Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Málaga, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, Iglesia del Cerro de las Torres, Convento de la Virgen de Flores, Ermita de Santa Brígida, Museo Municipal "Rafael Lería", Castillo, Caminito del Rey, Molino Bachiller y Aljibe Árabe, Escalera árabe en la Sierra de Huma, Monumento a la Malagueña, Canal del Chorro, Cruz del Humilladero, Iglesia de la Veracruz, Estación del Ferrocarril, Fábrica de esencias de Azahar Saisse Cavalier, Puente Ferroviario, y Balsa Mesa Villaverde) de la localidad de Álora, en la provincia de Málaga.
Datos geográficos
Comarca del Valle del Guadalhorce
Superficie: 170 km2
Altitud: 194 m
Latitud: 36º 49' - Longitud: -4º 42'
Distancia a Málaga capital: 44'7 km
Datos demográficos
Población: 13.512
Gentilicio: Aloreños, o Perotes
Ayuntamiento
plaza Fuente Arriba, 15, 29500
952496100 - 952497000 www.alora.es
En pleno Valle del Guadalhorce se encuentra Álora, un municipio con un rico patrimonio histórico y una lista de actividades turísticas interminable. Varias fueron las civilizaciones que se asentaron en sus tierras, entre ellas la fenicia, romana, visigoda y árabe. Y todas estas culturas dejaron una mezcolanza de estilos que enriquecerán tu visita. No puedes perderte su Castillo, así como la riqueza de atractivos naturales de los que dispone entre los que destaca el Desfiladero de los Gaitanes.
Datos geográficos
Comarca del Valle del Guadalhorce
Superficie: 170 km2
Altitud: 194 m
Latitud: 36º 49' - Longitud: -4º 42'
Distancia a Málaga capital: 44'7 km
Datos demográficos
Población: 13.512
Gentilicio: Aloreños, o Perotes
Ayuntamiento
plaza Fuente Arriba, 15, 29500
952496100 - 952497000 www.alora.es
En pleno Valle del Guadalhorce se encuentra Álora, un municipio con un rico patrimonio histórico y una lista de actividades turísticas interminable. Varias fueron las civilizaciones que se asentaron en sus tierras, entre ellas la fenicia, romana, visigoda y árabe. Y todas estas culturas dejaron una mezcolanza de estilos que enriquecerán tu visita. No puedes perderte su Castillo, así como la riqueza de atractivos naturales de los que dispone entre los que destaca el Desfiladero de los Gaitanes.
En Álora no te puedes perder sus monumentos:
Fueron los fenicios quienes construyeron originalmente el Castillo de Álora, aunque la convivencia histórica con otras civilizaciones hizo que viviera muchas transformaciones en el tiempo. Los árabes construyeron gran parte de lo que aún se conserva, que son las torres y las murallas, además de un arco de herradura muy particular en todo occidente. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1931 y desde su privilegiada situación se puede divisar todo el Valle del Guadalhorce.
El segundo templo más grande de toda la provincia malagueña se encuentra en Álora, representado por la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación. Se trata de un símbolo para todos los habitantes del municipio junto a su castillo y fue construida debido al crecimiento que iba teniendo el pueblo. Con planta rectangular, la obra duró una centuria completa y en su interior acoge a las principales imágenes de culto de Álora.
También una obra clave del barroco malagueño se encuentra en Álora, el convento de la Virgen de las Flores. Ubicado a las afueras del pueblo, el aislamiento de otras edificaciones aún da más esplendor a su construcción, que guarda la imagen de la Virgen de las Flores, patrona del municipio junto a la Virgen de la Cabeza.
Tres son las capillas históricas que podemos visitar en Álora: la capilla de la Veracruz, del siglo XVI; la capilla de Santa Brígida; y la capilla del Castillo Cementerio.
El Monumento al Cante por Malagueña rememora el nacimiento de este palo del flamenco surgido en el municipio de Álora. La escultura hace las veces de fuente ornamental, con una base proveniente del propio río Guadalhorce coronados por una escultura de bronce con el nombre de cantaores reconocidos.
Si quieres conocer la historia de Álora puedes visitar el Museo Municipal "Rafael Leria" donde se recoge gran parte del valor arqueológico que tiene el municipio (Diputación Provincial de Málaga).
Situada en la comarca del Guadalhorce, entre Pizarra, Carratraca y Valle de Abdalajís, posee un alto y estratégico enclave. Su historia es testigo, como la de otras tantas localidades del Guadalhorce, de una notable impronta sarracena, que no obstante, se contagia de los aspectos de sus anteriores moradores, trascendiendo del mismo modo a los del porvenir. Quizá el elemento histórico-artístico que mejor encarna esta circunstancia sea el Castillo, declarado Monumento en 1931, que preside el gran promontorio natural del Cerro de las Torres, donde se sitúa, como parte del inigualable paisaje que caracteriza a este término municipal, y donde concurren desde restos íberos hasta un cementerio del XIX, pasando por un valioso arco apuntado de herradura, único en su tipología, o un templo gótico del siglo XV. La que es vista por gran parte de la historiografía como la vieja Iluro romana, marcada a fuego por los largos días del asedio castellano, según recuerda el romance de «Álora la bien cercada», se conquistó en 1494, y consiguió, bajo el impulso constructivo de la Repoblación y el establecimiento franciscano, una importante herencia arquitectónica y estética (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006). La "bien cercada" del romance y cuna de la malagueña, uno de los palos grandes y más emotivos del cante flamenco, se alza en la cima de una quebrada, protegida por la cumbre del monte Hacho y a orillas del Guadalhorce.
Historia
En tiempos de los romanos, la ciudad era conocida como Iluro, nombre que remonta su antigüedad a la época de los tartessos, es decir, hacia el año 1000 a.C. Los fenicios construyeron el primer castillo, que, más adelante, en el siglo V, sería destruido por los godos, después de que lo romanos se hubieran encargado de restaurarlo y ampliarlo. Con los musulmanes Álora alcanzó gran prosperidad. Ellos la fortalecieron de tal modo que los cristianos se estrellaron una y otra vez contra sus muros, como muy bien explica el romance en el que se narra la muerte del Adelantado de Andalucía Diego de Rivera, ocurrida al pie de las murallas aloreñas en 1434. La conquista acabó produciéndose en 1484 por parte de los Reyes Católicos. Los siglos XVI y XVII suponen un claro progreso para la ciudad. En Álora se instalan personajes importantes de la corte castellana, por ejemplo, Cervantes que vivió en ella entre 1587 y 1593, ejerciendo el oficio de recaudador. Dependiente de Málaga capital por aquel entonces, Felipe IV autorizó su separación en 1628. El siglo XIX y el primer tercio del XX constituyen un período de agitaciones y luchas sociales. Entre 1910 y 1920 se produce una fuerte emigración a Sudamérica, la misma que se reprodujo en los años sesenta del siglo XX, sólo que en esta ocasión a Europa. A pesar de todo, Álora ha regresado a la senda de la prosperidad a partir de la instauración de la democracia, gracias a sus actividades agrícolas basadas en los agrios, en el olivar, en el viñedo y en los frutos tropicales, y gracias al turismo cultural y de interior.
La cocina aloreña se basa en los productos del campo, es sencilla, como corresponde a una mesa eminentemente popular, y tiene su plato más representativo en las sopas perotas (hay que aclarar que los habitantes de Álora son llamados perotes), a base de un sofrito al que se le añade agua y trozos de pan, se acompaña con frutas del tiempo. Platos tradicionales son también el bolo, un revuelto hecho con sobras de las sopas perotas, más aceite y cebolletas; el majillo de espárragos; el pimentón, una especie de gazpacho, y la carne mechada. Entre los postres hay que mencionar los roscos de puerta de horno, las empanadillas de polvo de batata y el helado de avellana, una suerte de horchata muy particular.
Artesanía
A la forja del hierro y a la fabricación de castañuelas, con las que se acompañan los verdiales, hay que añadir la talabartería y la cestería, oficios que tienen una larga tradición en la localidad y continúan practicándose en la actualidad.
Fiestas
En este momento, la más importante de todas es la Semana Santa, que en el año 2003 ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Independientemente de la maravilla del marco y de las excelentes imágenes que por él son procesionadas, el momento más relevante es el de La Despedía, un acto que tiene lugar el Viernes Santo, a los dos de la tarde, en la plaza Baja y que consiste en el adiós que se dicen las imágenes de Nuestra Señora de los Dolores y el Nazareno de las Torres, antes de que la Virgen entre en su templo de la Encarnación. La ceremonia resulta espectacular. En cada paso, que es portado mediante varales y que pesa alrededor de mil kilos, quedan sólo ocho porteadores, de los cuarenta que lleva durante la procesión, momento en que los de delante ponen rodilla en tierra con toda la carga del paso -unos 250 kilos cada uno- sobre el hombro. La ceremonia es tan importante para los aloreños que los ocho valientes no sólo repiten año tras año, sino que transmiten su puesto de padres a hijos; existen sagas familiares que remontan su antigüedad a varias generaciones.
En el mes de julio se celebra el Festival de Cante Grande, uno de los más importantes de Andalucía. Las fiestas en honor de San Paulino, patrón de la villa, tienen lugar a principios de agosto. Hay feria de ganado y numerosos actos populares. El día 8 de septiembre es la Romería de la Virgen de las Flores, durante la que se cantan y bailan los tradicionales verdiales, además de la malagueña.
Visita
En el cerro de las Torres, en la parte más alta de la ciudad, se encuentra el castillo, construido por los musulmanes entre los siglos IX y X y declarado Monumento Nacional en 1931. En el poderoso recinto amurallado destacan la torre de Vigilancia, la torre de la Vela y un arco de herradura apuntado, el único que se conoce en Europa. Dentro del castillo se ubica también la capilla de las Torres, que fue altar mayor de la primera parroquia con la que contó Álora tras la conquista cristiana, construida sobre la mezquita islámica y más tarde destruida por un terremoto. Esta capilla guarda la imagen procesional de Jesús Nazareno, obra del escultor aloreño Navas Parejo.
Bajando del castillo por la calle Ancha se alcanza la plaza Baja de la Despedía, espaciosa, casi cuadrada, de aire antiguo y soñador. En ella residió Cervantes durante el tiempo que vivió en Álora y en ella está la iglesia de la Encarnación, templo de grandes proporciones, cuya construcción, realizada en 1669 en estilo barroco, se atribuye a Pedro Díaz de Palacios. Levantada a base de sillares de piedra su torre, de base cuadrada, se eleva poderosa sobre el caserío. Tiene tres naves separadas por arcos formeros sobre columnas toscanas, se cubre con armadura mudéjar de par y nudillo, y guarda unos frescos del siglo XVIII en los que aparecen los doce apóstoles. En esta plaza se encuentra también el Museo Municipal, en la llamada Escuela de Cristo, un edificio anexo a la iglesia, del siglo XVI y de estilo mudéjar, cuya planta superior fue ocupada por el Pósito. Es un museo histórico, que guarda una interesante colección de piezas encontradas en Álora desde la Prehistoria hasta la época árabe.
En la plaza Fuente de Arriba se sitúa el Ayuntamiento y muy cerca, en la calle Carmona, el flamante teatro Cervantes, inaugurado el 9 de abril de 2005. Con capacidad para cuatrocientos espectadores, es uno de los más modernos de Andalucía en cuanto a diseño y medios técnicos. Entre el Ayuntamiento y el teatro, aparece el monumento a la Faenera, un bronce realizado a principios del siglo XX por Marino Amaya en homenaje a las empleadas en la industria de los cítricos. La trama urbana de Álora, de calles estrechas, blancas, laberínticas y empinadas, como corresponde a su origen musulmán y a su situación, alcanza por estos lugares su mayor esplendor. La iglesia de la Veracruz ofrece la serenidad de su espadaña desde la calle del mismo nombre. Data del siglo XVI y en ella se encuentra la preciosa imagen de la Virgen de la Piedad y Santa Veracruz. En la plaza de la Malagueña, a la entrada de la ciudad, se ha inaugurado en abril de 2005 un monumento a la Malagueña, el palo del cante flamenco, consistente en un conjunto de bloques de piedra en el que figuran los nombres de los principales cantaores, coronados por una guitarra de bronce. Es obra del artista Miguel García Navas. La avenida Virgen de Flores lleva al santuario de Nuestra Señora de Flores, también llamado convento de Flores, en cuyo altar mayor se venera a la Virgen de Flores, patrona de Álora. El templo es una preciosa construcción del siglo XVI, ampliada en el XVIII, de una sola nave, en el que destaca ampliamente la bellísima espadaña de ladrillo visto, que recuerda las de los templos del barroco colonial. Un panorama inmenso en el que se recoge no sólo la ciudad, sino buena parte del valle del Guadalhorce y de los montes de los alrededores se divisa desde el mirador de este Santuario.
Alrededores
Álora se sitúa en la cabecera del valle del Guadalhorce, una comarca muy verde, regada por el agua del río y por la luz del sol, en la que predomina de forma abrumadora el cultivo de los cítricos y en la que se suceden algunos de los pueblos más luminosos de la provincia de Málaga como Pizarra, Cártama, Alhaurín el Grande o Coín. A unos 12 km al noroeste se encuentra el fabuloso paraje de El Chorro, con el impresionante desfiladero de los Gaitanes y el gran pantano del Guadalhorce. Más o menos a la misma distancia, pero hacia el norte, por la carretera A-343, se llega a Valle de Abdalajís, situado a los pies de la sierra de igual nombre, contra cuyas impresionantes laderas calizas se recorta su caserío, inmaculado y de estructura musulmana. Éste es un pueblo de enorme antigüedad en su parte más alta se localiza la parroquia de San Lorenzo, del siglo XVI, y el palacio del Conde los Corbos, de la misma época. En la calle Madre Petra se encuentra el convento de Madre Petra, convertido hoy en residencia de ancianos (Rafael Arjona, Lola Wals. Guía Total, Málaga. Editorial Anaya Touring. Madrid, 2005).
Cuna de la malagueña, uno de los palos más emotivos del cante jondo, la ciudad se eleva sobre una quebrada de firme pendiente, a orillas del Guadalhorce y a los pies del monte Hacho.
Historia
Conocida como Iluro en la antigüedad, su nombre hace remontar su origen a la época de los íberos. Los fenicios construyeron un castillo que, ampliado por los romanos, fue destruido por los visigodos en el siglo V. El actual es obra de los árabes, quienes fortalecieron la ciudad y resistieron continuos ataques y asedios, hasta que, tras dura lucha, fue conquistada por los Reyes Católicos en 1484. Entre 1587 y 1593 vivió en ella Cervantes, ejerciendo el oficio de recaudador. Se separó de Málaga en 1628, constituyéndose en concejo independiente, base del municipio actual.
A lo largo del siglo XIX y primer tercio del XX se suceden años de dureza y de agitación social. Entre 1910 y 1920 hay una fuerte emigración a Sudamérica y durante la década de los sesenta a Europa. En la actualidad, Álora disfruta de una acomodada situación gracias a sus actividades agrícolas basadas en los parrales, viñedos, agrios, olivar de verdeo y frutos tropicales.
Gastronomía
Cocina sencilla y a la vez sabrosa, posee platos tan apetitosos como las sopas perotas, a base de un sofrito al que se le añade agua y trozos de pan; el bolo, revuelto hecho con sobras de las sopas perotas más aceite y cebolletas; la carne mechada o el majillo de espárragos. Sus aceitunas poseen justa fama, así como sus almendras, naranjas y limones.
Artesanía
La talabartería y la cestería tienen una larga tradición, así como las castañuelas con la que se acompañan los conocidos verdiales, fandangos propios de esta tierra.
Fiestas
En julio tiene lugar el Festival de Cante Grande en el que se canta la malagueña. La mañana del Viernes Santo se celebra la despedía, emotiva ceremonia en la que la imagen de Jesús Nazareno se despide de la Virgen de los Dolores antes de entrar en su iglesia. En septiembre, el domingo siguiente al día 8, se organiza la romería de la Virgen de las Flores, en la que se cantan los tradicionales verdiales, además de la malagueña.
Visita y Alrededores
En la parte más alta de la ciudad se encuentra el castillo, en el que destaca el arco de herradura de muy buena mano y el mirador.
En el camino de descenso está la preciosa iglesia parroquial de la Encarnación, de 1669, construida a base de piedra de cantería y en orden jónico, con la colaboración del obispado, el Ayuntamiento y particulares. Esta iglesia venía a sustituir a la erigida por los Reyes Católicos sobre una mezquita existente en el castillo, que fue destruida por un terremoto y de la que apenas quedan unos restos.
Algo más abajo se levanta el Ayuntamiento y a poco más de 2 km en dirección a Ardales el convento de las Flores (siglo XV), alzado sobre el lugar donde los Reyes Católicos levantaron una ermita en acción de gracias por la conquista de la ciudad y cuya iglesia barroca posee un alto mérito. Aquí mismo se halla la Cruz del Humilladero, erigida en memoria de la rendición de los árabes (Rafael Arjona. Guía Total, Andalucía. Editorial Anaya Touring. Madrid, 2005).
Su capilla mayor presenta un estilo más avanzado y en el arco triunfal se fecha su conclusión en 1699, bajo el episcopado de D. Bartolomé Espejo; es amplia, de disposición cuadrada y se cubre por una gran cúpula sobre pechinas.
El exterior, de buena sillería, destaca por su sobriedad. La portada se abre con arco entre pilastras toscanas, descansando sobre el entablamento un amplio balcón de hierro, que le confiere cierto carácter civil, coronado sobre el dintel, por el escudo episcopal. La torre, situada a los pies del lado del Evangelio, es cuadrada y presenta cinco cuerpos con sucintos órdenes apilastrados, siendo almohadillados los del penúltimo, y más sencillo el cuerpo de remate; es posible que la torre no fuera diseñada por Pedro Díaz de Palacios, por la débil articulación que tiene con el cuerpo de la iglesia.
Centrando el testero de la capilla mayor, se encuentra el grupo de la Anunciación, de factura moderna, a imitación del destruido en la Guerra Civil, así como el lienzo de Jesús ante Caifás, a la izquierda , adscrito a la escuela española del s. XVIII.
Del mismo modo, su patrimonio escultórico también merece una breve referencia. Madoz destacó su tesoro retablístico como «de buena escultura y con efigies de bulto bastante bien trabajadas» y en general imágenes de bulto dispersas por toda la iglesia, de valía considerable. Tras las pérdidas acontecidas con la Guerra Civil, cabe citar en la nave del Evangelio un San Francisco de Asís, en madera policromada, obra de Adrián Risueño; y en la nave de la Epístola tres retablos, también en madera policromada, centrados en las imágenes del Crucificado, de Navas Parejo, y la Sagrada Familia, todos de realización moderna.
Otras piezas para procesionar que han de ser reseñadas son, en la nave derecha, una Virgen de los Dolores, del siglo XVII, retocada en 1943 por Navas Parejo, y a la izquierda, un Jesús atado a la Columna, de 1944. Asimismo, en este lateral, en el Baptisterio, se ubica un San Juan Evangelista, de Prados López, también de los años cuarenta del siglo XX.
Hay que mencionar el programa pictórico de las enjutas de los arcos, en las que se representa a los Apóstoles, siguiendo modelos del grabaor Goltzius, o la de los Evangelistas, dispuestos en las pechinas del presbiterio, en la línea del pintor de Antequera, Bartolomé Aparicio, del s. XVII (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
Templo de recia piedra de sillería y grandes proporciones construido entre los años 1600 y 1699, que se atribuye a Pedro Díaz de Palacios. Su interior se encuadra dentro del grupo de iglesias columnarias que inauguró la Colegiata de Santa María de Antequera. Tiene tres naves separadas por robustas columnas toscanas, de módulo algo chato, que voltean arcos de medio punto de rosca moldurada en cuyas enjutas aparecen pinturas de los Apóstoles. Las tres naves se cubren con armaduras de madera, siendo de par y nudillo la central y colgadizos las laterales. En este interior, en el que predomina la piedra, aparece el ladrillo en una banda que separa los arcos de la armadura, abriéndose ventanas.
La capilla mayor, datada en 1.699, presenta un estilo más avanzado. Tiene planta cuadrada y se cubre con bóveda semiesférica sobre pechinas. En el arco triunfal, que es de medio punto, existe la siguiente inscripción: "Reinando la Católica Majestad de Don Carlos II se acabó esta capilla mayor Sacristía siendo Obispo de Málaga el III. S. D. Bar. De espejo de el Consejo de Su Majestad. Año de 1.699". En la nave del Evangelio existe un camarín de yeserías del siglo XVIII, que tiene planta hexagonal.
Asimismo merece la pena destacar la importancia de los edificios anexos al templo: la sacristía, y la antigua Escuela de Cristo, esta última hoy cedida al Ayuntamiento para sede del museo municipal.
El exterior, de sillería isódoma dispuesta a soga, es de una enorme sobriedad, con elementos arquitectónicos muy geometrizantes y grandes superficies planas. La portada, de gran sencillez, y trazado manierista, presenta acceso con arco de medio punto en tres pilastras toscanas, descansando sobre el entablamento un amplio balcón de hierro que le confiere un cierto carácter civil; el vano de este balcón es rectangular y se guarnece de molduras lisas rematándose en cornisa simple y, encima, escudo episcopal.
La torre, situada a los pies del lado del Evangelio, tiene cinco cuerpos de planta cuadrada y muestra como notas características las pilastras almohadilladas esquinadas del tercer cuerpo y la falta de articulación entre el último cuerpo -añadido en época diferente- y el resto de la construcción.
Situada en la Plaza Baja de la Despedía, es un símbolo para el pueblo junto con el Castillo Árabe. Es una de las iglesias más grandes de la diócesis, después de la Catedral de Málaga.
Estaba ubicada al principio encima de lo que fue la mezquita del castillo. A medida que el pueblo iba variando de situación y el vecindario iba aumentando, se impuso la necesidad de tratar la construcción de otra iglesia parroquial mejor situada. Se acordó la edificación en la Plaza Baja de la Despedía. Su construcción duró casi un siglo, entre 1.600 y 1.699 (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Situada en la Plaza Baja de la Despedía es la tercera mayor de la provincia. Se encuentra dentro del estilo manierista del siglo diecisiete.
Es un símbolo para el pueblo junto con el Castillo Árabe. Estaba ubicada al principio encima de lo que fue la mezquita del castillo. A medida que el pueblo iba variando de situación y el vecindario iba aumentando, se impuso la necesidad de construir otra iglesia parroquial mejor situada. Su construcción duró casi un siglo, entre 1600 y 1699.
La iglesia presenta una planta rectangular con 3 naves separadas por robustas columnas toscanas, de módulo chato, que voltean arcos de medio punto de rosca moldadura en cuyas enjutas aparecen pinturas de los apóstoles. Tres imágenes son las muestras escultóricas más relevantes: Jesús Crucificado, obra de Navas Parejo, que preside el Altar Mayor; una Dolorosa, anónima del siglo diecisiete, en la nave de la Epístola y, en la del Evangelio, un San Francisco de Asís, en madera policromada. En pintura podemos destacar, en la Capilla Mayor, el Descendimiento de la Cruz y el Purgatorio; y en las naves laterales, la Concepción de Nuestra Señora, la Crucifixión y San Ildefonso (Diputación Provincial de Málaga).
Iglesia del Cerro de las Torres.-
Ubicada en el recinto del castillo, se levantó en el siglo XV, probablemente sobre la antigua mezquita, y fue la primitiva parroquia del recinto fortificado, perteneciendo a ella el campanario que se alza en su proximidad.
Ubicada en el recinto del castillo, se levantó en el siglo XV, probablemente sobre la antigua mezquita, y fue la primitiva parroquia del recinto fortificado, perteneciendo a ella el campanario que se alza en su proximidad.
Adaptada como ermita la zona de la capilla mayor, acusa las formas góticas en sus elementos estructurales, como la bóveda de crucería. De su obra mueble destacan, en el altar mayor, la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno de las Torres, de Navas Parejo en 1945, el cual protagoniza junto con la Virgen de los Dolores, de la iglesia parroquial, uno de los actos litúrgicos más importantes de la localidad, «La Despedía», celebrado los Viernes Santo. Asimismo, cabe mencionar en la nave lateral, la capilla dedicada a Nuestra Señora de las Ánimas, también de Navas Parejo, fechada en 1953 (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
Ubicada en el recinto del castillo, se levantó en el siglo XV, probablemente sobre la antigua mezquita, y fue la primitiva parroquia del recinto fortificado, perteneciendo a ella el campanario que se alza en su proximidad.
Adaptada como ermita la zona de la capilla mayor, acusa las formas góticas en sus elementos estructurales, como la bóveda de crucería.
Cabe mencionar la Capilla de Nuestra Señora de las Ánimas situada en la nave lateral, y obra de Navas Parejo del año 1953
Destaca en el castillo la Capilla del Nazareno, cuya peculiar trayectoria histórica la sitúa en la principal mezquita en época árabe. Tras la conquista en época cristiana fue convertida en la iglesia dedicada a la advocación de Nuestra Señora de la Encarnación. La primitiva parroquia empezó a construirse tras la conquista y para la fecha de 1.492 ya estaba construida totalmente. La reunión en la que se efectuaron los repartimiento de Álora tuvo lugar en la citada iglesia.
Esta antigua parroquia es de estilo gótico y estaría compuesta por tres naves. Lo que nos ha llegado hasta nuestros días de aquella primera iglesia parroquial ha sido el altar mayor que es de planta cuadrada con pilares inundados de junquillos y nervaduras que ascienden para desembocar en una bóveda estrellada. El ejemplo más cercano a este edificio, tanto geográficamente como arquitectónicamente, lo encontramos en la Iglesia del Espíritu Santo de Ronda.
Pasados aproximadamente dos siglos de su construcción, se iniciaron las obras para lo que es la actual Iglesia Parroquial, lo que produjo cierto estado de abandono y ruina en la iglesia primitiva, a lo que se sumó un fatal terremoto en 1.680 que la dejó en el estado en el que la encontramos hoy en día.
Desde 1.641 preside el altar de esta iglesia el Nazareno de las Torres, imagen que desapareció durante la Guerra Civil.
Durante nueve años la capilla se mantuvo sin culto hasta que en 1.945 llegó una nueva imagen realizada por el perote Navas Parejo. Desde 1.953 está acompañado por la Virgen de las Ánimas (obra del mismo autor y que fue concluida por su hijo a causa de su muerte) (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Convento de la Virgen de Flores.- El Convento de Flores, construido en el año 1592 en las afueras de Álora, es una fundación franciscana sobre una ermita que fue mandada levantar en su día por los Reyes Católicos, muy próxima al lugar donde se había emplazado el campamento durante el asedio de la ciudad. La estructura interior de la iglesia, de una única nave cubierta por armadura de madera de par e hilera del siglo XVI, varias veces restaurada, está focalizada en el camarín rococó de su cabecera, realizado ya en el s. XVIII, que acoge la imagen titular de Nuestra Señora de Flores. El presbiterio, precedido por un gran arco de triunfo, enriquecido con decoración pictórica y figuras de bulto que representan torsos de niños rodeados de flores, tiene planta cuadrada y se cubre con bóveda semiesférica sobre pechinas, en las que, rodeados de hojarasca, lucen medallones con pinturas de Santa Bárbara, Santa Catalina, San José y otra imagen cuya iconografía aún está por decidir, y se apoyan sobre veneras con relieves de pelícanos; sobre ellas el anillo, decorado con placas recortadas cubiertas de una exuberante decoración vegetal y querubines, sostiene la bóveda de ocho gajos con nervios de molduras mixtilíneas, engalanados con pinturas de factura similar a las del arco. La capilla mayor, semicircular, cubierta con bóveda de cuarto de esfera nervada y lunetos, da paso al elemento lírico protagonista, el camarín, de planta octogonal, separados sus lados por columnas corintias, revestido por una abundante y sugestiva decoración en yeso, donde se conjugan el orden con placas recortadas, guirnaldas entre lazadas, espejos, vistosos querubines, máscaras y emblemas marianos, que alcanzan a la bóveda y al cupulín.
Este conjunto contrasta con la decoración de la nave de la Epístola, mucho más basta; no obstante, inscribe también un cuidado en los temas y las figuras simbólicas, tal y como ocurre con los medallones, las rocallas y los querubines de la capilla lateral.
La cabecera, añadida con posterioridad, puede datarse, por su fina y exuberante ornamentación, en la mediación del siglo XVIII, fecha que se confirma con la inscripción de dedicación: «Costeó esta obra a deboº de D. José Medina. 1745»
Exteriormente, destacan sus pinturas murales incisas de diseño geométrico, que aún conservan restos de color, con las que se revistió el templo en el siglo XVIII. De la misma época es su alta espadaña de ladrillo, apoyada sobre tres cuerpos compactos de la primitiva torre, resaltando los dos cuerpos abiertos con arcos de medio punto entre esbeltas pirámides, que se terminó en el año 1736.
Dentro del conjunto de imágenes del interior, destaca, en el camarín, la patrona de Álora, la Virgen de Flores, del s. XVII, muy transformada debido a las numerosas restauraciones sufridas. Se exhibe en un templete de metal plateado de factura moderna muy próximo al estilo de Félix Gálvez. En la nave del Evangelio, se puede apreciar la escultura en madera policromada de San Francisco de Asís, del siglo XVII. En la capilla de la nave de la Epístola se encuentran las imágenes de María Auxiliadora y la Pollinica, ambas para procesionar, de los años ochenta del siglo XX, y en la capilla-camarín que se abre a continuación, una Virgen de vestir, también reciente (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
La fábrica de este edificio corresponde a fines del siglo XVI, si bien la cabecera fue totalmente rehecha a mediados del siglo XVIII. De su primitiva construcción se conserva la armadura de madera de la única nave, que es de par e hilera aunque varias veces restaurada.
La zona más interesante, sin embargo es la que corresponde a la capilla mayor y cabecera, obra barroca del círculo de yeseros malagueños. La capilla mayor, de planta cuadrada, se cubre con bóveda de media naranja con linterna y descansa sobre pechinas; la cabecera propiamente dicha presenta planta semicircular y se cubre con bóveda de nervios dividida en tres plementos cóncavos. El camarín del testero tiene planta octogonal, destacando en él una interesante decoración de yeserías. En el lateral de la Epístola se abre otro camarín más pequeño, decorado con yeserías rococó de fines del siglo XVIII, y junto a este existe una capilla adyacente cubierta con bóveda de media naranja con decoración de rocalla.
Del exterior, que es de gran sencillez en su portada, destaca como elemento característico su gran espadaña de ladrillo; ésta, que se asienta sobre tres cuerpos compactos de la primitiva torre, separados por impostas. Resaltan los dos cuerpos abiertos con arcos de medio punto entre esbeltas pirámides, que se termino en el año 1736.
Exteriormente también destacan sus pinturas murales incisas de diseño geométrico, que aún conservan restos de color, con las que se revistió el templo en el siglo XVIII.
El Santuario de Nuestra Señora de Flores está en las afueras, a unos 2 kilómetros del casco urbano de Álora, dirección Carratraca. Desde este lugar podemos disfrutar de un maravilloso y único paisaje. A la izquierda, la Sierra de Abdalajís; enfrente, Virote y El Chopo. Al fondo, El Torcal. Y detrás, el Monte Ancho, Sierra de Aguas y el Santuario.
El Convento de las Flores, construido en 1592, es una fundación franciscana sobre una ermita que fue mandada levantar en su día por los Reyes Católicos, muy próxima al lugar donde se había emplazado el campamento durante el asedio de la ciudad. Los franciscanos permanecen en él hasta 1.835 en que, exclaustrados por la Desamortización de Mendizábal, lo abandonan (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
El Santuario de Nuestra Señora de Flores está en las afueras, a unos dos kilómetros del casco urbano de Álora, dirección Carratraca. Desde este lugar podemos disfrutar de un maravilloso y único paisaje. A la izquierda, la Sierra de Abdalajís; enfrente, Virote y El Chopo. Al fondo, El Torcal. Y detrás, el Monte Ancho, Sierra de Aguas y el Santuario.
Se trata de un edificio religioso del siglo dieciséis restaurado en el siglo dieciocho. A finales del dieciséis, los franciscanos Recoletos, de la mano de fray Diego Gómez, fundan el convento. Estos permanecen en él hasta 1835 en que, exclaustrados por la Desamortización de Mendizábal, lo abandonan.
La Iglesia posee una sola nave en cuyo altar mayor hay un camarín de estilo barroco con interesantes yeserías en el que está situada la imagen de la Virgen de Flores. Esta fue traída por los hijos de Encinasola que acompañaban a los Reyes Católicos durante la conquista. Esta imagen data de finales del siglo diecisiete y ha sido muy restaurada. Es copatrona de Álora, conjuntamente con la Virgen de la Cabeza (Diputación Provincial de Málaga).
Ermita de Santa Brígida.-
De reducidas dimensiones y formas muy severas, data del s. XVI. En su interior, además de ser lugar de culto a la Virgen de la Cabeza, co-patrona de Álora, cuya imagen actual fue realizada en la década de los años 40 por Navas Parejo, conserva una interesante pintura mural en su altar mayor, dedicada a Santa Brígida, de la misma época, y cuadros votivos (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
De reducidas dimensiones y formas muy severas, data del s. XVI. En su interior, además de ser lugar de culto a la Virgen de la Cabeza, co-patrona de Álora, cuya imagen actual fue realizada en la década de los años 40 por Navas Parejo, conserva una interesante pintura mural en su altar mayor, dedicada a Santa Brígida, de la misma época, y cuadros votivos (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
Situada en la Barriada de la Estación, unto a la estación de ferrocarril, la construcción de la ermita se remonta al siglo XVI, la misma época de la que data el fresco del interior.
Aquí se venera la imagen de Nuestra Señora de la Cabeza, copatrona de Álora, junto con la Virgen de Flores. Hay una coplilla que dice: "Venimos de romería / el pueblo entero te reza / y te rinde pleitesía / Señora de la Cabeza". La entrada, que cuenta con un arco de medio punto, está adornada por un zócalo de ladrillos y la espadaña tiene dos voladizos curvos en ambos laterales que finalizan en un pináculo cada uno. También podemos disfrutar del maravilloso e interesante fresco que hay en su interior (Diputación Provincial de Málaga).
Museo Municipal "Rafael Lería".- El Museo de Álora, «Rafael Lería», se ha insta lado en el lugar donde estuvo ubicada la Escuela de Cristo, construcción de planta cuadrada aneja a la sacristía de la parroquia de la Encarnación, conocido como «el panteón». Empotrado en el desmonte, es un espacio hipóstilo, de planta cuadrada, dividido en nueve tramos mediante pilares, asimismo de ladrillo, y se cierra con bóvedas vaídas, cuyos empujes se contrarrestan con potentes contrafuertes, realmente también contrarrestaban el peso de la Cilla decimal que se alzaba sobre él en el desmonte. Su valor arquitectónico, propio del renacimiento mudéjar, sirve para alojar unos interesantes fondos que abarcan desde el Paleolítico Medio, hasta la Época Moderna, destacando los pertenecientes a la etapa romana, de interesante valor artístico. A través de sus piezas y paneles se puede hacer un recorrido completo sobre la historia aloreña (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
El Museo Municipal de Álora se aloja en la Escuela de Cristo, construcción Mudéjar del siglo XVI, que posiblemente fuera la capilla del desaparecido Hospital de San Sebastián, construido por los Reyes Católicos. Este recinto fue la sede de la orden Sacerdotal de la Escuela de Cristo, denominación que en la actualidad recibe.
Es una construcción de planta cuadrada aneja a la sacristía de la parroquia de la Encarnación, conocido como "el panteón". Es un espacio hipóstilo, de planta cuadrada, dividido en nueve tramos mediante ocho pilares perimetrales de ladrillo, y cuatro robustos pilares en el centro, que sustentan nueve bóvedas vaídas, cuyos empujes se contrarrestan con potentes contrafuertes.
Toda la fábrica del recinto es de ladrillo y presenta refuerzos de gran robustez, lo que determina la existencia en la planta superior de la Cilla Decimal, para almacenaje del grano. Su valor arquitectónico, propio del del renacimiento mudéjar.
En el museo se exhiben unos interesantes fondos que abarcan desde el Paleolítico Medio hasta la Época Moderna, destacando los pertenecientes a la etapa romana, de gran valor artístico (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
El museo está ubicado en el que fuera Escuela de Cristo, que formaba parte del Antiguo Hospital de San Sebastián. El local en el que se ubica, anexo a la iglesia parroquial de la localidad, es del siglo diecisiete y está realizado en estilo Mudéjar.
Los elementos constructivos son ladrillo, piedra y argamasa que fueron aplicado por los alarifes cristianos y árabes, dando lugar al sobrio estilo mudéjar que caracteriza al recinto. En él destacan las nueve bóvedas vaídas, cuatro robustos pilares achaflanados y los contrafuertes interiores y exteriores.
El museo, que fue inaugurado en primavera del 2003, reúne más de 200 piezas de carácter arqueológico e histórico localizados en los distintos yacimientos arqueológicos de la zona: puntas de flechas, hachas, cristal, cerámica... expuestas siguiendo un criterio cronológico y por salas, como son las de la prehistoria; protohistoria; época romana; época árabe; y reconquista cristiana. A través de distintos paneles explicativos y otros elementos museográficos, se ofrece al visitante la posibilidad de conocer la historia de Álora desde sus inicios hasta la actualidad (Diputación Provincial de Málaga).
Castillo árabe de Álora.- El castillo se encuentra ubicado en el Cerro de las Torres, dominando la localidad de Álora que se extiende a sus pies.
Incluso una parte del recinto externo del sistema defensivo se encuentra integrado en las edificaciones unifamiliares de la zona más próxima al castillo del caserío de Álora, parcial o totalmente demolidas en muchos tramos y cortadas por el vial que da acceso al recinto del Castillo.
El conjunto de fortificaciones que conforman el castillo lo componen tres recintos amurallados con muy diferente grado de conservación.
El primero, de planta sensiblemente cuadrada y unas dimensiones aproximadas de 33 x 37 metros, está formado por 6 torres cúbicas y sus correspondientes murallas. Su uso como cementerio ha posibilitado que algunas de las torres de este primer recinto estén protegidas frente a los agentes más degradantes, aun cuando esta otra función ha alterado algunos de sus lienzos murarios. Cuatro de las torres se ubican en las esquinas del recinto y dos en el centro de los lienzos noroeste y sureste. De las dos torres en el centro de los lienzos, la situada al noroeste es el mausoleo de la familia Bootello razón por la que se encuentra en un mejor estado de conservación. La otra torre, denominada del Arco de Ingreso, cuenta con un arco de herradura y presentaba una fuerte degradación, por lo que fue consolidada estructuralmente en el año 2004.
La torre principal (Torre del Homenaje) de este recinto, en la esquina sur, también ha sido restaurada. Por el contrario, en la torre en la esquina Noreste, resulta urgente una intervención dado que su coronación esta sin protección frente a las agresiones atmosféricas.
El segundo recinto, de planta irregular, enlaza con el primero desde las torres Norte y Oeste y lo rodea por el Norte, Este y Sur. Su perímetro esta claramente definido por los restos de torres y murallas que aún se conservan. En su extremo sur se encuentra la Capilla Mayor de la primitiva Iglesia Parroquial de Santa María de la Encarnación.
El tercer recinto, del que solo se conservan restos emergentes puntuales, se complementaba con el segundo arrancando de los extremos Noreste y Suroeste y avanzaba hacia el casco urbano hasta completar un amplio espacio fortificado.
Este frente defensivo está actualmente integrado en las edificaciones de la zona más próxima del caserío urbano y se encuentra casi demolido en la mayoría de su trazado.
Por su importancia estratégica como punto de control del Valle del Guadalhorce como acceso natural a Málaga desde el interior, este castillo hizo de Álora un objetivo primordial en el avance hacia el sur de los reinos cristianos durante la Edad Media. Los numerosos intentos fracasados de conquista hacen suponer que Álora contaba con un sistema defensivo sólido y bien adaptado a su situación. La importancia de este sistema queda reflejada tanto en las referencias históricas como en los restos de la fortificación aún existentes.
La dilatada historia del monumento muestra el castillo sujeto a una serie de acontecimientos y acciones propias de un proceso abierto. Entre ellas destaca el uso como cementerio a partir de 1818, aunque en la actualidad el camposanto ha sido trasladado a otro lugar.
Tradicionalmente se viene identificando la actual Iluro, que tuvo categoría de municipium. Habría estado situada entre Cartima (Cártama) y Nescania (Valle de Abdalajís) en la calzada que unía Málaga con Antequera. El actual castillo responde a una construcción andalusí de nueva planta. Su inicio habría estado relacionado con las campañas contra Ibn Hafsun.
Tras la caída del califato, Álora continuó siendo un importante bastión de las dinastías taifas y fue sitiada en 1184 por Alfonso VII, que llega a conquistarla, aunque nuevamente pasó a manos de los musulmanes. En 1319, bajo el reinado de Alfonso XI, se vuelve a conquistar la ciudad pero no el castillo. El episodio más conocido es la muerte en 1434 del Adelantado de Andalucía Dº Diego Gómez de Rivera , dando origen al romance Álora la bien cercada..., recogido en el Romancero.
En 1456, el propio rey Enrique IV inicia nuevamente el asedio del castillo sin éxito, hasta que definitivamente en junio de 1484 el rey Fernando el Católico lo cerca. La conquista queda reflejada en el tablero de la sillería del coro de la Catedral de Toledo. Tras la conquista, el castillo quedó muy afectado, y un siglo después continuaban una gran parte de las murallas caídas y cuatro de sus seis torres en estado ruinoso.
Desde fines del siglo XVI queda en un estado de abandono y tras sufrir los avatares de la invasión napoleónica es destinado a cementerio, realizándose numerosas transformaciones en su interior, como en los muros para adaptarlos a esta función (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
El castillo de Álora se alza sobre un cerro a cuyos pies se encuentra la población del mismo nombre. Utilizado durante más de doscientos años como cementerio municipal, del mismo se conservan dos torres en buen estado y numerosos lienzos de muralla, normalmente con nichos adosados en el interior.
Adosados al castillo se encuentran los restos de la antigua parroquia del pueblo, destruida por un terremoto y hoy convertida en la capilla de las Torres para el Cristo del mismo nombre, de gran devoción en la ciudad.
El castillo, que albergaba el cementerio municipal, se encuentra en estado de ruina consolidada. Algunas de sus torres y murallas han sido reconstruidas. La torre del Homenaje está habilitada para su visita, y desde ella hay unas magníficas vistas de los alrededores.
Este monumento se encuentra bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y de la Ley 16 1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. En el año 1993 la Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
Situado en el Cerro de Las Torres, desde donde se puede disfrutar de unas extraordinarias vistas del Valle del Guadalhorce, el castillo fue declarado monumento nacional en el año 1931. Fue construido por los árabes, durante la Edad Media, aunque sus orígenes son fenicios y romanos. Su construcción se realizó en diversas etapas: la parte más sólida durante el Emirato; la elevación de la construcción durante los Califatos, y la parte más frágil durante los Reinos de Taifas.
La torre de la puerta de ingreso da entrada al recinto amurallado, a la cual se accede por un arco de herradura, único en occidente. En el castillo se distinguen dos recintos diferenciados. El primero, regular y homogéneo (recinto superior) con 6 torres cuadradas, construido en la época Califal. Por el contrario, el segundo recinto es mucho más irregular. Debió de estar formado por muros que rodeaban al primer recinto. Casi todos han desaparecido. Entre ambos recintos, nos encontramos una torre cuadrada llamada Torre de la Vela con planta cuadrada y dividida en tres cuerpos que van decreciendo en altura a medida que van subiendo. Destaca en este castillo la Capilla del Nazareno, cuya peculiar trayectoria histórica la sitúa en la principal mezquita en época árabe.
Tras la conquista en época cristiana fue convertida en la iglesia dedicada a la advocación de Nuestra Señora de la Encarnación. La primitiva parroquia empezó a construirse tras la conquista y para 1492 ya estaba construida totalmente. La reunión en la que se efectuaron los repartimiento de Álora tuvo lugar en la citada iglesia. Esta antigua parroquia es de estilo gótico y estaría compuesta por tres naves.
Lo que nos ha llegado hasta nuestros días de aquella primera iglesia parroquial ha sido el altar mayor que es de planta cuadrada con pilares inundados de junquillos y nervaduras que ascienden para desembocar en una bóveda estrellada. El ejemplo más cercano a este edificio, tanto geográficamente como arquitectónicamente, lo encontramos en la Iglesia del Espíritu Santo de Ronda.
Pasados aproximadamente dos siglos de su construcción, se iniciaron las obras para lo que es la actual Iglesia Parroquial, lo que produjo cierto estado de abandono y ruina en la iglesia primitiva, a lo que se sumó un fatal terremoto en 1680 que la dejó en el estado en el que la encontramos hoy en día. Desde 1641 preside el altar de esta vetusta iglesia el Nazareno de las Torres, imagen que desapareció durante la Guerra Civil. Durante nueve años la capilla se mantuvo sin culto hasta que en 1945 llegó una nueva imagen realizada por el perote Navas Parejo que nos presenta un Nazareno ligeramente inclinado por el peso de la Cruz. Desde 1953 está acompañado por la Virgen de las Ánimas (obra del mismo autor y que fue concluida por su hijo a causa de su muerte). También podemos ver la llamada Torre del Homenaje, que es la más elevada de todo el recinto superior y la única reconstruida. El Adelantado de Andalucía, Diego Gómez de Ribera, llegó aquí en 1434 al frente de sus tropas, que se rindieron ante la ciudad cuando el adelantado cayó muerto delante de las murallas. Estas escenas darían lugar al conocido romance fronterizo que ha llevado el nombre de nuestra ciudad por todo el mundo y que podemos ver escrito en la entrada del castillo.
Utilizado durante más de doscientos años como cementerio, éste fue trasladado hace años a una nueva zona del municipio. En febrero de 2009 culminaron once años de trámites para la clausura del camposanto, iniciando el Ayuntamiento los trabajos de demolición de los nichos que alberga el recinto (Diputación Provincial de Málaga).
El Caminito del Rey es un senda aérea construida en las paredes del Desfiladero de los Gaitanes entre El Chorro (Álora), Ardales y Antequera. Es un camino adosado al citado desfiladero con una longitud de 3 km., que cuenta con largos tramos y con una anchura de apenas 1 m.
Este camino está colgado en las paredes verticales del desfiladero y a una distancia media de 100 m. sobre el río.
Este sendero se construyó porque la Sociedad Hidroeléctrica del Chorro, propietaria del Salto del Gaitanejo y del Salto del Chorro, necesitaba un acceso entre ambos saltos de agua para facilitar tanto el paso de los operarios de mantenimiento como el transporte de materiales y la vigilancia de los mismos.
Las obras se iniciaron en 1901 y concluyeron en 1905. El camino comenzaba junto a las vías del tren de Renfe y recorría el Desfiladero de los Gaitanes, comunicando y facilitando el paso entre ambos lados. Para inaugurar esta gran obra el rey Alfonso XIII se desplazó hasta el lugar en el año 1921, y realizó el recorrido desde la presa del Conde del Guadalhorce, cruzando para ello el camino previamente construido. Fue a partir de este momento cuando las gentes comenzaron a denominar a aquel camino como Caminito del Rey, nombre que se mantiene en la actualidad.
El paso del tiempo, el abandono y la falta de mantenimiento ha llevado a esta importante y singular obra a deteriorarse de tal manera que se hace casi impracticable. De hecho en casi todo el recorrido, podemos comprobar que faltan barandillas y hay zonas en el pavimento que se han destruido y desaparecido, quedando a la vista sólo la viga de la base.
Precisamente, su peligrosidad y el hecho de ser una de las zonas de escalada más importantes de Europa han contribuido a incrementar su fama, lo que ha ocasionado que numerosos excursionistas se hayan dirigido a El Chorro motivados por recorrer el Caminito. Esto ha propiciado numerosos accidentes (algunos mortales) a lo largo de los años y ha acrecentado su leyenda negra.
En el año 1999 y 2000, se produjeron varios accidentes mortales que costaron la vida a cuatro excursionistas, por lo que la Junta de Andalucía, para evitar más desgracias, decidió cerrar los accesos al camino, demoliendo su sección inicial a fin de evitar el paso de los visitantes. Actualmente está decretada la imposición de una multa de 6.000 € al que circule por el Caminito del Rey (saltándose los accesos cerrado o accediendo mediante escalada) o por los túneles del tren (zona por el que también se puede volver del Caminito y con peligrosidad evidente).
El año 2014 supone un hito en la historia del Caminito, pues la Diputación de Málaga ha iniciado en febrero el proceso de restauración completa del mismo y que ha concluido con su inauguración el 28 de marzo de 2015.
Este voladizo es perfectamente visible desde la vía férrea y todo aquel que lo contempla sale admirado de su arriesgada construcción y de los pintorescos paisajes que desde allí se vislumbran. Desde la carretera que une Álora con El Chorro, y a la entrada del desfiladero, se puede ver un pequeño y pintoresco puente que une la pasarela que discurre por ambas paredes. Desde el puente sigue el camino peatonal instalado en la roca vertical que termina en la línea férrea de Córdoba a Málaga.
El Desfiladero de los Gaitanes está situado en la parte occidental de la Cordillera Bética y, en su conjunto, el cañón cuenta, en ciertos sectores, con paredes de más de 300 m de altura y con anchuras menores a 10 m. Está excavado básicamente en calizas y dolimias del Jurásico, existiendo también en la zona afloramientos rocosos del Mioceno. El aspecto morfológico más espectacular es la estratificación vertical de las calizas que el río ha ido taladrando y que ofrece un corte.
En la zona del Desfiladero de los Gaitanes existen una veintena de cavidades, algunas de ellas colgadas varias decenas de metros por encima del curso del río, y cuya evolución se ha visto afectada por el progresivo encajamiento del río Guadalhorce, que ha ido profundizando el desfiladero en sucesivas etapas.
De entre las diversas unidades presentes se encuentran una formación de conglomerados y calcarenitas, sedimentos miocenos que presentan bellas estructuras sedimentarias, algunos restos fósiles de ballenas y también unas formaciones areniscas de tipo "taffoni" y que consisten en unos promontorios redondeados de arenisca en los que la erosión ha excavado una cueva o abrigo.
Toda la información referente al Caminito se encuentra en la nueva web del mismo. Pincha aquí para acceder a ella (Diputación Provincial de Málaga).
El lugar es conocido por los más mayores de Álora como Posada de Subires, apellido del último propietario que regentaba una posada en la primera mitad del siglo XX. El nombre del molino proviene del primer propietario, el Bachiller Gonzalo Pérez, persona muy influyente en la Álora del siglo XVI, siglo al que pertenece el molino de aceite. El aljibe es uno de los elementos que integran el Molino (Diputación Provincial de Málaga).
Escalera Árabe en la Sierra de Huma, El Chorro, Álora (Rincón Singular).-
Mes recomendado para visitarlo: Noviembre.
Es propio del ser humano crear metáforas que den forma a sus percepciones. La Escalera Árabe de la Sierra de Huma no es tal, pero a alguien debió de parecerle que aquello llevaba la marca de las construcciones musulmanas.
La Escalera es una obra singular que nos permite franquear la alineación montañosa de Castillones por su parte central, en lugar de rodear una larga pared caliza, y nos lleva al Cortijo de “Can Pedrero”.
La obra aprovecha una falla en la pared y, mediante una serie de escalones (más de 256 de distintas formas y dimensiones) labrados en la roca o preparados con piedras y rocas del lugar, salva un desnivel acusado de forma más o menos cómoda tanto para hombres como para animales. Se encuentra en el Paraje Natural Desfiladero de los Gaitanes.
Coordenadas
Aparcamiento: 343269 / 4085984
Inicio ruta: 343283 / 4086336
Inicio sendero: 344623 / 4087033
Escalera árabe: 344202 / 4086980
Conocida desde principios del siglo XX con el nombre de la "escalera árabe", no existe evidencia que confirme ese origen. Esta singular obra humana a modo de escalera permite franquear la alineación montañosa de Castillones por su parte central, evitando rodear una larga pared caliza y permitiendo el acceso natural al Cortijo de "Can pedrero".
La obra aprovecha una discontinuidad en la pared y, mediante una serie de escalones (más de 256 de distintas formas y dimensiones) labrados en la roca o preparados con piedras y rocas del lugar, salva un desnivel acusado de forma más o menos cómoda tanto para hombres como para animales.
El sendero se inicia en la misma estación de ferrocarril de El Chorro y a unos cuatrocientos metros empezamos por el Sendero denominado Haza del Río que está señalizado. Es un amplio carril que va subiendo y cogiendo altura a través de un pinar de repoblación de pino carrasco. A medida que nos elevamos vamos mejorando la perspectiva tanto del pantano y de la presa, como de la central hidroeléctrica que está incrustada dentro y que sólo se ve de ella la chimenea que está sobre la Sierra de la Pizarra (donde se encuentra la Mesa de Villaverde).
Las vistas a lo largo de todo el recorrido son impresionantes (Diputación Provincial de Málaga).
El Ayuntamiento de Álora y la Diputación Provincial de Málaga han erigido este monumento al objeto de poner en valor el flamenco y en especial a este palo del cante, esencialmente malagueño. La malagueña nació en Álora y por ello se la conoce como la "Cuna de la Malagueña".
La obra es la idealización de una alegoría flamenca, plasmada en una fuente ornamental adornada con otros complementos artísticos. En la construcción se ha empleado bronce, hierro y piedra. La base de la fuente es un pilón de cantos rodados del río Guadalhorce, a través de los cuales mana el agua, simbolizando el carácter de nacimiento y manantial que Álora representa en este palo del cante flamenco. De este estanque se eleva un monolito de piedra, al que se adhieren otras piedras que llevan el nombre de grandes cantaores por Malagueña: El Canario, El Perote, Ángel de Álora, Pena Padre, Pena Hijo, Chacón, La Peñaranda, El Mellizo, La Trini y Juan Breva, que simbolizan los pilares de este palo del cante. Corona el monolito una escultura en bronce compuesta por una guitarra abrazada a un mantón, desde la cual baja una cascada de agua derramándose sobre las piedras. Rodeando la fuente, completa este conjunto artístico una baranda a modo de pentagrama con las notas musicales de una malagueña. Cuatro grandes farolas ornamentales y un haz de luces ilumina y llena de color el monumento. Para realzar su importancia está ubicado en la entrada de Álora, frente al Teatro Cervantes y con unas maravillosas vistas del Valle del Guadalhorce. Junto al monumento, un olivo centenario testifica tanto honor y privilegio (Diputación Provincial de Málaga).
Canal de servicio del salto hidroeléctrico del Chorro I y II (Álora y Ardales). Caminito del Rey (Patrimonio hidráulico).-
DATOS GENERALES
Interés patrimonial de la obra: alto
Interés paisajístico de la obra: alto
Estado de conservación: medio
Tipo de obra hidráulica: canales
Etapa de la GS: Etapa 20 Embalses de Guadalhorce-Estación del Chorro
Localidad: El Chorro
Época: S. XX
Autor: Rafael Benjumea Burín
Coordenadas UTM:
- 339424,8486, 4088931,21 acceso por Gaitanejo
- 342513,1295, 4086706,179 salida por el Chorro.
Acceso por ferrocarril tomando la línea Málaga-Bobadilla, apeadero El Chorro. Por carretera, desde Málaga se toma la carretera A-357, hasta el desvío de Pizara y Álora, en la que se toma la MA-404 y a unos 5 Km después de esta población se pasa por un hermoso puente de cantería (ladrillo y piedra) de estilo similar a la presa del Chorro (hoy Conde de Guadalhorce). Finalmente se llega por la MA-404 al complejo hidráulico del Chorro. Desde Antequera, tomar la A-343, desviándose en Valle de Abdalajís hacia el Chorro.
DATOS TÉCNICOS
El canal de agua contó con:
- Azud de derivación en el paraje de Gaitanejo. ealizado en mampostería. Perfil curvo.
- Canal de 4 km en tramos de galería, acueducto y cielo abierto. Pendiente media 1/30.
- Elementos de control del canal: compuertas, desarenadores, etc.
- Puente-Acueducto de Ribera con arco rebajado de vigas rígidas empotradas. El tablero soporta un cajón en el que está apoyada una tubería de gran diámetro.
- Depósitos de acumulación de agua.
- Tuberías forzadas para salto de 100 metros.
- Central de generación eléctrica Chorro I.
- Camino de servicio. Caminito del Rey.
ESTADO ACTUAL
Hoy el canal sigue prestando parcialmente el servicio para el que fue construido, suministrando agua a la central de Nuevo Chorro. El Caminito del Rey ha quedado bajo la nueva pasarela que, siguiendo su trazado, permite contemplar los espectaculares paisajes de los desfiladeros de los Gaitanes.
La altura del salto aprovechable entre la entrada y salida del desfiladero de los Gaitanes y utilizado por la central hidroeléctrica del Chorro era de 100 metros y el caudal que podía circular por el canal era de unos 10.000 litros por segundo. El inicio del canal de agua se producía en la toma de agua existente en el azud de Gaitanejo, a cota 281 metros sobre el nivel del mar. A partir de ese punto, el recorrido se realizaba en su mayor parte en galería, atravesando los macizos montañosos de los desfiladeros del congosto de Guadalhorce (Diputación Provincial de Málaga).
Es un edificio ubicado cerca del Convento de Flores que conmemora la entrega simbólica de las llaves de Álora por el último alcalde árabe a los Reyes Católicos en 1484 (Diputación Provincial de Málaga).
Iglesia de la Veracruz.-
La Capilla del Cristo de la Veracruz, situada en la calle Veracruz, es una pequeña construcción del siglo dieciséis, de planta irregular y con notables transformaciones a lo largo de la historia, que le han perdido su imagen originaria. Fue levantada para conmemorar una victoria sobre los moriscos sublevados.
Su construcción se financió con la venta de doce moriscos. La fachada está dividida en tres cuerpos. En el primero, la portada se encuentra descentrada en cuanto a la fachada. En el segundo cuerpo tenemos unas líneas que sobresalen conduciéndonos hasta los pináculos del tercer cuerpo. Este último cuenta además con una espadaña con un solo vano para albergar la campana que está datada en el siglo dieciocho.
En su interior se venera la imagen de Nuestra Señora de la Piedad y Santa Veracruz (Diputación Provincial de Málaga).
La llegada del ferrocarril a Málaga, a mediados del siglo XIX, puede considerarse como uno de los principales hitos de la historia contemporánea de la provincia que ha dejado huella en el entorno del Caminito del Rey y en el que el Desfiladero de los Gaitanes se convirtió en protagonista. Infraestructuras que tuvieron que acometerse - como la estación de El Chorro, túneles, puentes y viaductos - constituyen hoy buenos ejemplos del patrimonio industrial arquitectónico de la época.
El tren influyó poderosamente en todos los sectores económicos de Málaga, puesto que aumentó el tráfico de viajeros y mercancías, fomentó el empleo, influyó en el urbanismo y cambió los hábitos de vida de las poblaciones. Y, por supuesto, supuso un gran revulsivo para el desarrollo de una comarca que había quedado aletargada y alejada de la actividad económica del país, entre otras cosas a causa de su compleja orografía.
Málaga era por entonces la segunda ciudad industrial de España, a la que el ferrocarril iba a traer nuevas perspectivas de futuro. La conectaría con el interior de Andalucía -en especial con las cuencas carboníferas cordobesas de Belmez y Espiel, fundamentales para la potente industria siderúrgica malagueña- y con el resto de la red ferroviaria española, posibilitando un mayor desarrollo de la economía de la zona, que también tuvo pujantes industrias textiles y químicas.
Grandes empresarios tomaron la iniciativa para convertir en realidad la línea ferroviaria Málaga-Córdoba, que se concluyó en 1866 tras más de veinte años acariciando esta actuación. La magnitud de las obras -que exigía atravesar el Desfiladero de los Gaitanes, un macizo montañoso que fue un verdadero desafío para la ingeniería de la época, dado que había que horadar montañas y salvar desfiladeros- se refleja en las infraestructuras que hubo que acometer para realizar su trazado, que exigió la construcción de 17 túneles con una longitud total de más de cinco kilómetros, ocho viaductos y 18 puentes. Una parte importante de esas infraestructuras se tuvo que realizar precisamente para salvar el paso por el Desfiladero.
Se construyeron dos estaciones a ambos lados del Desfiladero. En la parte Norte, se construyó la estación de Gobantes, perteneciente al término municipal de Peñarrubia (actualmente Campillos), pero esta estación quedó bajo las aguas del embalse del Guadalhorce en los años 70 del siglo XX.
Y en el Sur se hizo la estación de El Chorro, en el término municipal de Álora, zona en la que el tren discurre por la margen izquierda del río Guadalhorce, atravesando el Desfiladero prácticamente a la misma altura que el Caminito del Rey. Hoy en día, sigue en funcionamiento y, desde el 4 de noviembre de 2016, se denomina oficialmente estación de El Chorro - Caminito del Rey. Conserva elementos originales como los túneles de acceso a las vías, los depósitos metálicos que se usaban para el relleno de agua de las calderas de las locomotoras de vapor y el edificio para viajeros y control del jefe de estación y sus ayudantes.
Entre ambas estaciones, perviven los túneles y los viaductos, antiguamente metálicos y conocidos como 'puentes de hierro'. La mayoría se sustituyeron años después por puentes de obra de mampostería y sillares, algunos de ellos de gran belleza, como el de la Josefona, que destaca por un gran arco que salva toda la cañada. Actualmente, solo se mantienen dos metálicos: uno, en el corazón del Desfiladero, en el valle del Hoyo; y otro, en la salida de las grandes paredes, en término municipal de Álora.
Hasta 2007, todo el tráfico ferroviario entre Málaga y el resto de la Península utilizaba esta línea, que actualmente se emplea para trenes de cercanía y media distancia, y que es una de las vías de comunicación para acceder al paraje y al Caminito del Rey (Diputación Provincial de Málaga).
La fábrica de esencias de azahar Saisse Cavalier está situada al sur del municipio de Álora, junto a la Barriada del Puente, en la margen izquierda del río Guadalhorce, muy cerca de la estación de ferrocarril.
El conjunto industrial está formado por los siguientes elementos: el edificio de destilación, el almacén, el depósito de agua y la chimenea.
1. Edificio de destilación
El edificio de destilación está formado por dos naves, una adosada a continuación de la otra. La nave principal es de planta rectangular de dimensiones aproximadas de 18 x 14 metros, tres plantas de altura y cubierta a dos aguas con teja cerámica curva. Al exterior, las fachadas están decoradas con hiladas de ladrillo rojo a una separación aproximadas de 1 metro. Las esquinas se encuentran decoradas y remarcado el perfil de la cubierta. Los vanos, de distintas dimensiones, están compuestos por un arco escarzano y decorados con una rosca de ladrillo rojizo situado sobre el hueco. Las fachadas menores se presentan escalonadas en su vértice y decoradas con remates de bolas cerámicas.
La nave secundaria es de planta rectangular de dimensiones aproximadas de 10x 10 metros, dos plantas de alturas y cubierta a dos aguas con teja cerámica curva. Al exterior sigue el mismo esquema compositivo que la nave principal.
2. Almacén
A 20 metros al este del edificio de destilación se sitúa, orientado en dirección Este-Oeste, el edificio del almacén. Éste está compuesto por dos naves adosadas una a continuación de la otra. La nave principal es de planta rectangular de dimensiones aproximadas de 12x13 metros, tres plantas de altura y cubierta a dos aguas con teja cerámica curva. Al exterior el edificio del almacén sigue el mismo esquema compositivo que el edificio de destilación.
Adosada a su fachada Este se sitúa la nave secundaria. Esta nave es de planta rectangular de dimensiones aproximadas de 5,5x7 metros, una planta de altura y cubierta a tres aguas con teja cerámica curva. Al exterior sigue el mismo esquema compositivo que la nave principal.
3. Chimenea
La chimenea está situada junto al edificio de destilación. Estaba destinada a conducir a capas de aire superiores los gases producidos por la combustión de las calderas. Es de sección circular y está construida en ladrillo. En ella se distinguen tres partes.
La parte más visible y la más importante en términos formales y funcionales es el fuste, caña o tubo. Se trata de un conducto hueco se sección circular que reduce sus dimensiones con la altura.
El fuste descansa sobre una base o pedestal de una altura de aproximada de 4 metros, de sección circular constante. En una de sus caras tiene un hueco tapiado que facilitaba el acceso al interior para el mantenimiento.
El fuste se corona con un remate de sección circular que protege la parte superior del tubo evitando que el agua deslice por el fuste. Este capitel está formado por la boquilla de unos 50 cm de altura de sección circular decorada con azulejos ajedrezados.
4. Depósito de agua
El depósito de agua, situado frente a la fachada principal del edificio de destilación, es de sección circular de diámetro aproximado de 5 metros y altura aproximada de 8 metros.
A mediados del siglo XIX, Pascual Madoz en su "Diccionario geográfico estadístico e histórico de España y sus posesiones de ultramar" citaba entre las industrias de Álora a una fábrica de aceite esencial de limón y en sus producciones la cáscara de naranja agria.
Esta referencia tendría continuación en el siglo XX con la fábrica de esencias de azahar de Dionisio Saisse, miembro de una familia francesa dedicada a la industria que desde finales del siglo XVIII exportaba materia prima para perfumes a la localidad gala de Grasse.
La fábrica contaba con el siguiente equipamiento:
- Se conservan las dos calderas. La de mayor dimensiones, dispuesta horizontalmente, fue fabricada en Cainsborough, Londres, por la firma Marshall Sons & Cia. Limites. La caldera vertical, de menor tamaño, fue fabricada en 1916 en la fundición francesa Leroux & Gatinois.
- Los serpentines fueron fabricados en Grasse por Tournaise Frères.
- El sistema de destilación utilizado era directo con vapor seco. El vapor saturado por la caldera, se inyectaba al alambique hacia arriba, atravesando la masa vegetal colocada sobre una parrilla interior. De aquí pasaba al condensador donde el vapor volvía a su estado líquido, obteniéndose la esencia.
En origen, las tejas de los edifcios eran en origen azules y blancas.
La fábrica cerró en 1972 (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
En 1850, Pascual Madoz describe en su Diccionario para la voz Álora, una población que en esa época tenía 6.794 habitantes y, entra otras características, una importante producción de cítricos (naranjas chinas y agrias, y limones) así como de cáscara de naranja amarga que se exporta al extranjero, y una fábrica de aceite esencial de limón.
Estos debieron ser los antecedentes por los que en 1930 se instala al sur del casco urbano de esta localidad, en la margen izquierda del río Guadalhorce, junto a la barriada del Puente y en un lugar cercano a la estación de Álora, la singular industria de destilación de perfumes construida por los herederos de Dionisio Saisse: la fábrica de Esencias de Azahar Saisse Cavalier. Dionisio Saisse fue un empresario de origen francés vinculado a la industria del perfume de Gràsse (Francia), ciudad considerada la capital mundial del perfume, a la que exportaba materias primas durante el siglo XVIII, actividad que siguieron desempeñando sus herederos.
La ubicación del conjunto fabril junto a los importantes cultivos de cítricos del valle del Guadalhorce, proporcionaba el suministro de flor de azahar recién cogida que garantizaba un resultado inmejorable en el proceso de destilación, obteniendo la esencia de azahar y el aceite de azahar, más concentrado. La práctica totalidad de la producción se exportaba con destino a la industria francesa del perfume.
La fábrica de Esencias de Azahar Saisse Cavalier consta de las dos naves alineadas longitudinalmente, de tres alturas, que integran el edificio de destilación, otras dos naves que desempeñan las funciones de almacén, el depósito de agua de 8 metros de altura y la chimenea. La fábrica contaba dos calderas entre su equipamiento, una horizontal de mayor tamaño y otra vertical (fabricadas en 1916), y serpentines fabricados en la afamada ciudad gala de Gràsse.
Esta singular industria estuvo en funcionamiento hasta 1972 y en 2006 fue reconvertida en sala de fiestas, manteniendo una arquitectura fiel a la original (Diputación Provincial de Málaga).
En el año 1866 finalizaba la construcción de la línea férrea entre Málaga y Córdoba y se unían de este modo las ricas campiñas del interior y las reservas de carbón de las minas de Belmez y Espiel con Málaga y las fábricas de La Constancia de la familia Loring.
Esta línea cubría un total de 192 kilómetros a través de terrenos fértiles poblados de olivos, tierras de labor y prados. En este trayecto se construyeron 17 túneles, 8 viaductos y 19 puentes que atravesaban por poblaciones tan importantes como Fernán Núñez, Montilla, Aguilar de la Frontera, Puente Genil y, ya en la provincia de Málaga, Bobadilla, Gobantes, El Chorro, las Mellizas, Álora, Pizarra, Cártama, Los Remedios y Campanillas. Una parte importante de los túneles, puentes y viaductos se agrupaban precisamente en el Desfiladero de los Gaitanes, donde la obra cobró una especial dificultad debido a lo arriscado del terreno que resultaba difícil incluso para el tránsito de caballerías. En esta zona el tren discurre por la margen izquierda del río Guadalhorce, atravesando el desfiladero prácticamente a la misma altura que El Caminito del Rey.
Uno de esos puentes fue el del Gran Gaitán, de enorme belleza arquitectónica y pieza clave en la comunicación ferroviaria con la ciudad de Málaga (Diputación Provincial de Málaga).
Balsa Mesa Villaverde.-
La construcción de esta presa, junto con su homónima bajo el Tajo de la Encantada, se inicia en 1974 para aprovecha el salto entre el río y la denominada Mesas de Villaverde, incorporando las nuevas tecnologías consistentes en una central de acumulación por bombeo que de noche sube el agua.
El funcionamiento del salto se basa en que a través de un circuito cerrado de uso alternativo entre dos presas, arriba y abajo, unidas por bombeo, se aprovechan los excedentes de energía producidas para rellenar la presa superior durante la noche (Diputación Provincial de Málaga).
Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Málaga, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, Iglesia del Cerro de las Torres, Convento de la Virgen de Flores, Ermita de Santa Brígida, Museo Municipal "Rafael Lería", Castillo, Caminito del Rey, Molino Bachiller y Aljibe Árabe, Escalera árabe en la Sierra de Huma, Monumento a la Malagueña, Canal del Chorro, Cruz del Humilladero, Iglesia de la Veracruz, Estación del Ferrocarril, Fábrica de esencias de Azahar Saisse Cavalier, Puente Ferroviario, y Balsa Mesa Villaverde) de la localidad de Álora, en la provincia de Málaga. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia malagueña.
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