Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Córdoba, déjame ExplicArte los principales monumentos (Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, antigua Capilla de San Jacinto - Museo Pintor Rodríguez Luna, Capilla de San Sebastián, Plaza de Toros, Ermita de la Virgen de Gracia, Puente de las Donadas, Iglesia de Santa Ana, Meandro de Montoro, y Parque Natural Cardeña-Montoro) de la localidad de Montoro (y III), en la provincia de Córdoba.
El convento carmelitano de Montoro se erigió en 1697 bajo la advocación de San .Juan de la Cruz y gozó de la protección de los duques de Alba y Montoro. La construcción de la iglesia se inició en 1701, concluyéndose en 1748. Desamortizado en 1835, el edificio se utilizó como cárcel a partir de 1843, mientras que en 1890, la iglesia fue erigida en parroquia de Nuestra Señora del Carmen. El interior se organiza al modo usual de las iglesias carmelitanas, una planta de cruz latina con brazos cortos y media naranja sobre pechinas en el crucero.
El retablo mayor es de 1770 y se ha relacionado con el círculo de Cayetano da Costa. La imaginería es de acarreo, lo mismo que el manifestador, que tampoco es original; en éste hay un Crucificado anónimo de hacia 1710, menor que el natural, llamado hoy Cristo de las Penas, restaurado por Miguel Arjona en 1996. Los medallones en relieve con santas carmelitanas son originales del retablo. En el ático hay una talla pequeña de San Juan de la Cruz, de hacia 1781, flanqueada por Santa Teresa y Santo Tomás de Aquino, de hacia 1774.
En los frentes de los brazos del crucero están dos retablos de estípites realizados entre 1770 y 1772, que tienen en la parte superior relieves originales, con la Cabeza del Bautista y San Juan Evangelista y en la cajas imágenes de serie.
En el testero del brazo izquierdo, sobre la puerta que lleva a la sacristía, cuelga un lienzo muy perdido de la Oración del Huerto, de la primera mitad del XVIII. En el de enfrente hay un retablo de hacia 1750 con Nuestra Señora de la Soledad, imagen sedente anónima traída entre 1745 y 1748 por fray Domingo de Santa Teresa. Fue restaurada en la década de 1990 por Andrés Valverde. En el lugar del tabernáculo hay un lienzo de medianas proporciones con San Rafael, de fines del XVII, que sigue la estética de Antonio del Castillo. Sobre la mesa de altar se ha colocado el Cristo Yacente, escultura de madera policromada, realizada en Córdoba pm Enrique Ruiz Flores en 2003.
Los tramos de la nave central muestran tres lienzos, firmados por Juan Infante y fechados en 1774, con San Gregorio, San Jerónimo y San Agustín; el cuarto se halla en la sacristía, ocupando su lugar el órgano. A los pies, en el coro alto, hay otro lienzo con los Desposorios místicos de Santa Teresa, de la primera mitad del XVIII.
La nave izquierda tiene en el primer tramo un retablo de rocalla, realizado entre 1781 y 1783, dedicado a San José con el Niño, de hacia 1750 y autor anónimo. En el banco se ve un lienzo con la Muerte de San José, firmado y fechado por Manuel de Torres, presbítero canónigo de Córdoba, en 1896. Los otro retablos, de menor interés, son el antiguo del Cristo de las Penas, de hacia 1770 y el del Niño Jesús de Praga. El de la Virgen del Carmen lo realizó en 2005 Miguel Arjona Navarro. Tiene un relieve de la Aparición de la Virgen a San Simón Stock y la imagen titular llegada en 1760-63 y restaurada por Arjona en 1988. En la nave derecha hay tres retablos, dos de ellos con la imágenes pasionistas de la Virgen de Consolación y Esperanza, obra de Juan Ventura de 1993, y Jesús de la Humildad, realizada por Juan Martínez Cerrillo en 1940.
Entrando a la sacristía hay un cuadro de Ánimas de hacia 1730-36. La sacristía contiene una valiosa cajonera adaptada al sitio que hoy ocupa, fechable a fines del XVIII, el cuadro de San Ambrosio de 1774, compañero de la serie de la iglesia, otro de la Piedad con rico marco dorado, de hacia 1700, y uno popular de la Inmaculada, de mediados del XVIII (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
Se encuentra situada en una de las plazas más importantes del casco histórico de Montoro, lindera a una de las calles principales de comunicación.
Desde el punto de vista volumétrico, consta de elevados muros que terminan en tejados a dos aguas, destacando en altura el imafronte de su fachada principal sobre la que se alza la espadaña conventual.
El edificio responde a la tipología de las iglesias conventuales carmelitas. Su planta es de cruz latina, coro alto a los pies y bajo en el muro del Evangelio del presbiterio, cabecera plana, crucero poco saliente y una única nave de cuatro tramos con capillas laterales comunicadas entre sí, que simulan las naves laterales.
La nave central, los brazos del crucero y el presbiterio se cubren por bóveda de cañón con lunetos y arcos fajones, estos últimos apoyan sobre un entablamento sostenido por grandes pilastras que arrancan de los pilares que separan los vanos de medio punto de las capillas laterales. Éstas a diferencia de la nave central se cubren con bóveda de aristas, mientras que en el crucero se alza una cúpula de media naranja sobre pechinas ricamente policromada.
A los pies de la nave se encuentra el coro alto, que ocupa los dos primeros tramos de la misma, creando mediante un gran arco escarzado, apoyado en pinjantes, el sotocoro con bóveda rebajada con arcos fajones y lunetos.
La estructura muraria del edificio está realizada con piedra molinaza, muy típica de la zona. La fachada principal se encuentra a los pies de la iglesia, donde se sitúa el acceso principal. Ésta se divide en tres sectores mediante la utilización de pilastras de orden gigante sobre pedestales, en las que apoya un frontón triangular con un óculo en el centro. La disposición triangular es típica de los edificios que presentan cubrición de tejas a dos aguas, destacando en altura de las naves de capillas que se presentan con una sola vertiente. En el sector central se ubica una portada de dos cuerpos, fechada en 1718 y realizada en piedra caliza más clara que al empleada en el resto del conjunto.
El primer cuerpo está formado por un arco de medio punto de doble arcada con el escudo carmelita en la clave, flanqueado por pilastras toscanas que soportan un sencillo entablamento, con arquitrabe y frisos carentes de decoración, sobre el que se asienta un frontón triangular partido en cuyas vertientes se sitúa, a cada lado, un remate en forma de bola sobre pedestal. Del centro del frontón emerge el segundo cuerpo, que repite el esquema compositivo del inferior, en cuyo centro se ubica una hornacina de medio punto avenerada que alberga la imagen de mármol de San Juan de la Cruz. El conjunto se corona por un frontón curvo sobre el que se repite la decoración de sendas bolas sobre pedestales flanqueando una cruz. Por último a ambos lados de este cuerpo se abren sendas ventanas adinteladas coronadas por frontón curvo.
En el lado de la Epístola se abre una segunda portada que repite un esquema similar al anterior, aunque en un solo cuerpo. Presenta mayor decoración vegetal, repitiendo el escudo de la orden y sobre él la mano de Elías agarrando una espada de fuego. En el friso de esta portada se encuentra la fecha de construcción "Año de 1720".
Sobre el muro formero, que separa la nave central de las capillas del lado de la Epístola y perpendicular con la fachada, se ubica la espadaña. Consta de dos cuerpos separados por una cornisa, el primero de ellos consta de dos vanos de medio punto flanqueados por pilastras, mientras que el segundo se estructura mediante un vano entre pilastras rematado por un frontón semicircular.
Respecto al claustro se encuentra muy transformado, debido a la profunda remodelación a la que fue sometido a finales del siglo XIX y principios del XX. Tras la desamortización fue sede del Círculo Primitivo de Montoro, llegando a albergar un Instituto Libre de Enseñanza entre 1873 y 1874. A pesar de todo aún se aprecia el esquema original de su cuerpo inferior, realizado a base de arcos de medio punto separados por pilastras toscanas.
La actual iglesia parroquial de Nuestra Señora del Carmen formó parte en su día del desaparecido convento de Carmelitas Descalzas fundado en Montoro en 1697 bajo la advocación de San Juan de la Cruz.
La construcción de la iglesia se inició el año 1701, siendo prior Fray Sebastián de San Cayetano, sucediéndose fases de mayor o menor actividad constructiva hasta 1748, en que, finalizadas las labores de decoración interior se procedió a la bendición del templo, siendo prior Fray Domingo de Santa Teresa.
El convento fue desamortizado en 1835 parando a ser utilizado como cárcel desde 1843, lo que provocó numerosas transformaciones en sus dependencias con excepción del claustro y la iglesia. Ésta última mantuvo su función litúrgica a lo largo del siglo XIX, hasta convertirse en parroquia en 1890, adoptando la nueva advocación de Nuestra Señora del Carmen (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
antigua Capilla de San Jacinto - Museo Pintor Rodríguez Luna.-
La Antigua Capilla de San Jacinto se encuentra ubicada en la plaza del Charco, una de las más céntricas del casco histórico de la ciudad de Montoro, muy cercana a la Iglesia del Carmen. Desde 1982 es sede del Museo Antonio Rodríguez Luna, pintor local.
Se trata de un pequeño inmueble de una sola nave abovedada con cabecera cuadrada, cubierta por cúpula gallonada sobre pechinas profusamente decorada con yeserías polícromas. La decoración se desarrolla a base de motivos vegetales perfilados en azul, rojo y dorado, distribuidos en las pechinas, nervios y gallones. En estos últimos alternan vanos ciegos y abiertos, decorados los primeros por ángeles tenantes y hojarasca y los segundos por molduras y penacho vegetales con un ángel central. El resto de la iglesia carece de decoración salvo en los capiteles de las pilastras y dos marcos de yesería cuya función es ornamental. Exteriormente la nave se cubre a dos aguas y la cabecera a cuatro aguas con teja árabe.
El ingreso al edificio se realiza mediante una portada de estructura muy simple, realizada en piedra molinaza, cuya composición se repite en otros edificios de la localidad. Consta de un vano de medio punto sobre pilastras con decoración en la clave y enjutas, coronado por un frontón triangular sobre el que campea un pretil rematado por copetes.
A la derecha de la portada se sitúa una ventana con reja de hierro forjado que aporta luz natural al interior. Todos los elementos, a excepción de la portada y los copetes, se encuentran encalados ofreciendo una bicromía muy característica en la localidad, resaltando los elementos más importantes del conjunto.
La popularmente conocida como ermita de San Jacinto es un pequeño inmueble barroco fechado en 1778, como consta en una inscripción de su portada, aunque según algunos historiadores su construcción se realizó en el siglo XVII y fue costeada por Diego Valenzuela. En este lugar se veneraba la Virgen de la Misericordia, siendo la sede canónica de la Cofradía del Santo Rosario de la Misericordia desde 1720, cofradía que se encargaba de enterrar a los pobres.
Tras perder su uso religioso y pasar por diversos avatares, pasó a ser usado como Biblioteca Pública. Con posterioridad la corporación municipal cedió el edificio para que fuese sede del Museo Antonio Rodríguez Luna. Éste fue rehabilitado, adaptándose su espacio para museo en 1981 bajo la dirección del arquitecto Daniel Rodríguez, hijo del pintor (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Capilla de San Sebastián.- Presenta tres naves bajas de tipo mudéjar, reformadas en el siglo XVIII. La cabecera tiene un retablo del siglo XIX, neoclásico, con relieve de San Sebastián. En el camarín está el grupo de Nuestra Señora de la Piedad, talla en madera policromada de Pío Mollar, de 1941, renovada por Andrés Valverde en 1992.
En la nave izquierda destaca un interesante lienzo de fines del XVII con marco policromado de la misma fecha, que representa a San Pedro penitente y sigue el modelo de José de Ribera.
La nave derecha está encabezada por la capilla sacramental, fechada en 1677. Guarda un pequeño retablo de escayola que se remata con una cartela en que aparece pintado el Padre Eterno, de la misma fecha. En la hornacina de este retablo se venera la imagen de San Francisco Solano, talla en madera regalada por los montillanos en el año 1963.
En el muro de la derecha está la imagen de Cristo Yacente, obra de inspiración castellana firmada en 1969 por Amadeo Ruiz Olmos. Encima se ve el cuadro de San Jerónimo penitente, pareja del ya mencionado de San Pedro, también sobre modelo de Ribera (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
Se encuentra situada en el barrio de San Sebastián, algo alejada de lo que es el núcleo principal de la población.
En origen podría tratarse de una iglesia gótica-mudéjar de planta basilical, que presenta en su estructura reformas y añadidos llevadas a cabo a lo largo de los siglos XVII y XVIII. Consta de tres naves con cabecera plana en la que se ubican la sacristía en el lado del Evangelio, el presbiterio con camarín al centro y la capilla del Sagrario en el lado de la Epístola.
Las naves, de cuatro tramos, se encuentran separadas por gruesos pilares ochavados que sostienen arcos de medio punto. La central, más ancha y alta que las aledañas, se cubre con bóveda de arista rebajada con arcos fajones que apoyan en pinjantes, mientras que las laterales se cubren por bóveda de cañón con sección rampante.
A principios del siglo XX se realizó de nueva planta un camarín, adosado a la cabecera de la nave central para albergar una escultura de la Virgen de las Angustias, destruida en la Guerra Civil. Es de planta rectangular cubierta por cúpula ovalada sobre pechinas y decorada con yeserías. Las obras fueron realizadas bajo la dirección de don Alonso Madueño.
La capilla del Sagrario fue construida en 1677 según consta en una inscripción. Es de planta rectangular, cubierta por cúpula ovalada sobre pechinas con decoración de fajas y florón central y los símbolos de la pasión en las pechinas.
El templo contaba con dos puertas de acceso, una situada a los pies de la nave central y otra en el tercer tramo de la nave del Evangelio. La primera de ellas fue cegada para ubicar el coro en el último tramo de la nave principal, conservándose su portada tapada por una casa que le fue anexionada con posterioridad al templo. La portada lateral, realizada en piedra, se encuadra dentro del más puro manierismo con añadidos durante el barroco. Consta de un vano central de medio punto flanqueado por pilastras toscanas, todo realizado con sillares almohadillados. Sobre la cornisa le fue añadida una espadaña barroca, integrada por un vano de medio punto flanqueado por pilastras cajeadas y a su vez por mensulones a modo de orejetas, coronando el conjunto un frontón curvo. A ambos lados de la espadaña se sitúan remates piramidales terminados en bolas que se repiten sobre las orejetas y el frontón curvo. Algunos historiadores relacionan la construcción de la portada lateral con la figura de Juan de Ochoa, maestro mayor de obras de la Catedral de Córdoba, quien por estas fechas se encontraba trabajando en la torre de la iglesia de San Bartolomé de esta localidad.
En el conjunto del edificio destacan algunos elementos realizados en piedra molinaza, como paramentos, cornisa y otras partes que se encuentran enlucidas por la cal.
La iglesia de San Sebastián se encuentra situada en la plaza de su mismo nombre, entre las calles San Francisco y General Castaños. La antigüedad de esta iglesia, que es de gran capacidad y buenas dimensiones, se remonta a los primeros años del siglo XV.
Aunque hoy día se la tiene como iglesia filial de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen y a lo largo de la historia aparece nombrada como iglesia, se trata realmente de una ermita, apareciendo citada por primera vez en la relación de ermitas de Montoro realizada en 1579. Fue hospital de apestados en tiempos de San Francisco Solano quien, junto a Fray Buenaventura, atendió a muchos enfermos en la peste que asoló la ciudad en 1583. Según la tradición cuando murió Fray Buenaventura fue enterrado en el interior de esta ermita (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Plaza de Toros.-
Se encuentra ubicada en uno de los extremos de la localidad, definido como edificio exento, entre la llamada Calle Senda de Gotosilla y las Calles de Cervantes, Juan Antonio Cervera y la Avenida de Andalucía. En torno a ella ha ido creciendo la localidad formándose un nuevo barrio. A su alrededor se desarrolla la feria del municipio, distribuyéndose las casetas en los espacios libres que hay frente y en los laterales del inmueble.
Desde el punto de vista volumétrico, destaca su planta poligonal y sus muros, carentes de vanos salvo en el cuerpo bajo, realizados en mampostería de piedra molinaza, lo que la aporta la visión externa de carácter defensivo y de cierto hermetismo.
La actual plaza de toros es producto de una reforma y ampliación de una anterior que se construyó en la segunda mitad del siglo XIX y que fue destruida durante la Guerra Civil. En 1952 fue reformada según el proyecto realizado por Víctor Escribano Ucelay, arquitecto cordobés. La originalidad radica en su planta, la actual es un polígono regular de veinte lados, de nueve metros cada lado y en su material constructivo a base de piedra molinaza. Sus muros presentan un vano escarzano de medianas proporciones en cada uno de sus lados correspondientes a la planta baja, mientras que el resto del muro en su vertical se presenta macizo. En uno de sus frentes destacan cuatro arcos rebajados que hacen la función de acceso a su interior.
El graderío del coso taurino fue ampliado en 1961 con nuevas gradas de mampostería, en la parte alta. El diámetro del ruedo es de 39 metros y cuenta con un aforo para 4.000 espectadores. En cuanto a dependencias que tiene la plaza, cuenta con patio de caballos, abrevadero, cuadras, ocho chiqueros, corrales y una acondicionada enfermería, elementos que se encuentran adosados en uno de sus frentes.
El reglamento para la Plaza de Toros de Montoro fue editado en Sevilla con fecha de 23 de junio de 1884, en que quedó constituida la sociedad propietaria, con el objeto de reconstruir la plaza de toros extramuros de esta ciudad, en el sitio llamado Senda Golosilla, lo cual indica que anteriormente había existido otra plaza en el referido lugar.
Aquella plaza reconstruida en 1884 quedó totalmente destruida durante la Guerra Civil española, y fue nuevamente reedificada a primeros de los años cincuenta. La inauguración oficial de ésta que puede considerarse como nueva plaza, se efectuó el 7 de octubre de 1951. Desde entonces se han venido celebrando espectáculos taurinos en este coso.
Actualmente pertenece a la Fundación de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Se encuentra dentro del grupo de plazas de toros de tercera categoría.
La Plaza de Toros es propiedad del Ayuntamiento y se encuadra dentro de las Plazas de tercera categoría, con un foro de 4.000 espectadores.
La fiesta taurina se desarrolla en varias fases a lo largo del año comenzando con la festividad del Corpus Christi, para San Bartolomé el día 24 de agosto y del 7 al 12 de octubre (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Ermita de la Virgen de Gracia.- En 1649 se hizo la ermita de la Virgen de Gracia, reconstruida en el XVIII y recuperada para el culto en 1967. Las imágenes de la titular y del Resucitado, las hizo Ruiz Olmos hacia 1962. Los lienzos con la Virgen del Carmen y la Transverberación de Santa Teresa, de hacia 1750, proceden de la iglesia del Carmen (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
Se encuentra situada fuera del casco histórico, concretamente al Sur de éste y próxima a un parque homónimo, en el lugar donde según la tradición acamparon las tropas de Fernando III, El Santo, antes de la toma de la ciudad.
Se trata de una construcción modesta, de planta rectangular con una sola nave de 26 x 7,50 metros, con diferenciación en volúmenes de la nave central con respecto a la zona de la sacristía y el camarín. La única nave, dividida en tres tramos, se cubre con bóveda de aristas separadas por arcos fajones que reposan sobre pilastras y pinjantes, sobre la cual cabe la posibilidad de que aún se conserve un artesonado. Tras el presbiterio se adosa el camarín cubierto por cúpula sobre pechinas y decoración de yeserías doradas.
El cuerpo de la Sacristía es de dimensiones más reducidas que el conjunto, cuenta con un basamento y encadenado de las esquinas ambos realizados con piedra molinaza, presentándose el resto de los paramentos pintados en blanco.
Al exterior el conjunto del edificio se encuentra realizado con sillares de piedra molinaza dispuestos a soga y tizón, con cubierta a cuatro aguas.
La portada principal se encuentra situada a los pies del templo. Consta de un vano rectangular flanqueado por pilastras sobre el que cabalga un entablamento sin decoración que sirve de base a un frontón triangular partido de cuyo centro emerge el segundo cuerpo. Éste consta de una hornacina avenerada flanqueada por pilastras coronando el conjunto un frontón conopial.
La espadaña se encuentra situada sobre la cornisa, sobre la portada, desplazada hacia el muro del Evangelio. Es de un sólo cuerpo, con vano medio punto entre pilastras, rematada por frontón triangular partido, de cuyo centro emerge una cruz. La puerta lateral de la nave se encuentra cerrada interiormente.
No se tienen noticias documentales acerca de la fundación de la ermita, aunque se ha llegado a apuntar que en este lugar pudo existir una construcción religiosa desde 1239. Su fisonomía actual se remonta al siglo XVIII e incluso a mediados del siglo anterior gracias a una inscripción, "1649", hallada en uno de los sillares de la cabecera.
Se encuentra ubicada en la plaza del mismo nombre y según la tradición ocupa la zona del antiguo humilladero, donde estuvo acampado el ejército del rey San Fernando antes de la reconquista de la localidad de Montoro (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Puente de las Donadas.-
Se encuentra situado sobre el río Guadalquivir, enlazando el núcleo principal de la población con el barrio El Retamar y con los caminos hacia la Sierra.
El puente consta de dos estribos de acceso y cuatro ojos de medio punto, destacando en importancia el central, no solo por su mayor tamaño sino por encontrarse flanqueado en sus pilas por tajamares angulares de grandes dimensiones en el frente de la corriente, siendo de menor tamaño el situado entre los dos ojos restantes. Por el contrario los tajamares situados en el frente posterior son de menor tamaño y de superficie curva.
El conjunto se encuentra construido en piedra molinaza con aparejo sencillo dispuesto en sillares a soga con algunos a tizón. En total mide 180 metros de largo por 9 de ancho y la clave del arco mayor es de 18 metros de altura sobre el nivel del agua.
Se trata de uno de los puentes más bellos de la provincia de Córdoba, iniciándose su construcción en 1498, cuyos planos se atribuyen al bruselense Enrique Egas, aunque fue un alarife local, Pedro Fernández, quien dirigido las obras.
Por su emplazamiento y belleza crea una de las vistas más pintorescas de toda nuestra geografía. Los gastos fueron sufragados por el Consejo de la Villa y por los propios vecinos que se vieron exentos del pago de algunos impuestos. Las mujeres donaron sus joyas y enseres, por lo que se le conoce como el Puente de las Donadas o Puente de las doncellas.
Los Reyes Católicos en agradecimiento por su construcción eximieron a la villa y sus habitantes de la obligación de hospedar y avituallar a la milicia mediante un privilegio otorgado en 1501.
A lo largo de la historia ha sufrido modificaciones sobre todo en el tablero, que contiene la vía de comunicación, siendo adaptado, como ha sucedido con otros muchos puentes, para que permitiese el paso y circulación de automóviles y camiones (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Iglesia de Santa Ana.- La Iglesia de Santa Ana, destruida en 1936 y reconstruida en 1944 por Regiones Devastadas (Alberto Villar Movellán, María Teresa Dabrio González, y María Ángeles Raya Raya. Guía artística de Córdoba y su provincia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2005).
La ermita o humilladero de Santa Ana se encuentra situada en el barrio de El Retamar, en la confluencia de la calle Retamar y calle del Calvario, fuera del casco histórico, concretamente al otro lado del Guadalquivir, junto al puente que une las dos partes en las que se divide la localidad.
La planta de este edificio es rectangular destacando un gran ábside circular destinada a capilla del Sagrario.
Exteriormente se caracteriza por la superposición de volúmenes entre los que destaca la nave central a dos aguas, el pórtico de entrada, la espadaña, cabecera con camarín cuadrado y la gran exedra sacramental.
El interior es de una sola nave de pequeñas dimensiones, dividida en dos tramos mediante un arco de medio punto con dobles molduras que apoyan sobre ménsulas voladas. El primer tramo está cubierto con bóveda de cañón con lunetos, mientras que el segundo lo hace con bóveda de arista con decoración en forma de estrella en la clave.
La cabecera es plana y a ella se adosa el camarín, enmarcado con molduras neobarrocas a modo de retablo. Éste se cubre con una cúpula sobre pechinas dividida en ocho segmentos con decoración de yeserías geométricas.
A la capilla sacramental se accede a través de una arco, carpanel retranqueado, situado en el muro de la Epístola. La capilla es de planta semicircular con dos tramos, el primero de ellos cubierto por bóveda de cañón con lunetos, en sus extremos se abren dos puertas una de acceso a la sacristía y otra a la escalera de la espadaña. El segundo tramo está formado por una exedra iluminada por dos pequeños vanos.
En la fachada principal, realizada en piedra molinaza, se eleva sobre un graderío de siete peldaños, conserva un antiguo pórtico de dos arcos de medio punto en marcados por alfiz y apoyados al centro por columna y ménsulas a los muros laterales. Tras éste se encuentra la portada principal, de líneas sencillas. Consta de un vano de medio punto formado por sillares de piedra rojiza que destaca de los muros encalados.
Junto al pórtico, situada a los pies del muro de la Epístola, se encuentra situada la espadaña de un solo cuerpo y planta triangular con dos frentes. La base recuerda a un antiguo torreón dividido en dos cuerpos, en cuyo interior se aloja la caja de la escalera. En el ángulo exterior del tercer cuerpo se ubica la espadaña estructurada en dos vanos, uno a cada frente, recorridos por un balcón que apoya en la cornisa. Los dos vanos son de medio punto flanqueado por pilastras, rematándose el conjunto un frontón triangular partido en cuyo ángulo se sitúa una veleta con cruz de forja y copetes en sus extremos. La puerta lateral de la nave se encuentra cerrada interiormente.
El cuerpo de la Sacristía, de dimensiones más reducidas que el conjunto, cuenta con un basamento y encadenado de las esquinas, realizados con piedra molinaza, presentándose el resto de los paramentos pintados.
Su origen está ligado al barrio de El Retamar a finales del siglo XVI principios del XVII. Desde su fundación contó con un uso cultual continuado hasta finales del siglo XIX, cuando quedó abandonada y cerrada al culto hasta el año 1913 en que fue reedificada. Durante la Guerra Civil fue prácticamente destruida, volviendo a ser reconstruida en 1944 por Regiones Devastadas.
En la actualidad los hermanos de la Cofradía de la Borriquita son los encargados del mantenimiento y cuidado del templo, ya que es sede canónica de la hermandad, desde donde cada Semana Santa realiza su estación de penitencia (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Meandro de Montoro.-
El río Guadalquivir a su paso por la localidad de Montoro, representa uno de los más asombrosos meandros de toda la Península, rodeando la ciudad sobre sus aguas, dando lugar al Monumento Natural Meandro de Montoro.
Este monumento natural supone casi 5 kilómetros de longitud del río Guadalquivir y ocupa unas 100 hectáreas.
Entre huertas, destaca la presencia de una vegetación de ribera, con dominio de almeces y chopos, y una avifauna propia de estos ambientes (Diputación Provincial de Córdoba).
Parque Natural Cardeña-Montoro.- Fue declarado Espacio Natural Protegido en 1989.
Se sitúa en la zona nor-oriental de la provincia de Córdoba, localizada en la parte central de la enorme cordillera de Sierra Morena, y abarcando una superficie de 41.212 hectáreas.
Este Parque Natural presenta un relieve suave y aplanado en su sector occidental que contrasta con la brusquedad y escarpado de gran belleza, de los cortados y barranqueras a lo largo del río Yeguas, en el sector más oriental.
Las altitudes oscilan entre los 200 y los 800 mts. situándose la máximas cotas en los Picos Colmena y Pingano.
Con una longitud lineal de 40 km. dentro del parque natural, el río Yeguas, protagoniza el drenaje de este espacio natural, si bien cuenta entre otros con otros arroyos como Arenosillo, Martín Gonzalo y Frescoso.
FLORA
El bosque galería que se desarrolla en los bordes de los cauces, es otra de las riquezas botánicas de este parque, que con abundante vegetación de quercíneas, tiene a la encina como especie principal, si bien, en mezcla con otras interesantes como el acebuche, quejigo y alcornoque.
Lo más sobresaliente es la presencia de los únicos Robles Melojo o rebollo de la provincia, de gran interés botánico y espectacular belleza, localizados en las inmediaciones de Venta del Charco, núcleo de población del interior del parque.
Merece destacarse también el espléndido bosque de galería del río Yeguas formado por adelfas, tarajes, zarzas, fresnos y algunos sauces.
FAUNA
Ligadas estrechamente a la vegetación, se encuentran una serie de relevantes especies animales, muchas de las cuales han desaparecido de otros puntos de la provincia, tales como el lobo, la nutria, el águila calzada, el águila real, el águila imperial, buitres negros y sobre todo el lince, especie protegida en peligro de extinción.
Otras aves que podemos encontrar son las típicas del bosque mediterráneo, abubilla, abejaruco, pájaro carpintero, herrerillo, etc.
La abundancia de especies cinegéticas, ciervo, jabalí, gamo, perdiz, paloma torcaz, conejo, etc., explican el importante aprovechamiento cinegético existente en este Parque Natural, con numerosos cotos de caza mayor y menor.
RUTAS PROPUESAS. SENDEROS CON AUTORIZACIÓN:
Cardeña-Venta Cerezo
Venta Cerezo-Azuel
Venta Cerezo-Venta del Charco
Camino de Vuelcacarretas.
DATOS DE INTERÉS
El parque natural se reparte entre los municipios de Cardeña y Montoro.
Se accede por la N-420 y la C-420
La zona dispone de amplia oferta de servicios de alojamiento y restauración así como una gran riqueza patrimonial.
CENTRO DE VISITANTES VENTA NUEVA
Dirección: Ctra. Nacional N-420, p.k 79 – 14445 – Cardeña
Teléfono: 677-904308 (Diputación Provincial de Córdoba).
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