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viernes, 19 de septiembre de 2025

Los principales monumentos (Iglesia de San Cristóbal, y Ermita de San Matías) de la localidad de Castilblanco, en la provincia de Badajoz

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Badajoz, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de San Cristóbal, y Ermita de San Matías) de la localidad de Calzadilla de los Barros, en la provincia de Badajoz.
     La localidad se encuentra en el ámbito comprendido entre la orilla izquierda del Guadiana y el río Guadalupejo. Sus naturales son conocidos popularmente en el entorno como berceros o beceros, en alusión a estos peces, debido a la abundante pesca en el cercano río Guadiana. En el aspecto geográfico el territorio presenta las mismas características de Naturaleza montuosa y agreste, cubierta de arbolado y vegetación, en muchas áreas producto de repoblaciones recientes, que peculiarizan el resto del Partido Judicial.
     Tipo de Entidad: Municipio
     Superficie Término: 131,6 Km2
     Altitud: 501 m.
     Distancia Capital: 207 Km.
     Partido Judicial: Herrera del Duque
     Comarca: La Siberia
     Gentilicio: Castilblanqueño
Ayuntamiento de Castilblanco
     plaza de España, 1
     06680 Castilblanco (Badajoz)
     Teléfono: 924654111
     Fax: 924654089
     Web: www.castilblanco.es
Historia.-
    Su origen más remoto posiblemente fuera un castillo localizado en donde se encuentra la iglesia parroquial, construido, bien por los árabes o por los caballeros de Ávila, Trujillo o los Templarios, en la primera reconquista de Extremadura por Alfonso VII en los primeros años del siglo XII.
     Los primeros datos históricos documentales son a partir de la donación que hace el Rey Sancho IV, el día 15 de mayo de 1293, a Talavera de tres dehesas, las cuales comprendían a la que posteriormente se denominó como Dehesa de los Guadalupes, en cuyo territorio ya se encontraba el lugar de Halía y se crearon y repoblaron los de Castilblanco y Valdecaballeros.
     El señorío de los tres lugares pertenecía a Talavera hasta que el Rey Enrique II, el día 23 de junio de 1369, dona al arzobispo de Toledo, Gómez Manrique, la villa de Talavera con todas sus aldeas, incluidos Alía, Castilblanco y Valdecaballeros, que formaban la parroquia de Alía, dentro de su tierra en el partido judicial de la Jara.
     El lugar de Castilblanco consigue el título y privilegio de villa mediante el pago al Emperador Carlos V de 1.434.800 maravedís, otorgándoselo la Princesa Juana, en nombre de su padre y de su hermano el Príncipe Felipe, el día 31 de enero de 1556.
     Respecto al señorío de Castilblanco que pertenecía al arzobispo de Toledo, el Rey Felipe II se lo quita y vende, primero al banquero genovés Nicolás de Grimaldo, Príncipe de Salarno, y definitivamente a Don Pedro Ruiz de Aguayo, Veinticuatro de la ciudad de Córdoba, el día 8 de diciembre de 1584, cuyos descendientes -en sus últimos dos siglos el marquesado de Cortes de Graena-, lo poseyeron hasta el año 1811 en que se suprimieron los señoríos.
     El desarrollo de la historia de Castilblanco está vinculado a las vicisitudes de la Dehesa de los Guadalupes, cuyos vecinos, junto con los de Alía y Valdecaballeros, se aprovechaban de ella, con importantes limitaciones que motivaron numerosos y largos pleitos y concordias con sus sucesivos propietarios, primero Talavera y después el Rey Felipe II que se la compró para posteriormente donarla al reciente construido Monasterio de El Escorial, el cual la poseyó desde el año 1608 hasta la desamortización del siglo XIX. Desde la compra por el Rey Felipe II, los administradores de la Dehesa, tanto seglares como frailes jerónimos, residieron en esta villa.
     La actuación de los carlistas fue muy trágica en Castilblanco. El día 25 de mayo de 1837 se presentaron en el pueblo las partidas de Jara, Peco y Cuesta procedentes de Alía, que se dirigían hacia la Mancha, entablando una fuerte batalla contra los isabelinos que se habían hecho fuertes en la plaza del Ayuntamiento; al no poderlos desalojar, incendiaron dieciocho casas de la misma plaza, además de saquear a vecinos y asesinar a algunos.
     Fue famosa en toda España durante los años de la República por la sangrienta represión sufrida en 1931 durante una revuelta obrera (Texto: Julián Hontanilla Cendrero, "La Dehesa de los Guadalupes: historia de un espacio socioeconómico extremeño". Editora Regional de Extremadura, 2000) (Diputación Provincial de Badajoz).
     Pasear por las calles de esta localidad te permitirá entrar en contacto con sus gentes, su cultura, sus tradiciones y fiestas populares para conocer más a fondo Extremadura (Turismo de Extremadura).
Monumentos.-
     Morfológicamente el núcleo se asienta sobre una colina con uno de sus costados cortados a pico, en cuyo borde, asomándose sobre la llanura que se abre por delante, se perfila la silueta de su caserío, del que sobresale la iglesia parroquial de San Cristóbal.
     Se trata ésta de obra mudéjar, originaria del siglo XV, muy transformada posteriormente por las numerosas remodelaciones experimentadas. El templo y el lugar que ocupa son conocidos a nivel popular por "el castillo", lo que denota la existencia en otro tiempo, en ese mismo punto, de una fortificación.
     A las afueras de la población, sobre la zona llana más baja, se localiza la ermita de San Matías, realización popular de gran sabor, erigida sobre un antiguo descansadero de la Mesta.
     El cuerpo de la población queda definido por un conjunto de arquitectura vernácula de destacado atractivo plástico, compuesto por las peculiares casas de pequeñas proporciones edificadas en piedra, encaladas de blanco, con huecos escasos y reducidos.
     En su trama se distinguen los antiguos barrios de Picocerro y El Perchel (Diputación Provincial de Badajoz).

Iglesia de San Cristóbal.-

     El enclave se ubica en el extremo occidental del pueblo. La iglesia de San Cristóbal está erigida en el mismo lugar que ocupaba la antigua fortificación que, según se cuenta, vigilaba el Guadiana. Se dice que sus ocupantes eran los templarios blancos que tuvieron mucho poder en la Península desde su fundación hasta su caída. Fundaron la Orden del Temple siendo tan solo nueve fundadores en 1118 y a la postre adquirieron un poder muy reseñable.
     De la aventura de los templarios en su paso por nuestra localidad ha quedado el nombre: Castilblanco. También las calles aledañas tomaron los nombres «calle del Castillo» y «Rincón del Castillo».
     La construcción de la iglesia actual se remonta a los siglos XIV y XV. Se trata de una edificación de estilo mudéjar que reutilizó parte de los materiales que quedaron del castillo original.
     El cuerpo principal de la construcción consta de tres naves, divididas en dos tramos: la central es la más alta, de madera, y se sostiene sobre arcos de ojival o arcos apuntados. La primera parte de la cabecera podría haber formado parte de la edificación anterior, destacan los grandes muros y huecos abiertos a sus lados. Al final de este cuerpo, encontramos la parte principal de la iglesia que acoge el altar, con forma de ábside semicircular con cúpula de cuarto de naranja. El retablo es de reciente construcción, de estilo neoclásico y destaca en el centro la patrona de la localidad, la Virgen del Castillo. También la acompañan en los lugares principales San José y San Cristóbal. A la estructura de cabecera se le suman dos capillas anexas que quedan a cada uno de los lados. Una de las capillas está tapiada de manera que deja un espacio reservado a la sacristía.
     La entrada de la iglesia está preservada por un soportal de ladrillo rústico formado por una concatenación de arcos de medio punto, a excepción del central que es apuntado, como también lo es la puerta de entrada a la parroquia.
     En el extremo opuesto al altar, es decir en el fondo del edificio, encontramos el coro de madera original del siglo XVIII. Debajo de él, en la planta baja de la iglesia se encuentra la pila bautismal.
     Respecto al exterior del edificio, cabe mencionar las remodelaciones de los últimos años. El precioso y antiguo empedrado del suelo del recinto ha sido sustituido por un suelo de piedra más cómodo para los fieles. También la obra realizada para cubrir una réplica a tamaño mediano de la virgen de Guadalupe, que queda refugiada entre dos muros del exterior de la iglesia. La protege un soportal de cristal y queda iluminada por unos focos que se encienden al atardecer. Al llegar al final del patio encontramos, alojado a la derecha, el antiguo cementerio local.
     Por último, señalar las vistas desde el patio a dos alturas, la de la planta de la iglesia y la de un patio inferior, que permiten vislumbrar Herrera del Duque y la Sierra de los Golondrinos entre otros en el suroeste. Si se mira hacia el norte queda Alía y una impresionante panorámica de Las Villuercas.

Ermita de San Matías.-
     La población de Castilblanco cuenta con parajes encomiables. Uno de ellos, el más importante, es el de San Matías. Presidido por una bonita ermita de ladrillo blanco, supone un lugar de descanso y recreo para los vecinos de la localidad.
     Este asentamiento es tan o más antiguo que la población, pues se cree que la gente que iba de paso, entre ellos pastores, lo utilizaban como descansadero natural.
     A partir del Concejo de la Mesta que reunió a Alfonso X el Sabio y a los pastores, San Matías se convertiría en un lugar de parada obligatoria para las reses en su búsqueda de pastos de temporada.
     Sobre la ermita, se cree que fue remodelada en el siglo XVI. En un primer momento, recogió el culto a San Cristóbal, el patrón al que se encomiendan los viajantes. Actualmente, esta ermita está dedicada en exclusiva a San Matías, un santo que siempre ha estado muy relacionado con la curación de los enfermos.
     Del exterior del templo destacamos la entrada situada hacia el oeste, en especial la puerta rematada en ladrillo, con un bonito arco de medio punto. Hacia el norte y el este se sitúa una cubierta que sirve como refugio ante la lluvia y un banco de piedra.
     En la festividad de Los Ranchos, la ermita adquiere una decoración muy vistosa con los mantones de manila y otros materiales adornando los techos y las ramas rancheras sobre el suelo que perfuman la sala. Antiguamente las ramas rancheras eran fundamentales para camuflar los malos olores.
     En cuanto a su aspecto interior, destacar que se trata de una única nave con dos bancadas. La estructura cuenta con un refuerzo de madera en los techos que le confieren un aire sencillo y rústico. Cuatro grandes arcos de medio punto sujetan la techumbre a madera vista. El ábside es la parte mas elaborada, con una estilizada bóveda de luneta que le confiere una robustez mayor. 
     Sin duda, la celebración que se da con motivo de la festividad de San Matías, es una de las joyas de la corona de esta localidad. Y desde hace muchas décadas tienen esa motivación de reunir a las familias y los amigos. Muchos pasaban las noches en los chiringuitos, que se mantienen, aunque ahora hay más variedad. Los de antes solían ser de madera, y ahora son más habituales las carpas de plástico más sencillas de montar.
     También hay quienes tienen en su pedazo de tierra un chiringuito permanente de chapa y quienes han aprovechado para hacerse una casita en estos terrenos y disfrutan de esta festividad en la mayor de las comodidades.
     Feligreses y cofrades cargando al santo. Se dice que es una manera tradicional de invocar las lluvias.
Durante su romería principal, celebrada unos días antes para poder usar el puente del día del trabajador y la festividad de la Comunidad de Madrid, San Matías es escenario de alegría de los que están y de los que vuelven, de las hogueras para las barbacoas y paelleras, de las redomas y subastas de dulces en honor al santo y de las discotecas móviles, las carrozas, los puestos de helados y los coches de choque y demás atracciones.
     La zona ha sido habilitada y, además de contar con fuentes, servicios, comederos y lugares para la barbacoa, cuenta con unas construcciones que sirven de entrada al recinto. Unos arcos de media punta que señalizan el recinto y le dotan de valor. Además en las inmediaciones de San Matías, encontramos el Albergue Juvenil San Matías y una pista de pádel que se alquila por horas (Ayuntamiento de Castilblanco).

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