Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero

Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero, para conmemorar los 800 años de la Torre del Oro

   Otra Experiencia con ExplicArte Sevilla :     La intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla" , presentado por Ch...

martes, 11 de abril de 2023

Los principales monumentos (Capilla de Nuestra Señora de la Soledad; Edificios civiles; Ermita de Nuestra Señora del Valle; e Iglesia parroquial de Santiago Apóstol) de la localidad de Hinojos, en la provincia de Huelva

      Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Huelva, déjame ExplicArte los principales monumentos (Capilla de Nuestra Señora de la Soledad; Edificios civiles; Ermita de Nuestra Señora del Valle; e Iglesia parroquial de Santiago Apóstol) de la localidad de Hinojos, en la provincia de Huelva.
Ubicación
     Hinojos está situado en el extremo sur oriental de la provincia de Huelva.
Breve reseña histórica
     Dada la dificultad que acarrea el paso del tiempo, es imposible saber concretamente su origen exacto, se deduce por el estudio de la historia de España en general, cuando de alguna manera es más que probable que Hinojos tuviese presencia.
     Situar su origen, en la primera vez que se tiene constancia escrita, Omnion, en tiempos de Alfonso X, sería totalmente injusto por respeto a sus predecesores.
     Últimamente esta tomando cada vez con mas fuerza la hipótesis, que en nuestras marismas estaba situada "La Atlántida", (National Geographic).
     Algunos historiadores alemanes sitúan Tartessos, muy cerca nuestra.
     En tiempos romanos, probablemente Hinojos, por su situación geográfica, entre las ciudades de Gades (Cadiz), Hispalis (Sevilla) y Onuba (Huelva), fuese un lugar de paso frecuente o un lugar de descanso.
     Según eruditos en materia numismática, han podido contrastar monedas y artilugios, hallados en nuestra zona, y afirman tener indicios fehacientes de haberse topado con asentamientos consolidados romanos en nuestro término.
     También en nuestro término han sido hallados restos árabes, por la misma inercia natural histórica posiblemente sobre un asentamiento establecido en tiempos romanos existiría otro árabe posteriormente Varios historiadores coinciden, en este periodo nuestro pueblo se llamo Ocsaginova.
     Hinojos en tiempos de la reconquista como otras poblaciones quedo despoblado y se repobló con almozárabes y castellanos, ambos forman la base de la población de la que somos verdaderamente descendientes.
     Prueba del paso de las distintas civilizaciones por nuestra Villa, es la iglesia que conserva en su arquitectura, detalles de civilizaciones anteriores a Roma, árabes, así como de civilizaciones cristianas posteriores.
     Es en tiempos de Alfonso X, cuando se menciona a Omnion por primera vez y así está escrito. Desde Alfonso X en adelante casi todos los reyes nos han visitado, del paso de los Reyes Católicos, nos queda el nombre que el pueblo le dio a la "pasá del rey" que aún perdura.
     Nuestros bosques son ricos en caza desde tiempos ancestrales por lo que la visitas de los monarcas a tal fin y para reposo se hacían frecuentes, no tanto en nuestro pueblo como en su término, Palacio Real (Lomo Grullo).
     En el siglo XVIII tras la desamortización de Mendizábal, se sientan las bases del Hinojos actual.
      Ya en el s XX como muestra de nuestro carácter afable y no conflictivo, basta decir que no consta ninguna represaría entre hinojeros durante la contienda, como así lo escribe nuestro paisano Víctor M. Bocanegra, en su relato, en la revista municipal hinojera Vetalarena.
     A lo largo de dicho siglo y en tiempos de la dictadura, y posteriormente en tiempos democráticos, la labor de los Alcaldes y de sus Corporaciones ha sido primordial en el desarrollo de nuestra Villa.
     Con respecto al nombre existen dos hipótesis:
     Quienes creen la idea romántica que se debe a que el rey Alfonso X se "Hinco de Hinojos" ante la imagen de la Virgen en agradecimiento por su victoria en una batalla.
     Y por otro lado parece la más razonable que se deba a la planta "hinojo" abundante en la zona.
Patrimonio cultural y artístico
     Virgen del Rosario, del s. XVIII. Retablo de estilo barroco realizado en 1638
     San Sebastián: autor Vázquez el viejo. s. XVI
     Virgen de Gracia: autor Vázquez el viejo. s. XVI
     Cristo atado a la columna-circulo de Pedro Roldán, s. XVII. perteneció a la Hermandad de las Cigarreras de Sevilla, fue traído a Hinojos por el insigne escritor local Muñoz y Pabón.
     Cristo de la sangre, autor anónimo. s. XVI-1550, es propiedad de la Hermandad de Vera- cruz y fue la primera imagen que procesionó en Hinojos
     Virgen de los Ángeles, autor anónimo. s. XVI, tuvo su propia ermita hasta el s. XIX. Se desconoce en qué lugar del pueblo estuvo ubicada.
      La incredulidad de Santo Tomás, magnífica obra pictórica del s. XVI, se trata de una pintura al óleo atribuida al pintor renacentista Alejo Fernández.
     Cristo de la expiración, preside el sagrario de la parroquia. Se trata de una magnífica obra del s. XVI realizada por el escultor Jerónimo Hernández.
     Virgen del Valle, imagen de vestir de finales del s. XV, su autor es desconocido, es sin duda la imagen más antigua del patrimonio religioso de hinojos es titular de la ermita y patrona
     Virgen de la Esperanza, s. XIX, realizada por Gabriel de Astorga. tiene una capellanía en la Ermita del Valle.
     Virgen dolorosa, pequeña imagen del año 1839, atribuida a Juan de Astorga
     Cristo de Veracruz, imagen de Cristo crucificado de gran realismo, su autor es desconocido, del s. XVIII
     Virgen de la Soledad, titular de la ermita que lleva su nombre. Obra roldanesca fechada hacia 1700.
     Cristo yaciente, obra anónima sevillana s. XVII. Antiguamente los brazos los tenía articulados para realizar la ceremonia del descendimiento.
     Cristo resucitado, escultura en madera policromada de hacia 1700
     Iglesia parroquial, magnífico ejemplo del mudéjar sevillano s. XV destaca de ella su portada de estilo ojival y su torre fortaleza detrás del retablo mayor se encuentran unos frescos que representa a Santiago en la batalla de Clavijo, esta pinturas están fechadas en el s. XIV.
     Numerosos pintores locales algunos ya consagrados como Francisco Talavera y Juan Romero, este último fundador y maestro de la escuela de pintura patrocinada por el Ayuntamiento, donde todos sus alumnos reciben sus sabios consejos y conocen las distintas técnicas.
     Literariamente hablando, Muñoz y Pabón conciudadano nuestro, en sus novelas costumbristas refleja la vida cotidiana de principios del siglo XX, son famosas sus sevillanas que aun hoy cantamos, en este tema también mencionar a los hermanos Pérez-Vera, autores reconocidos, Hoy en día, otro grupo de Hinojos "Lubrican" ha editado varios discos, dentro del mundo de las sevillanas goza de gran prestigio.
     En otros estilos autores locales prácticamente nos regalan sus obras, así destacan como escritores Francisco Benítez , Antonio, Ceferino y Víctor Bocanegra, Manuel Ortiz, y Ramón Naranjo.
Fiestas y tradiciones
     EL ROCIÍTO
     Desde el año 1937. Este evento se celebra el día de la Ascensión, o al fin de semana posterior, no teniendo una fecha exacta. Es una fiesta para niños y participa de ella toda nuestra localidad, derrochando alegría y buen gusto e imaginación a la hora de construir las carretitas.
     EL CORPUS
     Nuestro pueblo se engalana de romero, eucalipto, y plantas aromáticas por sus calles centrales donde la Custodia el domingo por la mañana, precedida por autoridades y niños que en ese año han realizado la primera comunión, procesionan. Una estampa preciosa, dicho sea de paso podemos presumir los hinojeros e invitamos a que los visitantes de estas páginas vean.
     En esta fiesta, tenemos que decir el gran esfuerzo que realizan tanto Ayuntamiento, colocando y posteriormente retirando a la máxima brevedad los eucaliptos y flores, así como el que hacen muchos ciudadanos adornando las entradas de sus casas y colocando verdaderas obras de arte en minicapillas.
     REYES MAGOS
     Sus majestades los Reyes de Oriente, la tarde del día 5 de enero, pasan por nuestro pueblo, nos visitan en carrozas realizadas por nuestros paisanos y llenan a nuestras calles de juguetes y regalos, el séquito de cada Rey se encarga de adornar sus carrozas tiradas por tractores, que subvenciona el ayuntamiento tradicionalmente. Un día donde la ilusión reina acompañada de la alegría.
    Al día siguiente, el día 6 de enero, todo el pueblo se traslada al membrillo, zona muy rica en pinares, para almorzar mayoritariamente un tostón, un día de campo en armonía y por supuesto cuidando el medio ambiente.
     SEMANA SANTA
     La Semana Santa en Hinojos, como en casi toda España y en especial en Andalucía, se vive con pasión y recogimiento los días que la cristiandad recuerda y conmemora la Pasión y muerte de Jesucristo, y con exaltación y alegría cuando celebra la resurrección de Jesús.
     El Domingo de Ramos es costumbre al termino de la misa por la mañana entregar a casi tolos los asistentes hojas de palmas y ramas de olivos para que portándolas realicen un breve recorrido, en la vuelta a la plaza de la Iglesia.
     Cronológicamente hablando las procesiones comienzan por la madrugada del Martes al Miércoles Santo, donde el paso de mayor antigüedad, El Señor Atado a la Columna, recorre nuestras calles en el más absoluto de los silencios.
     El Jueves Santo, procesiona por Hinojos, la Hermandad de la Santa Cruz con dos pasos, uno el del Señor Crucificado y otro el de Nuestra Señora de La Esperanza, la hora de salida es sobre 20:00 horas y después de recorrer nuestras calles a hombros de sus hermanos costaleros, hermanos penitentes, y mujeres de mantilla acompañados por bandas de música regresan a la Ermita del Valle.
     El Viernes Santo, es el turno para que la Hermandad de la Virgen de la Soledad, en este día procesionan, El Señor Yaciente y La Virgen de la Soledad, sobre las 22:00 horas, parten de su Iglesia, portados por sus costaleros, penitentes y mujeres de mantilla, regresan de madrugada después de recorrer nuestras calles.
     Tanto el Jueves como el Viernes Santos, a las Imágenes se les cantan saetas.
     El Sábado de Gloria, a media tarde se coloca un palo bastante largo de manera vertical y en todo lo alto un muñeco simulando a algún personaje famoso con el objetivo que a la mañana siguiente los hombres con escopetas de cartuchos lo tiroteen hasta deshacerlo simulando así la muerte de Judas, al caer la noche, se traslada a la Virgen de la Soledad, vestida como Reina, a la Ermita del Valle. Y sus hermanos y devotos celebran durante toda la noche la víspera del Domingo de Resurrección.
     Domingo de Resurrección, en las primeras claras del día, se dispara al Judas, como hemos referido anteriormente, nada más pegado el último disparo, la Virgen de la Soledad que ha sido trasladada desde su iglesia hasta la Ermita del Valle, se dirige a la plaza del pueblo, es allí donde María Magdalena, le dice que Jesús ha resucitado, la Virgen le dice que vaya a verlo otra vez y así dos veces mas, esto se hace en la Plaza en donde confluye la calle donde esta su Iglesia, son los celebres Abrazos, la tercera vez aparecen en la plaza Jesús Resucitado, seguido de María Magdalena, donde la Virgen de la Soledad corre hacia su Hijo, simulando abrazarlo, desde el balcón del Ayuntamiento se sueltan palomas todo esto se realiza portándola sus hermanos y corriendo bajo sus pasos.
     Por la tarde, recorren el pueblo hasta la madrugada, acompañados por sus hermanas vestidas de mantillas festivas.
     NAVIDADES
     En esas fechas tan entrañables, la población hinojera suele agruparse en reuniones de amigos, obviamente por afinidad, lo mas jóvenes optan por alquilar algún local y los no tan jóvenes, normalmente se reúnen en la cochera o salón que alguno de sus miembros cede para la ocasión, los mas jóvenes toman las uvas de entrada de año, en la plaza, sin querer romper ninguna tradición, decir en este apartado que hay estudios realizados y se cree que esta costumbre tan arraigada en España, se debe a que un año hubo una supercosecha de uvas y por intereses meramente comerciales se implantó.
     El día 5 de enero sus majestades de oriente entran en Hinojos y reparten entre nuestros niños juguetes y regalos, el día 6 de enero es costumbre irse al tostón de reyes, en coches, caballos, carros, charre o en cualquier medio de transporte, si el tiempo acompaña nos solemos ir al campo a comernos un tostón con sardinas siempre cuidando nuestra magnifica naturaleza.
     "Los Quintos o los quintosmare"
     Una tradición arraigada viene de tiempos de la guerra se cree, cuando nuestros jóvenes paisanos se tallaban para entrar en filas "cantar quinta" solían celebrar una fiesta, en la que el resto de población era permisiva con ellos, incluso para no ser reconocidos se pintaban sus rostros con añil, aun hoy en nuestra localidad ya no evidentemente por los mismos motivos nuestros jóvenes el día que coincidiría en la fecha de su talla, durante ese fin de semana siguen pintándose la cara de añil, y ambulando por el pueblo pintando a los más pequeños que normalmente los provocan a tal evento, contando siempre con la permisividad de sus padres. Ya no es una cuestión solo de hombres afortunadamente las quintas de la misma edad también participan de los festejos.
Recursos económicos y sociales
     Hinojos fundamentalmente es un pueblo agrícola, siendo la producción y recolección de aceituna de mesa su principal actividad. También existen varias empresas afincadas en Hinojos que ofrecen trabajo a muchos hinojeros entre ellas destacan dedicada a perfumería, dedicada a estropajos, además en el sector servicios, Hinojos se ha convertido en un lugar astronómicamente obligado de paso, por sus famosos restaurantes dedicados a la carne a la brasa.
Gastronomía
     La gastronomía es imaginativa, rica y variada.
     Hinojos en los últimos años ha crecido en servicios gastronómicos, los asadores de carne a la brasa son reconocidos en toda la comarca.
     GUISOS
     Los guisos van desde los más primarios nacidos de la necesidad en los malos tiempos, hasta los más condimentados usando carne de caza, así entre otros tenemos las migas, sopas de marismas, los cocidos. las calderetas y las poleás, sin dejar de mencionar a nuestros famosos "hongos", los espárragos y al viri que así llamamos al salmorejo hinojero.
     REPOSTERÍA
     Fundamentalmente realizada por la fecha de Semana Santa, después extendida para todo el año, destacan las rositas de miel, las tortas de hornazo, pestiños, repápilas y torrijas.
     BEBIDA
     Como bebida típica tenemos que mencionar a nuestro gazpacho, condimentado y asentado en la reconocida dieta mediterránea (Diputación Provincial de Huelva).
      La forma actual del topónimo Hinojos procede de fenículum, planta herbácea. Otros prefieren la referencia a genúculum, forma derivada de genu, rodilla. Sin embargo, en el Libro del Repartimiento aparece atestiguada con las formas Onuios, Onujus, Onuius, Onujos y, una sola vez, Ynoios, lo que hace pensar en un topónimo precastellano, de significado desconocido, que, posteriormente, fue asimilado por la forma castellana de la referida planta.
     Hinojos se encuentra en el límite de la provincia de Huelva con la de Sevilla. Situada a 59 km. de la capital, a una altitud de 90 m., cuenta con una población de 3.726 habitantes. El término municipal tiene 319 km2, y en él se comprenden los núcleos menores de población de Algarbe, Garruchena, Palacio del Rey y Torrecuadros. Su cercanía a las marismas del Guadalquivir configura el paisaje con sus verdes pinares. La mitad de su término se halla enclavado en el Preparque y Parque Nacional de Doñana. A la agricultura (olivares y viñedos) hay que añadir la riqueza forestal y la ganadería.
     Geográfica e históricamente forma parte del Campo de Tejada. Tras la reconquista fue repartido su territorio, quedando corno villa de realengo, sometida a la corona y administrada por la ciudad de Sevilla (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).

Capilla de Nuestra Señora de La Soledad
     La ermita existente ya en el siglo XVII, por su estado ruinoso, fue reedificada en 1952. De sencilla estructura, presenta una portada adintelada con frontón triangular y coronada en su cuerpo central por un remate mixtilíneo flanqueado por dos espadañas de un solo vano.
     El interior es de una nave, cubierta con bóvedas de aristas sobre ménsulas. Está presidida por un retablo de Antonio León Ortega, realizado de 1963 a 1966. Es de cuerpo único dividido en tres calles por columnas salomónicas. A modo de banco, la urna. La escultura del Cristo yacente es obra anónima sevillana del s. XVII, restaurada en 1956 por Joaquín Moreno, quien fijó los bra­zos, que eran articulados para la ceremonia del Descendimiento. En las calles laterales, la Magdalena, de vestir, y el Resucitado, escultura en madera policromada, de hacia 1700, retocado por León Ortega en 1968, y restaurado por Juan Manuel Miñarro y Manuel Mazuecos García, en 1996. El retablo se remata con ático semicircular en cuyo centro hay un óleo con la Oración del Huerto, entre dos ángeles pasionarios. La imagen de Ntra. Sra. de la Soledad, que ocupa el ca­marín central, es obra roldanesca fechable hacia 1700, dotada de una singular belleza, uniendo la perfección de sus rasgos faciales a la emoción derramada en lágrimas.
     Señalemos, en fin, dos jarrones de cerámica polícroma de cuerda seca; un lienzo de la Sagrada Familia en sacra conversación con ángeles y niños, San Jorge y dos personajes femeninos. Honradamente  firma su autor: «A. Silvera copió a Rubens 1896». Frente a él otro óleo de buena factura murillesca, con un Ecce Homo. Curiosas piezas decorativas son la cartela con corona imperial y decoración de rocallas dieciochescas, con nómina de hermanos, y el águila bicéfala con el Ave María.
     Tiene púlpito de hierro fundido, con tornavoz, situado al lado del evangelio del presbiterio; al lado opuesto, un pescante de hierro con los símbolos de la Hermandad sirve para sustentar cinco lámparas aceiteras de metal plateado.
     Un cuadro de tres tablas, a modo de tríptico, firmado por el autor local Romero de la Rosa representa a Santa Ángela de la Cruz, en la tabla central; las Hermanas de la Cruz venerando a la imagen de la Virgen de la Soledad de Hinojos, a la derecha, y una estampa de la citada imagen en procesión de gloria por el pueblo (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).

Edificios civiles
     Edificios públicos de interés sólo hay que destacar el Ayuntamiento, obra de José María Morales Lupiáñez, de 1980, donde se combinan los caracteres propios de la arquitectura edilicia con la tradición de las construcciones populares de la comarca. Otra construcción nueva, pero en la tradición arquitectónica del Condado es el Cuartel de la Guardia Civil.
     Entre los edificios que hay que singularizar se pueden citar la Hacienda de San José, en la calle de la Fuente. O la casa del indiano Francisco Javier de Aguirre, en la calle Aguirre nº 17.
     Edificios rurales que se encuentran en el término de Hinojos son los de Torrecuadro, el Pala­cio Real del Lomo del Grullo (construcción que constituye un ejemplar de palacio-hacienda del siglo XVIII), la casa de labor de Garruchena y la de López Bueno, que obtuvo en 1996 el IX Premio Edificación de Nueva Planta, del Colegio Oficial de Arquitectos de Andalucía (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
Casa de López Bueno.- Cercana la población de Hinojos, en terrenos limítrofes con el Parque Natural de Doñana, se implanta una residencia familiar que suma a los espacios propios de una vivienda los talleres y almacenes ligados a la explotación agrícola de la finca.
     El elemento que genera el discurso del proyecto es el patio interior, pues sirve de unión a los usos y piezas, permite una adecuada transición, a modo de cancel, de la escala de paisaje abierto del territorio a la escala menuda de la arquitectura que le es propia a una vivienda, permitiendo el ensimismamiento de la pieza dentro del muro de cerramiento y de las poco horadadas fachadas que lo delimitan.
     De otro lado las fachadas al paisaje se dotan de galerías, marquesinas remetidas y protegidas del sol por sus generosos vuelos, a las que llega una luz tamizada a través de celosías horizontales, fijas o deslizantes (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Ermita de Nuestra Señora del Valle
     La morfología de la ermita de la Patrona y Al­caldesa de Hinojos, responde al esquema mudéjar parroquial, tan frecuente en el siglo XV, de tres naves a dos aguas, con cubierta de teja árabe para las naves y bóveda trasdosada para la capilla mayor. La espadaña se sitúa en la fachada del sur: es de un solo cuerpo con dos vanos, con sendas campanas fechadas en 1909 y 1959. La ermita experimentó una profunda reconstrucción de 1955 a 1961, siendo su arquitecto restaurador Aurelio Gómez Millán.
     Se accede al interior por la puerta de los pies, que da a la nave central, sobre la que se eleva el coro alto. La lateral que abre a la nave de la epístola se adaptó para las salidas procesionales modificando la altura de la techumbre. La nave central se cubre con alfarje mudéjar de artesa invertida con tirantes, labrado en 1865. Las laterales son de colgadizo. Descansan sobre arcos ojivales y pilares ochavados. En las enjutas del arco central perduran dos ventanillas ciegas con arco de herradura apuntado y arco quebrado de fuerte inspiración islámica. Las naves desembocan en capillas absidiales cubiertas con bóvedas ochavadas sobre trompas.
     La cabecera de la nave del evangelio está pre­sidida por el retablo del Cristo de la Vera Cruz, realizado, como el de la Virgen de la Esperanza, por Joaquín Moreno Daza en 1961. La imagen del Cristo Crucificado puede  ser una  obra  del segundo tercio del s. XVIII , del círculo escultórico gaditano-genovés. Muestra una fuerte com­plexión anatómica, sentida expresión y acentuados signos cruentos. Proviene de un convento del Puerto de Santa María (Cádiz), de donde llegó a fines del siglo XIX, gracias a las gestiones de D. Francisco Javier de Aguirre. Fue restaurado por Juan Abascal Fuentes en 1976. En los ventanales, vidrieras de Maumejean, de la fecha de la reconstrucción.
     La capilla mayor está presidida por la Virgen del Valle, Patrona de la villa, que da nombre a la ermita. Se encuentra en un retablo barroco de estípites, promovido por el sacerdote don Juan Sánchez Romano, y dorado en 1704 por Andrés Antonio de Aragón, y de nuevo dorado y policromado en 1961. De un solo cuerpo con tres calles y rematado en frontón curvo, en el que aparece un relieve de la Trinidad que corona a la Virgen. Las repisas laterales la ocupan San Rafael y San Gabriel.
     La imagen de la Virgen del Valle, titular de la ermita y patrona de la villa, es de candelero para vestir, del siglo XV, a juzgar por la sonrisa arcaizante y perfil goticista. El Niño, en cambio pare­ce obra del XVIII, tal vez de 1732, fecha de una importante restauración. Sebastián Santos sustituyó las manos primitivas por las actuales. Y, en diciembre de 1997, Juan Manuel Miñarro López le puso candelero y brazos nuevos, llevando a cabo una limpieza de la policromía. Aparece la Virgen de pie, con el Niño en actitud deífica en su brazo izquierdo, en la iconografía tan conocida de imagen de culto, con corona, ráfaga, cetro y media luna, atributos de Inmaculada, Madre y Reina Asunta a los cielos. Una tradición afirma que la imagen se veneraba ya en aquella ermita cuando la población fue reconquistada por Alfonso X el Sabio. La ermita, orientada con la ca­becera hacia levante, daba la espalda al pueblo, mientras que hacía frente a los peligros externos. La Virgen del Valle hizo retroceder a los sarracenos al ser reconquistada la villa. El rey Sabio se postró de hinojos ante la Señora, en rendida veneración y acción de gracias.
     La capilla absidial de la nave de la epístola es ocupada por la Stma. Virgen de la Esperanza, en retablo simétrico al del Cristo. La imagen está firmada en la base del candelero, con inscripción alusiva a la autoría de esta Virgen por Ga­briel Astorga en Sevilla en 1864. Habitualmente viste con atuendo de gloria, aunque se modifica con ocasión de Semana Santa, acompañando al Cristo de la Vera Cruz, y en el último domingo de mayo en que figura como Divina Pastora. La corona de plata es obra de Fernando Marmolejo. Cuenta con bordados de Gabriel Espinar, de Sevilla.
     En la ermita podemos ver dos vitrinas con los pendones reales que muestran la cruz de San Andrés y el escudo de la ciudad de Sevilla, que según tradición fueron depositados por el rey Alfonso el Sabio tras la reconquista de la ciudad. Hay también una Cruz de mayo de plata con decoración de roleos y símbolos pasionarios, obra de orfebrería sevillana de hacia 1900. Algunos lienzos decimonónicos, de factura popular, de­coran el interior de la ermita: Magdalena penitente a los pies de Cristo, San Roque, Cristo y la Samaritana, Santa Lucía, Virgen del Carmen con San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
     
Iglesia parroquial de Santiago Apóstol
     Según Angulo Íñiguez es un interesantísimo ejemplo de la arquitectura mudéjar sevillana del siglo XV.
     El exterior de la iglesia manifiesta la estructura típica de las edificaciones mudéjares del s. XV. Un cuerpo principal de naves, cubierto a dos aguas y orientado litúrgicamente hacia el este, a cuyo eje longitudinal se adosa un cubo para albergar la capilla mayor y las cabeceras de las naves laterales. Volumen máclico, apenas roto por un óculo de lóbulos, que se fortifica por me­dio de almenas y merlones piramidales, dando un aspecto peculiar, entre castillo e iglesia, y que tendrá su influencia en la arquitectura conventual mexicana del siglo XVI. De abolengo almo­hade es el doble filete que corre bajo el coro­namiento almenado. La portada más notable es la del sur que da a la plaza: de cálida bicromía por su ladrillo agramilado, forma un arco apuntado y abocinado con la última arquivolta en puntas de diamante en piedra, todo ello cubierto con tejaroz. A los pies, otra puerta más sencilla, también con arco apuntado. Sobre ella se alza la espadaña de dos vanos, rematada en merlones del mismo tipo.
     En el siglo XVIII se le adosa a la nave de la epístola la Capilla Sacramental. Se cubre con techumbre a cuatro aguas de tejas árabes. El muro, avitolado, aparece flanqueado por dos pilastras que reciben un sencillo y esquemático entablamento, en cuyo centro hay un ojo de buey para iluminar interiormente el recinto. La fecha en que se remató la obra consta en una inscripción del friso que reza así: «Año del Señor 1775». Tiene planta cuadrada y se cubre con bóveda semiesférica vaída, cuya superposición simboliza la relación cielo-tierra. Sobre los pilares doblados en los ángulos voltean arcos de medio punto, cuyo perfil escalonado produce un vibrante aspecto, muy en la línea movida del barroco, eludiendo la planitud de las superficies gracias a su vigoroso claroscuro. La solería, de mármol blanco y gris, se debe a la reforma de 1874, bajo el patrocinio de los señores de Aguirre.
     A los pies de la nave del evangelio se expone, sobre una ménsula, un grupo de Santa Ana con la Virgen Niña, ambas imágenes de vestir, del siglo XVIII, restauradas en 1980 por Jesús Santos. Le sigue sobre otra repisa un San Antonio de Padua, talla policromada de la segunda mitad del s. XVIII. El simpecado de la Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío figura en marco-vitrina decorado con guirnaldas, rocallas y pinjantes dorados. Está bordado en 1969, en oro sobre terciopelo azul, y cuyo óvalo central ostenta la imagen titular firmada por Santiago Martínez, en 1934. Otra repisa pareja a la anterior muestra una pequeña imagen de la Dolorosa, relacionada con la Virgen de la Presentación de la Hdad. del Calvario de Sevilla, que se atribuye a Juan de Astorga, año 1839. Más que un boceto, debe ser una logradísima copia del original, realizada por el propio Juan de Astorga.
     Pasada la puerta sur, vemos un relieve en forma octogonal de San José con el Niño, escultura polícroma sevillana de mediados del XVIII. En un marco de hacia 1800, una pintura de Ánimas, firmada por "B. Ruiz Sánchez, 1956", con la Virgen del Carmen, que saca las almas del Purgatorio, bajo la protección de la Stma. Trinidad.
     En el brazo del crucero del lado del evangelio, se abre una alacena ricamente decorada con yesería dieciochesca de florones y rocallas polícromos, que enmarcan unas puertas de madera tallada. En ellas figuran, en la parte superior, estrellas de ocho puntas, hojarasca, llaves y tiara, y en la inferior, cuadrilóbulos, hojarasca, cáliz eucarístico y la calavera con las tibias, por lo que debiera haber servido a una cofradía -Sacramental, de Ánimas, o de San Pedro- para sus pertenencias. Sobre ella, un lienzo de la Magdalena penitente, firmado por Rosendo Fernández, en 1865, que copia al de Ribera, del Museo del Prado.
     La capilla absidial de la cabecera de la nave del evangelio es presidida por el retablo de la Virgen del Rosario, diseñado por Jerónimo Velázquez. Sigue el esquema de arco de triunfo, según modelo repetidamente utilizado por Mi­guel Adán,  quien  a su vez  lo toma  de Sagredo y de Hernán Ruiz: un arco exterior, que hace de retablo marco, alberga un segundo retablo con hornacina central. El conjunto se decora en todos sus espacios con pinturas sobre tabla, de la época del retablo, excepto la de Santo Domingo. En el tímpano del arco exterior, un Padre Eterno; en el ático, la Visitación ; en las enjutas, las virtudes Fe y Esperanza. En las jambas del arco, de derecha a izquierda: San Juan Bautista; santo religioso de amplio hábito negro, con una cruz en la mano; Virgen del Carmen con manto de misericordia, protegiendo a dos santos carmelitas: San Ángelo, mártir, y San Alberto de Sicilia; Jesús Nazareno caído; Santo Tomás de Aquino; un soldado o caballero sin armadura, tal vez San Jorge o San Teodoro, alanceando a un dragón, con otro caballero, espada al cinto, arrodillado a su lado; San Onofre, rey de Hungría, penitente; por último, Santo Domingo, firmado por Romero de la Rosa, en 1988. Flanqueando la horna­cina central, a la derecha, San José con el Niño, itinerantes, y San Francisco de Asís; a la izquierda, San Diego de Alcalá y San Fernando. En el interior de la hornacina principal, símbolos de la Tota Pulchra, envueltos en roleos de hojas o plumas irisadas. Preside el retablo la imagen titular, Ntra. Sra. del Rosario, imagen de vestir, obra sevillana del s. XVIII. La Hermandad cuenta con un magnífico simpecado bordado, del s. XVIII, con un interesante lienzo de la Virgen del Rosario entre Santo Domingo y Santa Catalina de Siena.
     La Capilla Mayor se cubre con bóveda ochavada sobre trompas. Tras el retablo mayor, existe un arco rehundido, doblado y apuntado, que, junto con el resto del muro frontal de la capilla, conserva importantes restos de pinturas murales de la segunda mitad del siglo XV, que represen­ta a Santiago a caballo, en la Batalla de Clavijo. Los fondos de las pinturas se cubren con un motivo geométrico de esterilla en relieve. El intradós del arco se subdivide en pequeñas capillas o registros, rematados con sus correspondientes gabletes y cardinas, que albergan figuras de santos, sobre  fondo rojo y delimitadas por una línea negra. La figura central, Santiago, mira al frente y aparece exaltado con nimbo dorado en relieve; viste manto azul y porta en su mano de­recha una calabaza, como atributo del peregrino, mientras que con la izquierda mantiene las riendas del caballo.
     Preside la nave central el retablo mayor, dedicado al titular, Santiago Apóstol, de Juan y Joaquín Cano, de 1767. Lo constituye un solo cuerpo dividido en tres calles por estípites decorados con rocallas, guirnaldas y la cruz de Santiago. La calle central se ve ocupada, de abajo arriba, por los elementos eucarísticos: la mesa de altar, el Sagrario, con portezuela decorada con un Sagrado Corazón; un manifestador, que ha­bitualmente expone un bellísimo Niño Jesús, de tradición montañesina. En la hornacina princi­pal, Santiago a caballo, cuya ejecución, junto con la del Padre Eterno, se incluye en el contrato. Sobre él, una pequeña Inmaculada en una hor­nacina albergada por el plegamiento del cornisón. En un medallón del ático, el Padre Eterno. Por último, en el penacho del remate, la cruz de Santiago. Por su parte, las calles laterales presentan las portezuelas de acceso al manifestador y al dorso del retablo. En la calle derecha, en su parte central, sobre repisa, se halla  la escultura de San Francisco de Asís, del siglo XVII, y en la izquierda, San Sebastián, del último tercio del si­glo XVI; sobre ellos, medallones en relieve con San Joaquín, a la derecha, y Santa Ana a la izquierda ; sobre el entablamento dos repisas más, con San Lucas evangelista y San Juan de la Cruz. Interesa destacar la figura de San Sebastián, titular de la capilla de su nombre, conocida luego por ermita del Valle, que puede situarse en el círculo manierista de Bautista Vázquez el Viejo, hacia 1580.
     A derecha e izquierda del retablo mayor, sobre pedestales dieciochescos, del antiguo retablo de Ánimas, las esculturas de la Virgen de Gracia y de San José. La primera es imagen de suprema elegancia en su contrapposto y en la disposición de los plegados; por la dulzura y melancolía de su expresión puede compararse con las obras del Bautista Vázquez el Viejo, de hacia 1580. Luce corona de plata de la primera mitad del XVIII y el Niño, corona del XIX. Entre ambas fechas se sitúa la restauración que le adicionó los ojos de cristal y las rocallas de la policromía. San José con el Niño es escultura sevillana de la segunda mitad del XVIII, con ropaje movido y ricamente estofado, que mantiene la iconografía roldanesca; fue restaurado en 1993 por Ricardo Comas Facundo.
     La nave de la epístola presenta la misma disposición de la cabecera, con testero plano. La preside un retablo montañesino, de cuerpo único, en cuya hornacina se venera a la Virgen de los Ángeles, imagen de vestir de la segunda mitad del s. XVI, que contaba en dicho siglo con hermandad y ermita propia. A mediados del XIX se trasladaron a la parroquia, por unas obras en la ermita que nunca terminaron. En el ático, un lienzo con la Virgen del Pópulo, con el Niño, entre cortinones descorridos por ángeles, del primer cuarto del XVII. La mesa de altar es de fines del XVIII, con decoración pictórica de rocallas y pájaros. Un Niño Jesús, escultura del s. XIX, conocido como de Señá Micaelita, en recuerdo de su donante, se encuentra sobre la mesa de altar. 
     Sobre la puerta que da acceso a la sacristía, hay una hermosa tabla con la Incredulidad de Santo Tomás, pintura sevillana, de Alejo Fernández, del primer tercio del XVI, hacia 1528 que procede de la capilla de la Heredad de Torrecuadro, proveniente, a su vez, del convento dominico de San Pablo el Grande, de Sevilla. Ha sido restaurado en 2002 por Rocío Campos de Alvear. El arco del crucero descansa sobre columna de mármol rojo y capitel corintio tardorromano reutilizado. Abre a esta nave la Capilla Sacramental, construida en 1775, como ya queda dicho. Su eje central, perpendicular a la nave, lo ocupa un retablo jaspeado, de un  solo cuerpo y  ático que acoge a la vidriera que ilumina la estancia. Bajo dosel, un magnífico Crucificado, del círculo de Jerónimo Hernández, de hacia 1580. Es un Cristo de tres clavos, sobre cruz plana, que presenta un rostro sumamente dramático, con  la boca entreabierta y desencajada. Antiguamente llamado de San Pedro, ahora se conoce como de la Expiración. Su corona de espina y potencias de plata fueron donadas por Ignacio Gómez Romero, cura de esta parroquia, en 1746. Sobre la mesa de altar, un tabernáculo de plata con el Buen Pastor en la portezuela, obra sevillana de Manuel Domínguez Rodríguez, de 1978, quien a su vez hizo la lámpara de plata del sagrario. Sobre pedestal a la derecha, una Inmaculada, del círculo de Duque Cornejo, de mediados del siglo XVIII, con ráfaga y corona también de Do­mínguez Rodríguez, en la misma fecha. El Cristo atado a la columna, que aquí se venera, obra del círculo de Roldán, procede de la Hermandad sevillana de las Cigarreras, que lo había adquirido del extinguido convento del Pópulo. Lo donó el cardenal Almaraz en 1916, y fue traído por el ilustre canónigo y literato hijo de este pueblo, D. Juan Francisco Muñoz y Pabón.
     Tras la capilla sacramental, en el muro de la nave de la epístola, le sigue un lienzo de la Stma. Trinidad, ricamente enmarcado, de tradición murillesca de principios del s. XVIII. Sobre la puerta de acceso al salón parroquial, un lienzo de la Virgen mejicana de Guadalupe. Un lienzo del XVII, representa a la Virgen del Pópulo, en un rompimiento de gloria, entre San Agus­tín con vestimenta episcopal y los atributos del corazón y el libro de la Ciudad de Dios, y Santa Rita de Casia, agustina, con la espina en la frente, el crucifijo en la derecha y la palma con la tri­ple corona de doncella, esposa y monja. En una hornacina de rocallas, una Inmaculada, escultura en madera policromada, del taller valenciano de Pío Mollar, de 1914. Seguidamente, un lienzo popular de la Virgen del Rosario, del XIX.
     Al final de la nave, abre la Capilla Bautismal. La pila es de mármol rojo veteado en blanco, con el fuste abalaustrado; se mandó colocar en 1688. En ella, un lienzo del Sacrificio de Isaac, del s. XVIII, procedente de la capilla de Torre­cuadro. Otro, popular, de San Juan Bautista sentado, inspirado en modelos tenebristas italianos. Se albergan en su interior la Custodia procesional de tres cuerpos, en madera dorada; una cruz procesional de espejuelos; blandones; columnas corintias del s. XIX.
     Sobre la puerta de los pies de la nave central, se expone un Cristo crucificado, obra sevillana de mediados del XVI, anterior a 1560, antiguo titular de la Hermandad de Vera Cruz o Sangre de Ntro. Señor Jesucristo. A ambos lados, dos lienzos mal repintados en 1947, de Santa Bárbara y San Antonio de Padua. Una lápida recuerda las obras llevadas a cabo en el templo por la munificencia de D. Francisco Javier de Aguirre, en 1874. Junto a ella, ya en el lado del evangelio, se abre una puerta que conduce a la espadaña campanario, por una empinada escalera de ladrillo, que se ilumina con una ventana saetera de bóveda escalonada.
     Varias piezas artísticas de interés más bien de­corativo, se encuentran en la Sacristía. El Niño Jesús, del s. XIX, popularmente conocido por El Enfermerito, por llevarse a casa de los enfermos que lo pedían. Un San Francisco de Paula de vestir, en urna decimonónica. Un lienzo de San Francisco de Paula, con marco de rocallas.
     Del conjunto de su orfebrería destacan un por­tapaz de bronce dorado, del Bajo Renacimiento. La cruz parroquial, o cruz de la manga, de plata, sustituyó a la antigua de plata dorada, existente en 1580. Fue realizada por el platero sevillano Pedro Sánchez en 1641, y restaurada por Laureano de Pina en 1695, por Adrián de Fresnera en 1705, y por Fernando Lucas Ximénez en 1802, si bien los arreglos debieron ser bastante simples y la pieza no aparece en absoluto desvirtuada, manteniendo por completo su carácter primiti­vo. Su Crucifijo, de bronce dorado es manierista, del círculo de Francisco de Alfaro, de hacia 1585; y fue adquirido en los años 40 del siglo XX. De la segunda mitad del s. XVII es un cáliz de plata sobredorada, con estructura arcaizante, y profusa decoración repujada, a base de cardinas y floración carnosa, capullos y flores abiertas; denota haber tenido incrustaciones de piedras.
     De la primera mitad del siglo XVIII es un cop­ón de plata repujada, ricamente ornamentado con roleos, flores hexapétalas y querubines; la tapa se corona con un cuerpo gallonado y rema­te de cruz; en la peana se distribuyen motivos pasionarios: martillos, tenazas, escalera, lanza y esponja. A la segunda mitad de siglo corres­ponden unas vinajeras de estilo rococó cordobés, de 1783; la bandeja es de forma oval mixtilínea, con rica decoración de rocallas; en el centro, una cartela enmarca una cruz griega plana; las vasijas son de airosas proporciones, recorridas por estrías helicoidales, con cenefa superior de ro­calla; el pico y el asa tienen forma de cabeza de ave; llevan los punzones «S/Cruz, 83/Martz» y el león rampante, identificador de los talleres cordobeses. Un copón sevillano de plata lisa, de fines de siglo, lleva los punzones de «A. Mendes. García. 10. N08DO» y giralda. Del siglo XIX, un cáliz cordobés, de plata sobredorada, con el punzón «12. Marto». Otro cáliz de plata de la misma época, con los punzones de Flores y González. Del presente siglo es un cáliz de plata, con el punzón cordobés del león rampante. Otro cáliz, de diseño y ornamentación neogóticos, lleva la inscripción «+ MRD. 6-VI-943 = 6-VI-948», referida a don Manuel Rubio Díaz, canónigo lectoral de Sevilla y capellán real; en un tondo figura la Virgen del Valle.
     Cuenta con abundantes ornamentos de brocatel antiguos, en cajonera  de madera del s. XIX. Otros muebles antiguos son la mesa de San Antonio y el armario, del XIX, con la cruz de Santiago tallada en sus puertas. Y una cruz procesio­nal y ciriales, a juego, de madera estofada, con aplicaciones de espejos (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).     
     La Iglesia tiene planta rectangular articulada en tres naves de cabecera plana. Las naves, la central más alta y ancha que las laterales, se encuentran separadas mediante arcos formeros, de gran altura, apuntados y doblados, que descansan sobre pilares cruciformes. En los muros superiores de los mismos arcos se establece una cornisa moldurada. Tanto los arcos como los pilares descritos, están realizados en ladrillo visto, destacando por su mayor tamaño, los dos pilares más cercanos al presbiterio, sobre los que apoyan además de los arcos formeros, el arco triunfal que da acceso al presbiterio y los dos arcos que separan las naves laterales de sus cabeceras, los cuales descansa a su vez en columnas y capiteles de acarreo, dispuestos junto a los muros perimetrales de las dos naves. Dichos arcos presentan las mismas características que los anteriores citados.
     La nave central se cubre con armadura de par y nudillo con tirantes pareados sobre canes y las naves laterales con armadura de colgadizo. Estas cubiertas fueron renovadas en 1974.
     El presbiterio se halla a mayor altura que la nave central. Tiene planta cuadrangular y testero plano. Está cubierto con bóveda ochavada sobre trompas. El muro del testero se encuentra cubierto con el retablo mayor dedicado a Santiago Apóstol. Fue realizado entre 1767 y 1768 por los maestros hispalenses Juan y Joaquín Cano.
     El muro del testero que cubre el retablo mayor, se encuentra decorado con una pintura mural realizada al temple sobre mortero de cal y arena, en la segunda mitad del siglo XVI. Representa a Santiago ecuestre, sobre cubierta vegetal y fondo con decoración geométrica. La figura de Santiago muestra aureola dorada en relieve. Viste manto azul y porta en su mano derecha una calabaza mientras que con la izquierda lleva las riendas del caballo. La escena se encuentra enmarcada por un arcosolio semicircular en cuyo intradós aparecen distintas escenas, sobre fondo rojo delimitadas en negro.
     Las cabeceras de las dos naves laterales se prolongan hasta el muro del testero de la capilla mayor, formando dos capillas rectangulares cubiertas cada una con doble bóveda de arista.
     Cubre el testero de la nave del Evangelio el retablo de Nuestra Señora del Rosario que fue realizado por Juan de Medina y Jerónimo Velázquez en 1638.
     En el muro perimetral de la nave del Evangelio, en el cuarto tramo, se abre una alacena cubierta con puerta de doble hoja, de madera tallada, cuya zona superior termina en medio punto. Está decorada con motivos geométricos, religiosos y formas vegetales. Se encuentra flanqueada con pilastras y un entablamento cuya decoración de yeserías culmina con rocalla, jarrones, florones y elementos vegetales polícromos, destacando sobre el blanco los colores azul y ocre.
     En la cabecera de la nave de la Epístola se ubica el retablo de Nuestra Señora de los Ángeles que está realizado en el siglo XVII.
     La capilla Sacramental se abre a la nave de la Epístola en su tercer tramo. Tiene planta cuadrada y se cubre con bóveda baída. Sobre los pilares doblados de los ángulos, decorados con molduras y ménsulas, voltean arcos de medio punto con perfil escalonado. Esta capilla termina su construcción en el año 1775, según consta en una inscripción. En el muro frontal se ubica el retablo del Cristo de la Expiración. Se compone de banco, un cuerpo de una calle flanqueado por columnas corintias y entablamento superior movido, sobre el que se dispone el ático, de sección semicircular en cuyo frente acoge la vidriera que ilumina la capilla.
     A los pies de la nave de la Epístola se abre la capilla Bautismal. Tiene planta cuadrangular y cubierta plana. En su interior alberga la pila bautismal, realizada en el siglo XVIII. Exteriormente, el inmueble presenta el paramento enfoscado y pintado de blanco a excepción de la cabecera, la zona superior de la fachada de los pies y la portada de la fachada del Evangelio.
     La fachada de los pies se encuentra en el interior de un patio, a modo de atrio, estando la zona de la derecha cubierta con la vivienda parroquial. Se configura a modo de torre-fachada. Presenta un vano apuntado y abocinado que da acceso al interior del templo. La zona superior se estructura con una torre de planta rectangular coronada con merlones con remate de capuchón y una espadaña en la zona posterior compuesta de dos vanos de medio punto que albergan campanas, coronada con tres merlones de las mismas características.
     La cabecera del templo destaca por su marcado carácter militar. Se compone de un gran torreón defensivo, de planta rectangular que comprende, en el interior, las tres capillas de la cabecera del templo. En sus tres muros se abren tres pequeños vanos, de medio punto abocinados en los laterales y en el de la cabecera mediante un óculo lobulado dentro de un gran marco cuadrado. En el muro de la nave del Evangelio se le adosa una torrecilla que alberga un reloj. Esta da acceso desde la cabecera de la misma nave a la terraza del torreón, donde se levanta una pequeña espadaña. El conjunto se encuentra coronado con merlones de remate piramidal que adquieren un peculiar aspecto de fortificación, bajo un doble flete de tradición almohade.
     La fachada de la nave del Evangelio presenta en la zona superior una cornisa compuesta de modillones pintada de color ocre. En la zona central se abre la magnífica portada realizada con ladrillo agramilado, bícromo. Presenta, inscritos en un alfiz una sucesión de vanos apuntados y abocinados, con la última arquivolta decorada con puntas de diamante en piedra. Está flanqueada por dos azulejos dieciochescos que representan la Inmaculada Concepción y Cristo atado a la columna.
     La Iglesia parroquial de Santiago el Mayor, es el edificio de culto donde se celebra el Triduo al Santísimo Sacramento y la Misa de Corpus antes de que el Santísimo salga en procesión desde la misma.
     En la actualidad pocos son los datos que se poseen acerca del origen de la construcción de la iglesia. Hacia finales del siglo XIV, principios del XV, se construye dicha parroquia reaprovechano, entre otros restos, algunas columnatas que parecen tener un origen bajoimperial romano.
     En el siglo XVII, son pocas las noticias que se conocen con certeza, salvo que en 1638 Juan de Medina, maestro pintor de imaginería y Jerónimo Velázquez, maestro ensamblador y arquitecto, contratan el retablo de la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario.
     En el siglo XVIII, se le adosa a la nave de la epístola la Capilla Sacramental. La fecha en que se remató la obra consta en una inscripción del friso (1775). Fue mandada construir por Diego Francisco de la Barra y Zúñiga, Visitador General del Arzobispado. Es en 1776, cuando se tienen nuevas noticias sobre la construcción de la Capilla Sacramental. En documento aparecido en el Archivo de Protocolos Notariales de Sevilla, Pedro Quintero, maestro alarife, se obligaba a favor de la iglesia de la villa de Hinojos, para la dirección de la obra que se estaba practicando. En una inscripción del templo, de 1778, se dice: "Sólo la capilla del Sagrario que acaba de concluirse a costa de las cuartas partes y de algunas limosnas del pueblo y hermandades está decente".
     En 1848, Madoz nos informa que la iglesia está servida por un cura de entrada y de concurso y de provisión ordinaria. Una lápida, empotrada en el muro del templo, junto a la puerta del imafronte, nos ofrece información sobre la reforma llevada a cabo en 1874, que consistió en sustituir toda la techumbre y la solera.
     En el siglo XX, durante la Guerra Civil, el edificio no sufrió daño alguno, sin embargo, años más tarde sufriría la pérdida de parte de su patrimonio por dejadez, enajenación o venta. En 1974, el inmueble es restaurado (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Huelva, déjame ExplicArte los principales monumentos (Capilla de Nuestra Señora de la Soledad; Edificios civiles; Ermita de Nuestra Señora del Valle; e Iglesia parroquial de Santiago Apóstol) de la localidad de Hinojos, en la provincia de Huelva. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia onubense.

Más sobre la provincia de Huelva, en ExplicArte Sevilla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario