Guerra Mundial: la aparición del cadáver de William Martin, el hombre que nunca existió.
Patrimonio cultural y artístico
La vida cultural de Punta Umbría es intensa y completa en cualquier época del año. Como ciudad turística, sabe que la cultura complementa los recursos que atraen a los visitantes a la localidad, por lo que cuida con mimo un programa para todos los gustos y todos los colectivos.
Cuenta con importantes centros de la Cultura, entre los que destacan el Teatro del Mar y la Casa Museo de los Ingleses. El primero lleva adosado un complejo cultural que se encuentra entre los más importantes de la provincia de Huelva, por su capacidad y por la variedad de contenidos que puede albergar.
En cuanto a su patrimonio, el más importante monumento del municipio, que preside su escudo y que se ha convertido en símbolo característico del pueblo, es la Torre Almenara o Torre Umbría. Se trata de una torre vigía construida sobre el año 1577, con la intención de proteger la costa del ataque de los piratas de la época.
Fiestas y tradiciones
Las fiestas más arraigadas entre la población puntaumbrieña son el Carnaval de la Luz, la Romería de la Santa Cruz y la celebración de las dos salidas procesionales de su Patrona, Nuestra Señora del Carmen, los días 16 de julio y 15 de agosto. En torno a esta última procesión se desarrolla la Feria de Punta Umbría.
El preámbulo a las fiestas carnavalescas de febrero lo propone la Berdigoná, tras la que se da el verdadero pistoletazo de salida al Carnaval de la Luz con el Pregón y la Coronación de las Reinas. Comienza entonces el Concurso de Agrupaciones, que se complementa con otras actividades que llenan las calles de luz y colorido. Todo acaba con las Piñatas, en un evento que cuenta con el seguimiento mayoritario de la población puntaumbrieña.
A partir del 1 de mayo, Punta Umbría celebra las Fiestas en honor a la Santa Cruz, que se prolongan hasta la tercera semana del mes. En este periodo, los vecinos se reúnen en el recinto romero durante los tres días en los que se desarrolla la romería, para volcarse con el Santo Madero.
La pesca y el turismo son las actividades sobre las que se asienta la economía puntaumbrieña. Posee una de las flotas pesqueras más importantes de la provincia, a pesar del mal momento que está viviendo el sector.
En el ámbito turístico, aspira a convertirse en un destino de primer orden, sobre la base de un desarrollo sostenible que haga de este enclave una apuesta segura y de futuro.
Goza Punta Umbría de trece kilómetros de playas de arenas finas, doradas y limpias, que son su principal atractivo turístico. Geográficamente es una península adentrada en el océano, una condición que la dota de un larguísimo cinturón de arena blanca, con playas que guardan una característica común: la continuidad. Aunque pueden ser divididas en cinco sectores diferenciados, se trata en realidad de una misma y prolongada lengua de arena, con una anchura media que supera los cincuenta metros. Las aguas son atlánticas y nítidas, con una temperatura cómoda para el baño y el disfrute.
Por otra parte, Punta Umbría puede considerarse todo un museo natural. Con un setenta por ciento de su territorio declarado patrimonio protegido, su naturaleza constituye un importante eslabón desde Doñana hasta el Algarve portugués. Su término municipal engloba parajes como Marismas del Odiel, Los Enebrales o la Laguna de El Portil, de gran riqueza medioambiental y paisajística.
Gastronomía
Al ser Punta Umbría un punto de destino de veraneantes y turistas, la oferta gastronómica es muy completa. Desde los chiringuitos playeros hasta los reputados restaurantes, la carta es verdaderamente completa.
Por encima de todo, sobresalen entre sus productos la gamba, la coquina y la chirla, porque hablar de gastronomía en Punta Umbría es hablar del mar. Pescados como el lenguado, la acedía, la corvina o las sardinas salen de la lonja cada mañana, dispuestos a enriquecer una tradición culinaria que acrecienta día a día su calidad y perfección. Los guisos marineros son también obligatorios.
Actividades en torno a la cocina:
Muestra Nacional de la Chirla y la Coquina de Punta Umbría: abril.
Sardinada en la lonja de pescadores: 15 de julio.
Feria Nacional del Marisco y de la Gamba de la Costa: junio (Diputación Provincial de Huelva).
Punta Umbría se encuentra situada en la desembocadura de la ría del Odiel y frente a la Isla Saltés. Está situada a 7 m. sobre el nivel del mar, y cuenta con 13.089 habitantes, que se multiplican en la época estival. Por su situación costera, no es extraño que aparezcan restos arqueológicos, de época romana, relacionados con la pesca y la industria de la púrpura. Por su vinculación a la villa de Cartaya, perteneció al marquesado de Gibraleón. A la secular actividad pesquera y a los aprovechamientos de los pinares, se añadió la nueva industria del turismo En 1881, Guillermo Sundheim, proveedor de las minas de Riotinto, dio a conocer a los ingleses la conveniencia del buen clima de las playas para la salud y el descanso de los técnicos y directivos, y atrajo la construcción de chalets, y, en 1896, la construcción de un sanatorio, según las formas de la arquitectura colonial inglesa. Desde 1944 se promueve la in dependencia de Cartaya; en 1955 se erige la parroquia; en 1959 se declara como villa, y en 1963 se constituye su primer ayuntamiento (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
Punta Umbría nació en el siglo XVII como aldea surgida alrededor de una torre almenara construida como foco emisor de señales y como refugio para proteger a la población contra los ataques de los piratas. Pero en el último tercio del siglo XIX la zona fue utilizada por los súbditos ingleses como lugar de descanso y sanatorio. Surgió entonces un puñado de casas frente a la isla Saltés, que reunían una serie de características comunes: edificación sobre pilotes, uso de madera y galerías perimetrales. A partir de la década de los sesenta, el lugar se convierte en centro vacacional y gastronómico. Apenas quedan restos urbanísticos de la presencia británica en Punta Umbría, pues las viviendas originales de la época han sufrido un proceso de demolición sistemática. Junto a la iglesia de Lourdes subsiste la llamada casa del Guarda, que fue levantada en 1904. Y en la avenida Almirante Pérez de Guzmán se puede atisbar un puñado de maderas decrépitas rodeadas de hierbas. Para remediar esta parte de la historia local, se ha preparado la casa Museo de los Ingleses, que, merced al trabajo realizado por González García de Velasco y González Vílchez, reproduce la arquitectura reflejada en unos planos que habían sido diseñados en 1917 por el inglés Clayton. El museo, terminado en 2002, explica la historia y el modo de vida de los primeros británicos llegados a Punta Umbría y recrea el interior de una casa inglesa de comienzos del siglo XX.
En el centro de la población emerge como un símbolo de identidad la torre almenara, cuya construcción se inició en 1577 bajo el impulso del rey Felipe II y se terminó en 1614. Acoge el Centro de Interpretación de la Torre Almenara, que explica el nacimiento, evolución, uso y funciones de estas construcciones defensivas.
Punta Umbría ofrece un conjunto de playas que se suceden a lo largo de 13 km. una vez terminado el caserío y hasta El Portil, comienza el Paraje Natural de los Enebrales. Este espacio protegido ocupa una extensión de 162 ha. al borde del mar y comprende un bosque costero mediterráneo con dunas pobladas de pinos, sabinas y enebros. Un carril para cicloturistas permite explorar el territorio y una senda de madera acerca al visitante a la playa del Calé, que, virgen y extensa, extiende sus arenas lejos de la acechanza de las edificaciones.
Nada más llegar al enclave turístico de El Portil se ve la laguna del mismo nombre, reserva natural que ocupa 15 ha. y se rodea de pinos y retamas. En los límites del espacio protegido acechan implacables los grupos de edificios. Se puede explorar el humedal asomándose al agua desde los observatorios y recorriendo un sendero sombreado de árboles.
Después de El Portil aparece Nuevo Portil, zona residencial y turística llena de hoteles y campos de golf, que, entre pinos y enebros, ofrece una de las densidades más bajas del litoral español y orienta unos servicios que tratan de conjugar mar, naturaleza y deportes náuticos, y se dirigen hacia los segmentos de población con mayor poder adquisitivo (Pascual Izquierdo, Un corto viaje a Huelva. Guíarama compact. Anaya Touring. Madrid, 2012).
Este relevante centro turístico de extensísimas y doradas playas ocupa el extremo meridional de la ría onubense, un territorio llano de dunas móviles, de marismas y de frondosos pinares.
Historia y visita
El origen de la ciudad se remonta al siglo XVI cuando el cabildo de Huelva decide la construcción de una torre vigía en la lengua de tierra situada al otro lado de la ría. No obstante, su desarrollo como ciudad no se inicia hasta el último cuarto del siglo XIX y se debe a la compañía inglesa Riotinto Company Limited que explotaba las minas de Río Tinto. En esta época, los ingleses construyen un grupo de casas de madera para descanso de sus directivos y técnicos.
En los años veinte del siglo XX se construyen los primeros chalés de veraneantes españoles, al tiempo que se establece una industria pesquera que gana importancia rápidamente. La ciudad se desarrolla hacia la mitad del siglo XX con la aparición del turismo. Urbanizaciones de chalés y apartamentos ocupan el triángulo que lleva desde la punta hacia el interior. Cuenta con muelle de viajeros, deportivo y pesquero, situados a lo largo de la costa que mira hacia la capital. Junto al muelle pesquero, se encuentra la lonja y frente a ella, la iglesia del Carmen.
La playa de finísimas arenas se extiende a lo largo de casi 20 km por un litoral formado por espesos bosques de pinos.
Gastronomía
Los productos del mar constituyen la base fundamental de su cocina que se plasma en platos como el pargo al horno, los chocos con habas, la parrillada de caballas o la lubina con algas de Punta Umbría.
Fiestas
El 16 de julio, día de la patrona, la Virgen del Carmen, se celebra una gran procesión marítima que discurre por aguas de la ría. En la primera semana de agosto, coincidiendo con las Fiestas Colombinas de la capital, se celebra la feria. En mayo la ciudad participa en la romería del Rocío con una importante hermandad (Rafael Arjona. Guía Total, Andalucía. Editorial Anaya Touring. Madrid, 2005).
La iglesia de la Virgen del Carmen, patrona de Punta Umbría, fue construida según el proyecto del arquitecto Miguel Fisac. El templo parroquial fue bendecido por Mons. García Lahiguera el 5 de agosto de 1969. Tiene forma de abanico, en planta, y destaca la línea ascendente del espacio, que conduce y culmina en el presbiterio.
Preside la figura de Cristo Redentor, monumental escultura en madera de ciprés en su color, con partes ligeramente entintadas, obra de Carlos Bravo Nogales, tallada entre 1969 y 1972. Es un Cristo resucitado, flotando en el aire, en ascensión, sobre una cruz que le sirve de fondo. La imagen de la Virgen del Carmen es obra de Joaquín Moreno Daza, de 1958. La titular del templo, patrona de la villa en 1956, y alcaldesa perpetua en 1994, aparece sedente, vestida con hábito carmelitano, y sostiene al Niño de pie que ofrece el escapulario (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
La Iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Punta Umbría se sitúa en la concurrida Calle Ancha; eje peatonal que articuló el gran crecimiento de la localidad desde los años 60 en adelante, como ciudad dormitorio y de vacaciones de la cercana capital.
El edificio se asienta en un terreno que baja en pendiente en dirección a la cercana Ría. El punto más elevado del terreno lo ocupa el presbiterio, orientado al sur, que se conforma como esencial espacio diáfano, iluminado por un gran vano de proporciones muy verticales que rasga el muro de techo a suelo y frontalmente por los dos grandes paños acristalados que dan frente al punto de ingreso a la Iglesia. La altura, la amplitud y la luz favorecen la percepción intuitiva del presbiterio como el foco de irradiación del sentido del edificio y el lugar más representativo del mismo. En una cota más baja, al Norte, se localiza el acceso principal de la iglesia, mirando hacia la calle peatonal.
Del presbiterio parten radialmente las dos naves que posee la Iglesia, de diferente longitud y altura, cuyos muros se horadan en la parte inferior por huecos triangulares, de dimensión insuficiente para el paso pero que permiten la conexión visual entre ellas. Anexa al presbiterio, conformando el muro del Evangelio, se sitúa el volumen de la sacristía y dependencias anexas, que sirven asimismo al salón parroquial, de planta rectangular.
El juego volumétrico se cierra con una cubierta ascendente hacia el presbiterio y escalonada hacia el oeste, donde se desarrollan las naves, para permitir el paso de la luz natural. Esta cubierta, convertida en elemento característico del conjunto, se descompone en cinco faldones; dos de las naves, de distinta longitud y altura, dos de acceso y una para el salón parroquial, se escalonan hacia el oeste y se inclinan hacia el ábside para permitir el paso de la luz.
Es de destacar la ausencia de ostentación técnica o económica en la Iglesia tal y como ocurre en otras muchas iglesia de estos años de Fisac. La estructura es de muros de carga de ladrillo macizo que quedan vistos interior y exteriormente. Los muros de disposición radial que delimitan las naves arrancan con un soporte metálico visto cimentado con zapata de hormigón. Esta curiosa disposición tiene como misión facilitar el anclaje de las vigas Pratt allí donde carecen de apoyo en el muro. Dichas vigas Pratt de la cubierta, vigas de celosía, dejan pasar la luz a las naves a través de sencillos cristales coloreados. Celosías metálicas de redondos lisos con entrevigado de doble tablero de rasillas, son visibles en el techo.
Como antesala al templo, ocupando el espacio previsto para una futura ampliación del edificio, concebida por el propio Fisac, se ubica una zona ajardinada desde la que se disfruta una de sus perspectivas más conocidas.
En la obra se explicitan los invariantes de las iglesias proyectadas por Fisac en esos años; direccionalidad hacia el altar mediante la convergencia de los muros laterales acentuando el dinamismo del espacio, altar elevado e iluminado lateralmente, escalonamiento ascendente de la cubierta, pavimento en pendiente creciente hacia el altar desde el ingreso en la parcela y la ausencia de decoración y ostentación técnica o económica.
La iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Punta Umbría es uno de los edificios más significativos del Movimiento Moderno en la provincia de Huelva. Sin embargo, la ausencia de reconocimiento por parte de la población la expone al riesgo de transformaciones. La Iglesia muestra todas las constantes en las iglesias de Fisac en esos años: muros radiales hacia el altar, altar elevado e iluminado lateralmente por huecos alargados de suelo a techo, escalonamiento de la cubierta, pavimento en pendiente creciente hacia el altar desde el acceso a la parcela y ausencia de decoración. El inicio de la obra coincide con la finalización del Concilio Vaticano II, cuyas nuevas exigencias de austeridad y desornamentación en la liturgia se traducen con facilidad al proyecto (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Fue la primitiva sede de la parroquia. Fue edificada en terrenos donados por la Compañía de Riotinto, frente a la torre almenara. Es obra de José María Pérez Carasa, dentro de su estilo regionalista, y fue bendecida por don Julio Guzmán en 1950, con el título del Carmen. El edificio tiene una sola nave, cubierta con cerchas de madera, arco toral de medio punto, y cabecera poligonal. Al exterior destaca la armonía de los volúmenes limpios y la bicromía del blanco con el ocre del ladrillo visto. La puerta principal, con arco medio punto, queda resaltada por un marco escalonado de ladrillo limpio. La portada, algo saliente, se cubre con tejaroz. La espadaña, de frontón partido, apoyada en tornapuntas, muestra un azulejo de la Virgen del Carmen en el centro. La torre, que recuerda modelos levantinos, está adosada a los pies del lado de la epístola. Tiene fuste liso y cuerpo de campanas ochavado, con un vano por cada lado, y se ve rematada por tejado abombado a cuatro aguas, con canales vidriadas que refuerzan el vuelo y las aristas con líneas dobles.
Al cambiar la dedicación, es presidida por una imagen de la Virgen de Lourdes, obra de M. Romero, 1969. La hornacina fue transformada en gruta por Carlos Bravo Nogales en 1970. A los pies, en la antigua capilla bautismal, se venera el Cristo del Mar de taller valenciano de 1951, y la Virgen de los Dolores, de José Vázquez Sánchez, de 1953, aunque retocada sucesivamente por Álvarez Duarte, León Ortega y Pérez Saavedra (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
La Torre de la Umbría forma parte de la cadena de defensas costeras levantadas por la costa andaluza, para vigilancia de la población contra las incursiones de los piratas berberiscos, que saqueaban los poblados y secuestraban a sus habitantes. Está situada en pequeño promontorio llamado El Cerrito, ya bastante alejada de la línea de costa. Su edificación terminó en 1611 o 1614, como consta en la lápida situada sobre la puerta de acceso: «Esta torre mandó hazer el Rei Don Felipe Tercero Nro Señor siendo Jvez de las Torres y de las demás del mar de Andalvcia el Licenciado Jv[an] de la Fvente Hvrtado y Alca[lá]. Acabose año de 1614» [1611?].
Mide 14,5 m. de altura, de planta circular y alzado en talud, consta de dos cámaras abovedadas, comunicadas por escalera de caracol, y terraza, cuya escalera de acceso está protegida por una garita. En la primera planta se ha instalado un interesante centro de interpretación de las defensas costeras. Al centro de dicha planta perdura el pozo de agua. A la altura de la terraza, sobre la línea de base del pretil, vierten las aguas por medio de cinco gárgolas. Posiblemente fue consolidada en la segunda mitad del XVIII (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
La Torre de Punta Umbría se encuentra en pleno casco urbano de Punta Umbría, en la calle Lepanto, frente a los Jardines de Lourdes. Situada en la margen occidental del estuario de los ríos Tinto y Odiel, se encargaba de la protección de la entrada al estuario de estos ríos, entrada natural hacia Huelva, junto con la Torre de la Arenilla. Este sistema defensivo se completaba en el siglo XVII con el baluarte de la Estrella, la torre del Puntal y el castillo de la villa de Huelva por el río Odiel, y el castillo de la villa de Palos por el río Tinto.
Se trata de una de las torres almenara que formaba parte del sistema defensivo proyectado bajo el mandato de Felipe II, para la vigilancia y defensa del territorio costero desde Gibraltar hasta Ayamonte, frente a los ataques de piratas, así como de otros estados europeos que se encontraban en guerra contra la monarquía española.
Es un torreón de forma troncocónica, de unos 14,0 metros de altura. Está construida con aparejo de mampostería, con muros de unos 4,50 metros de grosor que presentan frecuentes inserciones de ladrillos y ocasionales hiladas de sillares en el tercio superior, coincidiendo con una borrosa inscripción en mármol blanco enmarcada con sillares a escuadra, situada en la vertical de la puerta, bajo la buharda.
A 1,90 metros por encima de la lápida se encuentran los canecillos de la buharda, que conserva aún el sillar-puente del antepecho. Esta ladronera comunica directamente con la habitación de los torreros en el terrado, hoy convertida en depósito de agua.
El hueco de acceso se encuentra a unos 5 metros. Es un vano de 1,92 x 1,07 metros, que da paso a un zaguán trapezoidal que aloja en su costado derecho la caja de la tranca o viga corredera que bloqueaba los batientes de la puerta. Este espacio está cubierto por una bóveda escarzana con tendencia al medio punto. El grosor del muro es de 3,90 metros y la anchura del zaguán, en el punto máximo de derrame de 1,40, dando paso a la cámara baja de la torre. Esta torre, junto a la de Isla Canela, es la única que presenta en su interior dos alturas, además de la terraza.
Esta cámara está cubierta con una bóveda semiesférica de 5,75 metros de luz y 4,42 de altura en la clave, construida en aparejo de ladrillo a tizón. En el centro del espacio se encuentra un brocal de un pozo o aljibe tapiado. La subida a la cámara superior se realiza a través de una escalera de caracol que queda inserta en el grosor del muro. A ella se accede a través de un vano de de 1,97 x 0,67 metros que se abre en el costado izquierdo, situado a 0,88 metros del nivel del pavimento.
La cámara superior está cubierta con el mismo tipo de bóveda, de 5,63 metros de luz y 3,60 de altura a la clave; en este punto muestra un hueco que comunica con la terraza, a través de un anillo monolítico de piedra de 0,37 metros de diámetro.
El hueco de acceso a la escalera que comunica con el resto de niveles mide, en este espacio, 1,80 x 0,58 metros. La escalera llega a la terraza a través de un breve tramo recto queda al interior de una garita de dimensiones 4,18 x 3,35 metros. El pretil tiene un grosor de 0,60 metros, y una altura de 0,50 metros. En el centro de la terraza se eleva, actualmente, un vértice geodésico.
Actualmente, la torre está rehabilitada y acoge un centro de interpretación que explica la historia de esta edificación y la importancia que ha tenido a lo largo de la historia en la configuración de Punta Umbría.
La Torre de Punta Umbría es una de las torres almenaras de Huelva, construidas entre finales del siglo XVI y principios del XVII, como parte de un proyecto impulsado por Felipe II para defender la costa del Golfo de Cádiz de las incursiones de piratas berberiscos. Hasta el momento de la construcción de estas torres, la costa quedaba protegida por una red de castillos situados en villas del interior.
El sistema de torres diseñado cubría la línea de costa entre el río Guadiaro (Cádiz) hasta el Cabo de Santa María. El encargado de su construcción fue el Capitán de Artillería Francés de Álava, aunque el reconocimiento del terreno y de las localizaciones quedó a cargo de Luis Bravo de Lagunas, en 1576. La ejecución de este proyecto se llevó a cabo durante los reinados de Felipe III (1598-1621) y Felipe IV (1621-1665), finalizándose la construcción de la última torre en 1638.
En la actualidad quedan en pie, aunque en diferentes estados de conservación, nueve de estas torres; a saber, la torre de Isla Canela, la del Catalán, la de Punta Umbría, la de la Arenilla, la del Río de Oro, la del Asperillo, la de la Higuera, la de la Carbonera, la de Zalabar, y la de San Jacinto.
Sin embargo, es muy posible que en esta línea costera existiesen más torres, pues se comunicaban entre ellas a través de señales ópticas, por lo que no debía haber una gran distancia en línea recta entre cada una de ellas. Queda constancia de, al menos, quince; a las ya mencionadas, habría que añadir la torre de las Angustias (en Ayamonte), la torre Redondela (en La Redondela), el Terrón (en Lepe), la del Castillo de San Miguel (en Cartaya), y la Marijata (en el Portil), todas ellas destruidas.
La construcción de esta torre finalizó en 1614, como señala la inscripción de una placa de mármol que aparece en la torre: ESTA TORRE MADO HAZER EL REI DON FELIPE TERCERO NRO SEÑOR SIENDO JUEZ DE LAS TORRES Y DE LAS DEMAS DEL MAR DEL ANDALUCIA EL LICENCIADO DON JU[AN] DE LA FUE[N]TE HURTADO Y ALCA[LA] ACABOSE AÑO DE 1614.
Aunque actualmente la torre se encuentra casi en el centro del pueblo, cerca de 1 km de la Punta de la Canaleta, cuando la construyeron estaba a orillas del mar.
Estaba custodiada por carabineros, y quedaba rodeaba por un pequeño poblado de pescadores.
La "Relación de las Plazas, Torres, Puestos Fortificados, Edificios Militares y Poblaciones de la Costa de Andalucía desde a Raya Occidental del Reino de Granada hasta la de Portugal en Ayamonte. Según el Estado en que se hallan el Año 1756", informe elaborado por el Teniente Coronel don José Pettenghi Estrada, Jefe del Estado Mayor del Gobierno Militar de Cádiz, se indica que carece de torrero, y que "es muy arruinada su Muralla por toda la circunferencia", lo que contrasta con su buen estado de conservación actual, y parece probar la existencia de una seria labor de consolidación probablemente en la segunda mitad del siglo XVIII.
Esta torre cobró cierto protagonismo en los diferentes conflictos mantenidos por la dinastía de los Austrias (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
El edificio del nuevo ayuntamiento, de vanguardista diseño arquitectónico, se inspira en las antiguas casas de los ingleses.
Fue proyectado por José Álvarez Checa y Tomás Curbelo Ranero, en 1989 (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
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