Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero

Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero, para conmemorar los 800 años de la Torre del Oro

   Otra Experiencia con ExplicArte Sevilla :     La intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla" , presentado por Ch...

sábado, 8 de noviembre de 2025

El sitio arqueológico La Cebra, en El Real de la Jara (Sevilla)

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Sevilla, déjame ExplicArte el sitio arqueológico La Cebra, en El Real de la Jara (Sevilla).
     Hay dos localizaciones: la primera, en el cortijo principal y alrededores y, la segunda al norte del cortijo a orillas de un pequeño arroyo. En el primer caso se encuentran restos de tegulae y de ladrillos y en el segundo caso abundan las escorias de la fundición de hierro.
     Creemos que el núcleo principal del yacimiento se circunscribe al área próxima al cortijo y que el área delimitada en segundo lugar sea una zona de talleres de fundición de mineral de hierro. Por noticias se sabe que al mover tierras para hacer un pozo aparecieron restos de ladrillos y una inscripción que se encuentra depositada en el Ayuntamiento (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Sevilla, déjame ExplicArte el sito arqueológico La Cebra, en El Real de la Jara (Sevilla). Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia sevillana.

Más sobre la localidad de El Real de la Jara (Sevilla), en ExplicArte Sevilla.

Procesiones de hoy, sábado 8 de noviembre

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte las procesiones de hoy, sábado 8 de noviembre, en Sevilla.        
     Hoy, sábado 8 de noviembre, procesiona de forma extraordinaria, trasladándose hacia su sede canónica, desde la Catedral de Santa María de la Sede, tras celebrar una Eucaristía, la Hermandad del Museo, por el CDL Aniversario fundacional de la corporación

     Hdad. del Museo: La Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad del Santísimo Sacramento y Archicofradía de Nazarenos de la Sagrada Expiración de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima de las Aguas; Es ésta una corporación fundada en 1575 y con residencia canónica en la Capilla del Museo, del sevillano barrio del Museo, siendo sus imágenes titulares la Sagrada Expiración de Nuestro Señor Jesucristo, obra de Marcos Cabrera en 1575, y María Santísima de las Aguas, obra de Cristóbal Ramos en 1772.
Enlace a la web oficial de la Hermandad del Museo: www.hermandaddelmuseo.org  
 
     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte las procesiones de hoy, sábado 8 de noviembre, en Sevilla. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

La imagen del Beato Juan Duns Escoto, en el Retablo-Hornacina del Sagrado Corazón, en el Convento de Santa María de Jesús

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la imagen del Beato Juan Duns Escoto, en el Retablo-Hornacina del Sagrado Corazón, en el Convento de Santa María de Jesús, de Sevilla.   
     Hoy, 8 de noviembre, Memoria, en Colonia, ciudad de Lotaringia, en Germania, Alemania actualmente, del Beato Juan Duns Escoto, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que, oriundo de Escocia, enseñó las disciplinas filosóficas y teológicas en Cantorbery, Oxford, París y, finalmente, en Colonia, como maestro preclaro de sutil ingenio y fervor admirable (1308) [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].
     Y que mejor día que hoy, para ExplicArte la imagen del Beato Juan Duns Escoto, en el Retablo-Hornacina del Sagrado Corazón, en el Convento de Santa María de Jesús, de Sevilla.
     El Convento de Santa María de Jesús, se encuentra en la calle Águilas, 22; en el Barrio de San Bartolomé, del Distrito Casco Antiguo.
     En una de las dependencias del Convento de Santa María de Jesús, podemos contemplar esta obra. Representa al defensor del voto inmaculadista, vestido con hábito atado con cordón y con birrete. En la mano izquierda lleva un libro abierto y en la derecha ha perdido la pluma para escribir, siendo una pieza de estilo neoclásica, realizada en el siglo XIX, con unas medidas de 0,60 x 0,23 x 0,16 mts. (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
       Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la imagen del Beato Juan Duns Escoto, en el Retablo-Hornacina del Sagrado Corazón, en el Convento de Santa María de Jesús, de Sevilla. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Más sobre el Convento de Santa María de Jesús, en ExplicArte Sevilla.

viernes, 7 de noviembre de 2025

Los principales monumentos (Iglesia de Santa María Magdalena, Casa del Capitán, y Chozo de la Irene) de la localidad de Esparragosa de la Serena, en la provincia de Badajoz

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Badajoz, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de Santa María Magdalena, Casa del Capitán, y Chozo de la Irene) de la localidad de Esparragosa de la Serena, en la provincia de Badajoz.
     Se sitúa a poca distancia de Castuera, sobre un llano, con algunos cerros a la espalda, presentando características semejantes a esa localidad.
     Tipo de Entidad: Municipio
     Superficie Término: 21,7 Km2
     Altitud: 446 m.
     Distancia Capital: 159 Km.
     Partido Judicial: Castuera
     Comarca: La Serena
     Gentilicio: Esparragoseño
Ayuntamiento de Esparragosa de la Serena
     Plaza de España, 1
     06439 Esparragosa de la Serena (Badajoz)
     Teléfono: 924776001
     Fax: 924776017
Historia.-
    En otro tiempo, la localidad de Esparragosa de la Serena fue conocida como Esparragosilla para distinguirla de Esparragosa de Lares, haciéndose villa independiente en 1591.
     Sus naturales son conocidos en el partido judicial por el apelativo familiar de "zorreros" (Diputación Provincial de Badajoz).
     Esparragosa de la Serena, cuyo caserío posee buenos ejemplares de arquitectura popular (Alfredo J. Ramos, y Santiago Llorente. Guía Total, Extremadura. Editorial Anaya Touring. Madrid, 2005).
     Un paseo por Esparragosa de la Serena es un itinerario que permite al viajero retroceder en el tiempo, tras las huellas históricas de antiguos pueblos y civilizaciones, que enriquecen el patrimonio y el bello paisaje de la localidad.
     Este pintoresco pueblo situado en un llano a los pies de la Sierra del Oro, actualmente tiene unos mil cien habitantes, que viven principalmente de la agricultura, la ganadería y el comercio.
     Pero existen en los alrededores numerosas evidencias arqueológicas que van desde la Edad del Cobre hasta la época romana. Destacamos el yacimiento de la Malena, de la Edad del Cobre, o las fortificaciones prerromanas de tipo torre, como la denominada Dehesa Boyal, lo cual delata que el territorio estuvo habitado desde antiguo. 
     Sin embargo, los primeros vestigios de cierta entidad corresponden a la época romana, considerándose que esta presencia nació a la sombra de la vecina Iulipa. De esta época nos han llegado  diversas inscripciones funerarias, construcciones de villas y asentamientos rurales y el paso de las vías de comunicación desde Mérida a Córdoba.
     Las escasas manifestaciones musulmanas dan paso a un nuevo poblamiento cristiano a partir de 1236, momento de la reconquista de la zona, que fue llevada a cabo en tiempos de Fernando III, con la ayuda de la Orden Militar de Alcántara. Desde entonces, y siendo aldea de Benquerencia, formó parte junto con Castuera, Monterrubio y Malpartida, de la Comunidad de Villa y Tierra de Benquerencia o de las Cinco Villas, hasta 1591 que adquiere el título de Villa por Cédula de Felipe II. Pero es la Orden Militar de Alcántara, el Priorato de Magacela y la Real Dehesa de la Serena, lo que influirá más decisivamente en su devenir.
     Para finales del siglo XV, la población comienza a despertar de su letargo medieval; crece el número de vecinos, envía pobladores y evangelizadores al Nuevo Mundo, o se realizan obras artísticas como la iglesia parroquial o las típicas casas de arquitectura popular.
     Así llega Esparragosa al siglo XX, donde a mediados de la centuria alcanza su mayor esplendor de su larga historia, ya que sus casas y calles cobijan a casi 1.800 vecinos. Hoy, todavía se duele  de la herida de la emigración que día a día sus habitantes se empeñan en cicatrizar y mirar al futuro. Actualmente es un pueblo moderno, pero sin renunciar a la tradición, abierto, con una amplia oferta de ocio rural, acogedor, donde nadie se sentirá forastero... (Ayuntamiento de Esparragosa de la Serena).
Monumentos.-
     Al igual que en los restantes pequeños núcleos del entorno, el carácter de la población y su principal atractivo residen en el mantenimiento de una fisonomía tradicional escasamente degradada, y en el conjunto de una arquitectura popular que aún conserva toda su calidad ambiental.
     Como corazón del núcleo aparece una hermosa plaza central en la que de acuerdo con la disposición peculiar de las poblaciones extremeñas, se sitúan el Ayuntamiento y la iglesia parroquial. La Casa Consistorial, obra moderna de sencilla arquitectura se alza en uno de los extremos; y enfrente, la iglesia, dedicada a Santa María Magdalena. Esta constituye realización de modesta proporciones edificada en mampostería y sillares, según el modelo de templo rural más representativo de la región. Al frente presenta torre fachada de grata configuración formal, con atrio bajo el que se cobija una sobria portada de granito coronada por un escudo, y en la parte superior, campanario con somera coronación. Al cuerpo principal se adosan una sacristía de ostentoso volumen y diversas capillas fundadas en el siglo XVIII por Beatriz Núñez Rodríguez, Ambrosio Rodríguez-Zenteno Chacón y su hermano Diego, cuyos enterramientos de vistosas lápidas se conservan en la nave (Diputación Provincial de Badajoz).

Iglesia de Santa María Magdalena.-
     La iglesia parroquial de Santa María Magdalena ocupa un amplio solar y está ubicada en el centro del casco antiguo de la localidad. El templo actual es un edificio arquitectónico fruto de la sucesión de múltiples ampliaciones y reparos practicados, sobre una primitiva edificación gótica de los últimos años del siglo XV y primeros del XVI. Anteriormente hubo otro templo románico sobre el que se levantó el actual. El edificio fue mandado construir por el último maestre de la Orden de Alcántara don Juan de Zúñiga y Pimentel. Se trata de una iglesia de nave única rectangular. En el siglo XVIII se amplía con una capilla de planta de cruz griega al lado del Evangelio, donde en el suelo, al frente del altar se sitúan tres lápidas con heráldica de los miembros fundadores, en granito y grabadas con texto y heráldica. Como muestras de mobiliario, destacamos el retablo barroco, obra del maestro trujillano Juan Bautista Páez, contemporáneo a la capilla, y único en la comarca, al ser el único que se conserva de la época (Ayuntamiento de Esparragosa de la Serena).

Casa del Capitán.-
     Esparragosa de la Serena ha sido uno de los pueblos de la comarca que mejor ha sabido conservar las muestras de arquitectura popular, y por ello hoy en día las encontramos de diferentes tipologías:
     En primer lugar, viviendas de los siglos XVI al XVIII, que presentan dos pisos de extensas fachadas con ventanas recercadas de granito. Como detalles decorativos cuentan con pomas, ajimeces para los casos más ricos, arcos conopiales en puertas y esquinas en chaflán. Estos detalles, son el escaso testimonio que el estilo gótico tardío dejó impreso en la arquitectura popular de la villa y la comarca.
     Como decimos en Esparragosa de la Serena, aún persisten numerosos ejemplos de casas solariegas de cierto interés para la arquitectura popular. Un ejemplo de mención por su buena factura y sobriedad constructiva, es la llamada Casa del Capitán. Sirviendo de esquina en un pequeño ensanche, nos sorprende una fachada con dos vanos en altura y un emblema heráldico en medio. La fábrica es de sillería granítica y piedra caliza en dos colores para el escudo; en blanco el campo, con cinco flores de lis y estrella, y la inscripción, y en rosado el yelmo. Los dos vanos y el escudo tienen recercos graníticos en una sola pieza. En el dintel del superior se graba otro emblema. Se completa la fachada con moldura en el vano inferior, ménsula sobre el escudo sobre la que se superpone el pequeño balcón con repisa, cornisa bajo el alero y una sencilla gárgola de piedra.
     Esta vivienda, mandada hacer por Diego Maldonado, capitán de Infantería y Familiar del Santo Oficio de la Inquisición, es una construcción de principios del siglo XVII y fue de colada entera con ancho paso central en torno al cual se distribuyeron las habitaciones.
     Otras casas típicas tanto de labradores como hidalgos las podemos encontrar en la Calle Honda, Francisco Pizarro, Francisco Cañamero, Mártires, Calle Erillas y Plaza de Don Simón Gutiérrez, de la Constitución y de España, donde en muchas de ellas hay escudos heráldicos en su fachadas (Ayuntamiento de Esparragosa de la Serena).

Chozo de la Irene.-
     Podemos contemplar chozos, bastante utilizados por los pastores y carboneros. Todavía puede contemplarse cercano a la localidad el denominado Chozo de la Irene. La población de Esparragosa de la Serena con gran tradición ganadera, ha sabido proteger y valorar tal edificación que hace que los vecinos actuales puedan disfrutar de los vestigios que dejaron nuestros antepasados. Probablemente erigido en la época Moderna, responde a la tipología típica de los Chozos de pastores de la Baja Extremadura. Responde a un edificio de planta circular con vanos abiertos al este y oeste y puerta al norte. Corona su techumbre una bóveda realizada mediante la aproximación de hiladas y rematada por una cobertera de sedimento arenoso. Además cuenta en sus alrededores con todas las estructuras y edificaciones menores que complementan sus funciones ganaderas. Su simetría y conservación hace que sea el más bello de la población y de los pueblos limítrofes (Ayuntamiento de Esparragosa de la Serena).

          Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Badajoz, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de Santa María Magdalena, Casa del Capitán, y Chozo de la Irene) de la localidad de Esparragosa de la Serena, en la provincia de Badajoz. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia pacense.

Más sobre la provincia de Badajoz, en ExplicArte Sevilla.

Procesiones de hoy, viernes 7 de noviembre

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte las procesiones de hoy, viernes 7 de noviembre, en Sevilla.        
     Hoy, viernes 7 de noviembre, procesiona de forma extraordinaria, trasladándose a la Catedral de Santa María de la Sede, para celebrar una Eucaristía, la Hermandad del Museo, por el CDL Aniversario fundacional de la corporación

     Hdad. del Museo: La Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad del Santísimo Sacramento y Archicofradía de Nazarenos de la Sagrada Expiración de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima de las Aguas; Es ésta una corporación fundada en 1575 y con residencia canónica en la Capilla del Museo, del sevillano barrio del Museo, siendo sus imágenes titulares la Sagrada Expiración de Nuestro Señor Jesucristo, obra de Marcos Cabrera en 1575, y María Santísima de las Aguas, obra de Cristóbal Ramos en 1772.
Enlace a la web oficial de la Hermandad del Museo: www.hermandaddelmuseo.org  
 
     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte las procesiones de hoy, viernes 7 de noviembre, en Sevilla. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Haz tu ruta con ExplicArte Sevilla: Tú decides la ruta, la fecha y el precio (Free Tour - propina)

 


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     Ruta Sevilla Prerromana - Ispal: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos en el Museo Arqueológico de la ciudad y en las salas dedicadas al mundo prerromano el devenir de este momento histórico-artístico de la ciudad con especial atención al mundo de Tartessos y a los demás pueblos que se asentaron en la zona.

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     Ruta Sevilla Visigoda: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos los vestigios que la cultura visigoda ha dejado en nuestra ciudad, sobre todo en la Catedral y en el Museo Arqueológico y te contaremos las historias de San Hermenegildo, y San Leandro y San Isidoro, personajes históricos imprescindibles de Sevilla.

     Ruta Sevilla Musulmana - Isbiliya: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos los principales vestigios que la cultura musulmana ha legado a Sevilla, comenzando por nuestro símbolo más universal: La Giralda, junto con la Torre del Oro, Los Reales Alcázares,...

     Ruta Sevilla Judía: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos la huella judía en la Sevilla de hoy: las antiguas sinagogas y los barrios judíos de Santa Cruz o de San Bartolomé.

     Ruta Sevilla Mudéjar: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos los innumerables vestigios que la cultura mudéjar dejó en Sevilla, fundamentalmente en los Reales Alcázares, Iglesia de San Marcos, Iglesia de Santa Marina,...

     Ruta Sevilla Gótica: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos nuestra Catedral, el edificio gótico más grande de la cristiandad.

     Ruta Sevilla Renacentista - Nova Roma: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos los imprescindibles vestigios renacentistas de nuestra ciudad, representados por el Ayuntamiento, el remate de la Giralda y la Sacristía Mayor de la Catedral.

     Ruta Sevilla y su río: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos la importancia que ha tenido el río Guadalquivir, el antiguo Betis, en la historia de la ciudad, recorriendo sus puentes, el Barrio de Triana, la Torre del Oro,...

     Ruta Sevilla y América: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos la llamada Sevilla Americana, la Sevilla del siglo XVI y XVII cuando nuestra ciudad se convirtió en la capital del mundo, con edificios tan importantes como el Archivo de Indias o la Casa de la Moneda.
     
     Ruta Sevilla Barroca: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos la esencia de nuestra ciudad, puesto que Sevilla es una ciudad eminentemente barroca en prácticamente todos y cada uno de sus edificios. 

     Ruta Sevilla Neoclásica: Desde Explicarte Sevilla también te mostraremos las huellas neoclásicas de nuestra ciudad que podemos contemplar en las iglesias de San Ildefonso o San Bartolomé.

     Ruta Sevilla Romántica: Desde Explicarte Sevilla te mostramos la huella romántica de los Jardines del Parque de María Luisa y del Barrio de Santa Cruz.

     Ruta Sevilla Modernista: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos el legado modernista que también tiene en Sevilla sus ejemplos como las casas que podemos encontrar en las calles Alfonso XII, Feria, Tomás de Ibarra, Felipe II y Adriano, entre otras.

     Ruta Sevilla Regionalista: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos el legado que arquitectos como Aníbal González y sus contemporáneos dejaron en Sevilla con la famosísima Plaza de España.

     Ruta Sevilla y la Expo del 29: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos el legado que la Exposición Iberoamericana de 1929 dejó en Sevilla en modo de pabellones y edificios que conforman el Parque de María Luisa y el Barrio de Heliópolis.

     Ruta Sevilla y la Expo del 92: Desde Explicarte Sevilla te mostraremos el legado que en la Isla de la Cartuja quedó para nuestra ciudad, llevándola al siglo XXI.

     Ruta Sevilla Cofrade: Desde ExplicArte Sevilla te mostraremos la importancia del mundo cofrade en la historia de nuestra ciudad y sus incontables manifestaciones artísticas en el interior de los templos, las casas de hermandad, y en los actos de culto interno y externos (procesiones).

     Ruta Sevilla, Ciudad de Ópera: Desde ExplicArte Sevilla te mostraremos la importancia de Sevilla en la historia del Bel Canto, puesto que está presente en más de 100 óperas. Podemos elegir varias rutas relacionadas con la Ópera y Sevilla: Sevilla escenario de Ópera ASevilla escenario de Ópera BEl Mito de CarmenEl Mito de Don Juan, y El Mito de Fígaro.

     Ruta Magallanes y la primera vuelta al mundo 1519-1522: Desde ExplicArte Sevilla te mostramos los hitos más importantes de la expedición que dio la I Vuelta a la Tierra.

     Y muchas más rutas... tú decides. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Un paseo por la calle Castilla

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la calle Castilla, de Sevilla, dando un paseo por ella.
     Hoy, 7 de noviembre, es el aniversario de la entrada de Fernando III en la ciudad de León (7 de noviembre de 1230), donde fue proclamado Rey. De este modo volvían a reunirse bajo un único Monarca los dos reinos (Castilla y León) separados setenta y tres años atrás, de ahí que hoy sea el mejor día para ExplicArte la calle Castilla, de Sevilla, dando un paseo por ella.
     La calle Castilla es, en el Callejero Sevillano, una calle que se encuentra en los Barrios de Triana Casco Antiguo, y Triana Oeste, en el Distrito Triana; y va de la calle Callao, a la calle Ronda de los Tejares.
     La calle, desde  el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en  la  población  histórica  y en  los  sectores  urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las  edificaciones  colindantes  entre  si. En  cambio, en  los  sectores  de periferia donde predomina la edificación  abierta,  constituida  por  bloques  exentos,  la  calle,  como  ámbito  lineal de relación, se pierde, y  el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos. En las calles el sistema es numerar con los pares una acera y con los impares la opuesta.
     También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo a la calle José Gestoso, que se consideraba, incorrectamente el centro geográfico de Sevilla, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer.
     Al menos desde comienzos del siglo XV aparece con este nombre, cuya verdadera razón no está documentada, llegando hasta el actual cruce con Chapina; el resto es nom­brado Rosario desde la aparición de la ermita del mismo nombre. En 1821 desaparece el topónimo Rosario, adquiriendo Castilla sus actuales límites. Otros topónimo que han tenido relación con esta calle son la Alcantarilla de los Ciegos o de la Cal de Castilla, localizada en el actual cruce de Castilla con Pagés del Corro, especie de puente que en sus comienzos salvaba el foso; el sitio de Portugalete, situado desde el s. XV en torno a la ya citada Alcantarilla, cuya denominación se ha relacionado con los esclavos procedentes de Portugal, el sitio de Zurraque, entre Chapina y la Capilla del Patrocinio, conocido hasta 1930 por practicarse allí el zurrado de pieles, ya que era paso de veredas de carne; el sitio del Punto, llamado así en el s. XIX, al final de la calle, por ser donde terminaba la línea de los tranvías.
     Se configura esta vía en los comienzos del barrio como camino a Camas, tras la construcción del puente de barcas (v. Altozano), eje estructural del barrio, paralelo al río. En 1796 existen noticias de una orden para empedrar la calle. En 1918 se pone pavimento adoquinado y acerado. Desde comienzos del s. XX se lleva a cabo una serie de alineaciones, y anteriormente, desde 1826. se habla de derribar una serie de soportales pertenecientes a casas particulares. Actualmente es una vía ancha y adoquinada hasta Chapina, y a partir de allí calzada  de asfalto y  acerado de cemento, alumbrándose por farolas de báculo en las fachadas. De su acera derecha parten el callejón de la Inquisición, calles Párroco Pedro Ramos, Periodista Nicolás Salas, plaza Chapina, Don Cecilio de Triana, Virgen del Patrocinio y plaza Hermanos Cruz Solís. En la acera izquierda nacen pasaje Capataces Ariza, calles Procurador, Magallanes, Alvarado, plaza Matilde Coral, y Pinzón.
     Predomina el tipo de edificaciones uni­familiares de finales del s. XIX, alternando con algunos bloques de viviendas de cuatro plantas, con la mayoría de los bajos convertidos en comercios; se conservan asimismo algunos de los corrales de vecinos de dicho siglo, como el de los Fideos y las Macetas. Entre sus edificios regionalistas cabe destacar obras de A. Arévalo (1927), Ramón Balbuena (1918), Leopoldo Carreras (1925), Manuel Martínez (1913) y otros Se advierte en su ultimo tramo un caserío más deteriorado. El carácter de arteria principal del barrio ha hecho que en ella se construyan edificios relevantes en todos los tiempos, entre los que destacan la Capilla del Patrocinio, ya existente en el XVII con el nombre del Rosario, reconstruida en el XVIII en estilo barroco, y a la que en la década de 1940 se adosó la iglesia actual. De 1702 es la construcción de la parroquia de la O, sobre el solar de lo que fuera Hospital de Santa Justa y Rufina. Otros edificios ya desaparecidos fueron los hospitales de Santa Catalina y de Nuestra Señora de las Cuevas.
     Desde sus comienzos ha poseído esta vía tres funciones: comercial-industrial, de tránsito y simbólica. En 1820 se construye el portazgo al final de la calle, cuyos aranceles se emplearon, a partir de 1845, en el pago de las obra del puente de Isabel II. Desde el punto de vista comercial e industrial destacan las almonas o fábricas de jabón, desde época medieval, que ocuparon la acera de los pares. En 1859 se habla de la presencia en ella de "gran número de fábricas", entre las que cabe destacar las de almidón y pólvora. Actualmente esta función se desarrolla con un comercio tradicional, que absorbe la actividad en detrimento de las calles adyacentes. Su función de lugar de tránsito le viene dada por tratarse del antiguo camino real de Camas, y ser en la actualidad una salida del barrio con un denso tráfico. Cen­tro religioso de esta zona del barrio en torno a la parroquia de la O, ayuda de parroquia desde 1605, su función ceremonial queda patente con ocasión de las salidas procesio­nales tanto de la Hermandad de la O como del popular "Cachorro", con sede en la del Patrocinio, así como del paso de la romería del Rocío [María del Carmen Medina, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993]. 
Castilla
. Entre los números 24 y 26 se conserva un arco rematado por un frontón recto y jarrones de cerámica. So­bre el vano, una lápida  conmemora su construcción a comienzos del siglo pasado.
Castilla, 30-32. Casa del  siglo XVIII, de dos plantas y ático con vanos separados por pi­lastras.
Castilla, 51. Antiguo parador, hoy convertido en almacén [Francisco Collantes de Terán Delorme y Luis Gómez Estern, Arquitectura Civil Sevillana, Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, 1984].
    Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la calle Castilla, de Sevilla, dando un paseo por ella. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Más sobre el Callejero de Sevilla, en ExplicArte Sevilla.

Más sobre el Camino de Santiago, a su paso por la ciudad de Sevilla, en ExplicArte Sevilla.

La calle Castilla, al detalle:
Azulejo conmemorativo fundación Hermandad del Rocío de Triana
Azulejo conmemorativo a Francisco Reguera Aguilar
Azulejo conmemorativo en Corral de Vecinos
Azulejo conmemorativo de las Almonas Reales
Edificio Castilla, 24-26.
Parroquia de Nuestra Señora de la O
Azulejo conmemorativo Peña Trianera
Edificio Castilla, 30-32.
Edificio Castilla, 51.
Azulejo conmemorativo Iglesia Cristiana Evangélica "Betania", en edificio Castilla, 63
Azulejo conmemorativo Paco Lola, en edificio Castilla, 58
Azulejo conmemorativo Paco Taranto, en edificio Castilla, 146
El azulejo conmemorativo de la Ley de protección de los pájaros insectívoros, en edificio Castilla, 143 
Basílica del Cachorro

jueves, 6 de noviembre de 2025

Los principales monumentos (Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, Ermita del Calvario, Capilla del Hospital de Jesús y María, Ermita de San Isidro, y Ermita del Cementerio) de la localidad de Valenzuela, en la provincia de Córdoba

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Córdoba, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, Ermita del Calvario, Capilla del Hospital de Jesús y María, Ermita de San Isidro, y Ermita del Cementerio) de la localidad de Valenzuela, en la provincia de Córdoba.
     El territorio de Valenzuela es como una punta de lanza que al nordeste de Baena se adentra en la provincia de Jaén. El pueblo blanco, vigilado por la remozada ermita del Calvario, se extiende mansamente al pie del Cerro Boyero, cuya estratégica situación no pasó desapercibida a los antiguos pobladores iberos, que dejaron en él la huella de su paso.
     Villa situada al este de la provincia, a 25 Km. al norte de Baena.
     Distancia a Córdoba: 84 Km.
     Altitud: 344 m.
     Extensión: 19,2 Km2
     Habitantes: 1.364.
     Gentilicio: Valenzoletanos.
     Mancomunidad: Guadajoz – Campiña Este
     Estas tierras fueron conquistadas hacia 1227 por Tello Alfonso, que recibió su jurisdicción señorial para una mejor defensa de la frontera. A principios del siglo XIV el linaje de Valenzuela se unió con el señorío de Espejo, y más tarde, en 1380, Martín Sánchez de Valenzuela fundará en su hijo Juan Pérez de Valenzuela el mayorazgo de la fortaleza y tierras del lugar. En 1502 es vendida al Conde de Cabra, que la incorpora a su condado. Más tarde, en 1625, Felipe IV la eleva a Marquesado (Diputación Provincial de Córdoba).
     Probable villa de origen musulmán, sus tierras, lindantes con Jaén, fueron conquistadas en 1230- 1235 por Tello Alfonso, quedando bajo su jurisdicción. Su biznieto, Martín Sánchez de Valenzuela, fundará aquí un mayorazgo en 1380 para su hijo, Juan Pérez de Valenzuela. En 1501 Alonso Fernández de Valenzuela lo vendió a Diego Fernández de Córdoba, III conde de Cabra, quien lo dio en señoría a su cuarto hijo, Álvaro de Córdoba, pasando a marquesado en 1625, en la persona de Antonio Domingo Fernández de Córdoba (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
      
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.-

    La primitiva iglesia de esta pequeña población, era obra del XVIII que subsistió hasta después de la Guerra Civil, ya en deficiente estado de conservación. En la década de los setenta se decidió su demolición, levantándose en su lugar la que hoy vemos, obra del arquitecto Rafael Medina en 1977. Tiene planta rectangular, y se cubre con techumbre tripartita para simular tres naves inexistentes. Al centro lleva tirantas con la iluminación artificial y en los muros, vidrieras coloreadas. Actualmente se encuentra en restauración. En el muro frontero, que corresponde al presbiterio, hay una escalera que sirve de acceso a la sacristía, situada en un plano inferior para aprovechar los desniveles del terreno. El muro se adorna con una talla del Crucificado, de carácter devocional, y con una pequeña imagen de la Virgen de la Cabeza, de gran devoción en la zona. Tiene un Sagrario de estética neogótica y las imágenes de San Roque y la Asunción, de serie. En la sacristía se encuentra una imagen contemporánea de Cristo Yacente, de autor anónimo, que fue donada al pueblo en 1942. Cuelga asimismo un interesante lienzo de la Sagrada Fa­milia, de escuela cordobesa del siglo XVIII.
     La sacristía comunica con  un espacio rectangular habilitado para capilla, en el cual se veneran las imágenes procesionales. Son todas obras contemporáneas, que sustituyen a las que ardieron durante la Guerra Civil. El Nazareno se dice realizado en 1942 por el maestro nacional Eugenio García del Pino y la Virgen de los Dolores es anónima. El grupo de la Oración en el Huerto es valenciano, de 1963.
     Lo más importante del patrimonio que conserva esta parroquia es su ajuar litúrgico, incre­mentado por algunas piezas procedentes del desaparecido hospital de Jesús y María. A la iglesia pertenecen una bella custodia de plata, fechada en Córdoba en 1771, con marcas de Ruiz y Aranda, y una cruz procesional de 1772, punzonada por García. Hay además dos cálices de plata sobredorada, anónimos del siglo XVII, uno con cabujones y el otro con pequeños óvalos con bustos en relieve del Ecce Homo, Nazareno, San Francisco y Santa Clara y una naveta sin punzonar, de fines del siglo XVII. De entre las piezas provenientes del hospital merecen citarse un portaviático, de mediados del XVIII, y varios cálices con punzón de Aguilar y Vega, del XIX (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
     La parroquia de la Asunción, en la céntrica plaza de España, es un edificio moderno inaugurado en 1977, que reemplazó a una iglesia barroca demolida en los años setenta.
     La zona alta de Valenzuela invita a pasear sin rumbo por sus callejas blancas y pendientes (Diputación Provincial de Córdoba).

Ermita del Calvario.-
      La ermita fue construida en 1977, por el pueblo, para colocar el remate del campanario de la primitiva iglesia parroquial, derribada en 1971. Este, realizado en hierro en el siglo XX, presenta planta octogonal, al igual que la ermita, componiéndose de ocho filas de columnas que soportan una bóveda de paños, rematada por una veleta en forma de cruz.
      Durante el mes de octubre, la ermita permanece abierta durante todo el día para que acudan los vecinos. El Viernes santo, se sube en procesión hasta la misma. En el camino de subida existe un Vía Crucis de la misma época de la ermita (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Cerca de la villa se alza la ermita octogonal del Calvario, reedificada en 1977, desde la que se puede contemplar una vista panorámica del pueblo.
     Contiene un templete de hierro, también octogonal, que coronó la antigua parroquia (Diputación Provincial de Córdoba).

Capilla del Hospital de Jesús y María.-
       Realizada en mampostería y ladrillo, presenta planta rectangular, teniendo a sus pies en uno de sus ángulos, una espadaña. esta presenta en sus dos caras un vano de medio punto, flanqueado por cuatro pilastras que soportan un entablamento. Sobre este frontón triangular rematado con bola y una veleta en forma de cruz con los anagramas de Jesús y María.
     La capilla perteneció al Hospital de Jesús y María, fundado por Rodríguez Arroyo en el siglo XVIII y abandonada a mediados del presente siglo. En los años setenta fue rehabilitada para que sirviera de parroquia mientras se construía la nueva iglesia. Actualmente está en ruinas, sirviendo de almacén para algunos vecinos de la localidad (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Ermita de San Isidro.-
       La ermita fue construida por iniciativa del párroco Don Enrique Aparicio alrededor de 1985-1986, en unos terrenos cedidos por un particular.
     La planta de paralelepípedo responde al deseo del párroco.
     Se celebre una romería el 15 de mayo (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Ermita del Cementerio.-
        La ermita presenta planta cuadrada cubierta con una bóveda de arista. Al exterior, tiene una espadaña, sobre la portada, de un solo vano (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

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El desaparecido Postigo del Jabón

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte el desaparecido Postigo del Jabón, de Sevilla.
      El Postigo del Jabón, se encontraba en la calle Tintes; en el Barrio de San Bartolomé, del Distrito Casco Antiguo, de Sevilla.
     En el barrio de San Bartolomé, acaso el más misterioso de Sevilla, la parte más oculta de su vieja judería, habita, entre otros muchos fantasmas, el de la puerta menos conocida que tuvieron las murallas de la ciudad. Existió, ciertamente, de eso no cabe duda. Pero nadie sabe dónde estuvo ni cómo era. Y nadie ha podido, ni puede que nadie pueda ya, saberlo. Un enigma solo lo es de verdad si no se puede descifrar.
     Una extraña paz reina en estas calles donde las horas y la luz parecen de otro tiempo, muy lejano. Al declinar sobre el silencioso y mortecino paisaje de sus apagadas casas y desiertas plazuelas, el atardecer se antoja no el mismo que acontece en el resto de la ciudad, sino otro distinto, el de un día de hace ya muchos años. Porque este día que en todos los demás barrios se apresta a morir, tardará aún muchos siglos en amanecer aquí, en este rincón dimensionalmente apartado de la ciudad, pues a pesar de hallarse en el centro mismo de ella, es como si estuviera a la distancia de esos sitios donde ir es imposible, pues no hay ningún camino que lleve hasta ellos; y si lo hubiera, todo el tiempo del mundo no sería suficiente para poder recorrerlo. Su existencia se antoja, por eso, un misterio, un milagro, un prodigio, un enigma. Tal si las horas de otro tiempo hubieran formado una burbuja junto al corazón mismo de Sevilla, cuyo interior resulta ajeno y opaco a esta. Una pompa de aquel viejo y artesanal jabón verde que hace mucho se fabricaba en algún lugar cerca de estos solitarios callejones, dentro de la cual la realidad discurre cual si fuera la realidad de otro universo. El caminante lo va percibiendo a través de sutiles sensaciones, de ecos casi imperceptibles, de esas presencias silenciosas e invisibles que abarrotan la soledad del barrio de San Bartolomé, donde nunca se tiene la entera certeza de estar solo aunque no se vea a nadie más andando por la calle.
     Entre Santa María la Blanca y San Esteban se extiende esta colla­ción ectoplásmica, cuya puerta fue cegada por el olvido, cerrando de ese modo para siempre cualquier posibilidad de conexión con el exterior, es decir, con la realidad; una puerta que al cerrarse sin remisión dejó atrapado para siempre en el interior de las calles a las que daba acceso un tiempo que no pudo seguir pasando, que se vio obligado a reiterarse, repitiendo eternamente aquel viejo atardecer cuyos testigos hace ya siglos que pasaron a mejor vida. Tal hicieron quienes, sin embargo, continúan habitando las casas de este barrio sin puerta. Como aquel fantasma de la calle Verde al que una noche vieron filtrarse por una pared camino de no se sabe dónde. Muertos que aquí aún siguen vivos. Porque algo nos dice al aventurarnos a través del umbrío desfiladero de esa calle que él, el fantasma de la calle Verde, sigue allí, oculto tras las enredaderas y las sombras; o caminando junto a nosotros sin que notemos su presencia, y junto a él y nosotros, muchos otros seres espectrales, invisibles a nuestros ojos, que también van y vienen, deslizándose sobre el pavimento, pues según dicen los fantasmas carecen de pies; tal vez por eso no oigamos sus pasos. Aunque en realidad tal vez sea que, estremecidos y conscientes de su presencia, no que­ ramos oírlos.
     El Postigo del Jabón estuvo "en algún lugar de la calle Tintes", dicen textualmente las crónicas, de nuevo lacónicas, como en el caso del Postigo de la Basura que estaba al final de la calle Feria, que nos hablan, siempre sucintamente, de su existencia. Tampoco hay ninguna referencia sobre el Postigo del Jabón en el plano de Olavide, donde sí están representadas todas las demás -salvo el postigo de la calle Feria- puertas de la muralla. ¿Se habría cegado ya para aquel entonces, año de Nuestro Señor de 1771? Nadie probablemente lo sabrá jamás. O quizás sí, que en algún polvoriento archivo seguramente habrá un legajo que cuente su historia, aunque otra cosa bien distinta será dar con él.
     La calle Tintes, antiguamente llamada de los Tintes y aun antes del Postigo del Jabón, lleva, también a través de un rectilíneo, estrecho y umbrío pasillo, desde la Puerta de Carmona hasta la oculta plaza de los Curtidores, uno de esos rincones secretos de la ciudad cuyo descubrimiento causa una extraña mezcla de asombro y desconcierto. ¿Fue en esta plaza tal vez donde alguna vez estuvo el Postigo del Jabón, y de ahí la razón de su existencia? De nuevo estamos ante un enigma sobre el que solo cabe hacer conjeturas. No hay certezas. Debemos remitirnos, pues, a la única referencia que tenemos: el Postigo del Jabón estaba en algún lugar de la calle Tintes. Hoy en día, sin embargo, resulta imposible averiguar cuál pudo ser teniendo en cuenta la fisonomía de esta. Nada en ella delata la presencia de una puerta de la muralla; nada tiene que ver la trama urbana aquí surgida con la existente en aquellos lugares donde sí hay conciencia y noticia fehaciente de la existencia de una de las antiguas puertas de la cerca que envolvía Sevilla. Todo es silencio, oscuridad, nada. Como la nada que se extendía más allá de la enigmática puerta por fuera de la muralla, un páramo de huertas, nada.
     También resulta misteriosa la historia de esos oficios de los que tomaron sus nombres bastantes de las calles y plazas del barrio de San Bartolomé: Refinadores, Zurradores, Curtidores, Vidrio, Tintes... nombres, el mismo del Postigo del Jabón, que hablan de una collación habitada por artesanos, trabajadores, burgueses. Gente que vino a ocupar el sitio dejado por sus primigenios habitantes, aquellos judíos que fueron masacrados o expulsados de la ciudad. Hebreos que, sin embargo, no se fueron del todo, pues sus espíritus, como también los de aquellos artesanos que dieron nombre a las calles, han continuado aquí, en este barrio del que por irse, se fueron hasta las cofradías; dos llegó a haber en su parroquia, mas ninguna quiso quedarse.
     Habita no donde, sino tras el olvido. Detrás de una puerta cegada que nadie sabe dónde estuvo, más allá de caminos que no llevan a ninguna parte. El tiempo duerme en el barrio fantasma, un lugar de ensueño. Ningún lugar mejor para tomar conciencia de estar vivos que allá donde aún viven los muertos. No hay puerta que lleve a él, pero bienvenidos sean a San Bartolomé (Juan Miguel Vega, Veintitantas maneras de entrar en Sevilla. El Paseo. Sevilla, 2024). 
        Se trata de otra puerta menor de la que, como su­ cedió con su "antónima" de la "Basura", tampoco se ocupan las crónicas. Sin embargo, no hay dudas sobre su existencia. Estuvo en algún lugar de la calle Tintes, también fue pues puerta de la antigua Judería de Sevilla, dando paso a una collación ocupada por artesanos dedicados en gran parte al cuidado y la reparación de la ropa (Exposición Puertas de Sevilla, ayer y hoy. Sevilla, 2014).
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miércoles, 5 de noviembre de 2025

El sitio arqueológico Cañada de la Barca, en La Puebla del Río (Sevilla)

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Sevilla, déjame ExplicArte el sitio arqueológico Cañada de la Barca, en La Puebla del Río (Sevilla)
     Hoy en día desaparecida por las explotaciones de gravas, el profesor José Luis Escacena nos informó de la aparición de tégulas, ímbrices, piedras irregulares y muros de ladrillo. Destaca su posición, sobre una terraza fluvial junto al Lacus Ligustinus, y dominando las rutas de acceso desde Las Marismas hacia el interior del Aljarafe (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
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La imagen de Santa Ángela de la Cruz, de Ricardo Rivera, en el Retablo de San José, de la Basílica de la Macarena

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la imagen de Santa Ángela de la Cruz, de Ricardo Rivera, en el Retablo de San José, de la Basílica de la Macarena, de Sevilla.
     Hoy, 5 de noviembre, aniversario de la beatificación de Santa Ángela de la Cruz (5 de noviembre de 1982), es la Festividad, en Sevilla, en España, Santa Ángela de la Cruz Guerrero González, virgen, fundadora del Instituto de Hermanas de la Compañía de la Cruz, que no se reservó derecho ninguno para sí, sino que lo dejó todo para los pobres, a quienes acostumbraba a llamar sus "señores", sirviéndoles de verdad (1932) [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].
     Y que mejor día que hoy, para ExplicArte la imagen de Santa Ángela de la Cruz, de Ricardo Rivera, en el Retablo de San José, de la Basílica de la Macarena, de Sevilla.
     La Basílica de la Esperanza Macarena [nº 50 en el plano oficial del Ayuntamiento de Sevilla; y nº 70 en el plano oficial de la Junta de Andalucía], se encuentra en la plaza de la Esperanza Macarena, 2; en el Barrio de San Gil, del Distrito Casco Antiguo.
   En el lado del Evangelio (izquierdo) se sitúa el altar del Cristo de la Salvación. Pura ironía: el clasicista crucificado que lo preside fue esculpido por Luis Ortega Brú en 1951, escultor que llegó a estar preso por la represión franquista. A sus pies están enterrados el General Queipo de Llano y su esposa, el famoso y temido general que motivó el triunfo del levantamiento de 1936, posteriormente gran impulsor de la nueva iglesia y del gran auge de la hermandad. Hoy este retablo los preside la imagen de San José (Manuel Jesús Roldán,  Iglesias de Sevilla. Almuzara, 2010).
      En una repisa, junto a la hornacina central, ocupada por San José, podemos contemplar la imagen de Santa Ángela de la Cruz, escultura exenta de bulto redondo realizada en madera de cedro policromada, que representa a Santa Ángela de la Cruz de pie, con su pierna izquierda adelantada en actitud itinerante. Se encuentra ataviada con el hábito de la orden de las Hermanas de la Compañía de la Cruz fundada por ella en el año 1875 y sobre el pecho porta un Crucificado. En el brazo derecho porta un cesto negro del que sobresalen algunos alimentos y en la mano lleva un libro de horas. En la mano izquierda sostiene un rosario con la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena, en el reverso aparece la inscripción: "RUEGA / POR / NOSOTROS". Lleva aureola de santidad realizada en plata repujada. 
     La imagen de Santa Ángela de la Cruz fue encargada por Manuel Martínez Suárez y realizada y donada por Ricardo Rivera Martínez. La bendición tuvo lugar el 4 de noviembre de 1983, siendo oficiada por D. José Antonio Pérez Domínguez de la Rasilla. Debido a su canonización en el año 2003, la hermandad le ofreció a la imagen una aureola de plata, labrada por los Hermanos Delgado López (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Conozcamos mejor la vida y obra de Santa Ángela de la Cruz;
   "Cuando pregunten quiénes son las Hermanas de la Cruz, se debe contestar, sin que se expongan a equivocarse: esta comunidad es una comunidad de muertas". Contundente frase para una comunidad muy viva, la que el día 2 de agosto de 1875, festividad de Nuestra Señora de los Ángeles, nacía de forma oficial en un cuarto con derecho a cocina de la casa número 13 de la calle San Luis: la Compañía de las Hermanas de la Cruz.
     Ángela Guerrero González, sor Ángela de la Cruz, nació el 30 de enero de 1846 en Sevilla en una familia sencilla. Sus padres, Francisco Guerrero y Josefa González, tuvieron catorce hijos, pero solo seis llegaron a mayores de edad, un ejemplo del alto índice de mortalidad infantil que afectó a la Sevilla del siglo XIX. A los tres días de su nacimiento, fue bautizada en la parroquia de Santa Lucía, iglesia gótica-mudéjar expropiada por la Revolución del 68 y que hoy subsiste como sede de la Agencia Andaluza del Flamenco. Sus padres trabajaban en el cercano monasterio de la Santísima Trinidad como cocinero del convento y la madre lavando y cosiendo las ropas de los frailes. Cuentan que de su madre, a la que llamarían las Hermanas de la Cruz la "Abuelita" por ser la madre de la fundadora, aprendió Angelita Guerrero su religiosidad y el amor exagerado a la limpieza, tan distintivos de la Compañía.   Desde muy pequeña, frecuentaba la parroquia de Santa Lucía y el lugar preferido de sus plegarias era el altar de la Virgen de la Salud, que hoy preside la capilla donde se venera su cuerpo incorrupto. Su formación inicial fue escasa, algo habitual entre las niñas de su tiempo. Sus primeros estudios los realiza en lo que entonces se conocía como una miguilla, pequeña escuela donde aprendería a leer, escribir, y algunas reglas básicas. Pronto empezaría a trabajar, con doce o trece años entró en el taller de calzado Maldonado, en la entonces llamada calle del Huevo, hoy Feijoo. En poco tiempo alcanzaría el nivel de oficiala de primera clase. Junto al aprendizaje en el taller, su infancia y juventud estuvieron marcadas por su intensa vida de oración y sus severas penitencias: desde su descanso en una tabla, a su cilicio como escapulario o sus frecuentes ayunos.
   De 1862 a 1865, Ángela reparte su jornada entre su casa, el taller, las iglesias donde reza y los hogares pobres que visita. En 1865 sufrió la epidemia de cólera que afectó a la ciudad, trabajando día y noche para ayudar a hombres, mujeres y niños castigados tan duramente por la miseria en la Sevilla de los corrales de vecinos. Ese mismo año puso en conocimiento de su confesor, el padre Torres, su voluntad de "meterse a monja" El padre Torres era conocido como el santero de Sevilla por su fama de santidad y por la altura espiritual de sus dirigidas, entre las que se encontraban sor Bárbara de Santo Domingo, dominica de Madre de Dios, y sor María Florencia Trinidad, Madre Sacramento, monja mercedaria de San José. El padre Torres fue consultor del Concilio Vaticano I y canónigo de la Catedral de Sevilla, siendo conocido por su vida austera y penitente. Ángela quiso entrar en el convento de las Teresas del barrio de Santa Cruz de Sevilla, aunque las carmelitas no la admitieron por temor a que su menuda constitución física no pudiera soportar la dureza de la vida en el convento.
   Después ingresaría  en las Hermanas de la Caridad. Llegó a vestir el hábito, pero hubo de salir del convento al enfermar. Sufrió vómitos continuos que le impedían retener los alimentos y fuertes dolores de estómago. Para su cura la enviaron a Cuenca y a Valencia, pero fue inútil. Volvió a Sevilla, a la Casa Cuna, pero tuvo que abandonar por el resentimiento de su salud.
   En 1871 redacta un escrito, a modo de votos, donde se compromete a vivir según el Evangelio. "Seré monja en el mundo", fue la idea que Ángela llevaría a cabo el resto de su vida. Cada año renueva sus votos y el día de la Inmaculada de 1873, con licencia del padre Torres, formuló sus votos perpetuos. En esas fechas recibe la autorización para usar un nuevo apellido que le acompañará para siempre: de la Cruz. Su idea de comunidad y de vida se plasma en "hacerse pobre con los pobres", recibiendo la indicación del padre Torres de recopilar sus pensamientos por escrito. Comienzan aquí sus primeros textos, cargados de misticismo, de esquemas organizativos para la futura compañía y hasta de faltas de ortografía. Imagina el ajuar, las comidas, horarios, visitas a los enfermos... con un rigor que llegará a suavizar el mismo padre Torres. 
     Tres serán sus primeras compañeras en el origen de la congregación. Josefa de la Peña, una terciaria franciscana con cierto nivel económico, que había decidido dar el paso de dedicar su vida a los pobres; Juana María Castro y Juana Magadán, dos jóvenes de origen más humilde. Con el dinero de Josefa Peña consiguen alquilar su primera casa: un cuartito en la casa número 13 de la calle San Luis, y desde allí organizan su servicio de asistencia a los necesitados a lo largo del día y de la noche. Pronto se corre la voz de que unas monjas de la calle San Luis socorren a la gente y se ven muy solicitadas, tanto que duplican las rondas de petición de limosnas para atender a todos los que llaman a sus puertas. Poco después se trasladan al número 8 de la calle Hombre de Piedra, en las cercanías de la Alameda de Hércules, y comienzan a adquirir fama en los ambientes religiosos de la ciudad. Estrenan hábito y, a pesar de su juventud, las compañeras comienzan a llamar "madre" a Ángela. Compaginan su atención a los pobres con duras penitencias y mortificaciones, y a finales de 1876 consiguen la admisión y bendición del cardenal Spínola. En diciembre el cardenal las autorizó a vestir los hábitos, que el padre Torres bendijo el día de Navidad. De esa fecha es la primera foto de sor Ángela. Tenía 29 años. Acuden las vocaciones a la casa de Hombre de Piedra y pronto son ya doce monjas las que forman la comunidad. Consiguen en esta época las hermanas sus tarimas para dormir. Hubo críticas a la exageración sus penitencias y sus caridades. Sería el padre Torres el que zanjaría la cuestión: "Quiten el rigor a las Hermanas de la Cruz y serán todo menos Hermanas de la Cruz". En el mismo año 1876 se declaró una epidemia de viruela en Sevilla, ello hizo que las Hermanas de la Cruz intensificaron sus esfuerzos de ayuda a pobres y enfermos, causando su labor gran admiración en todos los estamentos de la ciudad. 
     Su método de trabajo es siempre el mismo, acuden por parejas a casa de los enfermos que las necesitan, mientras una atiende al paciente sentada a su lado, la segunda realiza las actividades del hogar.
     En mayo de ese año las hermanas consiguieron tener el oratorio en su casa, una donación del marqués de Casa León en la calle Lerena. El día 1 de junio de 1876 ofició la primera misa en el nuevo oratorio el obispo de Ávila. Ese mismo día, el entonces obispo auxiliar de Sevilla, don Manuel González, celebró un pontifical en San Martín con homilía del padre Torres Padilla. Al finalizar el acto, en procesión bajo palio, la Custodia llegó al convento de las Hermanas de la Cruz. Esta fue la presentación oficial en Sevilla del Instituto, que aún no había cumplido un año de vida y ya realizaba una fecunda labor: piden limosnas, visitan enfermos, dan clase a cincuenta niñas y atienden una escuela nocturna para obreros.
     En 1877, estando en la calle Lerena, realizarán su primera fundación en el exterior, en la localidad de Utrera. Comenzaba también el internado de niñas huérfanas como nueva vía de atención a los necesitados.
   En una casas alquilada de la calle Hiniesta abrieron un colegio de niñas internas y externas. En 1878 murió el padre Torres Padilla y le sustituye al frente de la Compañía el padre José Álvarez. Ese mismo año fundaban en Ayamonte y en 1880 en Carmona. Para unificar internado, el convento y el colegio consiguieron comprar una casa del marqués de Villavelviestre en el número 12 de la calle Cervantes, con ayudas del arzobispo y de diversas aportaciones como las de los marqueses de Casa León, los Ortiz Urruela y el padre Álvarez, que vendió su propio patrimonio. Tras una dirección transitoria por el cardenal Spínola, su último director sería José Rodríguez Soto, capellán real de San Fernando y del Palacio de San Telmo.
     La compañía crecía sin límites, aconsejando la humedad de la casa de la calle Cervantes la búsqueda de una nueva sede. La ocasión se presentó con la venta de la casas del marqués de San Gil, que vendía su casa palaciega de la calle Alcázares. Era grande, espaciosa y de aspecto relativamente modesto, como defendía sor Ángela. El cardenal contribuyó económicamente y también numerosos bienhechores. Será la casa madre que llegue a nuestros días en la calle hoy titulada en honor a la santa. Una casa espaciosa, estructurada en torno a un patio central con columnas y que apenas da signos de suntuosidad, ni al exterior ni al interior. Una casa que, en la actualidad acoge la pequeña capilla con los restos de sor Ángela a los pies de la pequeña Virgen de la Salud, en un discreto retablo barroco con decoración de hojarascas doradas. Apenas unos cuadros  de advocación mariana (La Inmaculada o la Virgen con el Niño) y unas sencillas yeserías completan la decoración. Su visita en la actualidad, junto al tránsito incesante de devotos que suele tener, muestra la vinculación de la casa con las hermandades sevillanas que transitan por la puerta ya que la zona de acceso está poblada de retablos cerámicos como el dedicado  a la Macarena, la Amargura o la hermandad de los gitanos.
   Tras la compra de su casa, la Compañía de las Hermanas de la Cruz continuó su labor a favor de los más necesitados. En 1894 sor Ángela visitó Roma como peregrina acompañada por una religiosa, hermana Adelaida, que sanó por un milagro de fray Diego José de Cádiz. En Roma, sor Ángela se entrevistó con el papa León XIII, que concedió el decreto inicial para la aprobación de la compañía, que firmaría el papa Pío X el 25 de junio de 1904.
   Desde ese momento, la Congregación conocería un reguero de fundaciones que no parece tener límites: 1905, Fundación de la casa filial de Zalamea de la Serena (Badajoz); 1909, Sanlúcar de Barrameda (Cádiz); 1910, Huelva; 1911, Peñaflor (Sevilla); 1913, Escacena del Campo (Huelva); 1920, Fundación de la filial de Montellano (Sevilla); 1923, Torreperogil (Jaén); 1924, Écija (Sevilla); 1925, Ronda (Málaga); 1926, Estepa (Sevilla); 1928, Madrid. Éste último año, a pesar de ser reelegida superiora por la comunidad, sor Ángela debe ceder el puesto, con su habitual humildad a sor Gloria, tras las recomendaciones del propio cardenal por la avanzada edad de la madre. Sus último años, ya relevada de su cargo, los pasó sor Ángela mimada escribiendo cartas a las hermanas de otras fundaciones. El día 7 de junio de 1931 sufrió una embolia cerebral. El día 28 de ese mes perdió el habla definitivamente. Sus últimas palabras insistieron en sus ideas de abandono de las glorias y la vanidad terrena: "No ser, no querer ser, pisotear el yo, enterrarlo si fuera posible...". Falleció en olor de santidad el 2 de marzo de 1932 y a los dos días el Ayuntamiento republicano de la ciudad de Sevilla, presidido por el alcalde don José González Fernández de Labandera, decidió por unanimidad que constase en acta el sentimiento de la Corporación por la muerte de la religiosa. También decidió que se rotulase con su nombre la entonces llamada calla Alcázares, donde continúa el convento, pasando el nombre de la calle a una perpendicular que se une con la Plaza de la Encarnación. Una decisión llamativa de un ayuntamiento que gobernó en unos años marcadamente anticlericales, en los que fue frecuente la retirada de nombres y símbolos religiosos, cuando no el ataque directo a la Iglesia.
   Desde entonces las hermanas de la Cruz siguen siendo fieles al espíritu de sus Constituciones, aprobadas en 1908, donde se expresa que "El fin especial o distintivo de esta Congregación, es promover con la divina gracia la salvación de las almas entre los pobres, a quienes las Hermanas considerarán y amarán como a sus amos y señores. Por ganar sus almas aplicarán su vida apostólica a la visita diaria de enfermos necesitados a domicilio, asistiéndolos en sus necesidades espirituales y materiales. Y también, a la gratuita y cristiana educación de niñas pobres, en internados de huérfanas y en escuelas diurnas y nocturnas. Y con el lenguaje mudo del ejemplo llevando una vida voluntariamente pobre y austera, en la realización de sus apostolados de caridad".
   El 5 de noviembre de 1982, en una solemne misa pontifical que se celebró en el altar instalado en los terrenos del campo de la Feria, el papa Juan Pablo II beatificó a sor Ángela de la Cruz. El 20 de diciembre de 2002, la Iglesia reconoció oficialmente su santidad, al aprobar el milagro que le había sido atribuido, la curación, científicamente inexplicado, de un niño que sufría una obstrucción de la arteria central de la retina del ojo derecho y que recuperó repentinamente la visión. El día 4 de mayo de 2003 la fundadora de las hermanas de la Cruz sería canonizada por Juan Pablo II en Madrid, con el nombre de Santa Ángela de la Cruz.
   El 7 de mayo de 2003, el cuerpo incorrupto de la santa fue trasladado desde la Casa Madre hasta la Catedral de Sevilla, donde presidió los actos en su honor por la canonización. Una gran multitud se concentró a su paso, adornándose los templos y calles del recorrido para la ocasión, recordando estampas de la ciudad propias de siglos pasados.
   El 17 de enero del año 2009, la que fuera madre general de las hermanas de la Cruz desde 1977 a 1998, madre María de la Purísima (1926-1998), fue declarada venerable por el papa Benedicto XVI, siendo beatificada el 18 de septiembre del año 2010 en el Estadio Olímpico de Sevilla, acto presidido por la imagen de la Esperanza Macarena, por su gran vinculación a la congregación.
   Actualmente, la Compañía de la Cruz tiene más de cincuenta conventos, más de 700 hermanas y numerosas novicias que se forman en Sevilla. Los países donde se encuentra asentada la congregación son España, Italia y Argentina. En España en las comunidades autónomas de Andalucía, Extremadura, Canarias, Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Castilla La Mancha y Galicia. Una presencia que se sigue expandiendo como uno de los fenómenos religiosos más importantes de la Sevilla de último siglo y que mantiene viva las palabras de la fundadora: "Nuestro país es la cruz, en la cruz voluntariamente nos hemos establecido y fuera de la cruz somos forasteras" (Manuel Jesús Roldán, Conventos de Sevilla, Almuzara, 2011).
Santa Ángela de la Cruz, en la Historia de la Iglesia de Sevilla
   Santa Ángela de la Cruz, virgen. Nació y murió en Sevilla (1846-1932). En 1875 fundó la Compañía de Hermanas de la Cruz, de tanto arraigo en Sevilla y Andalucía. El 5 de noviembre de 1982 fue beatificada en Sevilla por el papa Juan Pablo II, día en que la Iglesia de Sevilla celebra su fiesta.
     Bajo la dirección espiritual del P. Torres Padilla quedó fundada la Compañía de las Hermanas de la Cruz el 2 de agosto de 1875. En sus inicios la Compañía contaba con cuatro miembros, Ángeles Guerrero (Santa Ángela de la Cruz) y tres profesas más, ubicadas en una habitación de la calle San Luis. El objeto y fin de la Compañía quedaba consagrado en sus constituciones:
     «Una congregación de almas escogidas o llamadas por especial vocación de Dios a consagrarse como víctimas de la más perfecta caridad hacia Dios y hacia sus hermanos los pobres indigentes, enfermos desvalidos y las niñas ignorantes y abandonadas, llevando a los primeros a sus miserables domicilios los auxilios y socorros espirituales y corporales posibles y a las segundas dándoles instrucción moral y religiosa en las escuelas diarias que las Hermanas tendrán en las casas donde estarán congregadas en perfecta comunidad de vidas. Su fin es aspirar a la mayor perfección de vida cristiana posible, contando con los auxilios de la divina gracia por la práctica de todas las virtudes y especialmente la de un ardiente y constante amor a Dios y al prójimo: poniendo todos los medios conducentes por penosos y difíciles que sean para alcanzarlo en el más alto grado de perfección posible. El modelo y ejemplar que han de imitar y seguir constantemente es Jesucristo Crucificado, víctima de una infinita caridad con los hombres, por eso llevan el honroso y Santo nombre de Hermanas de la Cruz.»
     El nacimiento de esta comunidad hay que situarlo en la confluencia de dos personalidades de talla intelectual muy distinta (el P. Torres Padilla era ya una autoridad en el ámbi­to de la teología, mientras que Santa Ángela había sido una humilde zapatera), dispuestas a unir su religiosidad de sacrificio en defensa de los más necesitados. En 1862, con dieciséis años, Ángeles Guerrero, a la vez que se iniciaba como aprendiz en un taller de zapatería de la ciudad, se puso bajo la dirección espiritual del P. Torres Padilla. Durante tres años repartió su vida «entre su casa, el taller, las iglesias donde reza, los hogares pobres que visita». En 1865 decidió ingresar en un convento como hermana lega por carecer de instrucción, además de atraerle los oficios humildes. Aunque la recomendaron para las carmelitas descalzas de Sevilla no fue admitida por considerar las superioras que no soportaría el trabajo de las legas. Antes de la partida de su director espiritual a las sesiones conciliares, ingresó en las Hijas de la Caridad, donde llegó a tomar el hábito. Una enfermedad aconsejó obligarla a dejar el hábito y casa religiosa, no sin antes haber residido en las casas que esta congregación tenía en Cuenca y Valencia en busca de mejoría. Los años que transcurren desde 1870 a 1875, siempre bajo la dirección de su padre espiritual, le permitieron perfilar cual debía ser, a su juicio, la pauta de comportamiento de su vida: monjas al servicio de los pobres, siendo «pobres con los pobres», penitencia, oración, caridad... algo difícil de observar para sus futuras compañeras y continuadoras de su obra.
     José María Javierre ha detallado cómo durante el verano de 1875 el P. Torres aconse­jó a Ángeles Guerrero que dejase el taller en el que venía trabajando sin interrupción (salvo el breve espacio de tiempo en que estuvo en las Hijas de la Caridad) y preparase el sis­tema de vida, horario y vivienda primera de la nueva congregación. Por compañeras tendría a Josefa de la Peña (sor Josefa, terciaria franciscana, quien vende sus bienes y los pone al servicio de la comunidad); Juana María Castro (sor Sacramento) y Juana Magadán (sor Juana). Su primer convento, alquilado, consistió en un cuartito con derecho a cocina en el número 13 de la calle San Luis. El menaje se reducía a media docena de sillas, un arca como ropero, un crucifijo pequeño y una estampa de la Virgen de los Dolores en la pared; en el suelo, cuatro esterillas les servirían de cama. El día de Nuestra Señora de los Ángeles, 2 de agosto de 1875, inauguraron oficialmente el «convento».
     En 1876 las estrecheces de la vivienda les obligó a buscar una casa de mayores dimensiones; resuelto con donativos el tema económico, pudieron alquilar el número 8 de la calle Hombre de Piedra. Firmado el contrato, el P. Torres Padilla llevó a sor Angela a que presentase sus respetos al párroco, Marcelo Spínola. A la pequeña comunidad se le había unido un miembro más.
     El cardenal de la Lastra quiso que para finales de 1876 las hermanas vistiesen hábito, lo que significaba la confirmación externa de su consagración interior. La vestimenta ideada por Santa Ángela era a la vez sencilla, pobre y austera: túnica de bayeta parda del color natural de la lana, escapulario de la misma tela, cordón franciscano a la cintura, toca blanca, calzada de alpargatas y, como complemento, manto negro que las cubre por completo. La austeridad era la norma en el vestir, en el vivir y en el comer, cuestión esta última que hubo que retocar.
     La comunidad creció por momentos. En la primavera de 1876 se elevaron a doce el número de hermanas. Ese mismo año el cardenal admite y bendice la institución; el gobernador civil, a tenor de lo dispuesto en la ley de asociaciones, dio de alta a la comunidad. El mismo año la Santa Sede autorizaba la misa y sagrario en la capilla del convento de las Hermanas de la Cruz, y en todas las casas que se abrieran en el futuro. En mayo se trasladaron a la calle Lerena, esquina a la plaza de San Martín.
     En 1877 las circunstancias les obligaron a abrir un internado para las niñas que quedaran huérfanas de los enfermos asistidos por las Hermanas. Esta obra asistencial no esta­ba prevista en el proyecto, pero rápidamente se dispusieron a ejecutarla. Por esas fechas comenzaba su expansión. El 16 de julio de 1877, por iniciativa del marqués de Casa Ulloa, se abría la casa de Utrera (José Leonardo Ruiz Sánchez y Leandro Álvarez Rey, Sevilla Contemporánea, en Historia de la Iglesia de Sevilla. Editorial Castillejo. Sevilla, 1992).
Conozcamos mejor la Biografía de Santa Ángela de la Cruz, fundadora de la Orden de las Hermanas de la Cruz;
     Ángeles Guerrero González, Santa Ángela de la Cruz (Sevilla, 30 de enero de 1846 – 2 de marzo de 1932). Fundadora de la Compañía de la Cruz.
     Nació en los arrabales de la Trinidad de Sevilla, el 30 de enero de 1846, siendo el penúltimo miembro de una familia humilde de catorce hermanos. Su padre, Francisco Guerrero, era cardador de lana, y su madre, Josefa González, era costurera; para apuntalar la economía doméstica de esa amplia familia, prestaban algunos servicios en el cercano convento de los trinitarios.
     Poco tiempo pudo asistir a la escuela ya que con doce años fue admitida como aprendiz en el taller de calzado de Antonia Maldonado, llegando a ser destacada oficial de un negocio que contaba con una buena clientela proveniente de la alta burguesía terrateniente y de la nobleza que animaba la ciudad girando en torno a la pequeña corte de los Montpensier-Borbón instalados en el palacio de San Telmo.
     Durante doce años María de los Ángeles —Angelita, como siempre la llamaron los suyos— colaboró con su sueldo al sostenimiento de la familia, no pudiendo adquirir más formación pero desarrollando una gran sensibilidad para los pobres que veía a su alrededor en la periferia de la gran ciudad, encauzando esos sentimientos el padre Torres, canónigo de la catedral y hombre muy apreciado, el cual la ayudó decididamente en sus deseos de hacerse monja.
     Intentó ingresar en el Carmelo y en las Hijas de la Caridad, pero su cuerpo frágil y menudo no inspiró confianza en unas instituciones donde se miraba también la apariencia física como garantía de poder seguir la regla con normalidad. No desistió en su intento religioso al tiempo que maduraba la idea de fundar una congregación donde el objetivo fuera acoger, atender y entregarse a los pobres mediante el testimonio cotidiano que dieran unas mujeres que, por amor a Cristo, sirviesen a los necesitados, haciéndose pobres como ellos, porque sólo siendo como el otro y estando junto a él comprenderían su sufrimiento. Y esa tarea recomendará a las hermanas que la hagan siempre en silencio que es el mejor camino para que hable y actúe Dios. El 8 de agosto de 1875 nació oficialmente la congregación de la Compañía de la Cruz, que aprobó canónicamente Roma en 1908.
     Poco a poco, en Andalucía y Extremadura, empezaron a conocer a las hermanas de la Cruz, a respetarlas y admirarlas, porque en ellas veían el ideal de la caridad evangélica; también llegaron a Madrid y más lejos. Sor Ángela tuvo la dicha de ver crecer su obra y alentarla. Después de una larga agonía, que tuvo en vilo a la ciudad, murió el 2 de marzo de 1932; en sesión extraordinaria el Ayuntamiento republicano y anticlerical aprobó por unanimidad que la calle de Los Alcázares pasase a llamarse de Sor Ángela de la Cruz. Sevilla entera se conmovió como pocas veces demostrando cómo la querían como mujer y cómo la veneraban como santa. Fue beatificada en Sevilla por Juan Pablo II, el 5 de noviembre de 1982, y canonizada por el mismo Pontífice en Madrid, el 4 de mayo de 2003 (Francisco Javier Campos y Fernández de Sevilla, OSA, en Biografías de la Real Academia de la Historia).
      Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la imagen de Santa Ángela de la Cruz, de Ricardo Rivera, en el Retablo de San José, de la Basílica de la Macarena, de Sevilla. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

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