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domingo, 25 de agosto de 2024

Los principales monumentos (Iglesia de San Sebastián, Iglesia del Convento de carmelitas del Santísimo Sacramento, Iglesia del Convento de San Francisco, Castillo de Hins Canit, Torre Alquería, y Puente de Otegícar) de la localidad de Cañete la Real, en la provincia de Málaga

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Málaga, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de San Sebastián, Iglesia del Convento de carmelitas del Santísimo Sacramento, Iglesia del Convento de San Francisco, Castillo de Hins Canit, Torre Alquería, y Puente de Otegícar) de la localidad de Cañete la Real, en la provincia de Málaga.
Datos geográficos
     Comarca de Guadalteba
     Superficie: 165 km2
     Altitud: 742 m
     Latitud: 36º 57'  -  Longitud: -5º 01'
     Distancia a Málaga capital: 85'5 km
Datos demográficos
     Población: 1.598
     Gentilicio: Cañeteros
Ayuntamiento
     Plaza de la Paz, 1, 29340
     952183001 - 952183224     www.canetelareal.es
     Cañete la Real es un municipio de la provincia de Málaga situado en la comarca del Guadalteba. Su ubicación sobre una atalaya montañosa entre la Serranía de Ronda y la Vega de Antequera ha hecho que diversas civilizaciones se hayan asentado en este cruce de caminos.
     Los amantes del turismo activo encontrarán en Cañete la Real un destino formidable. En su entorno podemos trazar estupendas rutas senderistas o pasar una jornada de campo en el área de "Las Espeñas". También es posible avistar aves rapaces en la Sierra del Padrastro, o incluso, para los más osados, practicar la espeleología, la escalada o volar en ala delta.
     En Cañete la Real no puedes perderte sus monumentos: 
     El visitante que se aproxima a Cañete la Real verá alzarse recortando el horizonte una construcción que se mimetiza con las agrestes montañas del entorno: el Castillo Hins Qannit. Esta fortaleza árabe del siglo IX es testimonio de las luchas entre los fieles del andalusí Omar ibn Hafsun y el Emirato de Córdoba. En su majestuosa Torre del Homenaje se encuentra el centro de interpretación "Los Vigías del Territorio".
     Otros vestigios medievales son la Torre de Ortegícar, que defendía una alquería rural, y el puente nazarí, que daba acceso a la misma.
     El patrimonio histórico-artístico de Cañete la Real es digno de conocer. Entre los siglos XV y XVIII se construyeron casas y edificios relevantes como la iglesia de San Sebastián, de 1526 y restaurada en 1797.
     También, como importantes muestras de su arquitectura religiosa, destacan el convento de San Francisco y el convento del Santo Sacramento (Diputación Provincial de Málaga).
      Situado al norte de la provincia, entre la Serranía de Ronda y la comarca del Guadalteba, con una orografía ondulada, el municipio de Cañete la Real cuenta con cultivos de olivares, cereales y girasoles, además de con una importante cabaña ganadera. Sus orígenes se remontan al asentamiento fenicio en el cerro, con el nombre de Sábora (de ebura, cereal). Vespasiano le concedió el título de municipio Saborense por su riqueza agrícola, si bien los habitantes le solicitaron el traslado desde el incómodo cerro al llano, que se efectuó en el 78 d.C., re­cibiendo la nueva población el nombre de Flavia Sabara. La prosperidad continuó durante la época visigoda, otorgándole Witiza el rango de Real.
     Los árabes le dieron su actual denominación, que procede del castillo de Hisn Cannith, construido en el siglo IX y del que quedan restos muy reconstruidos de murallas y torres. También se conservan otras torres defensivas como las de Ortegícar, Priego, del s. XII, Atalayón y Viján. En 1330 la villa fue conquistada por Alfonso XI, si bien pasaría alternativamente de manos cristianas a árabes durante los siglos XIV y XV, hasta que en 1485 fue definitivamente ocupada por los Reyes Católicos.
     Dominado por los restos del castillo, Cañete la Real presenta la típica fisonomía de origen árabe, si bien hay algunas calles rectilíneas de creación cristiana, como la de San Sebastián. En esta calle se conservan varias casas de los siglos XVII al XIX, con considerable entidad arquitectónica. En cuanto a la arquitectura popular, predominan las viviendas de una o dos plantas con amplios corrales traseros. En la plaza principal hay un triunfo de hacia 1800 dedicado a la Virgen de Caño Santos, la patrona (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).  

Iglesia de San Sebastián

     Su primera fábrica data del siglo XV, si bien fue totalmente reconstruida en el XVIII, a partir de 1717, con proyecto del maestro Diego Antonio Díaz, dirigiendo las obras Silvestre Tirado. Su interior tiene tres naves anchas separadas por columnas toscanas con altos entablamentos que sostienen arcos de medio punto. La cubierta de la nave central es bóveda de medio cañón, con arcos fajones, y las de las laterales bóvedas de arista. En el crucero se sitúa una media naranja, y en los brazos, bóvedas vaídas. Un arco triunfal de medio punto da paso a la capilla mayor, de 1793, cuadrada y con bóveda de medio cañón. En la nave del Evangelio se sitúan la capilla bautismal, a los pies, con media naranja, y un camarín, del año 1740, con decoración de hojarasca. En la de la Epístola, hay una capilla con bóveda octogonal sobre trompas.
     Sobresale la portada de piedra situada en la fachada de los pies, de 1740. Se compone de un arco de medio punto, enmarcado por columnas tosca­nas sobre plintos, entablamento quebrado y frontón partido, con decoración de follaje en la rosca del arco, las enjutas y la cartela superior; en el ático se abre una hornacina avenerada entre pilastras toscanas muy ornamentadas, que alberga una escultura de San Sebastián, con frontón enrollado rematado por el escudo de San Pedro, sobre el que se abre un óculo. También posee dos fachadas laterales iguales, con pilastras, arquitrabe con triglifos y metopas y frontón enro­llado rematado por las tres cruces del Calvario. La torre, de ladrillo, reconstruida en 1764 por Ambrosio de Figueroa, se ubica a los pies en el lado de la Epístola y sigue el modelo sevillano: decorada con pilastras, es rectangular en sus dos primeros cuerpos, ochavada en el de campanas y se corona por chapitel piramidal de tejas vidriadas que dibujan motivos geométricos. La fachada principal y la torre han sido restauradas en 2004.
     El retablo del presbiterio, que procede del convento de San Francisco, desde donde fue trasladado tras la guerra civil, es de madera dorada y policromada, con columnas salomónicas; en el camarín hay un San Sebastián, y en la hornacina del ático, que simula un balcón, una escultura del Ecce Homo recompuesta a partir de fragmentos del XVIII. En la nave del Evangelio, a los pies, hay un San Isidro moderno en retablo dorado. La capilla bautismal, con una verja de madera del XVIII con balaustres torneados, cuenta con una excelente pila bautismal gótica de principios del XVI, y con un Cristo de la Buena Muerte del XX. Continuando por esa nave, hay un retablo de madera dorada y policromada con una Virgen de los Remedios de vestir del XVIII. En el camarín lateral se ubica la Virgen de Caño Santos, patrona del pueblo, copia de Navas Parejo de 1939 de la imagen que desapareció en la guerra civil, de la que sólo se conserva una mano. En el testero de la nave hay una Dolorosa del XIX en retablo rococó. En la capilla de la nave de la Epístola se encuentra un interesante Nazareno, de Castillo Lastrucci, de 1938. En el testero, a los pies, hay una pintura al temple de San Cristóbal, del XVIII, muy repintada. El cancel de madera de entrada al templo es del XVIII, con decoración rococó. En la sacristía se guardan los óleos del Cristo de la Humildad y de San Ignacio de Loyola, ambos de finales del XVII y de muy buena factura, aunque muy deteriorados (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).  
     Edificio de fuerte cantería que se levantó a partir de 1.717, según proyecto de Diego Antonio Díaz. Tiene tres amplias naves separadas por columnas toscanas a las que se superponen trozos de entablamento soportando arcos de medio punto. La nave central se cubre con medio cañón separado por arcos fajones y las laterales con bóvedas de arista. El crucero tiene bóveda de media naranja y los brazos del mismo bóvedas vaídas. A través de un gran arco triunfal de medio punto se accede a la capilla mayor, cuadrada y cubierta con medio cañón, que se añadió hacia 1.793.
     En la fachada principal destaca la portada de piedra -fechada en 1.740- y la torre de ladrillo, reconstruida por Ambrosio de Figueroa hacia 1.764. La portada presenta columnas toscanas sobre plintos, entablamento quebrado y frontón triangular partido enmarcando arco de medio punto; el ático lo componen hornacina avenerada entre pilastras toscanas dobles con frontón enrollado. Son muy interesantes, asimismo, las fachadas laterales; éstas son idénticas y se componen de pilastras toscanas, arquitrabe dórico y frontón enrollado con remate de tres cruces alusivas al Calvario.
     La torre, situada a los pies del lado de la Epístola, tiene forma de prisma rectangular en sus dos primeros cuerpos y con el cuerpo de campanas ochavado; se remata en chapitel pirámide de cerámica al modo de la archidiócesis sevillana.
     Cripta en pésimo estado; se han vaciado los nichos y desparramado los restos por el suelo (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     La Iglesia Parroquial de San Sebastián se levanta originariamente en el siglo quince y tras un terremoto tuvo que construirse de nuevo en el siglo dieciocho. De esta época data su portada barroca, enmarcada por contrafuertes, con obra de mampostería y ladrillos y con una esbelta espadaña que la corona; todo ello le confiere un gran interés arquitectónico. Tiene un pequeño claustro adosado a la iglesia. El interior está dividido en tres naves cubiertas con bóvedas de medio cañón. En una de ellas se abre un camarín donde se guarda la imagen de la patrona la Virgen de Cañosantos. En el exterior, tiene especial interés la torre de ladrillo visto y su tejadillo a base de cerámica de dibujos geométricos (Diputación Provincial de Málaga).

Iglesia del Convento de carmelitas del Santísimo Sacramento
     Fue fundado en 1662 por Don Melchor de Rojas y Saavedra, rector de la Universidad de Osuna, reconstruyéndose su interior en 1906. La iglesia es de una sola nave con bóveda de medio cañón con lunetos. La capilla mayor rectangular, tiene bóveda de cuarto de esfera gallonada, decorada con motivos vegetales, y cuyos nervios se apoyan en placas recortadas. A los pies se sitúa el ancho coro de clausura sobre un arco carpanel con decoración vegetal. La sencilla portada se si­túa en el lado de la Epístola, y cuenta con pilastras flanqueando el dintel, rematado por frontón partido con el escudo del Carmelo. Son interesantes los contrafuertes cilíndricos de esa misma fachada. De las imágenes de su interior, todas modernas, sólo merece citarse la Virgen del Carmen, que preside el retablo mayor, neobarroco clasicista (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).  
     Esta pequeña iglesia conventual, dedicada al Santísimo Sacramento, tiene una sola nave cubierta con bóveda de medio cañón algo rebajado con lunetos; la capilla mayor es rectangular y se cubre con bóveda de cuarto de esfera gallonada sobre trompas, decorándose los gajos con elementos vegetales muy rígidos y apoyando los nervios en placas recortadas. Todo el interior del templo, que evidencia ser de la primera mitad del siglo XVIII, se encuentra en la actualidad encalado y tapizado con el peor de los gustos.
     En su interior resultan muy originales los contrafuertes que contrarrestan los empujes del lado de la Epístola por su forma cilíndrica, que también vemos en otras construcciones de Cañete; la portada, situada en el lado de la Epístola, se compone de pilastras toscanas jalonando el arco de acceso adintelado y frontón partido con escudo del Carmelo (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     En la oferta cultural de arquitectura religiosa de Cañete podemos encontrar dos edificaciones que corresponden al convento de San Francisco, del siglo diecisiete, que tenía un pequeño claustro adosado a la iglesia, y al Monasterio del Santísimo Sacramento de las Monjas Carmelitas, que data del siglo dieciocho. Su iglesia es de una sola nave cubierta con bóveda de medio cañón y en el exterior, en el lado de la epístola, destacan unos contrafuertes de forma cilíndrica. La portada se compone de pilastras toscanas jalonando el vano de acceso y con un frontón partido con el escudo del "carmelo" (Diputación Provincial de Málaga).

Iglesia del Convento de San Francisco
     Fundado en 1624, el templo tiene planta de cruz latina, con bóveda de medio cañón con lunetos y arcos fajones. A los pies hay una tribuna elevada. En el crucero, bóveda de media naranja sobre pechinas con yeserías del Seiscientos; sobre los brazos y presbiterio, bóvedas de medio cañón con lunetos y ornamentación del XVIII. En el lado del Evangelio hay una capilla del Se­tecientos, con bóveda de media  naranja.
     Hasta 1981 se adosaba a la iglesia un claustro cuadrado con arcos de medio punto sobre pilares en el bajo y balcones adintelados en la galería superior. La portada de la iglesia es muy sencilla, con dintel entre pilastras rematado por frontón con hornacina central y pirámides planas con bolas a los lados. Cuenta con pequeña espadaña. Tras ser discoteca, en la actualidad es propiedad del Ayuntamiento,  utilizándose como salón cultural de usos múltiples, como exposiciones, conciertos, conferencias, etc. (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).  
     Iglesia de mediados del siglo XVII, realizada en ladrillo y mampostería, actualmente convertida en discoteca. Tiene planta de cruz latina y se cubre la nave con bóveda de medio cañón con arcos fajones y lunetos, teniendo coro alto a los pies; el crucero se cubre con bóveda de media naranja sobre pechinas. En el lado del Evangelio (izquierdo) se abre una capilla lateral, cubierta con bóveda de media naranja del siglo XVIII, decoradas con yeserías del siglo XVII, y los brazos y cabecera con bóvedas de medio cañón con lunetos y decoración del siglo XVIII.
     Adosado a la iglesia existía -hasta 1.981- un pequeño claustro de planta cuadrada, con tres arcos de medio punto sobre pilares en cada frente y en planta baja y balcones adintelados en galería superior. La fachada de la iglesia, muy desfigurada últimamente, es de una gran sencillez, destacando la portada de ladrillo con pilastras dobladas lisas jalonando acceso adintelado y frontón triangular con hornacina añadida y pirámides planas a ambos lados (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Iglesia conventual franciscana del siglo diecisiete (1624), importante por sus yeserías, edificado en unas casas propiedad de Don Fernando Enríquez de Ribera y Girón, duque de Alcalá, mientras se construía un edificio más adecuado no lejos de aquel lugar. Se le conoce popularmente como La Cartuja.
     El convento contaba con dos cuerpo perfectamente diferenciados, la iglesia de principios de siglo diecisiete, realizada en ladrillo y mampostería y adosado a esta un pequeño claustro de planta cuadrada que dejó de existir en la década de los setenta del pasado siglo. La iglesia tiene planta de cruz latina y se cubre la nave con bóveda de medio cañón con arcos fajones y lunetos. En el crucero se levantan unas pechinas que contienen los escudos de armas de la villa rodeados de tornapuntas y acantos. Esta decoración de acantos invade igualmente la cubierta del presbiterio y desciende por las pilastras que enmarcan el muro recto de la cabecera, constatando con la sencillez casi clásica del entablamento cuyo único motivo ornamental es un filete denticulado bajo la cornisa.
     El interior de esta iglesia puede fecharse en la primera mitad del siglo diecisiete correspondiendo a esta etapa la decoración del crucero por su corte más duro de resabios manieristas. El exterior, obra mixta de mampostería y ladrillo, presenta su fachada enmarcada por contrafuertes y coronada por una esbelta espadaña (Diputación Provincial de Málaga).

Castillo de Hins Canit
     De las ruinas existentes del castillo (de Cañete la Real) sólo destaca una torre cilíndrica, sólo en los sellos utilizados en el municipio se hallan elementos suficientes para atisbar lo que pudo haber sido su composición primitiva. En uno de éstos, estudiado por Diego Vázquez Otero, aparece el castillo con forma cuadrilonga, sus matacanes volados sobre las aristas de sus ángulos diedros y su puerta de arco apuntado mirando hacia el sur. En el centro del espacio murado se eleva la torre principal, cuadrada, altísima, con dos pisos, mostrando sus tragaluces y azotea almenada. Seguramente fue residencia de los señores de la villa, marqueses de Tarifa y duques de Alcalá, en los siglos XV y XVI.
     Se aprecia también una vista de la fortaleza con sus dos grandes huecos circulares, a uno y otro lado de la puerta, y en la parte superior, en el centro, una gran torre almenada. Sobre un plano que sobresale lateralmente de la obra, en sus extremos hay representadas dos torres más pequeñas que podían hacer alusión a las atalayas con las cuales conectaba el castillo, algunas de éstas todavía en pie.
     El Castillo de Cañete presenta tres técnicas de construcción distintas, sillería, mampostería y tapial, lo que puede indicar sucesivas reconstrucciones. Posee dos aljibes, de distinta factura, uno rectangular con bóveda de cañón y otro trapezoidal ajustándose al terreno. En la puerta principal posee una pequeña barbacana que obliga a un acceso lateral sobre la puerta con arco apuntado. No se conservan restos cerámicos. En definitiva, solo nos han llegado fragmentos de una gran fortaleza andalusí actualmente en ruina, con desplomes de muros en los últimos años y peligro de desplome total. Permanece en pie alrededor de un 30% de los muros. Posee atributos semejantes que lo vinculan a la fortaleza de Gaucín, aunque siendo denominado por los autores árabes como hisn (castillo), pudo ser calificado también como sajra.
     Existen referencias que vinculan este castillo con el dominio de Umar ben Hafsun, como apunta Simonet, junto con Ardales y Casarabonela, aunque no se encuentran noticias de autores árabes de la época como al-Rizi o Ibn Hayyan. 
     Tampoco al-Idrisi o Yaqut lo citan. Únicamente se obtienen noticias sobre Cañete en época nazarí. Todas las noticias hacen coincidir a Cañete con Alhaquime y Ortejicar en la última fase de dominación musulmana en la Península Ibérica (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Castillo árabe que inicia su construcción en el siglo noveno y finaliza en el dieciséis. Esta gran fortificación fue una de las más importantes dentro del levantamiento de Humar Bem Hafsum y durante las guerras cristianas y granadinas.
     El origen del nombre se remonta a la denominación árabe Hins Cannit o Qanit, que significa Castillo de Canit o, según el autor que se consulte, el término Cannit hace referencia a los caños que aún existen en los alrededores del casco urbano. El nombre actual deriva de ese término, al que se le sumó el calificativo de Real, tras una orden de Alfonso XI (Diputación Provincial de Málaga).

Torre Alquería y Puente de Otegícar
     De las ruinas existentes del castillo sólo destaca una torre cilíndrica, sólo en los sellos utilizados en el municipio se hallan elementos suficientes para atisbar lo que fuera su composición primitiva. En uno de éstos, estudiado por Diego Vázquez Otero, aparece el castillo con forma cuadrilonga, sus matacanes volados sobre las aristas de sus ángulos diedros y su puerta de arco apuntado mirando hacia el sur. 
     En el centro del espacio murado se eleva la torre del homenaje, cuadrada, altísima, con dos pisos, mostrando sus tragaluces y azotea almenada. Seguramente fue residencia de los señores de la villa, marqueses de Tarifa y duques de Alcalá, en los siglos XV y XVI.
     Se aprecia también una vista de la fortaleza con sus dos grandes huecos circulares, a uno y otro lado de la puerta, y en la parte superior, en el centro, una gran torre almenada. Sobre un plano que sobresale lateralmente de la obra, en sus extremos hay representadas dos torres más pequeñas que podían hacer alusión a las atalayas con las cuales conectaba el castillo, algunas de éstas todavía en pie.
     Sus antecedentes celtíberos y fenicios bautizaron la ciudad primitiva con el nombre de Sabora, existiendo el castillo seguramente desde su fundación para la defensa de la población. Más tarde, los romanos la ocuparon en la época del emperador Vespasiano, trasladándola en el año 78 de nuestra era al enclave actual con el nombre de Flavia Sabora, conservándose el castillo en el mismo sitio como defensa. 
     Durante la dominación visigótica se mantiene su uso defensivo, pasando más tarde a poder de los musulmanes que reedificaron y consolidaron la fortaleza, cambiando el nombre a Cañete, debido a la cañería que hicieron para llevar el agua desde Valla hermoso hasta el castillo, en sustitución al sistema de aljibes, muchos de los cuales se conservan, aunque cegados.
     En tiempo de los reyes de taifas formó parte del cinturón defensivo del reino de Sevilla, a lo largo de esta línea, en lugares intermedios se alzaban atalayas que servían de enlace.
     Una tradición popular, sin confirmación histórica, afirma que fue ganada por Fernando III el Santo, apoyándose tal vez en los blasones grabados en piedra que aparecen en los dinteles de muchas casas. Alfonso X de Castilla, en 1330, asaltó la fortaleza a la que dio el dictado de real en honor a sus capitanes. Volvió a poder de los moros hasta 1407 en que fue conquistada por Gómez Suárez de Figueroa. 
     Un nuevo ataque moro en 1482 la rinde a éstos brevemente, según describe la crónica de Pulgar, conquistándola ya definitivamente para el cristianismo, el adelantado Pedro Enrique y Rodrigo Ponce de León (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
     Torre de origen árabe que se eleva 18,6 metros de altura, con una base casi cuadrangular, integrada en un complejo mayor amurallado, de planta también cuadrangular. Esta estructura se sitúa en un altozano sobre la margen izquierda del río Guadalteba. Se encuentra en propiedad privada.
     El complejo defensivo (siglos trece a catorce) constituye un buen ejemplo de lo que fueron las alquerías musulmanas, especialmente durante el periodo bélico entre cristianos y nazaríes.  La torre, absolutamente exenta, ocupa en ese espacio una posición central. Fuera de ese recinto, la antigua alquería de Ortegícar, es un excepcional ejemplo de la arquitectura militar medieval malagueña. Su aparejo es fundamentalmente de verdugadas de ladrillos, sobre todo en las esquinas, generalmente enfoscados.
     Tiene interesantes sillares romanos que se asientan en la base de la construcción, tal vez procedentes de la cercana ciudad hispano-romana de Sábora o de la del Cortijo del Tajo.
     A finales del siglo XIII y en el XIV tuvo un papel relevante en los ataques de las tropas castellanas y granadinas, pasando de unas manos a otras en diversas ocasiones.
     Junto a la Torre de Vigía Nazarí de Hurique (del siglo XII), situada en Alhaurín El Grande, constituyen los dos únicos ejemplos de este tipo de arquitectura en la provincia de Málaga.
Puente nazarí de Ortegícar
     El acceso a la alquería, protegida por la antigua torre de Ortexicar, se puede hacer a través de un magnífico puente nazarí del característico tipo de "lomo de asno", de 6,30 metros de altura total sobre el río Guadalteba. La luz del arco es de 4,47 metros, con un pretil en cada uno de los lados de 0,90 metros de altura por 0,31 de anchura, en la izquierda, y 0,90 por 0,35 metros, en la derecha. La anchura del dovelaje de ladrillo del arco, ligeramente apuntado, es de 0,97 metros.
     En su construcción se combinan la mampostería irregular y la argamasa con el ladrillo, aunque distintas reparaciones modernas han dejado su sello en un hormigón de cemento que cubre el antiguo aparejo.
     Sobre el puente trascurre una calzada de cantos rodados de 3,50 metros de anchura que se va abriendo, como es normal, en la finalización del pretil (Diputación Provincial de Málaga).

     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Málaga, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de San Sebastián, Iglesia del Convento de carmelitas del Santísimo Sacramento, Iglesia del Convento de San Francisco, Castillo de Hins Canit, Torre Alquería, y Puente de Otegícar) de la localidad de Cañete la Real, en la provincia de Málaga. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia malagueña.

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