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Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero, para conmemorar los 800 años de la Torre del Oro

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domingo, 21 de enero de 2024

Los principales monumentos (Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción; Ermita de Nuestra Señora de Palomares; Castillo de los Guzmanes; Ermita de la Veracruz; Palomar de la avenida Guadalquivir; Ayuntamiento; Molino de Viento; ruinas de las Haciendas; y Cortijo Alventus) de la localidad de Trebujena, en la provincia de Cádiz

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Cádiz, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción; Ermita de Nuestra Señora de Palomares; Castillo de los Guzmanes; Ermita de la Veracruz; Palomar de la avenida Guadalquivir; Ayuntamiento; Molino de Viento; ruinas de las Haciendas; y Cortijo Alventus) de la localidad de Trebujena, en la provincia de Cádiz.
        Situada en la zona más noroccidental de la provincia, su término está limitado por el río Guadalquivir. Se han hallado restos paleolíticos en el villar de la meseta de Palomares y numerosos hallazgos de época romana relacionados con el antiguo «Portus Tarbisana». Fue definitivamente reconquista por Alfonso X en 1264 y Sancho IV cedió la villa en 1295 a Alonso Pérez de Guzmán, perteneciendo a los Duques de Medina Sidonia hasta el siglo XIX (Juan Alonso de la Sierra, Lorenzo Alonso de la Serra, Ana Aranda Bernal, Ana Gómez Díaz-Franzón, Fernando Pérez Mulet, y Fernando Quiles García. Guía artística de Cádiz y su provincia. Tomo II. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).   
     Esta clara ciudad de geométrico trazado se localiza en el extremo noroccidental de la provincia, en un territorio plano, de claras marismas y doradas viñas.
Historia y visita
     La ciudad es de origen fenicio, habiendo sido un lugar de relativa importancia durante las dominaciones romana y árabe. En 1297, tras la conquista cristiana, Sancho IV se la entregó a Guzmán el Bueno quien construyó el castillo, del que sólo se conservan los muros y la sala de armas, con techo de bóveda de media naranja.
     En la actualidad, Trebujena produce abundantes vinos que se llevan en su totalidad a las bodegas de Jerez y de Sanlúcar de Barrameda para su comercialización en el marco de la denominación Jerez­-Xeres-Sherry. Son célebres las ganaderías de reses bravas que pastan en su término.
     La graciosa plaza de España, en la que se encuentra el edificio del Ayuntamiento, con su reloj y su campanillo, es el centro del pueblo. Aquí se localiza también la iglesia parroquial de la Purísima Concepción, levantada en el siglo XVII, en la que sobresale el Cristo de la Misericordia de la escuela de Martínez Montañés.
Gastronomía
     Los peces del cercano Guadalquivir, anguilas, camarones, albures, angulas y la abun­dante caza de aves acuáticas, conejos, liebres y perdices constituyen los elementos de su cocina, sencilla y natural.
Fiestas
     El Carnaval, en febrero, es uno de los más atractivos de la provincia. Las murgas recorren el pueblo cantando sus coplillas satí­ricas y un gran número de vecinos salen disfrazados a la calle.
     Entre el 14 y el 16 de agosto se celebra la feria en honor de la patrona, la Virgen de Palomares (Rafael Arjona. Guía Total, Andalucía. Editorial Anaya Touring. Madrid, 2005).  


Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción
     Fue edificada a principios del siglo XVII, aun­que se transformó casi por completo en la segunda mitad del siglo XVIII con formas neoclásicas. El templo presenta planta rectangular donde se inscribe una cruz latina. El espacio se encuentra dividido en tres naves, mediante arcos de medio punto que recaen sobre pilares rectangulares con pilastras adosadas en su frente principal. La nave central, más alta y ancha que las laterales, está dividida en cinco tramos con arcos fajones y se cubre con bóveda de cañón con lunetos. Las naves laterales están cubiertas con bóvedas de arista. En el crucero se alza una cúpula semiesférica con linterna sobre pechinas. En el lado de la Epístola se agregaron dos capillas además de la sacristía y otras dependencias.
     La fachada de los pies dibuja el perfil escalonado de las cubiertas y está centrada por la pétrea puerta del Perdón, de estilo renacentista, que quedó finalizada en 1624, cuya fecha aparece en la base del vano circular. Se estructura mediante un acceso de medio punto acasetonado, el cual queda flanqueado por columnas toscanas de fus­te estriado en el primer tercio y acanalado en el resto, que descansan sobre altos pedestales con motivos de rombos. En las enjutas aparecen relieves de rosetas. Sobre un clásico friso, compuesto de triglifos y metopas en las que se insertan relieves de rosetas y puntas de clavo, se alza un frontón recto y partido con remates gallonados, situándose en el tímpano un vano circular, hoy cegado, y sobre éste una ventana rebajada, también cegada, del siglo XVIII.
     Sobre el tejado, centrando la fachada de los pies y los muros altos de la nave central se sitúan decorativos balconcillos amansardados. La portada lateral, en el lado del evangelio, es de concepción neoclásica. Presenta una puerta ad­intelada flanqueada por pilastras toscanas con traspilastras de sillería, coronándose con un friso clásico en cuyas metopas se inscriben relieves de rosetas y los símbolos parroquiales. En el extremo izquierdo se sitúa la torre, que tiene planta cuadrangular y dos cuerpos. Sobre la elevada caña se alza el campanario, que es de planta cuadrangular y se encuentra decorado con doble apilastrado en cada uno de sus cua­tro lados, donde se abren vanos de medio punto. Se corona mediante apretilado con remates ce­rámicos y se cubre con chapitel piramidal revestido de azulejería polícroma y cruz de forja con veleta superior.
     El altar mayor ocupa el tramo central del crucero y se sitúa en alto sobre gradas. Está presidido por un baldaquino neoclásico de madera pintada, a imitación de jaspe rojo con ornamentación dorada el cual alberga una figura de la Inmaculada contemporánea. A ambos lados se localizan imágenes policromadas de San José y San Pedro, del siglo XVIII.
     En la cabecera del templo existe una tribuna alta donde se sitúa el órgano, localizándose debajo de su bóveda rebajada una sencilla sillería coral. En los pilares del crucero se alzan dos ángeles lampareros policromados del siglo XVII.
     En el crucero, ocupando la cabecera de la nave de la epístola, se ubica un dieciochesco retablo de estípites pintado en tonos azules con ornamentación dorada y policromada, el cual se estructura mediante banco, un cuerpo con tres calles y ático. Está centrado por una interesante imagen de la Virgen del Rosario, de estilo tardorrenacentista, realizada por Gaspar del Águila en 1579. En las hornacinas laterales se sitúan imágenes poli­cromadas de Santo Domingo y San Antonio de Padua, obras probables del siglo XVIII.
     En el lado frontero, encabezando la nave del evangelio, se halla otro retablo de estípites del siglo XVIII, pintado en celeste con ornamentación dorada y policromada, que alberga al Cristo de la Misericordia, realizado por Gaspar Ginés en 1636, situándose en el ático un relieve del Padre Eterno. En los frentes del crucero hay grandes pinturas con la Santísima Trinidad del siglo XVIII, a la izquierda, y Jesús ante los doctores del siglo XVII, a la derecha.
     En la nave del evangelio se sitúa un retablo de altar del siglo XVIII, pintado en azul-celeste, cuya hornacina central alberga una imagen de vestir de San Francisco de Asís, situándose en los laterales relieves de la Sagrada Familia y la Im­posición de la casulla a San Ildefonso, de la misma fecha que el retablo, y en el ático una imagen policromada de la Inmaculada. Junto al anterior se halla otro retablo similar pintado en rojo con ornamentación dorada, que está presidido por una figura de candelero de la Virgen del Carmen, a cuyos lados hay imágenes de San José y Santa Teresa, reservándose el ático para una pin­tura de San Luis Gonzaga, todo del XVIII.
     La primera capilla que se abre en el lado del evangelio, desde los pies, es la bautismal, de planta cuadrangular cubierta con bóveda semiesférica. Está centrada por una sobria pila de mármol del siglo XVIII y se halla presidida por un lienzo de medio punto con el Bautismo de Jesús de la misma época. Junto a esta capilla se encuentra un retablo dieciochesco que alberga imágenes contemporáneas de la Cofradía de Jesús Nazareno. A continuación se localiza la capilla sacramental, que se divide en dos tramos, estando el primero cubierto con techumbre plana y el segundo con bóveda de cañón. Está presidida por una figura de Jesús Nazareno, en hornacina abierta en el muro, hallándose en los muros laterales grandes lienzos de la Virgen de los Ánge­les y La Resurrección de Lázaro, del siglo XVII. Junto a esta capilla se sitúa el Altar de Ánimas, con pintura datable en el siglo XVIII y un recompuesto retablo, con imagen contemporánea de Jesús atado a la columna, en cuyo ático se inserta una pintura de San Juan Nepomuceno del siglo XVIII. Entre las pinturas distribuidas por el templo, destacan la Virgen del Carmen, San Sebastián y Santa Gertrudis, obras probables de finales del siglo XVII (Juan Alonso de la Sierra, Lorenzo Alonso de la Serra, Ana Aranda Bernal, Ana Gómez Díaz-Franzón, Fernando Pérez Mulet, y Fernando Quiles García. Guía artística de Cádiz y su provincia. Tomo II. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005). 
     La actual Iglesia fue reconstruida a principios del siglo XVIII sobre otro templo de principios del XVI, interviniendo posiblemente en ella el arquitecto Diego A. Díaz, corriendo la decoración interior por cuenta de Pedro de Silva. La traza es de planta rectangular dividida en tres naves con la central resaltada en anchura y altura. Las naves laterales se cubren con bóvedas encamonadas de aristas y la central con cañones de lunetos entre arcos fajones de medio punto que apean en un cornisamento corrido perteneciente a un orden apilastrado de capitel toscano. También quedan cubiertas con cañones de lunetos las dos capillas colaterales volteándose el crucero con una medio naranja de linterna y cupulín apeada sobre pechinas delimitadas por los arcos torales de orden toscano con frisos de glifos. Tras el baldaquino que lo preside se traza en el testero un cañón y arco carpanel que aloja el coro bajo y sirve de tribuna al órgano situado en la entreplanta superior, cubierta con una bóveda de cañón con lunetos. Adosado al primer tramo de la nave lateral de la epístola se halla la Capilla del Baptisterio cubierta con una media naranja trasdosada de teja morisca con las limatesas vidriadas. Una segunda Capilla para el Sagrario queda adosada al tercer tramo de la misma nave y es cubierta por un cañón de lunetos igualmente trasdosada de teja morisca. 
     La portada principal del perdón situada a los pies de la nave central pertenece al templo primitivo y esta labrada en cantería arenisca según un vano central de medio punto jambeado de almohadillados, rosetones en las enjutas y pilastras toscanas estriadas sobre plintos que sostienen un arquitrabe de friso decorado con triglifos y metopas de rosetas y puntas de diamantes rematado con un frontón recto intersectado por un óculo ciego. La torre de planta cuadrada situada en el lado del Evangelio del testero presenta un primer cuerpo ciego y un cuerpo de campanas de vano entre apilastrado rematado por un chapitel decorado con azulejos (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Ermita de Nuestra Señora de Palomares
     Fue edificada en estilo mudéjar en el siglo XVI, siendo reconstruida en 1757. Se realizaron importantes reformas en 1906 y en 1994 se res­tauró el edificio.
     La planta es rectangular, de una sola nave, que se cubre con armadura de madera de par y nudillo con almizate decorado mediante paños alternos de lacería estrellada, contando con ocho tirantas pareadas decoradas con estrellas en el centro y los extremos. En el presbiterio se alza una cúpula semiesférica sobre pechinas. Y a los pies, en alto, se sitúa el coro, configurado mediante sencilla tribuna de madera.
     En el exterior sobresalen los contrafuertes de apoyo del ábside. La fachada principal está centrada por la portada de los pies y se corona con un piñón de perfil polilobulado con el emblema mariano que se remata con jarrones y cruz central. A los pies del lado de la epístola se ubica la torre con espadaña superior. Los ángulos de la elevada caña presentan acharnelado de ladrillo visto, mientras que el vano de medio punto ciego que se sitúa en la base y el óculo superior están enmarcados también con ladrillo visto. So­bre este cuerpo se eleva una espadaña formada por dos vanos de medio punto flanqueados por pilastras y coronada por un piñón mixtilíneo con jarrones cerámicos y cruz con veleta de hierro.
     La portada principal, realizada en sillería, presenta vano de medio punto con impostas marcadas y ménsula en la clave, quedando flanqueado por pilastras adosadas sobre altos pedestales. Se corona con friso superior y prominente frontón recto y roto, en cuyo tímpano se abre un gran óculo con moldura pétrea. A ambos extremos del frontón se sitúan remates piramidales con bolas superiores que descansan en moldurados pedes­tales. En el lado de la epístola existe una portada lateral, de estructura semejante a la principal, que está cegada.
     El altar mayor se halla presidido por un majestuoso retablo dieciochesco sin dorar, que se puede fechar hacia 1757. Se estructura, median­te grandes estípites, en banco con puertas laterales, dos cuerpos y tres calles. El camarín de la Virgen titular presenta ornamentación dorada y se cubre con cúpula semiesférica pintada con ángeles. En su interior hay un templete de madera tallada y estilo rococó de la segunda mitad del siglo XVIII. La imagen de candelero de la Vir­gen de Palomares, Patrona de Trebujena, parece datar del siglo XV.
     En las calles laterales se sitúan imágenes en blanco de San Antonio de Padua y San Francisco de Paula, en el primer cuerpo; y dos santas en el segundo, presidiendo el ático una figura policromada de San Antonio Abad. Todas las figuras pertenecen a la época del retablo.
     Entre las imágenes situadas en la nave principal destaca el Cristo de la Veracruz, con rasgos gotizantes que se puede fechar en el siglo XVI; una imagen de vestir de Nuestra Señora de la Soledad junto al Cristo Yacente, que posee brazos articulados y pertenece al siglo XVII, siendo ambas figuras titulares de una hermandad peni­tencial (Juan Alonso de la Sierra, Lorenzo Alonso de la Serra, Ana Aranda Bernal, Ana Gómez Díaz-Franzón, Fernando Pérez Mulet, y Fernando Quiles García. Guía artística de Cádiz y su provincia. Tomo II. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005). 
     Se trata de una Iglesia de pequeñas proporciones y consta de una sola nave con cabecera plana. La nave se cubre mediante artesonado de tradición mudéjar, y el presbiterio se resuelve mediante un espacio cuadrangular con pilastras en los ángulos y cubiertas por cúpula semiesférica sobre pechinas. En el testero principal se sitúa el camarín abierto a éste por arco de medio punto y cubierto por cúpula sobre pechinas,
     Al exterior la fachada principal presenta portada de medio punto flanqueada por pilastras y rematada por frontón triangular roto que alberga en su centro un vano circular. En el lateral se sitúa una espadaña de un solo cuerpo con dos vanos rematados en medio punto separados por pilastras toscanas. Se corona con molduras mixtilíneas. A un lateral se abre otra portada hoy sin uso de sencillas líneas. Todo el conjunto corresponde a la estética tardo-barroca sevillana (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Castillo de los Guzmanes
     Construido a finales del siglo XIII o principios del XIV; se enclava en el centro de una manzana de casas, que se encuentran adosadas a la estructura original. Presenta dos accesos y en su interior se ubica el mercado de abastos. Del castillo original se conservan los cuatro lienzos de sillería que definen una planta cuadrangular, con restos de los cubos existentes en las esquinas y un torreón, en el ángulo suroeste, que pudo ser la To­rre del Homenaje. Existen restos de los remates defensivos sobre los que se ha reconstruido un almenado piramidal.
     El interior está ocupado por una edificación moderna de dos plantas que se estructura en tor­no a un patio central (Juan Alonso de la Sierra, Lorenzo Alonso de la Serra, Ana Aranda Bernal, Ana Gómez Díaz-Franzón, Fernando Pérez Mulet, y Fernando Quiles García. Guía artística de Cádiz y su provincia. Tomo II. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005). 
     Se encuentra situado en la Plaza del Altozano por donde se accede como entrada principal. Está rodeado por casas que apenas sobresalen de la zona que compone la manzana formada por las plazas de Federico García Lorca, Antonio Cañadas y Altozano, y la calle Antonio Machado, que actúa como puerta lateral.
     Considerado de origen andalusí, construido entre finales del siglo XIII y comienzos del siglo XIV, y posiblemente reedificado por Alonso Pérez de Guzmán el Bueno (1550-1615) tras la conquista castellana. Poco queda actualmente de esta fortaleza medieval de planta cuadrilonga, debido a la ocupación de su plaza de armas por un mercado de abastos y al total adosamiento de casas a su perímetro exterior.
     Los vestigios aún reconocibles se aprecian en el terrado del camino de ronda almenado de la cerca, consistentes en dos torres avanzadas en los ángulos noroeste y sureste, un fuerte contrafuerte que protege la esquina sureste y algunas torrecillas resaltadas en los lienzos de la muralla. Poco o casi nada se puede hacer para restaurarlo.
     Del castillo medieval se conservan únicamente cuatro lienzos de muralla que definen su perímetro de 17 x 16 metros, construidos en sillería. En la esquina suroeste se encuentran restos de una de las torres.
     El exterior de la muralla se encuentra consolidado por un edificio que se encuentra anexo a los muros de muralla, salvo en el caso de los patios traseros de algunas de las casas colindantes, desde las que se pueden ver un fragmento entero de la muralla.
     Ésta fue rematada con crestería construida en la década de 1980.
     En 2006 se llevaron a cabo una serie de actividades arqueológicas en el interior del castillo, bajo la dirección de Diego Bejarano Gueimundez. Tras ellas se realizaron una serie de trabajos de restauración para acondicionar el castillo a actividades culturales.
     El pozo del castillo de Trebujena fue usado para abastecer a la población de agua potable en el siglo XVII. Entre el siglo XIX y XX el edificio fue usado como vivienda.
     El edificio fue comprado por el Ayuntamiento de Trebujena a los hermanos Villagrán Galán en 1966, sirviendo entonces como Plaza de Abastos. Más recientemente y bajo protección del proyecto CULTURCAD con Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER), el Consistorio acometió la demolición del dicho mercado de abastos (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Ermita de la Veracruz
     La ermita de la Veracruz, de la que sólo se conserva la portada principal, fue un edificio religioso importante durante los siglos XVI al XIX, llegando a desempeñar las funciones de parroquia durante las obras de construcción del templo parroquial 1.797-1.800.
     Poco sabernos de la estructura de esta pequeña ermita, situada al principio de la calle del mismo nombre. Sus características artísticas podrían ser parecidas a las de la ermita de Palomares: edificio de planta rectangular, de una sola nave, posiblemente cubierto por un artesonado de influencias mudéjares.
     Testimonio de los ancianos que la conocieron convertida en bodega nos hablan de una nave con tejado a dos aguas y nichos en las paredes laterales. Mención especial merece la hermandad que allí radicaba, titula­da "Hermandad del Cristo de la Veracruz y de la Virgen del Desconsuelo".
     Fue fundada en 1.672, tenía como fin principal el culto a la verdadera cruz, devoción que se remonta a los le­janos tiempos de Sta. Elena, considerada la descubridora del verdadero leño en el que murió Cristo.
     En esta ermita que sirvió las veces de parroquia, radico otra cofradía, la Congregación de la Santa Escuela de Cristo, fundada en 1.829. Como la mayoría de las cofradías de la Veracruz de los pueblos del Arzobispado de Sevilla, (Trebujena perteneció a dicho arzobispado hasta 1.980), poseyó hospital propio adosado a su capilla y sufragado por su hermandad donde se recogían viejos, enfermos y transeúntes. Según se desprende de sus libros de Cabildo, conservados en el Archivo Diocesano de Jerez, tuvo gran auge en la primera mitad del siglo XVIII, llegando a contar con 349 hermanos. Perduró hasta mediados del siglo XIX.
     La ermita fue vendida en 1.883. De su patrimonio solo se conservan los citados libros de Cabildos las imágenes titulares, tallas de notable antigüedad.
     La imagen de la virgen de autor desconocido, fue adquirida en 1740 por el precio de 500 reales de vellón. Desde los años 50 procesiona con la Hermandad del Cristo de la Misericordia.
     El Cristo de la Veracruz, venerado en la ermita de Palomares, es una talla de cedro, de notable antigüedad, presentando rasgos que lo sitúan en el Bajo Renaci­miento, siglo XVI. La ermita, tras ser vendida, se convirtió en bodega, para ser más tarde transformada en colegio público hasta 2003. En la actualidad existe un importante proyecto de construcción del que será la futura Casa de la Cultura y el Teatro Municipal.
     Se conserva la portada principal en la que destaca una importante portada cegada de ladrillo rojo consistente en arco de medio punto almohadillado flanqueado por dos pilastras adosadas terminadas en capitel. Sobre las mismas, entablamento almohadillado y cornisa, sirviendo de base al motivo icnográfico de la ermita: la Santa Cruz. La fachada se complementa con cornisa y frontispicio (que bien pudieron ser añadidos posteriores) de líneas curvas, albergando en el centro un considerable rosetón, parecido al que pode­mos encontrar en la ermita de Ntra. Sra. de Palomares. Este frontispicio se corona con cruz y veleta (Ayuntamiento de Trebujena).

Palomar de la avenida Guadalquivir
     Situado a las proximidades a la Avda. del Guadalqui­vir, se trata de un edificio muy peculiar, y a la vez desconocido por la mayoría de los Trebujeneros, pero no por ello menos importante. Es una edificación de mampostería de planta cilíndrica con añadidos posteriores, sobre el que se asienta un segundo cuerpo más pequeño también cilíndrico con agujeros de cerámica que constituyen la entrada de las palomas. Debido a sus características únicas se considera uno de los palomares más interesantes de Andalucía (Ayuntamiento de Trebujena).

Ayuntamiento
     Se trata de un hermoso edificio, con fachada académi­ca inspirada en el neoclásico, estructurada en dos cuerpos, bien proporcionados, coronados por un pequeño ático, con frontón triangular, que alberga el reloj, cuya campana pende en un pequeño campanario (Ayuntamiento de Trebujena).

Molino de Viento
     Se encuentra a las afueras de la población en la cima del cerro de la dehesa (punto más alto del término municipal). Son las ruinas de un molino de trigo, construcción rural en la provincia desde el siglo XVI o XVII, aunque su inspiración fuera árabe. Lo único conserva­do es el edificio que albergaba la maquinaria y sobre el que se apoyaba una cubierta móvil con las aspas y el eje. Es de planta circular y alzado casi cilíndrico de mampostería (Ayuntamiento de Trebujena).

Ruinas de las Haciendas
     Se trata de unas ruinas de lo que fue uno de los molinos de aceite más grandes de la zona.
     Se encuentra fuera del casco urbano a unos 2 Km., en lo que se denomina "camino de las haciendas". En la actualidad se conservan un gran torreón de unos 10 metros de altura que lo hacen visible desde muchos puntos, además del torreón también se pueden apreciar varios lienzos de muralla, así como el arranque de estos, todos ellos de la primitiva edificación (Ayuntamiento de Trebujena).

Cortijo Alventus
     Tuvo su origen como donadío de los Duques de Median Sidonia, mencionado ya en un privilegio de 1.494.
     Posteriormente surge como cortijo: unidad de doblamiento rural característica de la baja Andalucía. Más ganadero que agrícola, es un recinto cerrado que integra sus edificios en torno a un gran patio empedrado al que se accede a través de un pórtico almenado de­corado con azulejería, rótulo y retablo cerámico de la Virgen del Milagro, advocación que se debiera a los Marqueses de Villamaría, antiguos propietarios del mismo.
     En su interior destacan las zonas nobles, dedicadas a vivienda temporal de los propietarios donde se puede apreciar una artística y meritoria marquesina de forja, artesonado de madera, frontales cerámicos y la lápida conmemorativa de la visita del rey Alfonso XIII en 1.908.
     Se complementa con otras instalaciones relacionadas con la cría de reses bravas como la plaza de tientas. En este cortijo tiene su sede la ganadería de Núñez Guerra, que cuenta con divisa propia (Ayuntamiento de Trebujena).

     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Cádiz, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción; Ermita de Nuestra Señora de Palomares; Castillo de los Guzmanes; Ermita de la Veracruz; Palomar de la avenida Guadalquivir; Ayuntamiento; Molino de Viento; ruinas de las Haciendas; y Cortijo Alventus) de la localidad de Trebujena, en la provincia de Cádiz. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia gaditana.

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