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martes, 16 de mayo de 2023

Los principales monumentos (Capilla de Nuestra Señora de los Ángeles; Iglesias de Nuestra Señora de los Dolores, y de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder; y Monumentos públicos) de la localidad de Isla Cristina (I), en la provincia de Huelva

     Por Amor al Arte
, déjame ExplicArte la provincia de Huelva, déjame ExplicArte los principales monumentos (Capilla de Nuestra Señora de los Ángeles; Iglesias de Nuestra Señora de los Dolores, y de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder; y Monumentos públicos) de la localidad de Isla Cristina (I), en la provincia de Huelva.
Ubicación
     Situado en la costa occidental de la provincia.
Reseña histórica breve
     Sus orígenes se remontan a la fundación de una colonia pesquera por catalanes y valencianos en 1715 para explotar la zona próxima a la desembocadura del Río Guadiana. Tras el Terremoto de Lisboa de 1755 lo que se denominó La Higuerita, por una higuera que existía junto a un pozo propiedad del guarda del lugar, José Faneca (que actualmente forma parte de su escudo). La población era fundamentalmente marinera. Por su proximidad con Portugal recibió mucha afluencia de sus gentes atraídas por la riqueza de la zona, así como de andaluces e inmigrantes de otras zonas de España.
     La explotación de los bancos de sardina y atún dio lugar al nacimiento de una industria de salazones y conservas. Debido a la presión para recaudar impuesto del Señorío de Ayamonte y la Villa de La Redondela el pueblo obtuvo su independencia política y el nombre de Real Isla de la Higuerita en 1802.
     En 1833 se consiguió su propio Ayuntamiento en 1833 y el siguiente año, su denominación definitiva, accediendo la regente María Cristina de Borbón, quien auxilió a la a la población en la epidemia de cólera que sufrió la costa de Huelva, a darle su nombre.
     En 1872 se construyeron las salinas y la primera fábrica de sardinas en aceite. Debido al declive económico de la antigua villa de La Redondela, se anexionó a Isla Cristina en 1877.
     La villa de Isla Cristina superó en 1924 la cifra de los 10.000 habitantes por lo que el rey Alfonso XIII le concedió el estatus de ciudad.
     En el siglo XX llegó el ferrocarril para el transporte de mercancías portuarias, se constituyó la empresa Isleña de Electricidad, dedicada a la explotación del primer generador eléctrico que suministraba energía a la población y que posteriormente fue absorbida por Sevillana de Electricidad.
Patrimonio histórico y cultural
     Las Marismas de Isla Cristina, declaradas Paraje Natural desde 1989.
     Capilla de Nuestra Señora de los Ángeles, del siglo XIX, conocida como la Ermita.
     Iglesia de los Dolores y del Gran Poder.
     Patio de San Francisco.
Fiestas y tradiciones
     Carnavales, en febrero.
     Semana Santa.
     Fiestas de la Virgen del Carmen, el día 16 de julio.
     Fiestas Patronales de la Virgen del Rosario, el 7 de octubre.
     Fiestas de La Redondela, segunda quincena de agosto.
     Fiestas de Barriada, en junio y julio.
Recursos económicos y sociales
     La pesca (es uno de los principales puertos pesqueros de la provincia), la industria conservera y la agricultura (cereales, almendros e higueras) y el turismo de ocio son un exponente básico en la economía.
Gastronomía
     Se pueden degustar pescados y mariscos frescos de la costa, productos derivados del cerdo ibérico, fresas, y guisos marineros como los pejellitos de atún, corvina al pimentón, raya al pimentón, el cazón con tomate, el tollo con tomate, las conservas de atún, caballa y melva, y salazones de sardinas.
De la repostería es característica la coca tradicional de Semana Santa (Diputación provincial de Huelva).
    Isla Cristina se encuentra situada en la costa onubense, a 2 m. sobre el nivel del mar, y a una distancia de 47 Km. de la capital. Cuenta con 19.227 habitantes. Tiene su origen en el desarrollo de las pesquerías que catalanes y valencianos llevaron a cabo en sus costas, desde el siglo XVIII, debido a la creciente demanda de pescados y salazones en Cataluña. Pasado el maremoto de Lisboa, que causó grandes pérdidas de vidas humanas y la destrucción de las efímeras chozas, la población se asentó en torno a un pozo de agua dulce, junto a una higuera, por lo que el poblado se denominó La Higuerita. En 1788 se nombra a un primer capellán estable, para la asistencia religiosa. El mismo año se acogió a la jurisdicción real, a través de la Marina, con independencia del marquesado de Ayamonte. La Real Isla de la Higuerita llega a ser parroquia propia en 1823, cuyo primer párroco fue el historiador de la villa, el P. Miravent Soler, que ya hacía años atendía pastoralmente a la población. Queda confirmado como Ayuntamiento independiente en 1833, y en 1834 pasa a denominarse Isla Cristina, en agradecimiento a la ayuda prestada por la reina María Cristina en una epidemia de cólera. En 1887 se anexionó la antigua villa de La Redondela. El gran desarrollo de la pesca y su elaboración conser­vera tuvo un gran auge en el primer tercio del siglo XX. En 1924, Alfonso XIII le concedió el título de ciudad. En aquellos años experimentó un gran desarrollo cultural, en el que brilló, sin duda, Blas Infante, notario de la villa, considerado como «padre de la Patria andaluza» (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
         Isla Cristina se sitúa junto al mar, al fondo del Pa­raje Natural de las Marismas de Isla Cristina. Es una población que nació en la segunda mitad del siglo XVIII, cuando un grupo de pescadores del arco Mediterráneo se instaló en la zona para aprovechar su riqueza marítima, salar el pescado y explotar las salinas. Entonces se llamaba Real Isla de la Higuerita, pero, tras la ayuda prestada por la reina María Cristina en el combate entablado contra la epidemia de cólera que se había extendido por la localidad, hacia 1834 mudó de nombre y pasó a adoptar el de Isla Cristina.
     Aunque las actividades pesqueras, las industrias de salazones y la explotación de las salinas constituyen un pilar básico de su economía, Isla Cristina está muy orientada hacia el turismo. En la actualidad alcanza una población de 20.000 habitantes. El crecimiento tan intenso experimentado en los últimos años casi ha borrado por completo los restos de la primitiva aldea de pescadores. Guarda su sabor más auténtico en los alrededores del puerto pesquero: en la lonja se pueden ver las descargas de pescado y asistir a las subastas; cerca del muelle abundan las fábricas de salazones; en las calles huele a mar, a redes extendidas, a barcos que cruzan la ría.
     En el muelle Martínez Catena comienza una sugestiva Ruta de las puestas de sol que recorre el paseo ma­rítimo del cantil y llega a la playa Punta del Caimán. En cada uno de los puntos estratégicos del itinerario surgen postes con fotografías de crepúsculo y versos de poetas como Cernuda y Aleixandre. Mientras pasan los barcos dibujando una lenta pincelada de color, se pueden leer textos que hablan de luces y deseos, de velas y labios.
     En un antiguo patio de vecinos del siglo XIX se inauguró en 2007 el Museo del carnaval, exposición permanente que recoge carteles, disfraces y objetos típicos relacionados con estas fiestas populares (Pascual Izquierdo, Un corto viaje a Huelva. Guíarama compact. Anaya Touring. Madrid, 2012).
     Ciudad marinera y turística a orillas del Atlántico, enclavada actualmente en una península gracias al afloramiento de la barra de la ruta.
Historia
     La ciudad fue fundada por pescadores de atunes y de sardinas de origen valenciano y catalán. En 1788, con el nombre de La Higuerita pasó a depender de la corona. Cambió su nombre por el actual en 1834 y en 1924 recibió el título de ciudad bajo el reinado de Alfonso XIII.
     En 1915, el 13 de febrero, vio por primera vez la luz el periódico La Higuerita, decano de la prensa provincial y uno de los primeros que se fundaron en Andalucía.
Gastronomía
     Cocina eminentemente ma­rinera, entre sus muy apetitosos platos sobresalen las coquinas al ajillo, el atún mechado, el arroz a la mari­nera, la raya al pimentón o los chocos con habas.
     El marisco, especialmente las gambas y los langostinos, a la plancha o cocido, ocupa un lugar de preeminencia. Como en la mayor parte de la provincia, el tapeo es un aspecto gastronómico muy a tener en cuenta.
Fiestas
     Destaca el Carnaval: con su concurso de comparsas y chirigotas y su espectacular cabalgata, sus bailes y el entierro de la sardina, en el que participan aproximadamente 3.000 llorosas ''viudas'', constituye una explosión festiva totalmente reconocida que en el mes de febrero inunda las calles de la ciudad.

     Del 15 al 20 de julio tienen lugar las fiestas en honor de la Virgen del Carmen, patrona de los marineros.
Visita
      Más que en sus monumentos, de los que apenas pueden mencionarse la iglesia de los Dolores, de 1954, y el templo del Gran Poder, de 1966, la personalidad de Isla Cris­tina se encuentra en su fuerte vocación mari­nera, en el puerto pesquero, uno de los más importantes de Andalucía, en sus industrias de salazones y, consecuentemente, en la sal. Últimamente también, y de modo importante, en el turismo, cuyas aportaciones están transformando la ciudad. Las magníficas playas Central, del Hoyo y de la Redondela constituyen el principal argumento de una actividad en progresivo incremento. Son más de 8 km de finísimas arenas doradas, de naturaleza silícea, con anchuras que oscilan entre los 75 y 85 m, en los que se dispone de abun­dantes aparcamientos y de excelentes instalaciones. Las playas de la Redondela y el Hoyo tienen a su espalda un extenso bosque litoral de pinos que constituye un delicioso paisaje (Rafael Arjona. Guía Total, Andalucía. Editorial Anaya Touring. Madrid, 2005).

Capilla de Nuestra Señora de los Ángeles
     Era la antigua Capilla del Cementerio parroquial, levantado gracias a los desvelos del primer párroco, el P. Miravent, quien testimonia haber­lo iniciado en 1812, y su fachada concluida en noviembre de 1822. El edificio, con decoración neogótica en la fachada, tiene planta rectangular. La capilla fue terminada en 1850, bendecida el día 8 de agosto, y dedicada a Jesucristo con el título de la Resurrección y la Vida. Posteriormente sirvió como capilla del Grupo Escolar de Ntra. Sra. de los Ángeles. En esta capilla tuvo origen la parroquia del Gran Poder.
     En un templete, preside  la  imagen  titular, Ntra. Sra. de los Ángeles, obra de Emilio Pizarro Cruz, de 1903. La imagen fue adquirida a la Hermandad del Baratillo, de Sevilla, y restaurada por José Vázquez Sánchez, en 1942, quien realizó las actuales manos.
     Ante el templete, hay una lápida sepulcral de mármol blanco, sobre el pavimento, que dice: « R.I.P. Aquí yacen los restos mortales del Rvdo. Padre D. José Mirabent Soler que falleció en esta isla en la paz del señor el día 23 de septiembre de 1857. Esta lápida perpetúa el recuerdo de cariño y admiración a que se hizo acreedor, no sólo por sus virtudes y su talento, sino porque fue el primer sacerdote de Isla Cristina, y las semillas de su abnegación y de sus sabias enseñanzas vivi­rán siempre latentes en los corazones de los bue­nos isleños».
     Sobre ménsulas, que flanquean el templete principal, se exponen el Cristo de las Tres Caídas, con cabeza de fines del XVI, y el Cristo ata­do a la columna, de Pío Mollar, 1946 (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).

Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores
     La Parroquia fue erigida canónicamente el 7 de enero de 1823. La primera capilla se levantó en una barraca en 1757, y desde entonces se veneró, en un cuadro, a la Virgen de los Dolores, que alcanzaría el rango de patrona canónica en 1819. El templo fue edificado de material entre 1776 y 1779, aunque fue ampliado en años sucesivos, y dotado de imágenes y retablos.
     Destruida la antigua parroquia, fue edificado el actual templo, según planos de Alberto Balbontín de Orta y Antonio Delgado Roig. Se co­locó la primera piedra en 1942. El culto comenzó en diciembre de 1954, en que la parroquia fue bendecida por el primer obispo de Huelva, Mons. Cantero Cuadrado, aunque no quedó concluida su torre hasta 1968, siendo bendecida por Mons. García Lahiguera. El gran artífice de la terminación y de su amueblamiento fue el pá­rroco Manuel Martín Gil.
     El edificio fue concebido en la línea de la arqui­tectura neobarroca andaluza, con elementos de neomudejarismo. Al exterior, la portada refleja la estructura interior de tres naves. Dos grandes pilastras reciben un frontón triangular sobre su entablamento. Tres cuadros de cerámica repiten la composición tripartita. La torre consta de fuste y doble cuerpo de campanas, decrecientes, de dos vanos y un vano por cada lado, respectivamente. Llama la atención la imagen de la Virgen, realizada en los talleres de orfebrería de Vda. de Villarreal, que corona la torre. Tiene tres naves, capilla mayor, tres capillas a los pies del templo, que flanquean el cancel, y otras dos que abren a la nave del evangelio. Las arquerías divisorias de naves presentan arcos de herradura apuntados sobre pilares, enmarcados en alfiz. El transepto, al centro, presenta la típica compartimentación de espacios, divididos por arcos de medio pun­to. La solería del templo es de mármol blanco y gris, y el zócalo de cerámica de clavos, azul y blanca, de Cerámica Santa Ana, 1968.
     La capilla mayor facetada se cubre con bóvedas de nervadura con espinazo central. Los nervios que articulan la plementería reposan sobre semicolumnillas o baquetones adosados al muro, con basas y capiteles decorados con hojas de vid muy estilizadas.
     Sobre las arquerías divisorias de naves  abren una serie de pequeños vanos ojivales, que re­cuerdan las iglesias mudéjares toledanas. La nave central se cubre con techumbre de madera en forma de artesa con tirantes decorados con labor de lacería. El centro del transepto también se cubre con techumbre de madera a dos aguas. En cambio, los extremos del mismo y las naves laterales lucen techos de bovedillas. Sobre la puerta principal, se sitúa en alto la tribuna del órgano.
     A los pies de la nave del evangelio está la capilla de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro, con retablo marco de la advocación. Sobre la mesa de altar está la Virgen del Rosario. La primitiva imagen, de vestir fue traída de Mataró por don Salvador Casanova en 1789. Poco después de 1936, Antonio Infantes Reina rehizo la imagen, a partir de las mascarillas de la Virgen y del Niño, que se conservaron, y la dotó de mayor altura.
     El retablo de la Piedad y Santo Entierro de Cristo, decorado con columnas salomónicas, contiene la urna con el Yacente, y sobre ella, el grupo de la Piedad, con el madero y el sudario.
     El Cristo Yacente es una magnífica talla del escultor murciano José Planes Peñalver, de 1957. El Cristo del Amor y la Virgen de la Piedad forman un único grupo escultórico realizado en 1942 por Miguel Castellana Serra, de Olot. Completan este misterio de la Sagrada  Mortaja las imágenes de San Juan Evangelista y María Salomé, de Emilio Pizarro Cruz, 1914, y José de Arimatea, Nicodemo, María Magdalena y María Cleofás, obras de José Vázquez, 1945, quien asimismo restauró las dos primeras, que procedían de la Hermandad del Baratillo de Sevilla. Son de destacar los dos confesionarios en madera tallada, de estilo neobarroco.
     La capilla del Sagrario, cuadrangular, se cu­bre con bóveda de cuatro paños con decoración de yeserías. En la hornacina preside un Corazón de Jesús, de Castillo Lastrucci. Debajo, sobre pedestal de mármol, se expone el Sagrario de plata, con columnas en los ángulos, bóveda rematada con el Crucifijo, y, en la portada, el relieve de dos ángeles adoradores. Fue labrado por el orfebre sevillano Manuel Caballa Baeza en 1957.
     Preside la nave el evangelio, acabada en testero plano, un templete de madera dorada, con el Cautivo, imagen de vestir, de José Vázquez Sánchez, 1943, la Virgen de la Paz, de mismo autor 1947, y el San Juan, obra del escultor isleño Francisco José Zamudio Barroso, de 1988.
     El retablo mayor, en madera dorada y poli­ cromada, es obra de Guillermo Riego Vargas, de 1957. En la hornacina central, la Virgen de los Dolores, titular del templo, obra de Sebastián Santos Rojas, de 1937, que sustituye a la de Juan de Astorga, de 1814. En el ático, aparece el Niño Jesús sobre nube con tres querubes, de José Sanjuán Navarro, con la mascarilla de la antigua imagen del Niño de la Bola.
     En la cabecera de la nave de la epístola, un dosel de terciopelo rojo, que pende de corona real, tachonado de estrellas, sirve de fondo al simpe­cado de la Virgen del Rocío, de 1973.
     Luego, en el testero lateral, en su retablito, de simple formato, se expone el Crucificado, titulado Cristo de la Vida, traído de Cataluña hacia 1850; a partir de la cabeza, José Sanjuán Nava­rro rehízo el cuerpo, hacia 1950. La Virgen de la Soledad es imagen de escuela granadina, de fines del siglo XVIII. Procede del convento de jesuitas de Ronda, y fue adquirida, a raíz de la desamortización de 1835, por la familia de Carlos Granados León, quien hizo donación de ella a la parroquia el 16 de enero de 1967. Un reta­blito dorado y policromado expone la figura de la Virgen de Fátima, de Avelino Moreira Vinhas, de 1959.
     A los pies de la nave está la capilla bautismal, presidida por un retablo con hornacinas pareadas, donde se da culto al Cristo de la Borriquita, Nuestro Padre Jesús Triunfante, y a la Virgen, Ntra. Sra. Reina de los Ángeles. Ambas imágenes fueron talladas por el escultor ayamontino José Vázquez Sánchez, el Cristo en 1950 y la Virgen en 1953. Al centro, la pila bautismal, en mármol blanco.
     En el ángulo del primer pilar de las arquerías divisorias de naves, y en los pilares que soportan la tribuna del órgano, se sitúan las artísticas pilas de agua bendita, de mármol blanco, de Talleres Coloma, de Sevilla, 1959.
     El púlpito, obra del sevillano José Olivera León de Guevara, 1958, se eleva sobre un pie hexagonal. El antepecho, facetado, se decora con relieves de los Evangelistas. Todo en madera en su color natural. El tornavoz, en madera dorada, recuerda la fuente del claustro principal del Monasterio de Guadalupe, y se remata con ángel trompetero. En el interior, revolotea la blanca paloma, símbolo del Espíritu Santo.
     El órgano fue construido por Organería Española, de Madrid, en 1960. En el centro de la nave pende una gran lámpara de metal, de Pedro Angulo, de Lucena de Córdoba. El cancel es obra de Guillermo Riego Vargas.
     La sacristía ocupa una estancia rectangular, con techo raso, y zócalo de azulejos sevillanos de aristas. En un fanal o capilla, con decoración de rocallas y chinescos, una figura de Santa Rita, con hábito negro y cruz en la mano derecha; todo de la segunda mitad del siglo XVIII. Frente a la cajonera, una vitrina empotrada, con la cruz parroquial y los ciriales, de Pedro Angulo Solís, de Lucena, 1959, autor también de la custodia. El mueble de madera ha sido realizado en el mismo tipo de madera y talla que los confe­sionarios y el púlpito. La cajonera se adorna con tallas de roleos dorados (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).

Iglesia de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder
     La parroquia tuvo sus orígenes en la capilla de la Reina de los Ángeles. El nuevo templo fue edificado entre 1962 y 1966, según los planos del arquitecto Ricardo Anadón Frutos. Tiene una gran nave principal con dos arquerías laterales, compuestas por vanos adintelados y arcos de medio punto alternados.
     A los pies de la nave del evangelio se halla la capilla bautismal, cerrada por dos de sus flancos con cancelas de hierro. En el centro hay una pila de mármol blanco, de 1956. Sobre la mesa de altar está la Virgen del Carmen, de Oliva, de 1965. Y sobre pedestal, Ntra. Sra. de la Amargura, de Álvarez Duarte, de 1975, titular de la Her­mandad de penitencia del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y María Santísima de la Amargu­ra. En el lateral de la misma nave se abre la ca­pilla del Gran Poder. En ella se venera la imagen titular del templo, escultura firmada por Illanes, en 1940, junto con las imágenes de Ntra. Sra. de las Mercedes, de 1940, y San Juan Evangelista, ambas de Castillo Lastrucci. En la sacristía, sobre la cajonera, aparece un pequeño Crucificado de hacia 1600. Hay también un lienzo de la Dolorosa, del siglo XIX, firmado por Pueyo (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).

Monumentos Públicos
     En los jardines contiguos al Ayuntamiento, en la Gran Vía Román Pérez Romeu, hay un monumento con la escultura en caliza sobre pedestal de granito, con la leyenda «Don José Miravent y Soler 1779-1857 primer sacerdote de esta isla, defensor de los pescadores, autor de las Memo­rias sobre la fundación y progresos de la Real Isla de la Higuerita, a quien se debe el conocimiento de los orígenes de nuestra ciudad. Escultura donada por la asociación amigos de Isla Cristina en homenaje al Padre Miravent». La escultura está firmada por «Berza». En la Avenida Federico Silva Muñoz se levantó en 1979 un monumento a los marineros, con una lápida que dice «A ti, marinero, que desde antaño cuando a golpe de mazos sobre la proa del buque descubrías la pesca hasta hoy que utilizas los más modernos métodos tu trabajo en el mar es a cada momento un constante sacrificio llegando incluso a tributar con tu propia vida. Erigido por suscripción popular. Isla Cristina 15 de julio 1979». Sobre basamento de granito  gris y negro que imita una embarcación, hay un grupo escultórico de tres marineros, trabajados en piedra caliza blanca (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).

     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Huelva, déjame ExplicArte los principales monumentos (Capilla de Nuestra Señora de los Ángeles; Iglesias de Nuestra Señora de los Dolores, y de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder; y Monumentos públicos) de la localidad de Isla Cristina (I), en la provincia de Huelva. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia onubense.

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