Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero

Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero, para conmemorar los 800 años de la Torre del Oro

   Otra Experiencia con ExplicArte Sevilla :     La intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla" , presentado por Ch...

jueves, 20 de abril de 2023

Los principales monumentos (Santuario de Nuestra Señora de la Cinta; Parque Moret; y Plaza de Toros de La Merced) de la localidad de Huelva (II), en la provincia de Huelva

     Por Amor al Arte
, déjame ExplicArte la provincia de Huelva, déjame ExplicArte los principales monumentos (Santuario de Nuestra Señora de la Cinta; Parque Moret; y Plaza de Toros de La Merced) de la localidad de Huelva (II), en la provincia de Huelva.
Santuario de Nuestra Señora de la Cinta
     El santuario de Ntra. Sra. de la Cinta, Patrona de la ciudad, ubicado al final del Conquero, domina desde la cima de una suave colina las marismas del Odiel. Su antigua fábrica mudéjar, fechable hacia  1500, presenta en su interior cuatro pilares con semicolumnas adosadas y ángulos achaflanados sobre los que apean arcos apuntados y doblados. La capilla mayor de planta cuadrada, se cubre con bóveda barroca. Por el contrario, sus tres naves ostentan cubiertas de madera. La central tiene forma de artesa con tirantes y las laterales son de colgadizo. A los pies de cada una de ellas abre una puerta, quizás caso único en la arquitectura morisca sevillana, y sobre la central se dispone la tribuna del coro alto, con pinturas del siglo XVIII.
     Al comenzar el siglo XX, el 13 de octubre de 1901, se colocó la primera piedra del atrio que precede a la ermita, según consta en una lápida conmemorativa de la visita del cardenal arzobispo de Sevilla don Marcelo Spínola y Maestre. Dicha lápida se conserva en la arquería lateral izquierda. Los arcos de medio punto moldurados apean sobre pilares cuadrangulares con impostas. Quedan flanqueados por pilastras adosadas que soportan una sencilla cornisa. Sobre la clave de los arcos se exhiben las catorce estaciones del Vía Crucis, en placas de cerámica policromada, adquiridas en Alcora (Castellón). Todas las piezas están firmadas por las siglas J.C.
     En este claustro hay otras lápidas. La primera reseña la restauración del mismo en 1955. La segunda recuerda la década transcurrida desde la primera visita del primer obispo de Huelva al santuario en 1954. La tercera reproduce la Salve de la Virgen de la Cinta. La cuarta recoge el Magnificat. Debajo de ésta se sitúa la lauda sepulcral de los Garrocho, de la antigua iglesia de San Francisco, fechada en 1604. Un cuadro cerámico anota los cien días de indulgencia concedidos en 1963 por el obispo D. Pedro Cantero a los que visitaren este templo mariano. Una lápida de mármol recuerda la restauración de la ermita por Nicolás Gómez González y su hijo Francisco Gómez Rull en 1881 y la de 1889 por Francisco Jiménez Jiménez.
     De otros eventos cinteros se hace memoria en cuadros cerámicos: nombramiento de Alcalde­sa Perpetua de la ciudad, patronazgo sobre las Hermandades de la capital, dedicada al cronista de la Hermandad Diego Díaz Hierro, etc. Y la dedicatoria del atrio al tercer obispo de Huelva, D. Rafael González Moralejo. Hay también un relieve de la Santísima Trinidad, procedente de la plaza de la Concepción, obra de Susillo. Desde el atrio se accede a los jardines del santuario, dedicados al segundo obispo de Huelva, el Siervo de Dios D. José María García Lahiguera, donde se encuentra un pequeño monumento dedicado a la Virgen Chiquita, con una imagen en bronce de la misma, de Antonio León Ortega en 1977, en el lugar donde se escondió y salvó su imagen durante los sucesos de 1936. En estos jardines se pueden contemplar asimismo el ajimez mudéjar que estaba en la calle Puerto y el escudo heráldi­co de la familia Garrocho, procedente de su casa de la calle de la Fuente.
     En el interior, a los pies del santuario, a uno y otro lado de la puerta principal, campean los escudos heráldicos de Juan XXIII y Pablo VI. En el muro contiguo a la arquería divisoria de naves, en el lado del evangelio, en una cartela se hace constar que «Se realizaron las obras de este zócalo, vidrieras y capilla exposición en la primavera del año de mil novecientos sesenta y seis, siendo obispo de la diócesis el Exmo. y Rvdmo. Sr. Dr. D. José María García de Lahiguera y hermano mayor de la Hermandad  el Ilmo. Sr. Don Francisco Vázquez Carrasco».
     El zócalo, que recorre los muros de las naves laterales, es de cerámica bícroma, en blanco y azul, y recoge la leyenda del zapatero Juan Antonio y su mujer. Está enriquecido con los em­blemas heráldicos del Ayuntamiento, la Diputación Provincial, Hermandades y Cofradías de la ciudad, y el escudo episcopal del primer obispo de Huelva. Esta obra cerámica es el resultado de la colaboración de varios artistas. Así, el boceto es del onubense Francisco Muñoz Báez, los cartones realizados por Juan Antonio Rodríguez Her­nández y la ejecución de cerámica Montalván. Los ventanales de estas naves se clausuran con vidrieras polícromas, en las que se recoge la leyenda del moro.
     En el paramento de la nave del evangelio, en­tre los ventanales, cuelga un simpecado, expuesto en el interior de un marco dorado, bordado en sedas de colores, que reproduce a la Virgen con el Niño, entregando el rosario a Santo Domingo. Y una pintura al óleo de la Virgen de Guadalupe, del siglo XVIII. En la cabecera de esta nave está la denominada capilla exposición, donde se guarda el paso procesional de la Virgen Chiquita. Estas andas fueron labradas en plata por el orfebre sevillano Manuel Seco Velasco en 1940. El templete se inspira en el que cobija al Niño Jesús del Sagrario de la catedral hispalen­se. Sufrió importantes reformas en 1963, por Je­sús Domínguez Vázquez. Las caídas del paso son de terciopelo azul, bordadas en oro, realizadas por Rafael Infante entre 1995 y 1997. El Arcángel que porta la vara de Alcaldesa Perpetua es obra del orfebre Jesús Domínguez en 1963.

     La capilla mayor, cerrada por una verja de hierro forjado, con temas florales, eses contrapuestas y rematada por granadas emblemáticas, está presidida por un retablo de estípites atribuido a José Fernando de Medinilla hacia 1752. Se compone de mesa de altar, cuya frontalera está recubierta de azulejería, banco, un solo cuerpo de tres calles con estípites y un ático. El vano de la calle central deja ver la pintura mural de la Virgen de la Cinta, obra de la época de los Reyes Católicos. En las repisas laterales se exponen las esculturas de San Sebastián y San Roque. Y en el ático una copia de la Coronación de la Virgen de Velázquez, realizada por Pedro Gómez. Sobre el altar está el sagrario, labrado en plata, siguiendo el modelo del humilladero de la Cinta, por Fernando Marmolejo, tras la coronación  canóni­ca de la Virgen.
     Tras este retablo dieciochesco se oculta el primitivo retablo mural de estructura clásica, datable en el último cuarto del siglo XVI. En el centro, un arco de medio punto sobre pilastras enmarca a la patrona de Huelva, flanqueado por Santa Lucía y San Blas. Ambos santos se cobijan bajo una arquitectura adintelada por  cuyo friso corre una leyenda incompleta que reza así: «(mandó) azer esta obra Fernando Pinto. Acabó(se año de...)». Sobre la cabeza de cada personaje hay una grafía que da a conocer sus nombres.
     La bóveda del presbiterio, con decoración geométrica, presenta en el centro una cartela del siglo XVII, y las pinturas murales que conserva reproducen angelotes y temas florales. En los laterales se pueden ver dos espléndidos paños cerámicos polícromos, que narran el milagro del toro y la aparición de la Virgen de la Cinta al almirante Cristóbal Colón, que recuerda la visita del descubridor a este santuario en cumplimiento del llamado voto colombino. Estos cuadros cerámicos, con sus correspondientes leyendas, son obra del segoviano Daniel Zuloaga en 1920.
     En la capilla de la cabecera de la nave de la epístola se venera la imagen de la Virgen Chiquita, escultura procesional de la Patrona de Huelva, tallada en madera policromada de hacia 1760, obra del círculo de Hita del Castillo. Preside un retablito-vitrina de hacia 1780-1790. Una placa de bronce, con una cartela con las armas pontificias de Juan Pablo II, conmemora la Misa que este Papa celebró a los pies de esta venerada imagen el 14 de junio de 1993 en su visita a la capital onubense.
     En el muro de la nave aparece un cuadro cerámico, conmemo­rativo de la coro­nación canónica, efectuada, por mandato de bula pontificia de Juan Pablo II, por el legado papal de los Congresos XI Mariano y XVIII Mariológico Internacionales, cardenal Martínez Somalo y por el obispo Rafael González Moralejo el 26 de septiembre de 1992.
     Piezas importantes de orfebrería son las coronas ornamentadas con pedrería de la Virgen Chiquita y el Niño, la ráfaga y la media luna, así como la granada y la cinta realizadas en oro. Las coronas por Ripoll, en 1922, la ráfaga en 1977 y la media luna en 1979 por Fernando Marmolejo Camargo. Con motivo de la coronación canónica estas piezas fueron enriquecidas con diversas joyas, fruto de donaciones de la devoción popular. Es también destacable el pectoral de D. Pedro Cantero, primer obispo de Huelva, que se lo donó a la Virgen de la Cinta en 1976 (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
     El Santuario se encuentra ubicado en la periferia del núcleo urbano de Huelva, en uno de los cabezos que conforman la ciudad denominado El Conquero.
     El inmueble ha sufrido en varias ocasiones modificaciones que han transformado su estructura interna. Se construye en el siglo XV en estilo mudéjar, recibiendo influencia del Monasterio de la Rábida.
     Su interior presenta planta rectangular de tres naves, la central más alta y ancha que las dos laterales, las cuales se encuentran separadas mediante pilares de sección cruciforme con semicolumnas adosadas en sus lados menores realizadas en ladrillo visto y sobre los que descansan arcos apuntados. Dichas naves terminan en ábsides de cabecera plana, el central cubierto con bóveda de cañón y los laterales con bóveda apuntada.
     La nave central del templo se cubre de artesonado con tirantes de construcción reciente, y las naves laterales mediante armadura a un agua. En los muros laterales que cierran la iglesia se abren vanos de forma apuntada los cuales se encuentran cubiertos con vidrieras.
     A través de la nave de la epístola se accede a la Sacristía y desde ésta a otras dependencias que están adosadas a la cabecera de la iglesia.
     El conjunto se encuentra exento, se accede al interior mediante una arquería de cinco vanos de medio punto separados por pilastras y cubiertos con verja de hierro. Dicha arquería se corresponde con uno de los lados del patio que da paso a la iglesia, el cual se encuentra porticado en tres de sus flancos portando en sus frentes arcos de medio punto. Sobre el pórtico de acceso al interior del templo se levanta una segunda planta la cual presenta al citado patio con vanos de medio punto.
     El paso al interior del templo se hace a través de tres vanos ubicados en la fachada de los pies que se corresponden con las tres naves de la iglesia. Las tres entradas presentan la misma estructura: arcos apuntados dovelados, con imposta marcada e inscritos en alfiz, construidos en ladrillo visto.
     El Santuario es la sede de la patrona y alcaldesa perpetua de Huelva, la Virgen de la Cinta. El tercer domingo de agosto tiene lugar la bajada de la Virgen desde este santuario hasta la Catedral de la Merced, donde además se inicia la novena en su honor.
     La tradición popular sitúa el origen del Santuario en la época visigoda y nos informa que más tarde fue destruido durante el asentamiento musulmán en la Península Ibérica, escondiéndose la imagen de la Cinta. Tras la reconquista cristiana se descubre la pintura de la Virgen de la Cinta construyéndose un santuario sobre una colina frente al río Odiel. La población de Huelva se volcó en la devoción a la nueva imagen, haciendo que ésta jugara un papel importante en la historia sociocultural de la ciudad. Como ejemplo ilustrativo, cabe referir el hecho de que cuando Cristóbal Colón regresaba del Nuevo Mundo fue sorprendido por una tormenta y los marineros de "La Niña" pidieron protección a la Virgen de la Cinta.
     En consecuencia al llegar a tierra, el propia Almirante fue, en acción de gracias a visitar el Santuario.
     Son multitud los hechos milagrosos que se atribuyen a la imagen, quedando como testigos la gran cantidad de exvotos que hay repartidos entre diversas casas populares. A este fervor popular se debe que el edificio se fuera modificando y ampliando con el gusto de las nuevas corrientes estéticas. Una de las obras de gran importancia que sufre el templo es la remodelación del siglo XVIII.
     En la Guerra Civil, el Santuario fue saqueado y destruido, perdiendo gran parte de sus obras de arte. Posteriormente, en los años 50 y 60 ha sido restaurado, aunque modificando en gran parte su estructura (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Parque Moret
     Se trata de una necrópolis protohistórica de Huelva integrada por los túmulos documentados en el Parque Moret, que se ha asociado tradicionalmente con la descubierta en el cabezo de la Esperanza, pero existen entre estos puntos una enorme distancia que cuestiona su consideración como un único conjunto, motivo por el cual se ha delimitado como unidad aparte. No obstante los túmulos documentados en el parque Moret, como los de La Joya, corresponden al tipo de necrópolis orientalizante característico de todo el ámbito mediterráneo.
     En este área se conservan dos estructuras completas y al menos existen indicios de otra tercera parcialmente destruida en el siglo XIX por la construcción de una era. A estas estructuras documentadas deben añadirse otros monumentos funerarios tumulares de los que existen indicios no corroborados aún (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Plaza de Toros de La Merced

     De 1902 es el núcleo original de la Plaza de Toros de la Merced, basado en la Plaza de Toros de Madrid, y posteriormente remodelado profundamente en 1984 (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
     La afición de Huelva nace con la misma intensidad con la que se canta un fandango, se tripula un barco o se bebe un buen vino del Condado. Éste es el secreto de una de las mejores aficiones de Andalucía que no en vano muestra orgullosa una gran lista de nombre toreros y ganaderos que su tierra ha visto nacer. Huelva es la cuna de Los Litri, una de las más largas dinastías de toreros valientes y técnicos que ha dado el toreo. Miguel Báez Quintero, El Mequi, José Báez Quintero; Manuel Báez Gómez "El Litri", Miguel Báez Espuny "El Litri", Miguel Báez Espínola "El Litri"; pero muchos otros diestros completan el gran listado de toreros, banderilleros, picadores y novilleros de esta tierra como son los nombres de Los Pirfo (Gregario Leandro Gómez "Mellaito de Málaga"; Francisco Leandro Gómez, Pirfo I; Manuel Leandro Gómez, Pirfo II; José Leandro Muñoz, Pirfo III; Francisco Leandro Leyva, Pirfo IV); Los Chamaco (Antonio Barrero Morano "Chamaco", Sebastián Barrero Morano "Chamaco", Antonio Barrero Barrero "Chamaco"); Francisco Méndez Rodríguez, Curro Méndez; Florentino Luque Castilla, Emilio Muñoz Vázquez, Miguel Carrasca López, Juan Barranco Posada, Pablo Gómez Terrón, Santiago Ortiz Trixant, Jesús Vázquez Mendez, Diego Gómez León Laine, Emilio Silvera González y Francisco Barroso Martín, entre otros.
     La fiesta de los toros en la ciudad de Huelva y su provincia arranca también en su campo; concretamente en la cría del toro bravo en las grandes dehesas que cubren la región de Huelva. Muchas son las ganaderías que cubren esta zona occidental de Andalucía, como son las de Concha y Sierra, Hijos de Dña. Celestina Cuadri Vides, D. Tomas Prieto de la Cal, Toros de Gerardo Ortega, "Villamarta", Carmen Barrero Rodríguez, Guadiamar, La Dehesilla, Manuel Angel Millares, Torremilla, El Romeral, José Ramos Huelva, Ignacio Palacios, De Montelolivo, José Carranza, Hermanos Santa Cruz, Viuda de Diego Garrido, Hermanos Domínguez Camacho, Arucci, Manuel González Cabello, José González Cabello, Socorro Sánchez-Dalp, González Sánchez-Dalp, Albareal, Miguel Báez Espuny "Litri", Hermanos Rubio Martínez y José Luis Pereda, entre otras.
     La antigua Plaza de Huelva tenía el mismo emplazamiento que la actual, es decir, Avenida Cristóbal Colón. Constaba de dos pisos, con capacidad para seis mil espectadores. Media su redondel 45 metros y las dependencias eran suficientes para acoger espectáculos taurinos.
     Al fin del siglo, la aparición del matador de toros onubense Miguel Báez Quintero 'Litri' elevó sobremanera la afición a los toros y en febrero de 1902 se empieza la construcción del nuevo coso. Se inaugura un 5 de septiembre del mismo año, con una corrida de toros de la ganadería de Marqués de Saltillo, que estoquearon Litri y Machaquito. Su capacidad era aproximadamente la misma que la anterior. El tiempo hizo presa y llegó el momento en que sólo quedó en pie su estructura, permaneciendo durante largo espacio de tiempo en total abandono.
     Pero la Vega Larga de Merced seguía sintiendo nostalgia de ese sabor típicamente onubense de tantas tardes de glorias. Fue entonces cuando, conservando su primitiva estructura centenaria, se volvió a reconstruir de la mano del que hasta hace pocos años ha sido su empresario José Luis Pereda, propietario de la plaza, que hizo volver el esplendor de tantas tardes de toros a Huelva. Con fecha 29 de Julio de 1984 se procedió a la reinauguración de la plaza de La Merced, con el cartel formado por los espadas Miguel Báez Espuny 'Litri' - que reaparecía para esta ocasión-, Curro Romero y Pepe Luis Vázquez. Los toros lidiados estaban marcados con el hierro de Jandilla.
     La plaza de toros de La Merced ha sido testigo de una auténtica gloria en la Fiesta de los toros, y por la que han desfilado las figuras de todas las épocas. Formando parte de una vieja historia del sentir de un pueblo que ha dado a la Fiesta grandes figuras conocidas por todos los aficionados. Desde ese año 1984, la Vega Larga de Merced ha vuelto a vestirse de luz y color en las tardes de toros onubenses. Esta antigua nueva plaza de toros, en el pasar de los años, siempre ha tenido un espectador perenne, el 'Cabezo del Conquero', tan identificado en una ciudad abierta a todos sus visitantes, como ese mar que abrió al Mundo un nuevo Continente (Ayuntamiento de Huelva).

     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Huelva, déjame ExplicArte los principales monumentos (Santuario de Nuestra Señora de la Cinta; Parque Moret; y Plaza de Toros de La Merced) de la localidad de Huelva (II), en la provincia de Huelva. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia onubense.

Más sobre la provincia de Huelva, en ExplicArte Sevilla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario