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lunes, 4 de enero de 2021

El Pabellón de la O.N.C.E., de Gilbert Barbany F. y Sebastián Mateu B., para la Exposición Universal de 1992

     Por Amor al Arte, Déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte el Pabellón de la O.N.C.E., de Gilbert Barbany F. y Sebastián Mateu B., para la Exposición Universal de 1992, de Sevilla.
   Hoy, 4 de enero, es el día mundial del Braille, lenguaje internacional para los ciegos, así que hoy es el mejor día para ExplicArte el Pabellón de la O.N.C.E. para la Exposición Universal de 1992, de Sevilla.
   El Pabellón de la O.N.C.E. para la Exposición Universal de 1992, se encuentra en la calle Leonardo Da Vinci, 13, en el Barrio de Triana Oeste, del Distrito Triana.
   El Pabellón de la O.N.C.E. para la Exposición Universal de 1992 fue realizado por los arquitectos Gilbert Barbany F. y Sebastián Mateu B., en una parcela de 2.473 m², construyendo un edificio de 6.016 m², con una altura máxima de 24 mts.
   La EXPO ’92, representó la oportunidad de que la ONCE y la Fundación ONCE explicaran a la sociedad el contenido social de ambas instituciones, así como las dificultades a que se enfrentan los colectivos que representan en la vida diaria. El proyecto y el edificio cumplieron esa expectativa, salas amplias y diáfanas de gran altura permitieron crear escenarios que reproducían esas dificultades y las soluciones.
   El emblemático edificio, es de forma rectangular y todo su exterior está realizado en cristal. Además, su diseño responde a criterios de sostenibilidad ambiental y es accesible para personas con discapacidad. 
 La Once había invertido dos mil millones de las antiguas pesetas en su pabellón, "para derribar barreras" y mostrar a miles de personas un mundo que necesitan descubrir: el de las minusvalías. Cerca de 3 millones de personas habían experimentado durante la Expo la sensación de ser como uno de los cuarenta mil afiliados a la Once, participando en múltiples "simulacros" para concienciar a cada visitante de la necesidad de integración y adaptación que tienen las personas minusválidas en la sociedad.
   La Organización Nacional de Ciegos, empresa asociada a la Exposición Universal y con varias de sus filiales presentes en la Muestra, utilizó también su pabellón como centro de acogida e información para todos los minusválidos que llegaron a Sevilla. Entre las actividades del pabellón destacó la del Servicio de Atención a Personas con Minusvalías Físicas, Psíquicas o Sensoriales (Sapne).
   Sapne distribuyó unas guías de accesibilidad con el lema "Hacer un recinto accesible", donde se facilitaba un mapa de la Expo, indicando su mayor o menor grado de accesibilidad.
   El pabellón de la Once se sitúa en el llamado Camino de las Acacias durante la Expo 92, junto a la Puerta Aljarafe, para facilitar la entrada de los minusválidos hasta el edificio, donde un servicio especial se ocupaba de que el recinto de la Expo no tuviera barreras para ellos.
   El pabellón está construido enteramente en cristal, reforzados en su exterior con acero y mármol. Estos materiales otorgan al interior una gran transparencia, luminosidad y aislamiento térmico.
   El edificio se levantó sobre una superficie de seis mil metros cuadrados, en la que no existe ni una barrera arquitectónica. Los arquitectos del pabellón, Sebastián Mateu y Gilbert Barbany, mantuvieron, según sus propias palabras, una constante preocupación por la accesibilidad del edificio y a todos los espacios contenidos en él.
   Mateu y Barbany pensaron diferentes sistemas para facilitar los servicios; por ejemplo, que aparecieran mensajes escritos para las personas sordas; megafonía para los ciegos y líneas en el suelo para que los deficientes visuales siguieran el recorrido.
   Félix Hernández, director del pabellón, fue portada de una revista sueca durante la EXPO, en la imagen en la entrada del Pabellón de la Once.
   Ya dentro en el pabellón, una azafata da la bienvenida al visitante y le ofrece una pegatina con el logotipo del pabellón "Un mundo sin barreras" y con el número de visita que le toca.
   El recorrido comenzaba por una vitrina donde se mostraba el desarrollo y la evolución del cupón, con objetos, su historia, anécdotas y documentos. En la vitrina se mostraba todos los acontecimientos que configuraban la historia del cupón de la Once: piezas, bombos, algún quiosco de venta, etc.
   Los diferentes tipos de quioscos, donde se venden estos cupones, estaban presentados en forma de maquetas paras que los ciegos pudieran palparlas y sentir cómo es el sitio donde ellos entran cada día a trabajar y del cual sólo conocen una parte. La idea fue que los deficientes visuales pudieran tocar estas cabinas y otras treinta y seis maquetas que había en el pabellón, como la Catedral, la Torre del Oro, la Torre de Pisa, y el puente más famoso de Londres, de esta manera al tocarlas se imaginaban cómo eran en la realidad.
   En el fondo del vestíbulo del pabellón se situó una emisora de radio donde algunos jóvenes con minusvalías estudiantes de Periodismo, realizaban prácticas. El locutorio fue totalmente transparente para que los visitantes contemplen cómo personas con minusvalías podían trabajar en este medio. La burbuja de radio tenía dos objetivos principales: rendir homenaje a la radiodifusión española por ser la primera fuente de información para nosotros y demostrar que las personas minusválidas pueden trabajar perfectamente en este medio de comunicación.
   Otra de las principales atracciones del pabellón fue el coche oficial para los Juegos Olímpicos, con los últimos avances ideados para facilitar la adaptación de personas con minusvalías. Una azafata mostraba a los visitantes cómo pulsando un botón se despliega la silla de ruedas y cómo pulsando otro se plegaba y guardaba sola.
   El acelerador en el volante y el embrague automático facilitaban la conducción a cualquier persona con minusvalía. 
   El mundo de las sensaciones fue otro apartado en el que el visitante podía participar y ver cómo andan sus sentidos. Una serie de experiencias que permitían a cualquier persona –con o sin incapacidad física- participar en ellas. Los elementos propuestos fueron "Texturas naturales", "Juego de Memoria" y "¿A qué huele?" o "¿Sabes dónde estás?".
   "Un mundo sin barreras" fue el reto que afrontó la Once a la hora de participar en la Expo 92. Con este lema demostró y sensibilizó al mundo de que los minusválidos también tienen un lugar positivo y necesario en la sociedad.
   Uno de los espacios con más éxito del pabellón fue el que mostraba de manera caricaturesca las dificultades que los minusválidos encontraban cuando salían a la calle.
   Cientos de visitantes participaban cada día en la Muestra Universal de este juego, popularmente conocido como el "Juego de Mortadelo y Filemón". Una azafata entregaba a cada visitante unas gafas con las que no se veía nada y un bastón para guiarse durante su paseo urbano. Los visitantes aprendían jugando, y cuando finalizaban el recorrido, solían coincidir que todos tenemos que hacer las cosas con sentido común y evitar incrementar las barreras que impiden a muchos moverse con facilidad (Legado Expo).
   Conozcamos mejor la dedicación de este día al Braille;
   El 4 de enero es el Día Mundial del Braille. La festividad, que se celebra desde el año 2019, pretende crear mayor conciencia sobre la importancia del braille como medio de comunicación para la plena realización de los derechos humanos para las personas ciegas y con deficiencia visual.
¿Qué es el braille?
   El braille es una representación táctil de símbolos alfabéticos y numéricos que utiliza seis puntos para representar cada letra y cada número, e incluso símbolos musicales, matemáticos y científicos. Este sistema de escritura lo usan las personas ciegas o con deficiencia visual para leer los mismos libros y publicaciones periódicas que los impresos para la lectura visual y garantizar la comunicación de información importante para ellas y otras personas y representa competencia, independencia e igualdad.
   Asimismo, el braille es un medio de comunicación para las personas ciegas, como se refleja en el artículo 2 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, y puede ser pertinente en los contextos de la educación, la libertad de expresión y opinión y el acceso a la información y la comunicación escrita, así como en el contexto de la inclusión social para las personas ciegas, como se refleja en los artículos 21 y 24 de la Convención.
     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte el Pabellón de la O.N.C.E. para la Exposición Universal de 1992, de Sevilla. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Más sobre la Exposición Universal de 1992, en ExplicArte Sevilla.

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