Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte el desaparecido Pabellón de Pakistán, de Architectural Clinic, para la Exposición Universal de 1992, de Sevilla.
Hoy, 14 de agosto, es el aniversario (14 de agosto de 1992) del Día Nacional de Pakistán en la Exposición Universal de 1992, de Sevilla, así que hoy es el mejor día para ExplicArte el desaparecido Pabellón de Pakistán, de Architectural Clinic, para la Exposición Universal de 1992, de Sevilla.
El desaparecido Pabellón de Pakistán para la Exposición Universal de 1992 [nº 103 en el plano oficial de la Exposición Universal de 1992], se encontraba situado en el cruce de la Avenida 1 o del Agua, actual calle Tomas Alba Edison, entre los pabellones de Chipre, y de Tailandia; en el Barrio de Triana Oeste, del Distrito Triana.
La República Islámica de Pakistán se constituyó en 1947, pero la herencia cultural del país cuenta con una tradición de más de 5000 años, que se remonta a la época de la civilización del Indo.
Hoy, 14 de agosto, es el aniversario (14 de agosto de 1992) del Día Nacional de Pakistán en la Exposición Universal de 1992, de Sevilla, así que hoy es el mejor día para ExplicArte el desaparecido Pabellón de Pakistán, de Architectural Clinic, para la Exposición Universal de 1992, de Sevilla.
El desaparecido Pabellón de Pakistán para la Exposición Universal de 1992 [nº 103 en el plano oficial de la Exposición Universal de 1992], se encontraba situado en el cruce de la Avenida 1 o del Agua, actual calle Tomas Alba Edison, entre los pabellones de Chipre, y de Tailandia; en el Barrio de Triana Oeste, del Distrito Triana.
La República Islámica de Pakistán se constituyó en 1947, pero la herencia cultural del país cuenta con una tradición de más de 5000 años, que se remonta a la época de la civilización del Indo.
Lindando al norte con la cadena montañosa de los macizos del Gran Himalaya, la república se sitúa en la desembocadura del río Indo y disfruta de un clima de tipo continental. Su población está formada por una compleja mezcla de pueblos indígenas cuyos antepasados dejaron su huella cultural en el territorio. La tradición literaria, en particular la poesía, es la forma artística más rica de todas las del país.
El Pabellón de Pakistán no es una muestra en sí mismo, sino que sirve de escaparate de la cultura pakistaní ancestral desde una perspectiva moderna. En lugar de ofrecer una fachada típica del país, la entrada presenta un símbolo independiente inspirado por el Islam pero en armonía con las formas artísticas del siglo XX.
La muestra despierta en el visitante la conciencia de que Oriente y Occidente son dos caras de un mismo mundo, y que las culturas ancestrales y la avanzada tecnología son el anverso y el reverso de una sola humanidad. La exposición rinde homenaje a Cristóbal Colón y muestra, al mismo tiempo, cómo la nación actual ha sido capaz de unir los aspectos antiguos y modernos de una filosofía de vida.
En el restaurante del Pabellón se invita a los visitantes a degustar la cocina tradicional pakistaní (Guía oficial de la Expo '92).
El pabellón de Pakistán se encontraba situado en la Avenida 1 o del Agua, actual calle Tomás Alba Edison y se emplazaba entre los pabellones de Chipre y de Tailandia.
Este país tuvo serias dificultades de tiempo para finalizar las obras de su pabellón. El barco que contenía la estructura del edificio zarpó a finales del año 1991 de su país de origen pero no sería hasta enero del siguiente año cuando llegara al recinto de Expo '92.
Los contenidos del pabellón giraban en torno a las figuras de "Moenjodoro y Gandhara", que ocupaban el centro de la sala interior, todo ello coronado por una pequeña cúpula forrada de ricas telas con diez mil pequeños espejos.
El pabellón en sí estaba concebido como un gran bazar donde los distintos productos que se ofrecían se repartían en distintos "stands". En ellos se podían encontrar productos sobre todo artesanales, desde muebles hasta telas, pasando por bisutería, jarrones o cojines. El producto más destacado fueron las alfombras, de la que había una variada exposición y se mostraba el proceso manual de tejido.
Como únicos elementos audiovisuales del pabellón había dos televisores donde se mostraban imágenes del país y vídeos musicales de cantantes nacionales. La principal atracción del pabellón fue, sin duda, el llamado "gigante de Pakistán": Nawaz, uno de los hombres más altos del mundo con sus 2.5 metros de altura, que daba la bienvenida al pabellón a los visitantes, como hiciera anteriormente en las exposiciones de Brisbane '88 y Tsukuba '85.
Tras la clausura de la Exposición Universal, el pabellón pakistaní continuó con la venta de todos sus contenidos, así como la del propio edificio. Pasado el plazo de presentación del proyecto de demolición del edificio sin lograr su venta a ninguna empresa interesada, se procedió a su derribo a principios de 1993 (Blog Pasaporte Expo 92).
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