El monumento a Manolo Vázquez, de Luis Álvarez Duarte, en el paseo de Cristóbal Colón

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte el Monumento a Manolo Vázquez, de Luis Álvarez Duarte, en el paseo de Cristóbal Colón, de Sevilla.
     Hoy, 21 de agosto, es el aniversario del nacimiento (21 de agosto de 1930) de Manolo Vázquez, así que hoy es el mejor día para ExplicArte el Monumento a Manolo Vázquez, de Luis Álvarez Duarte, en el paseo de Cristóbal Colón, de Sevilla.
     El monumento a Manolo Vázquez se encuentra en el paseo de Cristóbal Colón, s/n, frente a la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería; en el Barrio del Arenal, del Distrito Casco Antiguo.
     Está mirando a la Maestranza, como citando para un natural en su toreo de frente, ese toreo clásico y añejo con el que deslumbró desde sus primeros tiempos y que en la corrida de su reaparición, en la plaza Sevilla, en el Corpus de 1981, volvió a plasmar para que los veteranos aficionados volvieran a paladearlo y las nuevas generaciones degustaran su personal arte para luego sacarlo a hombros por la Puerta del Príncipe. En el basamento de la escultura figuran unos versos de José Bergamín dedicados al diestro sevillano después aquel éxito el 18 de junio del 81: "...Y cante y canto y encanto/ o embeleso de brujería,/ de mágico señorío torero,/ es Manolo Vázquez...". (Luis Nieto, Diario de Sevilla, 12-VI-2009).
     Sobre un pedestal en forma de paralelepípedo de mármol dorado y en cuyo frente hallamos una placa con una inscripción, se ubica la imagen del matador.

     El torero, realizado en bronce, es representado de una forma muy naturalista y simple, evocando la forma de torear del diestro, en un lance taurino en el que cita con la muleta abajo para que humille el toro, mientras que su mano derecha la apoya en la cadera, ayudando a forzar la figura junto con la pierna derecha que se adelanta. Toda la escultura se enfrenta a la plaza de toros de la Maestranza, inaugurado el 11 de junio de 2009 (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Conozcamos mejor la Biografía de Manolo Vázquez, personaje representado en la obra reseñada;

     Manuel Vázquez Garcés, Manolo Vázquez. (Sevilla, 21 de agosto de 1930 – 14 de agosto de 2005). Torero.

     Hijo de Concepción Garcés y del novillero José Vázquez Roldán y hermano de los matadores de toros Pepe Luis y Rafael Vázquez, los tres vinieron al mundo en el barrio de San Bernardo de Sevilla.

     Lidió y mató su primer becerro 8 de septiembre de 1945 en Carmona (Sevilla), alternando con su hermano Rafael. El 19 de octubre de 1946 toreó en un festival en Chinchón (Madrid), que organizaba Marcial Lalanda, torero retirado y, en ese momento, apoderado de su hermano Pepe Luis. Vistió por primera vez el traje de luces el 13 de junio de 1947 en Cabezalavaca (Badajoz), en compañía de Joaquín Delgado.

     Tras torear otras novilladas sin picadores en pueblos cercanos a Madrid, el 23 de octubre de ese mismo año volvió a actuar en Chinchón. Según una inédita y excelente estadística que publica Andrés Amorós, al finalizar el año 1947 había toreado ya catorce novillos y cortado catorce orejas y seis rabos.

     Debutó con picadores en Ciudad Real, el 11 de julio de 1948. El propio torero escribió en los días siguientes al festejo en una agenda que fue publicada por Amorós en 2005, sus impresiones sobre aquella novillada: “Debuté con picadores en Ciudad Real, alternando con Pablito Lalanda y el ¿fenómeno? Frasquito, con novillos de Luis Pérez Centurión. Corté las dos orejas al primero y en el segundo di la vuelta al ruedo y me despidieron con una ovación. Pablito estuvo bien a secas y Frasquito, ya te contaré. Mi cuadrilla fue el Trueno y Muñiz (hermano) de picadores y de banderilleros Blanquito (Juan), Villalba y Baqueret.

     "Gané cinco mil pesetas, ni para café". Toreó bastante en 1949, especialmente en Barcelona, donde hizo cinco paseíllos entre el 25 de julio y el 16 de octubre.

     Y lo mismo en 1950, año en que se presentó en Madrid, el 4 de junio, alternando con los hermanos Juan de la Palma y Antonio Ordóñez Araujo. Estuvo muy bien ese día (salió a hombros tras pinchar y cortar sólo una oreja) y obtuvo cuatro trofeos el día 11. Ésa fue la primera vez que en Las Ventas un novillero cortaba cuatro orejas de dos novillos en un solo festejo (y después de él, hasta la temporada del año 2006, año en que se cumplía el 75 Aniversario de la plaza, sólo se lo habían conseguido otros tres novilleros más). Se despidió de la afición de Las Ventas el 20 de septiembre de 1951, dos semanas antes de tomar la alternativa.

     Accedió al doctorado el 6 de octubre de 1951 en Sevilla, de manos de su hermano Pepe Luis —que le cedió el toro Perdulario, de Domingo Ortega—, y en presencia de Antonio Bienvenida. Confirmó la alternativa en Madrid al día siguiente, con el mismo cartel de toreros (el toro de la confirmación, al que cortó una oreja, se llamó Calamar y llevaba el hierro de Bohórquez) y con las secuelas físicas producto del fuerte golpe que el día antes había sufrido en una pierna. El sexto toro le hirió grave cerca del recto. Completaba el cartel el rejoneador Carlos Pérez-Seoane y Cullen, duque de Pinohermoso.

     Manolo Vázquez casó en Sevilla con Remedios Gago de la Cruz, hija de Remedios de la Cruz Guerra y del apoderado de toreros Andrés Gago Suárez, que le dio tres mujeres y un varón. Toreó de manera ininterrumpida hasta 1962, bien colocado en los carteles, pero sin lograr convertirse en figura del toreo. Retirado en 1963 y reaparecido al año siguiente, su trayectoria en ese momento distaba mucho de igualarse a la que había sido en su etapa de novillero. De nuevo abandonó los ruedos en 1968.

     Permaneció retirado trece años, hasta que decidió reaparecer en 1981. A partir de ese momento comenzó a escribirse otra historia, sin duda mucho más gloriosa, en la carrera de Manolo Vázquez. El 19 de abril le dio en la Maestranza la alternativa a su sobrino Pepe Luis Vázquez (hijo de su hermano del mismo nombre) y el 18 de junio siguiente, festividad del Corpus, abrió la Puerta del Príncipe de Sevilla. Filiberto Mira ha recordado aquella corrida de la siguiente manera: “Estimulado Manolo por los muy artísticos quites que hicieron al cuarto toro Curro Romero y Rafael de Paula, se la jugó muy de verdad. En cinco minutos —suficientes— cuajó (tras muy apretadas chicuelinas después de su turno) una faena, tan sevillana como superclásica, que fue exaltación y resumen de cuanto el toreo atesora como representación plástica de belleza, enjundia y gracia”. En 1981, ante la afición de Sevilla (y después ante la de Madrid) se presentó un torero que aunaba a la perfección la sabiduría nacida de la veteranía con el toreo profundo y de clase que siempre le había caracterizado. Para las nuevas generaciones de aficionados, aquel toreo de frente que Manolo Vázquez había realizado en su juventud, y que ahora repetía aún con más temple y parsimonia, se reveló como una maravillosa y clásica novedad.

     Se despidió de Madrid el 17 de septiembre de 1983, y de Sevilla el 12 de octubre siguiente, toreando mano a mano con Antonio Chenel Albadalejo Antoñete, otro veterano ilustre. La última tarde de su vida se saldó con el corte de cuatro orejas y la consiguiente salida por la Puerta del Príncipe.

     En diciembre de 2002, el Consejo de Ministros le concedió la Medalla de Oro de las Bellas Artes (José Luis Ramón Carrión, en Biografías de la Real Academia de la Historia).

Conozcamos mejor la Biografía de Luis Álvarez Duarte, autor de la obra reseñada;
     Luis Álvarez Duarte, (Sevilla, 22 de mayo de 1949 – 13 de septiembre de 2019). Escultor.

     Su primera obra la ejecutó este imaginero sevillano a los diecisiete años. Entre las realizadas para las cofradías de la ciudad se encuentran imágenes como la de Nuestra Señora de Guadalupe, 1967; el Cristo de la Sed, 1970; el misterio del Buen Fin (a excepción del Crucificado) 1972, la Virgen del Patrocinio, 1972; el soldado centurión para el grupo del Señor de la Sentencia, 1978; la Madre de la Divina Gracia, 1987; Jesús Cautivo del Polígono San Pablo, 1992, o el Cristo de las Cinco Llagas, 2002.

     Restauró, asimismo, varias imágenes destacando entre ellas, la que hizo en la Virgen de la Esperanza de Triana en 1989. Esculpió en bronce los monumentos dedicados a fray Serafín Madrid en la Gran Plaza, 1982; Juan M. Rodríguez Ojeda, situado junto al Arco de la Macarena en 2000 y el de Pastora Imperio elevado entre las calles de O’Donnell y de Velázquez en 2006.

     La Real Academia de Bellas Artes de Sevilla le nombró académico en 2006. También la tertulia Azahar le otorgó en 1990 el Azahar de Platino, y la del Museito su Jarrillo de Lata en 1999. El diario El Correo de Andalucía en su 95 aniversario le distinguió en 1994 con su premio. Igualmente, la tertulia La bambalina le concedió el galardón La Bambalina de Plata en 2003 (Juan Carrero Rodríguez, en Biografías de la Real Academia de la Historia).

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