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domingo, 26 de febrero de 2023

Un paseo por el Barrio de Torreblanca

     Por Amor al Arte
, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte el Barrio de Torreblanca, de Sevilla, dando un paseo por él.
     El Barrio de Torreblanca es, en el Callejero Sevillano, un barrio que se encuentra en el Distrito Este. Es atravesado de Este a Oeste por la autovía A-92, carretera hacia la provincia de Málaga, y de Norte a Sur por el Canal del Bajo Guadalquivir. Limita con los términos municipales de La Rinconada, Carmona y Alcalá de Guadaíra.
     El Barrio de Torreblanca lo componen las vías siguientes: c/ Abedul, c/ Abeto, plaza Las Acacias, c/ Acanto, c/ Acebo, c/ Álamo, c/ Alanís, c/ Albaricoque, c/ Alberchigo, c/ Alberto Jiménez Pérez, c/ Alcolea del Río, c/ Almanzor, c/ Almendro, c/ Arahal, c/ Badolatosa, c/ Bagur, c/ Bambú, c/ Benacazón, c/ Bormujos, c/ Camas, c/ Cañada Rosal, c/ Castaño, c/ Castilleja de Guzmán, c/ Castilleja del Campo, c/ Cedro, c/ Cemento, c/ Central, c/ Cerezo, c/ Cervera, c/ Chopo, plaza Ciclamor, c/ Ciprés, c/ Ciruelo, c/ Concepción Reina Peláez, plaza Corazón de María, camino Cortijo Luis, c/ Creus, c/ El Cuervo, avda. El Deporte, c/ Drago,  c/ Ébano, c/ Encina, c/ Escapulario, c/ Estaca de Bares, c/ Estola, c/ Familia Gallego, c/ Francisco González García, c/ El Garrobo, c/ Gelves, c/ Gines, callejón de Girón, c/ Granado, c/ Granito, c/ Guayabo, camino Hacienda de la Trinidad, camino Hacienda del Hoyo, camino Hacienda del Rosario, c/ Higuera, camino Huerta de la Torrecilla, c/ Isla Mayor, c/ José Muñoz San Román, c/ Ladrillo, c/ Libocedro, c/ Limonero, c/ Machichaco, c/ Madre de la Iglesia, c/ Madroño, c/ Maestro Tejera, c/ Manuel Barrios Masero, c/ Manzano, c/ Marinaleda, c/ Medina Azahara, c/ Melocotonero, plaza Miguel Montoro Gómez, c/ Miriam, c/ Mitra, c/ Los Molares, ctra. Nacional Sevilla-Málaga-Granada, c/ Nogal, c/ Nueva, c/ Oliva, c/ Olmo, c/ Los Palacios, c/ Palomares del Río, c/ Panadero José García Lucas, c/ Paradas, c/ Peñas, vereda Pero Mingo, avda. de Pero Mingo, c/ Pilas, c/ Pino, c/ Pinsapo, plaza Platanero, c/ Príncipe de Asturias, camino Puntal de la Caridad, ctra. La Rinconad, c/ La Rinconada, c/ Roble, c/ El Ronquillo, c/ El Rubio, c/ Sacratif, plaza Salvador Valverde, c/ San Nicolás del Puerto, c/ Sándalo, c/ Santa Pola, c/ Santiponce, c/ Sauce, c/ El Saucejo, camino antiguo Sevilla-Carmona, c/ Sicomoro, c/ Solandra, c/ Solou, c/ Tiara, c/ Timbú, c/ Tipuana, c/ Tomares, c/ Torre Almodóvar, c/ Torre Arévalo, c/ Torre Baja, c/ Torre Bermeja, c/ Torre Carbonero, c/ Torre Cuadrada, c/ Torre de Arcas, c/ Torre de Peñafiel, c/ Torre del Burgo, c/ Torre del Campo, c/ Torre del Mar, c/ Torre del Obispo, c/ Torre del Valle, c/ Torre Hermosa, c/ Torre Pacheco, c/ Torrebeleña, c/ Torrebeses, c/ Torreblascopedro, c/ Torrecaballeros, c/ Torrecabra, c/ Torrechiva, c/ Torrecilla, c/ Torredonjimeno, c/ Torreferrer, c/ Torrefina, c/ Torrefuerte, c/ Torregalindo, c/ Torregorda, c/ Torregracia, c/ Torregrosa, c/ Torrejón de Ardoz, c/ Torrejoncillo, c/ Torrelaguna, c/ Torrelara, c/ Vía Tiburtina, c/ Vía Traiana, c/ Vía Tuscolana, c/ Virgen de la Capilla, c/ Virgen de la Palma, c/ Virgen de la Piedad, c/ Virgen de la Soledad, c/ Virgen de las Aguas, c/ Virgen de las Angustias, c/ Virgen de las Lágrimas, c/ Virgen del Dulce Nombre, c/ Virgen del Silencio, c/ Virgen Mediadora, y c/ El Viso.
     El Barrio, desde  el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en  la  población  histórica  y en  los  sectores  urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, siendo el conjunto de vías urbanas con características homogéneas, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las  edificaciones  colindantes  entre  si. En  cambio, en  los  sectores  de periferia donde predomina la edificación  abierta,  constituida  por  bloques  exentos,  la  calle,  como  ámbito  lineal de relación, se pierde, y  el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos. 
     Torreblanca toma el nombre de uno de los molinos propiedad del concejo que se encontraba en la bifurcación del camino que. partiendo de la Puerta de Carmona, se dirigía hacia Carmona y Alcalá de Guadaira, tal como aparece en el plano de Lacaze (1869). A fines del siglo pasado, se localizaban en este espacio una fábrica de aceites y jabones, propiedad de los Luca de Tena, y algunas casas ocupadas por trabajadores agrícolas de las haciendas próximas. Será en los primeros años del s. XX cuando surge lo que años más tarde será un extenso y poblado núcleo urbano: en 1910 existían 21 edificios y 82 habitantes, pasando a 282 vecinos en 1937. En este momento se han eslablecido algunas fábricas y una parada de postas. A mediados de los cuarenta, y sobre todo en la década siguiente, el proceso de ocupación se acelera como consecuencia de una gran demanda de viviendas, que provocó la parcelación del suelo rural, ilegal en su mayor parte, mediante la cual los sectores sociales más modestos comienzan a construir sus casas. Es, pues, el producto de sucesivos asentamientos que, sin ningún tipo de planificación previa, fueron configurando los distintos sectores de que consta. A pesar de que la Delegación Municipal de Estadística distinguía en 1967 tres sectores: Torreblanca la Vieja, Torreblanca la Nueva y el grupo de viviendas del Real Patronato; los dos primeros, atendiendo a la génesis y tipología de la edificación, se contemplan como una unidad.
     El primer sector estaría formado por las sucesivas parcelaciones ilegales iniciadas en la década de los cincuenta en el núcleo más antiguo, el formado por el triángulo de la carretera Málaga-Granada, la avenida de Pero Mingo y el canal del Bajo Guadalquivir y el colegio nacional Carlos V. Paralelamente, desde los años sesenta, se van produciendo asentamientos en una parte de la denominada Torreblanca la Nueva, en torno a sus dos ejes centrales: Torrelaguna y Torregrosa, procediéndose a las primeras parcelaciones, al sur de la primera hasta la carretera Málaga-Granada, y al norte de la segunda hasta el mencionado canal. Éstos asentamientos continúan en los años setenta, completándose de este modo la actual fisono­mía. Al mismo tiempo, en el frente sur de la carretera nacional se comienzan a producir parcelaciones ilegales desde 1958, en el sector comprendido entre Virgen de la Piedad y Somosierra, al que le sigue, cronológicamente, la zona situada entre Príncipe de Asturias y Virgen de la Piedad, loteada y vendida en la década de los sesenta, configurándose de este modo otro de los históricos núcleos de Torreblanca la Vieja, el comprendido entre la carretera nacional, el canal del Bajo Guadalquivir, el colegio Príncipe de Asturias y la calle Estaca de Vares. Estos conjuntos, a pesar de su asincrónico nacimiento y su adscripción a espacios claramente diferenciados, llenen en común la autoconstrucción de las viviendas. Se trata de asentamientos de inmigrantes que, en sucesivas oleadas, adquieren parcelas de di­versas dimensiones, lo cual explica la variedad morfológica y volumétrica de las edificaciones.
     Un hecho peculiar que caracteriza a Torreblanca es que, siendo en su mayor parte un barrio de autoconstrucción, destaca la racionalidad del trazado viario, con calles en forma de damero, distorsionado en algunos sectores, y manzanas sin acusados en­trantes o salientes, que guardan una ejemplar alineación de las viviendas, hechos todos ellos que suelen estar ausentes en la mayor parte de las barriadas de autoconstrucción existentes en nuestra ciudad. En la Torreblanca de autoconstrucción, la tipología de las edificaciones es la vivienda unifami­liar de una a tres plantas, en la que, sin estar ausente la típica fachada de cal, aparecen algunas recubiertas con azulejos multicromáticos. Construidas con buenos materiales, sobresalen las amplias balconadas, repletas de macetas de gitanillas, claveles y geranios, que aportan, en la estación de floración, su natural e intenso colorido. La infraestructura y mobiliario urbano son en general aceptables, con pavimento asfáltico y estrechas aceras de losetas o cemento, aunque la ausencia de arbolado se hace notar negativamente. En las fachadas de las viviendas se hallan instaladas farolas de bácu­lo.
     La segunda unidad morfológica está constituida por los bloques del Real Patronato de Casas Baratas, en total 1.608 viviendas, construidas entre 1950 y 1960, a instancias del gobierno civil, con la intención de erradicar el chabolismo de El Vacie. El proyecto fue de Fernando Barquín Barrón y Alfonso Toro Suiza. La inauguración tuvo lugar en 1961. Aunque no todas las travesías poseen un trazado recto, variando en longitud y anchura, tienen en común el acerado de losetas o de cemento, y el pavimento asfáltico, destacando la ausencia de espacios destinados a aparcamientos y el escaso mobiliario urbano. Con pocas zonas verdes, sólo algunas plazas poseen abundante arbolado y jardines con bancos. Estos conjuntos se diferencian por la tipología de las edificaciones: bloques de cuatro plantas que se disponen cerrando un espacio interior comunita­rio, la plaza de Ciclamor; casas unifamiliares, precedidas algunas de ellas por un pequeño jardín, y conjunto situado en torno a la plaza del Platanero, con casas unifamiliares, de dos plantas, adosadas formando manzanas con cubierta de tejas, fachada de ladrillo visto encalado, con un pequeño pa­tio. De estos tres sectores, el último es el de peor calidad en la construcción, con diminutas viviendas, en muchas de las cuales los propietarios han ocupado el patio, habiéndose incorporado a la vivienda la pequeña terraza del principal y una especie de porche en el bajo.
     Respecto a la tercera unidad morfológica, la inmobiliaria y constructora Edisoma urbaniza, entre  1971-1972, el espacio comprendido entre las calles Chopo, Drago y la carretera nacional, surgiendo así la barriada del parque residencial Torreblanca, conoci­da popularmente corno "las tres calles", por ser éste el número de las que la componen. Son calles rectas, dispuestas en paralelo a la mencionada carretera, dotadas de dispar infraestructura, pues no todas están pavimen­tadas, y de variable anchura, con algún arbolado entre el que destacan los naranjos y los ficus.
     En una barriada de las dimensiones de Torreblanca, la desigual dotación es la tónica dominante. Las zonas mejor equipadas se corresponden con los núcleos más antiguos, a pesar de haber sido producto de parcela­ciones y construcciones ilegales, mientras que, paradójicamente, el sector planificado aparece como deficitario de las más ele­mentales instalaciones asistenciales. Si bien en 1918 se hablaba de establecer una escuela pública junto a la Cruz del Campo, será en 1968 cuando se establezca uno de los primeros colegios, el del Sagrado Corazón del Valle, de religiosas de esta orden. Posteriormente surgieron en Torreblanca la Vieja y la Nueva otros colegios, como el de Carlos V, el del Príncipe de Asturias, guarderías y parvularios, y un instituto de formación profesional situado en los inicios de Torrelagu­na. Sin embargo, el sector del Real Patronato acusa un déficit de plazas escolares.
     Este esquema se reproduce en la distri­bución sectorial de los establecimientos co­merciales. En ambas Torreblanca predominan los pequeños locales comerciales, situados en los bajos de las viviendas, que cubren las necesidades diarias del vecindario, concentrándose en ciertas calles como la de Umbrete, en el sector del Ranchito, o Torrelaguna en el de Torreblanca la Nueva. Entre Umbrete y Marinaleda, ambas en Torreblan­ca la Vieja, existe un mercado de abastos, imprescindible para satisfacer la demanda de tan numerosa población. De nuevo, en el Real Patronato de Casas Baratas la situación es muy diferente. Algunos establecimientos, situados en la galería comercial de Nogal, en la confluencia de Olmo y Almendros, de­dicado fundamentalmente a la  alimentación, intentan paliar la inexistencia de un verdadero mercado en el sector, aunque este hecho se ve atenuado, en parte, por la presencia de un mercadillo matinal, desde 1981, que expone sus mercancías en Torres Quevedo y Torregorda y principios de Pino, llenando el ambiente de sabor a zoco y ba­zar.
     La disimetría señalada entre la Torreblanca de autoconstrucción y el sector del Real Patronato vuelve a manifestarse, en esta ocasión con total crudeza, en el am­biente social existente en ambas zonas. La mayor calidad de vida no sólo se aprecia en el tipo de hábitat que es, material y morfológicamente, mejor en la Torreblanca de autoconstrucción, sino que se refleja en la misma calle, en su infraestructura y equipa­mientos y, por último, en la caracterización social de los habitantes. En el primer sector, destaca el ambiente popular, ruralizado, con vendedores ambulantes, entre los que aún se encuentran vendedores de cisco picón y carbón vegetal, que, a golpes de bocina, pregonan sus productos; las amas de casa barren por la mañana las puertas de sus viviendas, refrescan la base de las facha­das rociándolas con cubos de agua y entre estas castizas y ancestrales tareas, se forman tertulias; los niños, en las horas de asueto, ocupan las calles con sus juegos, y los vecinos, en general, en las calurosas noches del estío, se sientan a las puertas de sus casas hasta que les rinde el sueño. Este ambiente pintoresco, muy esquemático y tópico por lo tanto, desaparece en el segundo sector donde, a cualquier hora, las calles son un hervidero de hombres desocupados, que forman un corro de un tono muy diferente al anterior. En algunos enclaves la marginalidad toma carta de naturaleza, sobre todo en el mercadillo de droga existente en la plaza de las Acacias y Nogal, donde menudean quinceañeros sin futuro, carne de cañón de la gran ciudad. En esta zona la labor asisten­cial es realizada por los representantes mu­nicipales del Distrito VIII, a través de ayudas en dinero, cursos de formación para jóvenes, etc..., ejerciendo la caridad las Hermanas de la Cruz, que poseen un pequeño convento en Abedul. En otro orden de cosas, es de resaltar el gran ánimo festivo latente entre el vecindario de Torreblanca. Desde 1958 se celebra la romería del Inmaculado Corazón de María, que con numerosas carretas adornadas para la ocasión se encamina al Cortijo de Guzmán. En este mismo año la Hermandad del Inmaculado Corazón organizó la primera velada del 29 al 31 de agos­to. Torreblanca la Nueva celebra también una, desde 1985, en honor de San Antonio, que comienza el 14 de junio. Asimismo el día 16 sale una cruz de mayo organizada por la asociación de vecinos Las Tres Calles, en la plaza del Maestro Tejera, que concentra a gran número de vecinos, sobre todo niños [Eduardo Camacho Rueda, Fátima Ballesteros Sastre, Francisco Salgado Jiménez, y Joaquín Cortés José, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993]. 
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