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jueves, 4 de mayo de 2023

Los principales monumentos (Museo de Huelva; Casa Colón; Palacio de Congresos; Centro de Recepción y Documentación del Puerto de Huelva; Ayuntamiento; y Convento de las Agustinas de Santa María de Gracia) de la localidad de Huelva (V), en la provincia de Huelva

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Huelva, déjame ExplicArte los principales monumentos (Museo de Huelva; Casa Colón; Palacio de Congresos; Centro de Recepción y Documentación del Puerto de Huelva; Ayuntamiento; y Convento de las Agustinas de Santa María de Gracia de la localidad de Huelva (V), en la provincia de Huelva.

Museo de Huelva
     El Museo de Huelva fue creado en 1913. Sus fondos originales procedían de particulares y de las obras cedidas en depósito por el Museo de Arte Moderno de Madrid en 1931, y que estaba compuesta de una serie de obras de autores de los siglos XIX y XX. En 1948, gracias a la colec­ción arqueológica del moguereño Carlos Cerdán abrió sus puertas en la antigua Fábrica de Gas. El aumento de piezas arqueológicas y la necesidad de un lugar adecuado para los fines museísticos hizo que en 1973 se inaugurara la actual sede del Museo Provincial. El edificio, obra del arquitecto sevillano Lorenzo Martín Nieto, cuenta con tres plantas y un semi-sótano. Su contenido puede describirse en tres espacios o secciones: Arqueología, Bellas Artes y Etnología. La primera sección es la que define a este museo.
     Los fondos de dicha sección están formados por los objetos procedentes de diversas excavaciones de la capital y la provincia: La Joya, El Pozuelo, Santa Bárbara, etc. En el museo arqueológico están descritas cronológicamente todas las culturas protohistóricas e históricas de Huelva hasta la Reconquista. Destacan entre estas piezas materiales del Paleolítico y del Neolítico, la Edad del Bronce (con el ajuar de la Zarcita y los hallazgos de la ría de Huelva). Igualmente es reseñable el jarro tartésico de bronce, del s. VII a.C. Y el carro romano, así como una magnífica noria procedente de las minas riotinteñas. De época árabe hay que singularizar el capitel califal, la campana mozárabe y las estelas malagueñas de reflejos metálicos.
     Los fondos de Bellas Artes son primordialmente pictóricos, de autores onubenses como José María Labrador, Sebastián García Vázquez y Daniel Vázquez Díaz. Hay obras de autores del XVI, XVII y XVIII, entre los que hay que indicar una tabla de la escuela de Luis de Morales, otra de la Coronación de la Virgen, de Pieter Aertsen, una pintura napolitana del Seiscientos, de San Juan Bautista predicando, etc. Cuenta también con fondos etnológicos, que están siendo objeto de ordenación y catalogación (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
     El Museo de Huelva ocupa un lugar privilegiado dentro de la trama urbana; se encuentra en el baricentro de los dos sectores principales de la ciudad, el casco antiguo y el barrio de la Isla Chica.
     El Museo responde en líneas generales a una composición funcionalista, matizada ligeramente por algunos elementos decorativos. El inmueble se desarrolla en tres plantas y sótano. En las dos primeras se exponen al público las colecciones de arqueología y Bellas Artes, mientras que la tercera planta está destinada al personal administrativo del museo. El estilo racionalista del edificio, caracterizado por la simplicidad arquitectónica, hace que el inmueble carezca interior y exteriormente de elementos decorativos significativos. Los elementos sustentantes del inmueble son los propios pilares de sección cuadrada y los muros de cerramiento; tanto unos como otros no tienen ninguna intención artística. Las cubiertas interiores y exteriores son planas, sin ninguna intencionalidad decorativa.
     La constitución volumétrica del edificio es netamente la de un paralelepípedo. Fue concebido como un inmueble exento, por lo tanto, alejado de las medianeras que conforman la parcela donde se ubica. Presenta cuatro fachadas, constituyendo la principal el elemento dominante exterior. Las otras tres se limitan a dar solución puramente constructiva a los huecos proyectados. El edificio se encuentra sobre un podium que le permite salvar los ligeros desniveles del terreno. Este podium va decreciendo a medida que nos acercamos a la fachada trasera del edificio, construida al mismo nivel del suelo. El Museo se encuentra rodeado por un pequeño jardín vallado en todo su perímetro. La fachada principal, abierta a la avenida Alameda Sundheim, se levanta sobre unas escalinatas de mármol de siete escalones flanqueadas por maceteros del mismo material que conducen al pórtico. El pórtico se sustenta por seis pilares rectangulares, decorados en su parte exterior con la misma rejería que decora las ventanas. La cubierta del pórtico es también plana, revestida con planchas de madera.
     El gran auge económico experimentado por Huelva en el último tercio del siglo XIX, junto con la creación en 1893 de la Escuela de Artes y Oficios, despertó en la sociedad onubense un gran interés por las Artes. El alumnado de dicha escuela y los artistas onubenses ya consagrados, deseosos de mostrar sus obras, y la riqueza onubense en materia arqueológica hacen que se vaya gestando la idea de crear un museo. La primera noticia referente a esto la encontramos en el Diario la Provincia el 16 de junio de 1905. Es en este mismo año cuando se crea la Academia Oficial de Pintura subvencionada por el Ayuntamiento y la Diputación Provincial, los cuales también se encargan de pedir una colección de reproducciones escultóricas de época griega y romana y una numerosa colección de cuadros. Con estos elementos se pretendía crear un pequeño museo, pero la falta de un lugar apropiado y la tan esperada colección que nunca llegó truncaron la idea.
     Tendremos que esperar hasta 1910 para encontrar nuevamente una referencia a la creación del museo. En 1902 se terminó de construir la Plaza de Abasto del Paseo de Santa Fe, pero su mal funcionamiento provocó que en 1910 el Ayuntamiento cediera el local para instalar en él la Escuela de Artes. La amplitud del edificio hizo que se proyectara albergar también en él la Escuela de Capataces de Minas, la Biblioteca Popular y un pequeño museo. Pero desgraciadamente el proyecto no prosperó y el museo desapareció de los planos del arquitecto municipal Luis Mosteiro.
     Los grandes esfuerzos de la Juventud Artística darían su fruto en 1920, gracias a la labor de Fernández Alvarado. En este año el pintor malagueño toma la dirección de la Academia de Pintura, siendo su objetivo principal unificar en un mismo edificio dicha academia y un museo de Bellas Artes. Para cumplir tal objetivo se dirigió a D. Eduardo Díaz Llanos, el cual se encargó de la construcción del edificio. En definitiva, el Museo de Huelva se creó gracias a la labor de unos cuantos particulares y sobre todo gracias al interés popular. Los numerosos reproches al Ayuntamiento y a la Diputación, publicados a lo largo de 1920, provocaron la constitución finalmente de la Junta Patronal y la consiguiente declaración del museo como de utilidad pública. Por fin, el día 25 de mayo de 1921 se inauguraba el Museo de Bellas Artes de Huelva, un pequeño edificio, de una sola planta y de estilo historicista, sito en la Calle Castelar, nº 44. Las obras que formaban el grueso de la colección procedían de donaciones de artistas onubenses y de ciudadanos que donaron obras atribuidas a maestros universales. A los ocho años de la inauguración el edificio fue sacado a subasta y adquirido por un particular.
     Las colecciones, al igual que la Academia de Pintura, tuvieron que trasladarse a la Casa de los Garrocho en la calle La Fuente, lugar poco idóneo para las obras y pequeño para los alumnos.
     El 3 de febrero de 1935 muere Fernández Alvarado, el gran impulsor del arte onubense; con su marcha desaparece el museo, los alumnos abandonaron las clases y numerosos cuadros fueron retirados por sus antiguos propietarios. Habrá que esperar hasta principios de los setenta, fecha en que los hallazgos arqueológicos del Cabezo de la Joya propiciaron el permiso del Estado para construir por fin el actual Museo Provincial de Huelva. El proyecto del Museo fue aprobado por el Consejo de Ministros el día 22 de octubre de 1971. Su ejecución se efectuó en el transcurso del año 1972, inaugurándose el 12 de octubre de 1973. El proyecto fue realizado por el arquitecto Lorenzo Martín Nieto (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Casa Colón
     De 1881 es la Casa Colón, antiguo hotel Colón, que fue convertido en sede de las oficinas de la Compañía minera de Riotinto en 1896. Fue proyectado este edificio por Sundheim y por Pérez Santamaría, y decorado por Matarredona y Cuesta. Su estilo es de clara inspiración británica, con su jardín central. Actualmente se le ha añadido el auditorio municipal y se ha convertido en centro socio-cultural de la capital (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
     La actual Casa Colón, denominada en otro tiempo Hotel Colón, era un conjunto arquitectónico constituido por cuatro grandes edificios, paralelos dos a dos, que dejaban en su centro un cuadrado de sesenta metros de largo destinado a jardín. El pabellón norte fue demolido en Noviembre de 1971, al igual que ocurrió nueve años antes con el vasto parterre que separaba el edificio sur de la vía pública, y con otros elementos hoy desaparecidos.
     El edificio principal mide aproximadamente 50 metros de longitud y 26 de anchura; tiene forma de H y se compone de un núcleo central y dos cuerpos laterales de doble crujía. Tiene una planta de semisótano que constituye la cámara antihumedad, una planta principal, y una lata que ocupa toda la superficie del edificio. Sobre esta última planta, y en la nave Este, existe una tercera sobre la que se accede a la azotea mediante una escalera de madera. La cubierta del núcleo central de la nave Oeste y del torreón está resuelta con un tejado inclinado de tejas planas cerámicas, mientras que la de la nave Este es una azotea transitable solada de ladrillos. Desde el exterior existen tres accesos al edificio; uno al núcleo central, otro a la nave Oeste y un último a la nave Este.
     Los edificios de levante y de poniente son de planta rectangular de 45 x 12,20 metros, simétricos transversalmente, y constan de una planta de semisótano situada bajo rasante, una planta principal y una alta. La cubrición se resuelve con un tejado a cuatro aguas de tejas planas cerámicas.
     Los tres edificios hasta ahora descritos se destinaron originariamente a residencia. Del edificio norte, desaparecido, se conservan los cimientos y las dependencias dedicadas a cocina. Las fachadas en general del conjunto están resueltas, con ritmo de huecos predominantemente verticales y cubiertas inclinadas de tejas planas con cornisas; los huecos están tratados con un resalte en jambas y dintel, pintado en color albero, destacando así junto con los regios balcones pintados en verde, sobre la fachada en blanco. Estructuralmente los edificios están resueltos por muros de carga; incluidos los de cerramiento como piezas portantes y forjadas de regia viguería de madera (no vista).
     Del primitivo tratado general de los jardines, tan solo quedan restos de central, pero con suficiente nitidez como para reconstruirlos en su totalidad. Salvo este jardín, el resto de los espacios aparecen muy descuidados y desordenados, habiendo perdido todo el primitivo esplendor que tuvieron antaño.
     Aparte de las edificaciones principales, existen restos de lo que fueron construcciones auxiliares de la Casa Colón. El cerramiento del solar se resuelve con un muro de piedra natural en los linderos Sur y Oeste, estando rematados por una barandilla de hierro los límites que dan a la Alameda Sundheim y a la calle. El resto es ciego hasta una altura de tres metros. Por el lindero Norte se cierra mediante una simple alambrada, y por el este con un muro de ladrillo en el tramo trasero y valla metálica en el delantero.
     En 1873 el Estado español sacó a pública subasta las minas de Rio-Tinto, cuya explotación, a partir de entonces, corrió a cargo de la casa inglesa "Mathesson and Cía". Esto supuso la afluencia a Huelva de directivos, accionistas y técnicos con sus familias respectivas. La ciudad carecía de adecuados establecimientos de residencia y para dar respuesta a estas necesidades se decidió crear el Hotel Colón.
     El promotor de este proyecto fue Guillermo Sundheim, alemán de nacimiento, que había elegido Huelva como centro de su actividad mercantil. El edificio se construyó en solares de su propiedad. Se trataba de una gran parcela segregada de los terrenos que rodeaban su vivienda. La dirección de obras fue encomendada al autor del proyecto que contó con Andrés Mora como ayudante de construcción. El ingeniero eléctrico fue Church y el marmolista Rafael Barrado. La construcción dio comienzo en Diciembre de 1881. Durante el desarrollo de las obras se realizaron algunas modificaciones del proyecto inicial. Los jardines se ejecutaron según lo previsto por un jardinero traído ex profeso de la Escuela Real de Agricultura de Gaisenheim y se adecuaron para los juegos de criquet y bolos.
     El Hotel Colón se proyectó con unas instalaciones relativamente complejas. La inauguración del Hotel, celebrada el 26 de Junio de 1883, supuso un acontecimiento de primer orden, rodeado de toda la publicidad que fue posible. La sociedad minera inició en Noviembre de 1895 las obras de remodelación, consistente en la reparación y redistribución de las habitaciones para albergar sus oficinas. Es en este momento cuando comienza a denominarse Casa Colón. La agencia comercial se traslada al edificio de levante, en Marzo de 1896. Al año siguiente se elevan las tapias y en 1898 se utiliza el edificio Norte como club.
     En 1971 se demuele el edificio Norte. Con esta desaparición no sólo se pierde un edificio notable, sino que el conjunto que permanece lo hace mutilado y carente de buena parte de su significado.
     Hacia 1979, el conjunto empieza a perder interés para la Compañía y a ganarlo para el Ayuntamiento de la ciudad que entabla conversaciones con la empresa minera encaminadas a incorporar esos terrenos y edificios al patrimonio municipal. Actualmente la Casa Colón es propiedad municipal. Tras una remodelación total del conjunto, los tres edificios existentes se han readaptado para uso cultural y administrativo, al mismo tiempo que se llevó a cabo la construcción de un Palacio de Congresos, en el lugar que ocupaba el edificio Norte (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Palacio de Congresos
     Dentro de la parcela que ocupa la Casa Colón, dando frente a los jardines y cerrando el cuarto lado del rectángulo ideal que forma los tres edificios de los que consta la Casa se levanta el Palacio de Congresos. A través de un espacio concebido como nártex se ingresa en el patio desde el que se distribuye la circulación hacia los cuerpos laterales que alojan las pequeñas salas destinadas a reunión o exposiciones y hacia el volumen central que contiene la sala de congresos y espectáculos.
     El edificio se construye con volúmenes y trazados geométricos puros, fachadas ventiladas de piedra natural y llagas abiertas, cuidadas celosías de madera como cierre del edificio en su contacto con los espacios públicos que lo rodean y el empleo de elementos decorativos cercanos al lenguaje post moderno tan cercano a los años de su construcción (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Centro de Recepción y Documentación del Puerto de Huelva
      De entre 1909 y 1912 son las Cocheras de Lo­comotoras del Puerto de Huelva, en la que se acusan influencias modernistas, realizadas por el arquitecto Francisco Montenegro Calle (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
     Conjunto de dos edificios cuyos usos originales fueron cochera de las locomotoras y almacén del Puerto de Huelva. La tipología es de nave industrial, se realiza con hormigón armado y fábrica de ladrillo "en limpio" en sus fachadas y estructura de pilares y armaduras, sistema Polonceau, de acero de fundición. Plásticamente tienen gran importancia en sus fachadas los grandes huecos, enmarcados por una sinuosa línea enfoscada y pintada, que se abren en sus fachadas y las palmetas de motivos forales sobre las pilastras construidas entre sus huecos, referencias tomadas de la arquitectura modernista (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Ayuntamiento
     El Palacio Municipal o sede del Ayuntamiento onubense es un edificio neoherreriano, proyectado por Francisco Sedano y Mateo Gaya en 1941. Pero fue ejecutado por Alejandro Herrero hasta su conclusión en 1949. Se levantó en el solar de la cárcel, parte del antiguo convento de San Francisco. Sus distintas dependencias giran en torno a un gran patio, clara trasposición del claustro tradicional. Las torretas, con sus recortados chapiteles, y el reloj completan los elementos definitorios del conjunto (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
     En la fachada podemos apreciar que es de estilo neoherreriano destaca por su severa horizontalidad, lograda gracias al equilibrio de las formas, preferentemente cúbicas, que se disponen simétricamente en la estructura. Presentan cubiertas de madera revestidas al exterior de pizarra y torres laterales, rematadas en chapiteles piramidales terminados en punta.
     También se utilizó en su construcción la piedra y el ladrillo; además se empleó el granito y el mármol en las piezas que tienen una mayor suntuosidad. En lo alto de este edificio también podemos apreciar un reloj construido en Miranda de Ebro.
     La alcaldía se compone de despacho, Secretaría y sala de visitas. Además hay despachos para los Tenientes de alcalde y concejales. Se construyó una Sala de Consejos, un Salón para recepción de representaciones y otro gran Salón de Actos para sesiones extraordinarias, conferencias, etc. Este último mide 190 metros cuadrados y puede ser unido a los otros dos en caso de grandes recepciones. El patio central adopta la forma andaluza, con arquería sobre columnas de mármol en la planta baja y con balcones barrocos en la alta.
     El Ayuntamiento se encuentra en la Plaza de la Constitución y fue construido por Alejandro Herrero. Sus obras comenzaron en 1942 con dos obras de volumen en perspectiva, que aportarían a la ciudad grandes beneficios. Durante años, las obras del edificio municipal avanzaron con gran lentitud dadas las dificultades que existían para encontrar los materiales. El 10 de noviembre de 1949, el alcalde anunció que por espacio de cinco días quedaría abierto al público el nuevo Ayuntamiento (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Convento de las Agustinas de Santa María de Gracia
     En  1510 se fundó este convento de agustinas, que es la primera comunidad religiosa asentada en Huelva. Consta documentalmente que la fundación fue revalidada por la condesa de Niebla, doña Elvira de Guzmán, en 1515. Está enclavado en la céntrica plaza de las Monjas. El edificio se compone de templo y residencia conventual. Hasta hace pocos años, el ingreso a la clausura se efectuaba a través del compás, hoy transformado en portería. El cenobio tiene tres claustros. Los dos primeros, muy alterados, son mudéjares. El tercero, dispuesto junto a la iglesia, es obra muy reformada de la segunda mitad del siglo XVIII.
     En torno a estos tres claustros se disponen las principales dependencias del conjunto: refectorio, enfermería, oficinas, celdas, etc.
     La iglesia conventual, de una sola nave, quedó inconclusa desde la época fundacional. Por eso, en 1618, siendo abadesa sor Leonor de Va­llejo, se decidió construir la capilla mayor. Con tal motivo, Martín Yanes de Estrada, padre de una religiosa del convento, entregó, como patrono de dicha capilla, 400 ducados en reales para sufragar las obras, retablo y culto a celebrar en ella. Como era usual, bajo el presbiterio, se dispuso una cripta como enterramiento familiar. Las obras se iniciaron en 1620.
     El retablo mayor fue ajustado con el retablista Luis de Figueroa y con el pintor Blas Martín por 700 ducados. Al mediar el siglo XVIII, dicho retablo fue sustituido por otro churrigueresco, contratado en 1752 con los arquitectos sevillanos Juan y Joaquín Cano por un total de 23.000 reales. Tan espléndido retablo perduró hasta los lamentables sucesos de 1936. El actual, realizado en 1955, es copia fiel del primero, ya que el investigador onubense Juan Caballero y Lama ha­lló el diseño original de Luis de Figueroa.
     Tras el terremoto de 1755 el sector residencial sufrió grandes daños. En cambio, la iglesia quedó ilesa. Las obras de restauración y consolidación duraron siete meses, pues el  23 de junio de 1756 las religiosas volvieron de nuevo a la clausura. Todo ello fue posible gracias a la limosna del rey Fernando VI de Borbón y a la subvención de Tomás Wading y de su esposa, María Atley. La comunidad, encabezada por su abadesa sor Rosalía de San Agustín, nombraron patronos del convento a estos bienhechores irlandeses.
     El 20 de junio de 1936, los revolucionarios saquearon e incendiaron el convento. El templo quedó totalmente calcinado. Las monjas fueron trasladadas al convento de San Leandro de Sevilla. Dicha comunidad, para afrontar la reconstrucción del inmueble, tuvo que vender al Ayuntamiento de Huelva una gran extensión de terreno. La iglesia fue reedificada casi en su totalidad, perteneciendo el proyecto y realización del mismo a los arquitectos Luis Saavedra y Ricardo Anadón, y al perito aparejador Bartolomé Rodicio. La reconstrucción comenzó el 29 de di­ciembre de 1952 y tres años después, el 27 de agosto de 1955, era bendecida y abierta al culto de nuevo. Además, se sabe que después de la Guerra Civil realizó en este cenobio onubense varias transformaciones el arquitecto Pérez Carasa. En los exteriores del templo hay restos antiguos de interés artístico en la portada lateral del XVII, conservada en el flanco del evangelio.
     La iglesia conventual corresponde al tipo denominado de cajón. Se compone de una sola nave cubierta con techumbre lignea en forma de artesa con tirantes, que engarza con la capilla mayor, acabada en testero plano, a través de un elegante arco de triunfo. El presbiterio se cubre con bóveda semiesférica sobre pechinas. Al lado del evangelio se abre la reja que comunica con el coro bajo, mientras que el coro alto se ubica a los pies del templo.
     En el muro lateral del evangelio, en un arco rehundido, se dispone una mesa de altar, cuya frontalera está revestida de azulejos de arista con decoración geométrica. Sobre dicha mesa de altar se dispone una escultura sedente de la Virgen con el Niño, advocada Consolación del Mundo, obra de José Méndez González.
     El retablo de la capilla mayor está compuesto de mesa de altar, sotobanco, banco, dos cuerpos superpuestos y decrecientes y un ático. Los dos cuerpos se dividen en tres calles delimitadas por pilastras y columnas jónicas en el inferior y corintias en el superior. La hornacina central del primer cuerpo expone una escultura de la Inmaculada Concepción, talla en madera policromada del siglo XVIII, del círculo de Duque Cornejo, con peana facetada, con costillas y espejos. La imagen concepcionista está flanquea­da por dos pinturas tenebristas que representan a San Andrés y a San Felipe. Sobre éstos hay dos pequeños lienzos apaisados, representando la Epifanía y la Huida a Egipto. En el segundo cuerpo, flanqueada con la misma morfología que en el cuerpo inferior por varios lienzos, uno de ellos de San Agustín, está un Calvario. Éste es un grupo escultórico en madera policromada. El Crucificado es obra de José Rivera García en 1951. La Dolorosa y el San Juan son de escuela sevillana, del siglo XVIII. La Virgen fue adquirida en el anticuario Piñanes, de Sevilla, en 1941.
     En el paramento de la epístola, dentro de la capilla mayor, hay dos lienzos: En el primero aparece el martirio de dos santos agustinos. En el segundo San Bernardo amamantado por la Virgen. Fuera ya del presbiterio, siguiendo el mismo lado, hay otro óleo sobre lienzo, en el que se representa a San Agustín y a su madre, Santa Mónica. Estos lienzos, de óptima calidad artística, responden al gusto barroco.
     En este mismo paramento hay tres retablos de yesería, que recuerdan a los de traza manierista que hubo en esta iglesia antes de 1936. En el primero, dedicado al Corazón de Jesús, en sendas hornacinas laterales hay dos esculturas en madera policromada del Niño Jesús, del siglo XVII, de autoría anónima. El retablo central está presidido por los titulares de la Hermandad Agustiniana: el Cristo de la Buena Muerte, escultura en madera policromada de Joaquín Gómez del Castillo en 1941, y la Virgen de Consolación y Correa en sus Dolores, imagen de candelero para vestir del autor referido, en 1940. El último retablo está consagrado al Obispo de Hipona, imagen de vestir del siglo pasado (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
     La primitiva construcción del convento se hizo siguiendo el gusto arquitectónico de la época en gótico mudéjar y como material constructivo el ladrillo, la madera y el yeso, siendo escaso los restos de sus primitivas trazas por haber sufrido remodelaciones posteriores. De esa época mudéjar el convento conserva importantes restos. Los más antiguos corresponden al claustrillo mudéjar, pero quizás el patio de entrada sustentado por columnas de mármol genovés de orden toscano que sustentan arcos de medio punto en ladrillo visto sea lo más destacado.
     La iglesia adquiere la prestancia actual a partir de 1618 con la creación de la capilla del altar mayor. En 1951 se restaura el edificio por Luís Saavedra y Ricardo Anadón, dentro del nuevo trazado de la plaza de las Monjas creándose la actual cúpula. En 2003 es restaurado por Carlos Barranco y se recupera el embellecimiento de la fachada según el proyecto de Pérez Carasa.
     La iglesia presenta una sola nave con retablos adosados a los dos muros de cierre de fábrica. La cubierta de la nave es de par y nudillo, policromada y el tránsito entre la nave del templo y el presbiterio se realiza a través de un arco del triunfo en ladrillo visto con arco de medio punto. El sistema de entrada de luz se resuelve con saeteras o ajimez en el lado izquierdo con poco derrame de entrada de luz, mientras que en el lado derecho de la nave, la luz penetra por dos saeteras germinadas por columnas que soportan arcos de herradura. La zona de alfiz y albanegas va recubierta con azulejería de estilo sevillano.
     En la zona de pie presenta un atrio de columna con arcos de medio punto de ladrillos vistos presentando dos pares de arcos en su zona central y dos más laterales. En la zona de cabecera el ábside es plano y cubierto con cúpula semiesférica soportada por pechinas. Se decora la cabecera con un retablo de gusto neorrenacentista con orden jónico en su calle inferior y corintio en el superior. Es un retablo mixto al llevar decoración escultórica y pictórica.
     Aprovechando la prosperidad económica que la villa tenía por su riqueza minera y por su proximidad con Sevilla, ciudad que en ese momento estaba viviendo un período de expansión económica, se fundan en Huelva cuatro conventos de comunidades religiosas. El único de estos conventos que se mantiene abierto hoy es el Santa María de Gracia (1510-1700), de las Reverendas Madres Agustinas, que ubicado en un lateral de la céntrica Plaza de las Monjas, se asienta en lo que antes fue una necrópolis árabe.
     El 25 de marzo de 1510 se consagran las hermanas cuyos objetivos eran la gloria de dios en el silencio, en la oración y el sacrificio comenzaron su vida de clausura bajo la protección de doña Elvira de Guzmán y Maldonado, condesa de Niebla (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Huelva, déjame ExplicArte los principales monumentos (Museo de Huelva; Casa Colón; Palacio de Congresos; Centro de Recepción y Documentación del Puerto de Huelva; Ayuntamiento; y Convento de las Agustinas de Santa María de Gracia de la localidad de Huelva (V), en la provincia de Huelva. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia onubense.

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