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lunes, 19 de agosto de 2024

Los principales monumentos (Iglesia de Nuestra Señora del Reposo, Ermita de San Benito, Ermita de San Sebastián, Ayuntamiento, y Necrópolis de las Aguilillas) de la localidad de Campillos, en la provincia de Málaga

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Málaga, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de Nuestra Señora del Reposo, Ermita de San Benito, Ermita de San Sebastián, Ayuntamiento, y Necrópolis de las Aguilillas) de la localidad de Campillos, en la provincia de Málaga.
Datos geográficos
     Comarca de Guadalteba
     Superficie: 188 km2
     Altitud: 540 m
     Latitud: 37º 03'  -  Longitud: -4º 51'
     Distancia a Málaga capital: 74'1 km
Datos demográficos
     Población: 8.435
     Gentilicio: Campilleros
Ayuntamiento
     avda. Santa María del Reposo, s/n, 29320
     952722168 - 952723105     www.campillos.es
     Campillos es uno de los ocho pueblos que se encuentran en la comarca del Guadalteba, perteneciente a la provincia de Málaga, en Andalucía. Con una población de casi 8.600 habitantes, Campillos se convierte en un destino interesante para el turismo interior. Sus calles son una agradable combinación de casas señoriales de hace siglos y edificios más recientes.
     La Reserva Natural de Lagunas de Campillos convierte a Campillos en un lugar perfecto para practicar senderismo o cualquier actividad rodeado de fabulosa naturaleza. Recientemente el municipio ha creado un centro de interpretación sobre estas magníficas lagunas.
     En Campillos no puedes perderte sus monumentos:
     La iglesia de Santa María del Reposo tiene su origen en 1506. El templo sufrió importantes modificaciones a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Su fachada es barroca y su interior se organiza en tres naves con bellas capillas. Destaca el altar mayor y una valiosa talla del siglo XVII: Nuestra Señora del Reposo.
     En Campillos, el turista puede disfrutar de la visita de cuatro ermitas históricas: la ermita de San Benito tiene ese nombre en honor al patrón de Campillos y fue realizada entre 1578 y 1596. La ermita de Santa Ana fue construida también en esos años y la de San Sebastián unos años después. La ermita de Nuestra Señora de Belén es también parada obligada para los visitantes.
     También podemos encontrar en Campillos yacimientos arqueológicos, especialmente en el Parque del Guadalteba, donde se encuentran las ruinas de una aldea romana. Otros puntos arqueológicos de interés son los de Capacete, el Cortijo de la Cuesta, Castillones y el complejo Camorra-Peñarrubia.
     La Necrópolis de las Aguilillas es otro de los enclaves que resaltan en Campillos. Se trata de un cementerio de unos 4.000 años de antigüedad excavado dentro de una roca (Diputación Provincial de Málaga).
      Situado en la rica llanura cerealista, olivarera y ganadera del norte de la provincia, hay vestigios de asentamientos en el municipio desde el Neolítico, incluyendo posteriormente restos fenicios e iberos. Pero destacan sobre todo los romanos, en importantes yacimientos como el de Castillón de Gobantes, el poblado del Cerro de los Castillones, la villa y termas de Capacete o la necrópolis de Cortijo La Cuesta. 
     En 1492 se inicia el primer núcleo, mediante la repoblación por medio de vecinos de Osuna y, posteriormente, de Teba y Antequera. El crecimiento poblacional llevó a finales del XVI a una ampliación del pueblo por medio de un trazado ortogonal. Dependiente administrativamente del vecino Teba, pronto lo superó en número de habitantes, hasta que en 1680 Carlos II le concedió el privilegio de villa con plena jurisdicción. Campillos conserva varias interesantes casas del siglo XIX y comienzos del XX (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).  
 
Iglesia de Nuestra Señora del Reposo
     Declarada BIC con categoría de Monumento en 2004, se empezó a construir en 1537, siendo su actual fisonomía resultado de las reformas llevadas a cabo en el siglo XVIII y a principios del XIX, entre 1805 y 1821. Prácticamente se reedificó a partir de 1712 por el maestro sevi­llano José Tirado, y en 1770 se amplió. Posee tres naves, separadas por pilares jónicos, y cinco capillas laterales en la nave del Evangelio. La nave central, más alta y ancha que las otras, se cubre con bóveda de medio cañón con lunetos y arcos fajones; las laterales con bóvedas de arista y el crucero con bóveda de media naranja. La cabecera es plana, y a los pies se dispone una tribuna. La grandiosidad académica del interior, fruto de la reforma decimonónica, contrasta con el barroquismo de las capillas. La principal de éstas es la de Jesús Nazareno, situada a los pies: se cubre con bóveda elíptica mixtilínea de ornamentación rococó y linterna, y posee medallones con relieves policromados sobre temas de la Pasión. También es destacable la adyacente, con dos espacios sucesivos abovedados situados en «L,» con sendos camarines, el de los Dolo­res muy amplio, con yeserías de follaje y veneras. La capilla del Sagrario posee una bóveda mixtilínea. En la reforma de 1770 realizó el sevillano Antonio Matías de Figueroa la magnífica portada barroca de los pies, una de las mejores de la provincia. Entre dos columnas adosadas toscanas, cuyo fuste presenta decoración geométrica in­cisa, sobre plintos bulbosos, se sitúa la puerta, enmarcada por una moldura doble, que en su parte su­perior envuelve con formas mixtilíneas una hornacina avenerada con una figura de la Virgen con el Niño. El ático es un movido peinetón con el escudo de San Pedro en el centro, flanqueado por dos óculos mixtilíneos, todo ello rematado por un frontón de fuertes recortes. Cuenta con otra portada en el lado de la Epístola, más sencilla, con dintel entre columnas toscanas sobre plintos y el em­blema del Ave María sobre el entablamento. En la cabecera se sitúa la torre campanario, en la línea de las hispalenses, que posee varios cuerpos, presentando el superior pilastras de ladrillo, coronándose con un chapitel de te­jas vidriadas.
     En el altar mayor se ubica un retablo neobarroco clasicista de los años 1990. En él se sitúa la patrona, la Virgen del Reposo, de escuela granadina del XVII y muy restaurada en los años cuarenta del pasado siglo, con resplandor y corona rococó de plata. Comenzando por la nave del Evangelio, en la capilla del Nazareno se encuentran el titular, de Navas Parejo, de 1937, y la Virgen de las Lágrimas, de Castillo Lastrucci, de 1944. Las dos capillas adyacentes albergan en sus camarines una buena Dolorosa de vestir sevillana de 1957 y un Cristo de la Vera Cruz de Torres Rada de mediados del XX, más una pintura sobre cristal de la Virgen de los Dolores del XIX. En la capilla bautismal, con pila de mármol del XX, la Virgen de Gracia y Esperanza, de Manuel Domínguez, de 1972. En la capilla contigua, de San José, la imagen titular con el Niño, es una monumental figura policromada de Castillo Lastrucci, de ha­cia 1940. La capilla de la cabecera cuenta con una urna con el magnífico grupo escultórico dieciochesco de la Huida a Egipto, del antequerano Miguel Már­quez García, además de una copia de la Inmaculada de José de Mora, obra de Navas Parejo. En la nave de la Epístola se sitúan, en un altar a la altura de la cabe­cera, las imágenes del Niño Jesús de Pasión -el «Niño Chiquito», copia del original dieciochesco destruido en la guerra civil-, y la Virgen del Soco­rro, ambas realizadas por el sevillano Rafael Barbero Medina, a mediados del XX; en otro altar un Resucitado del XX, de mayor calidad que la media; un murillesco lienzo de San José de Ángel M. Cortellini, de 1846; en la capilla de los pies, una Virgen de las Angustias de vestir de Navas Parejo, de 1937, y un Cristo Yacente, en madera policromada, de Francisco Palma Burgos de 1947, de gran calidad. En la Sacristía se conservan algunos cuadros devocionales populares (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).  
     La iglesia de Nuestra Señora del Reposo se corresponde con una compleja construcción, cuya configuración actual es fruto de las actuaciones que se han sucedido en la misma a lo largo del tiempo. 
     Se trata de un edificio exento, de planta rectangular con tres naves, capilla mayor, torre, capillas adosadas a la nave del Evangelio y sacristía. 
     Las tres naves se encuentran separadas mediante pilares rectangulares que soportan arcos formeros de medio punto. 
     La nave central, más ancha y alta que las laterales, se cubre con bóveda de medio cañón con lunetos reforzada con arcos fajones. Adosadas a los pilares, se levantan pilastras de orden jónico sobre las cuales se establece un entablamento denticulado que recorre horizontalmente los muros perimetrales de la nave y presbiterio. 
     Las naves laterales se cubren con bóvedas de arista, reforzadas con arcos fajones doblados. En los muros y pilares laterales se adosan pilastras jónicas sobre las cuales se dispone un entablamento denticulado. 
     El presbiterio se compone de dos espacios rectangulares, a diferente altura, comunicados a través de una amplia escalinata. El primer espacio se encuentra a nivel más alto que las tres naves, a las que tiene acceso. Está cubierto de cúpula segmentada en ocho nervios, sustentada sobre un anillo denticulado que a su vez es soportado por ocho placas a modo de pilastras. En el exterior, esta cúpula sobresale en altura de las cubiertas de las tres naves. 
     El segundo espacio o cabecera está cubierta con bóveda de medio cañón y lunetos. Se encuentra a nivel más alto que el anterior y está circundado por un zócalo de mármol rojo. A la nave del Evangelio se adosan una serie de capillas construidas en distintas épocas. Motivado por dichas edificaciones, junto con la sacristía, el inmueble presenta un conjunto de cuerpos cuyos volúmenes destacan y configuran la fachada. 
     En la cabecera de la nave del Evangelio se ubica la capilla de la Inmaculada. Tiene planta rectangular cubierta con bóveda semiesférica, sobre pechinas, compuesta de ocho pilastras que parten de una macolla central y apoyan en un anillo interior, que a su vez descansa sobre otro exterior denticulado. Dos de las pechinas muestran escudos nobiliarios, y las cuatro, exuberante decoración vegetal. 
     La sacristía se abre en el sexto tramo de la nave del Evangelio. Es de planta cuadrangular y está cubierta con bóveda de arista flanqueada por arcos fajones apoyados en placas recortadas. Desde la sacristía se accede a la antesacristía, recinto de planta rectangular cubierto con bóveda de arista, entre arcos fajones que descansan en roleos. Esta estancia también tiene acceso desde el exterior. En el tramo quinto de la nave del Evangelio, se abre la capilla de San José, denominada también antigua capilla de los Gordillos, actualmente dedicada a Jesús Nazareno «el viejo». Sigue, a la izquierda, la capilla del Sagrado Corazón de Jesús, de planta rectangular y cubierta abovedada, con pequeña cúpula superior, compuesta de pilastras de capiteles compuestos y fustes decorados con motivos vegetales que des- cansan en un anillo central mixtilíneo, del que surgen ocho angelillos. El conjunto descansa sobre pechinas decoradas con medallones y motivos vegetales carnosos. La antigua capilla Bautismal se abre en el tramo tercero de la nave del Evangelio, tiene planta rectangular y está cubierta con bóveda baída. Data su construcción de 1656, siendo la más antigua de estas construcciones. A su izquierda se ubica una doble capilla dedicada al Cristo de la Veracruz y a la Virgen de los Dolores. Se accede desde la nave a la primera capilla, cubierta con bóveda elíptica sobre pechinas, decorada con pinturas en forma de medallones, y en el muro frontal se abre el camarín, de planta trilobulada que alberga en su interior la imagen del Cristo de la Veracruz. En el muro perimetral izquierdo de la misma capilla se abre la capilla de la Virgen de los Dolores, de planta rectangular y cubierta abovedada sobre pechinas. En ella se ubica el camarín de la imagen titular, compuesto de planta octogonal, cubierta con bóveda segmentada por ocho molduras, a modo de pilastras, dispuestas radialmente entre hornacinas aveneradas. El conjunto descansa sobre un anillo compuesto de yeserías de perfiles mixtilíneos, que apoya en fuertes pilastras. A los pies de la nave del Evangelio se abre la capilla de Jesús Nazareno; su planta rectangular se cubre con bóveda oval, de perfil cuadrilobulado, sobre pechinas. En la zona superior se abre la linterna compuesta de ventanas coronadas con veneras. El conjunto presenta una profusa decoración pictórica con temas de la Pasión, tanto en la bóveda como en medallones dispuestos en los muros, así como de arcos mixtilíneos, que enmarcan los muros laterales. 
     A los pies de la nave de la Epístola se encuentra la capilla de Nuestra Señora de las Angustias y en la cabecera de la misma nave se ubica la torre. 
     La portada de la fachada de los pies del templo es el elemento más barroco del edificio, y en ella destaca el mármol bruñido y veteado sobre los sillares de piedra que cubre el paramento de la fachada. Se estructura a modo de portada retablo. Presenta un vano adintelado delimitado con una moldura sinuosa que en su clave soporta la escultura de la Virgen con el Niño, en el interior de una hornacina cubierta con bóveda avenerada. El conjunto se encuentra enmarcado por un sólido baquetón cóncavo-convexo, y flanqueado por columnas adosadas, de fustes semicirculares acanalados, en su tercio inferior y con decoración geométrica en el resto, que apoyan sobre basas conformadas por sendos pedestales bulbosos. Los capiteles de formas acanaladas soportan un entablamento, coronado con volutas y pináculos, que continúa sobre la zona central de la composición, a modo de un arco rebajado y mixtilíneo, desarrollándose entre éste y el mencionado baquetón una decoración de pináculos, rosetas y casetones. La zona central del entablamento se corona con una placa recortada de forma sinuosa, en cuyo interior alberga el escudo pontificio, flanqueada en los lados por sendas volutas y pináculos, y rematada en el centro por una placa central con penacho y pináculo. A ambos lados de esta composición se abre un vano de forma cuadrifolio. Todo el conjunto se encuentra coronado por una cornisa volada de traza cóncavo-convexa, con óculo ciego central y sendos pináculos en los extremos. En el muro perimetral que cierra la nave de la Epístola se abre la segunda portada que da acceso al interior del templo. Su fábrica responde a los postulados del estilo neoclásico. Consta de un vano adintelado, con ménsula en la clave, flanqueado por columnas dóricas sobre altos pedestales rectangulares, y entablamento superior. El conjunto está rematado con pináculos en los extremos de los que arrancan sinuosas volutas que flanquean un emblema mariano. La torre se estructura con un alzado de cuatro cuerpos. Están realizados, los tres primeros, con sillares en los que se abren pequeños vanos rectangulares que dan luz al interior. El cuarto está construido en ladrillo y presenta el paramento enfoscado y pintado de color ocre, en cada uno de sus frentes se abren vanos de medio punto que albergan campanas, disponiéndose en la zona inferior de los mismos un reloj. Estos vanos se encuentran flanqueados con dobles pilastras, de ladrillo visto, que soportan una cornisa volada, coronada con balaustres, y pilares compuestos de pináculos en los laterales, decorados con motivos de cerámica vidriada en color azul cobalto. Remata el conjunto un chapitel de planta octogonal cubierto de tejas vidriadas azules y blancas
     La construcción de la iglesia data 1536, pero su configuración actual responde a una serie de restauraciones y reformas sucesivas de los siglos XVIII y XIX.
     La restauración efectuada en el primer cuarto del siglo XVIII, afectó al chapitel, el cuerpo de campanas, la capilla mayor y la nave del Evangelio.
     Posteriormente, en 1770, se realizaron obras de reforma que, adaptándose a la estructura primitiva, organizaron una iglesia de tres naves sobre pilares cuadrados con pilastras, cubierta con bóveda de medio cañón y de media naranja en el presbiterio.
     Ya en el siglo XIX, continúan las reformas, no debiendo cambiar mucho la estructura exterior (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Es el monumento más importante de Campillos. Fue levantada a principios del siglo dieciséis (1506), aunque fue altamente restaurada en los siglos dieciocho y diecinueve (la más importante remodelación se hizo entre 1805 y 1821). En consecuencia, confluyen distintos estilos arquitectónicos aunque con un predominio destacado del neoclásico y del barroco sevillano.
     La iglesia es de orden dórico con dos portadas de piedra, la principal barroca y la otra dórica, que están consideradas como unas de las más espectaculares de la comarca. La principal es obra de Antonio Matías de Figueroa y está configurada a modo de retablo, con un vano adintelado que, en su clave, alberga la escultura de la Virgen con el Niño, contando con pilastras de fustes semicirculares, entablamento con volutas, mármol bruñido y veteado sobre sillares de piedra y una cornisa volada con pináculos en los extremos.
     El edifico es de planta rectangular con tres naves, capilla mayor, torre-campanario (del siglo diecisiete), sacristía y capillas adosadas a la nave del Evangelio. La nave central, delimitada por pilares de medio punto, está cubierta con bóveda de medio cañón mientras que las otras dos tienen bóvedas de arista. Adosadas a los pilares se levantan pilastras de orden jónico sobre las que se dispone un entablamiento denticulado que recorre horizontalmente los muros de las naves y el presbiterio.
     El altar mayor es un tabernáculo de madera de pino con ocho columnas jónicas a imitación de mármoles y jaspes, que preside una imagen de Nuestra Señora del Reposo en madera tallada de la escuela granadina del siglo diecisiete.
     En septiembre de 2004 la Junta de Andalucía la ha declarado como Bien de Interés Cultural estableciendo una protección en el entorno del monumento que abarca espacios públicos y privados de las calles de San Sebastián, Benito Luna, Real, Santa Ana y Donantes de Sangre, así como de las plazas de España y Gallego Cuéllar (Diputación Provincial de Málaga).

Ermita de San Benito

     En honor del patrón de Campillos, se edificó entre 1578 y 1596, año de su bendición, siendo reformada su estructura en el siglo XVIII, y en el XIX se le añadió el pórtico. Consta de una nave muy alargada con bóveda de medio cañón con lunetos y fajones muy  próximos, con placas recortadas bajo el entablamento. El arco triunfal trilobulado da paso a un presbiterio semipoligonal con bóveda de gajos, en la línea de los alarifes antequeranos Cristóbal García y Alejandro Vegas. El exterior, encalado, es muy sencillo. La fachada­ pórtico principal se remata con un óculo. Más llamativa es la fachada lateral, con hiladas horizontales de ladrillo, portada de arco escarzano y espadaña en cabecera. 
     El altar mayor tiene un retablo neoclásico policromado, realiza­do a partir de un ta­bernáculo de madera de pino, con ocho columnas jónicas que se hallaba en la parroquia, una copia que Navas Parejo hizo en 1939 del destruido durante la guerra civil. En el retablo se sitúa una buena imagen de San Benito, de hacia 1940. También hay óleos devocionales del XVIII: San Francisco de Borja, San José con el Niño y dos Nazarenos.
     Delante de la ermita se encuentra una cruz de humilladero de piedra (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).  
     La ermita se encuentra situada en una elevación de terreno y destaca visualmente desde el acceso a la carretera de Sierra de Yeguas. Las inmediaciones de la misma han sido urbanizadas en la parte visible desde el pueblo.
     Tiene una sola nave alargada que se cubre con bóveda de cañón con lunetos y fajones que descansan en placas muy alargadas.
     El arco triunfal es trilobulado y se abre a un presbiterio semipoligonal cubierto con bóveda de gajos de compleja estructura, muy en el estilo de Cristóbal García y Alejandro Vegas, alarifes de Antequera.
     En su exterior, destaca su compacto volumen encima de un cerro, actuando la espadaña -de silueta sevillana- y el porche -añadido en el primer cuarto del siglo XIX- como elementos singularizadores.
     La fachada exterior del inmueble cuenta con una puerta lateral, tres ventanas a cada lado de la nave, y pequeños ventanucos de ventilación de la cámara.
     Los muros de carga y dos contrafuertes refuerzan la cabecera de la ermita. Los suelos de la misma son de ladrillo rojo.
     Construida en 1578, sería posteriormente reedificada a mediados del siglo XVIII, aún en 1814 se le añadió el porche exterior (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     La ermita de San Benito está dedicada al patrono del pueblo, San Benito Abad, que fue proclamado con dicho cargo en 1629, debido a la gran devoción que se le tenía en Campillos, siendo los segundos patronos San Quirino y San Plácido. La ermita comenzó a construirse en 1578, y apenas 20 años más tarde, ya habían concluido los trabajos, siendo bendecida en 1596. El templo fue reedificado a mediados del siglo dieciocho, en 1756, y el porche exterior se le añadió en 1814.
     En los archivos municipales del Ayuntamiento de Campillos se guarda el texto original de la reunión del Cabildo registrado por Don Pedro de Guzmán y donde se recogen las palabras del Doctor Vallejo de Acuña en la firma de esta proclamación (Diputación Provincial de Málaga).

Ermita de San Sebastián

     Finalizada en 1631, fue costeada por el gremio de ganaderos. Sin embargo, ha sido totalmente alterada por una desafortunada restauración de principios del siglo XXI, que la hace parecer una iglesia moderna. De una nave, la sencilla facha­ da principal posee cadenas a los lados y cuenta con una espadaña en esquina (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).  

Ayuntamiento
     Ocupa el antiguo edificio de los Grupos Escolares, una interesante y atractiva obra regionalista de la década de 1920. 
     En clave neomudéjar, combina ladrillo y enlucido, y posee pórticos con pilares, balcones volados y aleros salientes (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).  

Necrópolis de las Aguilillas

     Necrópolis que se encuentra en el valle del río Turón, sobre un promontorio de arenisca. Fue descubierta en 1991 y excavada en 1994 por un equipo dirigido por José Ramos Muñoz. 
     Se documentaron 7 estructuras funerarias labradas parcial o totalmente en la roca. Las tumbas se distribuyen por la ladera del cerro excepto una que esta en la cima, las cinco primeras están excavadas en la roca y en la última se experimenta una técnica mixta de construcción que combina la excavación en la roca y el empleo de losas de piedra y pequeñas lajas de mampostería para la cubierta. En la mayoría se muestra una planta con corredor que no debía estar cubierto que da paso a una cámara principal que suele ser circular u oval y con una altura no superior a los dos metros (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Yacimiento de carácter funerario situado en la confluencia de los ríos Guadalteba, Guadalhorce y Turón, datado en la transición del III al II milenio, integrado por siete estructuras excavadas en arenisca, con plantas de corredor que dan acceso a la cámara principal.
     Mes recomendado para visitarlo: Mayo.
      En la mitad sur de la península Ibérica, conviviendo durante un lapso de tiempo con el megalitismo, encontramos las necrópolis de cuevas artificiales. Son construcciones excavadas en el sustrato rocoso del terreno que generalmente poseen plantas similares a los sepulcros megalíticos, con un corredor y una cámara, así como puertas delimitadoras de los espacios interiores.
      Morfológicamente, las construcciones megalíticas evocan el vientre materno, al cual los difuntos vuelven tras ser depositados en ellas. Magnífico ejemplo es la Necrópolis de las Aguilillas, situada entre los valles del Guadalteba y el Turón, en un promontorio de areniscas del Mioceno que se eleva sobre el entorno a unos 500 metros sobre el nivel del mar.
     Existe un sendero circular para visitar las siete tumbas de la Necrópolis; el circuito, de unos dos kilómetros, es de dificultad media-baja.
Coordenadas
     Aparcamiento 1: 339313 / 4089639
     Aparcamiento 2 y acceso al yacimiento: 337901 / 4090498
Más información
     Yacimiento de carácter funerario situado en la confluencia de los ríos Guadalteba, Guadalhorce y Turón, datado en la transición del III al II milenio, integrado por siete estructuras excavadas en arenisca, con plantas de corredor que dan acceso a la cámara principal.
     En la mitad sur de la península Ibérica, conviviendo durante un lapso de tiempo con el megalitismo, encontramos las necrópolis de cuevas artificiales. Son construcciones excavadas en el sustrato rocoso del terreno que generalmente poseen plantas similares a los sepulcros megalíticos, con un corredor y una cámara, así como puertas delimitadoras de los espacios interiores.
     Morfológicamente, las construcciones megalíticas evocan el vientre materno, al cual los difuntos vuelven tras ser depositados en ellas.
     En la mitad sur de la península Ibérica, conviviendo durante un lapso de tiempo con el megalitismo encontramos las necrópolis de cuevas artificiales. Estas son construcciones excavadas en el sustrato rocoso del terreno, generalmente poseen plantas similares a los sepulcros megalíticos, con un corredor y una cámara, así como de puertas delimitadoras de los espacios interiores.
     Morfológicamente las construcciones megalíticas nos retrotraen a símbolos relacionados con el vientre materno, al cual los difuntos vuelven tras ser depositados. Magnifico ejemplo es la Necrópolis de las Aguilillas, encuadrada cronológicamente entre el Calcolítico Final y el Bronce Inicial (2.100 al 1.900 a.C.), situada entre los valles del Guadalteba y Turón, en un promontorio de areniscas del Mioceno que se levanta unos 500 metros sobre el nivel del mar.
     Encontraremos un sendero de trazado circular para visitar las 7 tumbas; el circuito es de unos 2 kms. y que la dificultad es media – baja. Podemos aparcar el coche en el pequeño parking que hay justo antes de llegar al embalse del Guadalteba viniendo desde Ardales y desde ahí subir andando hasta el yacimiento.
     La necrópolis de las Aguilillas se une a las ruinas de Bobastro y la Cueva de Ardales, dos ejemplos más de la arquitectura troglodítica de la comarca del Guadalteba, que ocupa un lugar importante en el universo troglodítico de la provincia. Son cincuenta enterramientos colectivos en los que se han hallado ajuares compuestos de vasos de cerámica, collares y adornos personales, amuletos y las que se dicen son las primeras herramientas de metal de la comarca, como un buen grupo de puntas de lanza de cobre.  Parece ser que esta necrópolis estuvo asociada al poblado de El Castillón, que se encuentra a unos quinientos metros al otro lado del rio Guadalteba.
Actuaciones realizadas
     Necrópolis prehistórica ubicada entre los términos de Ardáles y Campillos, que podemos datar entre el tercer y segundo milenios antes de Cristo, construidas en cuevas artificiales de la Península Ibérica. Por sus formas arquitectónicas, por los restos humanos y por los ajuares arqueológicos son de las mejor estudiadas y de las que han ofrecido más información sobre la vida y la muerte de los primeros habitantes del Guadalteba.
     Situado entre los Valles del Guadalteba y Turón, en un promontorio de areniscas del Mioceno que se levanta unos 500 metros sobre el nivel del mar, se encuentra la necrópolis prehistórica de la Aguilillas. Este enclave se descubrió a finales de los años ochenta y fue estudiada en 1991. Se trata de siete estructuras funerarias excavadas en la roca que han conservado las cámaras funerarias y numerosos nichos alrededor. Algunas de ellas conservan los corredores de acceso. Durante los trabajos de investigación se han estudiado más de 2000 piezas arquitectónicas y una cincuentena de personas de ambos sexos y todas las edades, que fueron enterradas en estas sepulturas entre los años 2100 y 1900 antes de nuestra era, en un periodo de tránsito entre la Edad de Cobre y la de Bronce. Los enterramientos fueron siempre en segunda deposición (sólo los huesos) y con ellos se depositaron ajuares consistentes en vajillas de cerámica, cuchillos de silex y adornos personales (collares). Asimismo se han descubierto una serie de objetos metálicos como puntas de palmelas y punzones, junto a unos ídolos femeninos en piedra.
      Con esta actuación del Plan de Dinamización Turística del Entorno de los Embalses Guadalhorce-Guadalteba se ha puesto en valor un recurso cultural y patrimonial que se encuentra en la zona de los Embalses.
      Las actuaciones que se han ejecutado han supuesto una inversión de 79.112 €, inversión que ha finalizado en julio de 2009, y que se ha dividido en dos grandes bloques:
     - el acondicionamiento de la zona
     - la señalética de toda la zona.
Todo ello se ha materializado en:
     • Señalización de acceso a las Aguilillas.
     • Mejora de los dos caminos de acceso
     • Parking: Adecuación, adaptación y señalización del parking. Era necesario para que exista un punto de encuentro e inicio de las actividades culturales y se evite que los vehículos circulen libremente por la zona protegida. Está situado junto a una antigua cantera de areniscas que se ha habilitado y señalizado para estos fines.
     • Asientos para la introducción informativa y de interpretación histórica: El inicio del sendero depara un camino de leves pendientes ascendentes y descendentes, discurriendo entre un bosquete de pinos. El primer tramo en pendiente nos sitúa en un claro del bosque y a una cota más alta que nos permite abordar la ruta sin grandes desniveles. Es en este punto donde se realiza la introducción informativa con la debida construcción de bancos semicirculares, a modo de pequeño anfiteatro, para la introducción espacial e histórica que reciben los visitantes apoyadas con el material que el técnico de patrimonio especifique.
     • Panel de situación del espacio: Situado en el área de la introducción informativa. El panel describe el territorio en el que nos encontramos, el interés geológico y geográfico, concretamente, la confluencia de los valles y el Desfiladero de los Gaitanes, el sentido de las comunicaciones naturales y la importancia estratégica de la región para los seres humanos.
     • Panel de situación en el tiempo: Situado en el área de la introducción informativa. El panel nos informa sobre las ocupaciones humanas del enclave, incidiendo en la presencia de tribus, asentadas en este territorio desde el Neolítico, que fueron el origen, ya durante el tercer milenio antes de nuestra era, de la fundación de la necrópolis de las Aguilillas.
     • Panel de las sociedades prehistóricas: Situado en el área de la introducción informativa. Pone de manifiesto el contexto social de los grupos humanos que construyeron y usaron las tumbas, es decir, sus modos de vida, su economía, sus relaciones sociales y culturales. Asimismo se introducirá al visitante en los distintos modelos de enterramiento que se dan durante ésta época en Andalucía.
      • Recinto Tumbas: Los siete sepulcros prehistóricos se agrupan en cuatro sectores situados en distintos puntos del Cerro de las Aguilillas: el primer sector conserva tres estructuras; el segundo, una; el tercero, una y, por último, el cuarto, dos.
     Cada uno de los sectores dispone de dos paneles, uno que trata de los aspectos arquitectónicos y otro presenta los datos obtenidos durante el proceso de excavación sobre sus enterramientos y prácticas funerarias.
     Los elementos interpretativos se sitúan de forma que refuerzan el conocimiento sin obstaculizar la visión y la contemplación general de las tumbas.
      En el sector I y IV, se realizan, además, sendos paneles: en el primero dedicado al arte rupestre esquemático y el segundo a los rituales de los enterramientos femeninos.
      Síntesis de la intervención en el entorno de las tumbas del Cerro de las Aguilillas:
Sector I
     1. Aspectos arquitectónicos de las tumbas 1, 2 y 3.
     2. Datos sobre los enterramientos.
     3. Arte esquemático en el entorno de los embalses del Guadalhorce.
Sector II
     1. Aspectos arquitectónicos de la tumba 4.
     2. Datos sobre los enterramientos.
Sector III
     1. Aspectos arquitectónicos de la tumba 5.
     2. Datos sobre los enterramientos y contextualización.
Sector IV
     1. Aspectos arquitectónicos de las tumbas 6 y 7.
     2. Datos sobre los enterramientos.
     3. Rituales de las inhumaciones y aspectos antropológicos.
     Además, hay que añadir, como actuación complementaria, la información sobre los restos de trincheras y emplazamientos de baterías que se han conservado del frente republicano (julio 1936-febrero 1937). Durante la Guerra Civil, en el cerro de las Aguilillas se emplazó una compañía defensiva del avance de las tropas nacionales, que ya habían tomado Peñarrubia, hostigando, desde esta población, la presa, el pantano y el pueblo de Ardales, fundamentalmente. En la misma necrópolis prehistórica y en sus inmediaciones se detectan, todavía, los restos de sus trincheras y algunas construcciones vinculadas con las actividades bélicas (Diputación Provincial de Málaga).

     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Málaga, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de Nuestra Señora del Reposo, Ermita de San Benito, Ermita de San Sebastián, Ayuntamiento, y Necrópolis de las Aguilillas) de la localidad de Campillos, en la provincia de Málaga. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia malagueña.

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