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jueves, 21 de diciembre de 2023

Los principales monumentos (Ermita del Mimbral; Iglesia de San José; Castillo de Gigonza; Molinos; y Fuerte y Acueducto del Tempul) de la localidad de San José del Valle, en la provincia de Cádiz

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Cádiz, déjame ExplicArte los principales monumentos (Ermita del Mimbral; Iglesia de San José; Castillo de Gigonza; Molinos; y Fuerte y Acueducto del Tempul) de la localidad de Puerto Serrano, en la provincia de Cádiz.
     Tiene su origen en el castillo de «Hisn Tabul», que además marca un primitivo asentamiento romano. Fue conquistada a principios del XIV, años después de que lo fueran las poblaciones de los alrededores. En 1333 pasó a la jurisdicción de Jerez, con el nombre de Tempul, pero no se repuebla hasta fines del siglo XVI. La ubicación en este lugar del convento de carmelitas descalzos del Monte de la Cruz (1695), favoreció un crecimiento importante de la población entre los últimos años del siglo XVII y principios del siguiente. 
     En estas circunstancias y favorecido por encontrarse dentro del marco del Consejo jerezano, experimenta un importante desarrollo que alcanza hasta el siglo XIX. En 1835 se produce la desamortización del convento y se inaugura una etapa de proyectos de aprovechamiento agrícola del territorio. Un socialista utópico, Manuel Sagrario de Beloy, propone la instalación de un falansterio en Tempul; y en 1878 los hermanos Vicente y Rafael Romero García fundan la Colonia Rural de San José del Valle, que a mediados del siglo XX se consolida con el impulso del Instituto Nacional de Colonización. Con este apoyo institucional se construyen el ayuntamiento y el mercado de abastos, además de la iglesia. Desde 1995 es municipio independiente (Juan Alonso de la Sierra, Lorenzo Alonso de la Serra, Ana Aranda Bernal, Ana Gómez Díaz-Franzón, Fernando Pérez Mulet, y Fernando Quiles García. Guía artística de Cádiz y su provincia. Tomo II. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).   

Ermita del Mimbral
         La ermita del Mimbral, de principios del XVII, podría  relacionarse con un oratorio rural. La iglesia del convento de carmelitas se conserva en ruinas. Es de una sola nave, con fachada en el hastial de los pies cuyo vano está enmarcado por un arco sobre el que cabalga un tejaroz a dos aguas. Una airosa espadaña culmina el edificio. Construido a lo largo del siglo XVIII, con importantes reformas en las primeras décadas el XIX, hasta que los frailes fueran desalojados en 1835 (Juan Alonso de la Sierra, Lorenzo Alonso de la Serra, Ana Aranda Bernal, Ana Gómez Díaz-Franzón, Fernando Pérez Mulet, y Fernando Quiles García. Guía artística de Cádiz y su provincia. Tomo II. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).   
 
Iglesia de San José
         Más moderna es la iglesia parroquial de San José, que es de planta de cruz latina, con crucero muy marcado y una gran espadaña sobre el muro de fachada. Construida en el siglo XX (Juan Alonso de la Sierra, Lorenzo Alonso de la Serra, Ana Aranda Bernal, Ana Gómez Díaz-Franzón, Fernando Pérez Mulet, y Fernando Quiles García. Guía artística de Cádiz y su provincia. Tomo II. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).   

Castillo de Gigonza
         Entre los términos de Jerez de la Frontera y de Alcalá, y a seis kilómetros del casco urbano de ésta, se halla el castillo de Gigonza, de fábrica medieval, que se ubica en el lugar donde estuvo Saguntia, fundación turdetana que alcanzó su apogeo en tiempos de los visigodos. Fue incorporado a una explotación cerealística, para componer un gran cortijo. Posee en buen estado una torre de planta cuadrada, con dos plantas, la superior está abovedada. En las inmediaciones se encuentran las ruinas de un balneario, de aguas sulfurosas, muy popular a fines de XIX y principios del XX (Juan Alonso de la Sierra, Lorenzo Alonso de la Serra, Ana Aranda Bernal, Ana Gómez Díaz-Franzón, Fernando Pérez Mulet, y Fernando Quiles García. Guía artística de Cádiz y su provincia. Tomo II. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).   
       Complejo arquitectónico dotado de un castillo tiene planta casi cuadrada y dos cuerpos. A la entrada principal se accede por las escaleras que formaban la balaustrada, que es baja y estrecha, con un dintel y dos fuertes impostas, y con un óculo que en su interior es un vano con arco ojival. Sobre la puerta presenta una estrecha ventana en arco de herradura.
     Al piso superior se accede a través de una angosta escalera, desde donde se sale al exterior, a través de un vano con arco de herradura. Este piso se cubre con bóveda vaída y en sus paramentos hay ventanales. En su interior hay unas panoplias con armas antiguas. La fortaleza tiene una cerca con patio de armas a donde se accede por una puerta con arco de medio punto y rematada con un escudo nobiliario. Asimismo, en la cara interna, sobre el portón, hay otro escudo, posiblemente más antiguo, que tiene un león rampante y cuatro barras verticales que corresponde a la Casa de Arcos.
     Según una lápida existente, en 1848 se construyó la actual capilla y se transformó la fortaleza ampliándose con una "casa de baños", siendo dueño del lugar don Francisco de Ponce de León. La capilla se sitúa en el patio de acceso o antiguo patio de armas del castillo, y cuenta con una bóveda corrida; aunque desmantelada, conserva un pequeño retablo y el púlpito.
     Probablemente las dependencias de los baños coexistieron con viviendas de campesinos y diversas instalaciones agrícolas, si bien en el siglo XX la edificación acabaría por dedicarse en su totalidad a los cometidos agropecuarios.
     Muy fragmentada la propiedad en la actualidad, lo que explica la compartimentación del conjunto, mantiene algunos rasgos de su carácter defensivo medieval "muros almenados, pequeña portada con arco adovelado con escudo de armas, y sobre todo la torre", pero los espacios interiores, patios y dependencias se encuentran muy alterados.
     Las edificaciones se organizan mediante una sucesión de patios escalonados, comunicados entre sí por estrechos pasajes, en torno a los cuales se van disponiendo las dependencias de habitación y labor.
     El primero de los patios corresponde a la edificación medieval, el resto se construyen en el momento del balneario. El primer patio es el del señorío, con la vivienda principal, las antiguas dependencias de invitados y la escuela. En el patio intermedio se sitúan las cuadras, y junto a ellas la talabartería y herrería. El último patio o de arriba, en cota más elevada, era el de la posada, que hoy se dedica a almacenes. Los patios de la posada y señorío contaron con galerías perimetrales, hoy parcialmente derruidas o tapiadas, con pilares de fundición, viguería de madera y ladrillo por tabla o adintelada con soportes de ladrillos y vigas de madera.
     La torre militar es el elemento arquitectónicamente más interesante. Cuadrada, con dos plantas y paseo de ronda almenado en cubierta, se construye, al igual que el resto del castillo, con gruesos muros de mampostería de cantos irregulares y sillarejos, con refuerzos de sillares en las esquinas y en los huecos abocinados. La planta alta se cubre mediante una superficie abovedada de planta circular trasdosada que se conserva en buen estado. La portada de acceso al castillo está construida con sillares bien labrados, al igual que los refuerzos de la torre. Sobre el arco de entrada pervive el escudo nobiliario de la familia propietaria, tallado en la misma piedra.
     Conviene destacar por su singularidad y tamaño el antiguo palomar existente en el patio de acceso, constituido por un cajón de muros de fábrica en el que se insertan transversalmente otros muros, convenientemente taladrados para cobijar a las palomas.
     En el exterior de la fortaleza han proliferado otras dependencias para acoger funciones estrictamente agrícolas: casa de máquinas, gañanía, estancia y zahurda, extendiéndose por las inmediaciones corrales y cercados para ganado bovino.
     Este castillo formaba parte del conjunto de fortalezas de la campiña gaditana, entre las que se encuentran el Alcázar de Jerez, Melgarejo, así como los restos de Gibalbín, Torre Cera, Lopera,... El origen de este castillo es musulmán y su historia bélica está muy ligada al periodo de reconquista y a la figura de Enrique II, ya que en 1371 los castellanos obtuvieron una victoria sobre los musulmanes en sus inmediaciones y de este castillo tomó el nombre la batalla, en la que obtuvieron los castellanos numerosos cautivos, tanto de ultramar como de los vecinos malagueños.
     Conjunto constructivo ha sufrido un fuerte proceso de transformación y readaptación a sucesivos usos. La Gigonza "Gisgonza, o Baños de Gigonza según se denomina también habitualmente" corresponde a un asentamiento de notable importancia histórica que ha proporcionado cuantiosos hallazgos arqueológicos. El enclave, favorecido por sus manantiales y por su estratégica posición eminente sobre la campiña al pie de la sierra del Valle, en la transición hacia los macizos montañosos del interior de la provincia, se relaciona con la población romana de Saguntia, en la vía de comunicación que enlazaba el valle del Guadalquivir con la costa atlántica por Asido "Medina Sidonia".
     Está certificada la continuidad de su poblamiento en la Edad Media, cuando adquiere relevancia como fortaleza fronteriza. Siguiendo a Pérez Cebada, en época musulmana se apunta la existencia de un molino aceitero movido por energía hidráulica en la Gigonza, lugar que ostenta la categoría de "castillo", con un poblado anejo. Su conquista se produce en la segunda mitad del siglo XIII, convirtiéndose durante un tiempo en la posesión más avanzada de los cristianos, perteneciente a Arcos y luego, desde 1333, a Jerez, como parte del "término" de Tempul. Según el Repartimiento de Arcos, Pedro Martínez de Fe recibió la concesión de un importante donadío "consistente en casas, molino, aceña, huerta en la alcaría de Gigonza". En sus inmediaciones se dio en el siglo XIV una famosa escaramuza fronteriza entre castellanos, africanos y granadinos: "Llamóse ésta la de Gigonza por ser allí tan señalada vatalla".
     En la siguiente centuria está en manos de Peyo de Rivera, cuñado del Almirante Mayor de Castilla, quien en 1477 solicita la venia real para vender el castillo al marqués de Cádiz, don Rodrigo Ponce de León, mientras surgen noticias de la apropiación por vecinos de los pueblos limítrofes de campos cercanos al lugar. A fines del XVI figura como "cortijo" dedicado a la explotación de dehesas y tierras de labor, que se amplía a costa de las suertes repartidas con anterioridad a pequeños labradores y para el que se solicita en 1589 licencia para la instalación de un molino. Más adelante, a mediados del siglo XVIII, la dehesa de Gigonza y la Parrilla queda recogida en el Catastro de Ensenada como tierra de propiedad particular, a nombre de Juan Pérez de Gallegos, en el término de Tempul, con una cabida de 779 aranzadas para el aprovechamiento de pasto y sembradura. A mitad del XIX, Madoz califica la Gigonza de "despoblado", es decir, que antaño tuvo rango urbano, y de "caserío y baños minerales", dando noticia de la reciente construcción de unos baños con las aguas minerales de su fuente, establecimiento que gozaría durante décadas una notable concurrencia.
     Según una lápida existente, en 1848 se construyó la actual capilla y se transformó la fortaleza ampliándose con una "casa de baños", siendo dueño del lugar don Francisco de Ponce de León (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Molinos
         Asimismo hay que mencionar varias construcciones vinculadas al agua, los molinos que ja­lonan el arroyo que cruza el término (Juan Alonso de la Sierra, Lorenzo Alonso de la Serra, Ana Aranda Bernal, Ana Gómez Díaz-Franzón, Fernando Pérez Mulet, y Fernando Quiles García. Guía artística de Cádiz y su provincia. Tomo II. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).   

Fuerte y Acueducto del Tempul
         Construido entre 1864 y 1869 bajo la dirección del ingeniero Ángel Mayo, para abastecimiento de agua de la ciudad de Jerez de la Frontera (Juan Alonso de la Sierra, Lorenzo Alonso de la Serra, Ana Aranda Bernal, Ana Gómez Díaz-Franzón, Fernando Pérez Mulet, y Fernando Quiles García. Guía artística de Cádiz y su provincia. Tomo II. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).   
       El castillo de Tempul está situado frente al manantial sobre un afloramiento ofítico, a 44,5 kilómetros del núcleo urbano jerezano, a unos 15 del de San José del Valle y a unos 5 del de Algar.
     Posiblemente de origen romano, son las fuentes en lengua árabe las primeras que hacen referencia a una fortificación junto al manantial, haciendo también alusiones a los restos del acueducto romano que partía de sus inmediaciones.
     Fue construida en los siglos XII y XIII, siendo muy codiciada por su ubicación estratégica junto al manantial, estando además terrenos de gran riqueza agrícola y ganadera. La fortaleza está situada en un lugar agreste y escarpado. Fue arrebatada en el siglo XIV a la ciudad de Algeciras por el infante de Castilla don Pedro, siendo San José del Valle el último término de esta zona en ser conquistado en 1312. Por la importancia del lugar, Fernando IV donó el castillo y su término a Alonso Pérez de Guzmán, "el Bueno". Pero las tropas nazaríes no cejaron en su empeño de volver a conquistarlo, hasta que lo consiguieron a comienzos del siglo XIV, volviendo luego a manos castellanas dando lugar lugar a gestas heroicas cantadas en los romances. En tiempos de Alfonso XI el castillo fue cedido al consejo de Jerez en 1371, teniendo que esperar a 1433 cuando se hizo la ceremonia y nombramiento del alcaide del Tempul.
     Su importancia estratégica disminuyó tras la caída del reino nazarí de Granada, manteniéndose un largo pleito entre el III Conde de Arcos, don Rodrigo Ponce de León y la ciudad de Jerez por el control de las rentas que podía reportar su arrendamiento. Para solucionar el conflicto distintos jueces delimitaron los términos, resultando favorable a Jerez, pero las partes no se pusieron de acuerdo en la interpretación de la sentencia de 1506 y fue recurrida numerosas veces. El pleito llegó a comienzos del siglo XVIII, cuando Felipe V terció en el conflicto y ordenó en 1701 que se confirmasen todos los privilegios concedidos a Jerez por sus antecesores y, sobre todo, que se diese un nuevo privilegio por el que se reconocía la concesión del castillo de Tempul a Jerez.
     El sitio arqueológico se compone de los restos del acueducto y del castillo medieval del Tempul (ya desaparecido). El acueducto del Tempul llevaba las aguas hasta Cádiz, donde se almacenaba en unos grandes aljibes situados en la Ermita de San Roque y adosados a los lienzos de Puertas de Tierra.
     Ha sido objeto de varios trabajos de investigación en donde se han documentado alrededor de 30 puntos con restos prospectados, aunque no existe un trabajo exhaustivo sobre el mismo.
     Tiene una longitud aproximada de 75 kilómetros, con un tramo inicial de 30 kilómetros en donde el agua fue transportada en régimen de lámina libre, por galerías rectangulares abovedadas ripiadas en las conducciones romanas de dimensiones internas de 0,60 metros de ancho y altura variable entre 1,20 y 1,70 metros. Las galerías por lo general fueron subterráneas a unos 2 metros de profundidad promedio o en algunos casos se construyeron túneles de hasta 25 metros de profundidad con pozos de registro a cada cierto intervalo de distancia. La pendiente del specus según los tratados del siglo XVIII estaría en torno a los 0,40 m/km, encontrándose tramos con pendientes de hasta 0,10 m/km. En el primer tramo el acueducto contó con tres sifones: el de la Garganta de Bogas, el de San José del Valle y el de Los Arquillos, el último con tuberías de piedra de 0,33 metros de diámetro interior y una longitud de casi 3 kilómetros.
     A partir de aquí hay un tramo del que no se tiene mucha información, solo escasos restos que permiten suponer que el acueducto estaba formado en esta parte por galerías similares al tramo aguas arriba del sifón de los Arquillos, en donde corría el agua en régimen de lámina libre.
     El acueducto continúa por las inmediaciones de los llanos de Guerra en donde vuelve a cambiar a régimen de tubería y sifón de la playa, su longitud total es desconocida, está formado por tres tuberías en paralelo de piedra de 0,22 metros de diámetro interior y que posiblemente contó con una torre hidráulica "Torre de los arquillos" a través de la cual el agua sería transportada al castellum que debió estar ubicado en la actual Puerta de Tierra de Cádiz.
     Existen varias hipótesis sobre el trazado del acueducto que deben ser verificadas por trabajos de campo. El tramo central es el menos estudiado (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Cádiz, déjame ExplicArte los principales monumentos (Ermita del Mimbral; Iglesia de San José; Castillo de Gigonza; Molinos; y Fuerte y Acueducto del Tempul) de la localidad de San José del Valle, en la provincia de Cádiz. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia gaditana.

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