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jueves, 23 de mayo de 2024

Un paseo por la barreduela Azofaifo

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la barreduela Azofaifo, de Sevilla, dando un paseo por ella.
     La barreduela Azofaifo es, en el Callejero Sevillano, una vía que se encuentra en el Barrio de la Alfalfa, del Distrito Casco Antiguo; sin salida, en la calle Sierpes.
     La  calle, desde  el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en  la  población  histórica  y en  los  sectores  urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las  edificaciones  colindantes  entre  si. En  cambio, en  los  sectores  de periferia donde predomina la edificación  abierta,  constituida  por  bloques  exentos,  la  calle,  como  ámbito  lineal de relación, se pierde, y  el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos. Algunas vías reciben una denominación diferente a la de calle, en función de características genéticas, morfológicas o funcionales. Cuando se encuentra cerrada por construcciones en uno de sus extremos se llama barreduela o adarve, y en el uso popular callejón, y a veces callejuela. Son muchas las barreduelas que se conservan en el casco histórico como herencia de la ciudad medieval, pero tampoco son infrecuentes en la periferia. Una característica peculiar de las barreduelas es que sus edificios poseen numeración correlativa, mientras que en las calles el sistema es numerar con los pares una acera y con los impares la opuesta.
       También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo a la calle José Gestoso, que se consideraba, incorrectamente el centro geográfico de Sevilla, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer.
     Al menos desde el s. XV está documentada con el nombre actual, al que frecuentemente se le añade el apelativo de barrera, calleja, etc. Desde entontes el topónimo se ha mantenido ininterrumpidamente, a juzgar por la abundante documentación que lo avala a lo largo de los siglos, si bien la planimetría no siempre lo recoge, como es el caso de Olavide, que, sin duda, por el carácter secundario del espacio, se limita a rotularlo en su plano de 1771 como calle sin salida. Respecto a la razón del nombre, no puede asegurarse a ciencia cierta, como hace González de León, que se deba a un gran azofaifo que hubo en ella, pues a tal distancia temporal es imposible precisarlo sin base documental.
     Es un espacio muy estrecho, en forma de codo, con dos tramos, el primero más largo, y una barreduela que parte a la altura de la casa núm.9. Este carácter tortuoso se aprecia ya, con ligeras variaciones, en el plano de Olavide, en el que la calle discurre a lo largo del lateral del Convento de Pasión (v. Sierpes). Es posible que en su acera izquierda tuviese en el s. XVII otra barreduela, que la autoridad municipal accede a cerrar por motivos de honestidad pública. También la actual fue objeto de peticiones de cierre con cancela a fines del XIX, tras un proyecto de nuevo acceso a Sierpes que no prospera. El actual orden numérico de la calle contribuye a complicar más su quebrada fisonomía. Tiene carácter peatonal y está pavimentada con losetas, sin aceras. Se ilumina con farolas sobre brazos de fundición adosados a las fachadas. Su caserío, de escasa personalidad, lo forman en buena parte laterales y traseras de Sierpes. Son casas de pisos de tono popular, de tres y cuatro plantas, algunas en mal estado, lo que acentúa la sensación de agobio y estrechez que este espacio produce. Hay que reseñar, sin embargo, el interés de la casa núm. 7, de tres plantas, con fachada de pilastras, obra del arquitecto regionalista Gabriel Lupiáñez construida en 1927 para la condesa de Lebrija. Hoy está destinada a hotel.
     La prensa decimonónica abunda en noticias sobre la condición descuidada y sucia de este espacio, en el que se acumulaban lodo, basuras y orines. A mediados del XIX había un corral de vecinos muy poblado, una "casa de vivienda común... en la que habitaban proletarios, lavanderas y buenas mozas... que no pueden atender el aseo de la calle con la prolijidad de barrios de más tono" (La Andalucía, 3-XII-1858). Existía también en la calle un pozo que surtía a los aguadores y vecinos. Y a comienzos de nuestro siglo un curioso café-cine que el poeta Rafael Laffón evoca en su Sevilla del buen recuerdo como un "cine aún elemental... donde un voceador leía al respetable público los rótulos que se sucedían en la pantalla". Era el llamado Cinematógrafo de la Rosa, después Llorens, en la casa núm. 7, que fue el primer cine de programación regular que existió en Sevilla, punto de reunión, según el periódico El Liberal, de la bue­na sociedad. En la actualidad Azofaifo cum­ple una función residencial, aunque también por algún bar y dos hoteles, que a pesar de su carácter recoleto le dan un cierto movimiento en las horas comerciales, en las que se deja sentir su dependencia de Sierpes, cuyos escaparates ocupan buena parte del arranque de la calle. En el s. XVI debió formar parte del famoso jardín botánico-medicinal del doctor Monardes, médico sevillano de gran prestigio, autor de importantes tratados profesionales (v. Sierpes) [Rogelio Reyes Cano, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993].
Azofaifo, 7. Edificio de tres plantas, cuya fachada, muy reformada, está recorrida por pilastras [Francisco Collantes de Terán Delorme y Luis Gómez Estern, Arquitectura Civil Sevillana. Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, 1984].
Conozcamos mejor el Azofaifo, planta que da nombre a la vía reseñada;
     El azufaifo, azofaifo o Jujube es un arbusto que puede alcanzar porte arbóreo de la familia de las Ramnaceas.
    Ziziphus jujuba, comúnmente conocido como jujube, azufaifo o dátil chino, es un árbol frutal originario de China. A continuación, encontrarás información general sobre Ziziphus jujuba y sus usos:
     Características: Ziziphus jujuba es un árbol de hoja caduca que puede alcanzar una altura de 5 a 12 metros (16 a 39 pies). Tiene ramas espinosas y hojas verde oscuro, ovales y brillantes. Las flores son pequeñas y amarillentas. Las frutas, conocidas como jujubes, son pequeñas, redondeadas y de color amarillo a rojo oscuro cuando están maduras.
     Producción de frutas: Ziziphus jujuba es cultivado principalmente por sus frutas comestibles, las jujubes. Las frutas son dulces y tienen una textura crujiente similar a las manzanas cuando están maduras. Pueden ser consumidas frescas, secas o utilizadas en la preparación de mermeladas, jaleas y pasteles. También se utilizan para hacer infusiones y vino de jujube.
     Valor nutricional: Las jujubes son una fuente rica de carbohidratos, fibra dietética, vitamina C y antioxidantes. También contienen minerales como hierro, calcio y fósforo.  Se consideran un alimento saludable y energético.
     Uso en la medicina tradicional: En la medicina tradicional china, diversas partes de Ziziphus jujuba se han utilizado con fines medicinales. Se cree que las frutas tienen propiedades calmantes, sedantes y anti-ansiedad. También se ha utilizado en el tratamiento de la tos, el insomnio y la mala digestión. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el uso medicinal debe ser realizado bajo la supervisión de profesionales de la salud.
     Uso en la producción de productos naturales: Los extractos de Ziziphus jujuba se utilizan en la industria de productos naturales y suplementos alimenticios. Se encuentran en forma de polvos, cápsulas o extractos líquidos, y se promocionan por sus posibles beneficios para la salud, como el apoyo a la relajación y el sueño.
     Valor ornamental: Además de su valor culinario y medicinal, Ziziphus jujuba se cultiva por su belleza ornamental. Sus ramas espinosas, su follaje denso y sus pequeñas flores amarillas lo convierten en un árbol atractivo para jardines y paisajes.
     En resumen, Ziziphus jujuba, o jujube, es un árbol frutal valorado por sus jujubes comestibles y su valor en la medicina tradicional. Las frutas se pueden consumir frescas o secas, y se utilizan en diversas preparaciones culinarias. Además, se ha utilizado en la medicina tradicional china y se encuentra en productos naturales y suplementos alimenticios. También es apreciado por su belleza ornamental.
     Es una planta caducifolia que puede alcanzar 2 o 3 metros de altura. En el Rectorado de la Universidad existe una planta de esa altura.
     Las flores son pequeñas y de color verdoso. las hojas son brillantes y se encuentran ligeramente dentadas
     Posee pinchos como sistema de protección frente a los animales.
     El fruto de la planta es una drupa comestible de color verdoso cuando es inmadura y de color pardo rojizo cuando está madura. A esta fruta también se la conoce como azufaifa o azofaifa.
     El aspecto generales similar a una aceituna pero con un sabor dulce ya que tienen una importante cantidad de azúcares.
     Esta fruta se ha consumido tradicionalmente por su alto contenido en vitamina C, B1 y B2 de forma natural o desecada. En la medicina tradicional se ha consumido también por sus propiedades emolientes y expectorantes, aunque se han descrito otra gran cantidad de usos medicinales sin contrastar (Universidad de Sevilla).
      Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la barreduela Azofaifo, de Sevilla, dando un paseo por ella. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Más sobre el Callejero de Sevilla, en ExplicArte Sevilla.

La barreduela Azofaifo, al detalle:
El edificio de la barreduela Azofaifo, 7

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