Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Málaga, déjame ExplicArte los principales monumentos (Castillo de Zalía, Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, Ermita de Jesús en el Calvario, Baños Árabes - Las Majadas, y Fuente de los Cinco Caños) de la localidad de Alcaucín, en la provincia de Málaga.
Datos geográficos
Comarca de la Axarquía - Costa del Sol
Superficie: 45 km2
Altitud: 508 m
Latitud: 36º 54' - Longitud: -4º 06'
Distancia a Málaga capital: 56,2 km
Datos demográficos
Población: 2554
Gentilicio: Alcaucineños
Ayuntamiento
Plaza de la Constitución, 1, 29711
952510002 - 952510076
Conocido por sus hermosos paisajes, Alcaucín es un pueblo de la comarca de la Axarquía que se asoma al Parque Natural de las Sierras de Tejada, Almijara y Alhama. Su entorno lo convierte en un paraíso para los aficionados al senderismo y los amantes de la naturaleza.
Fundado durante la dominación árabe, Alcaucín conserva de aquella época su propio nombre y su trazado urbano. Calles sinuosas, casas enjalbegadas y patios floreados dan la bienvenida a esta villa de la Málaga interior llena de encanto.
En Alcaucín no puedes perderte sus monumentos como la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, situada junto al Ayuntamiento, es uno de los edificios más sobresalientes de Alcaucín. Fue construida en el siglo XVII, consta de dos naves y posee un camarín de estilo rococó. El templo alberga interesantes obras de arte, como las tallas del Niño Jesús, la Inmaculada Concepción, el Nazareno y la Virgen de los Dolores.
En las inmediaciones del cementerio de Alcaucín se encuentra la ermita de Jesús del Calvario, del siglo XVIII. Desde este santuario de corte barroco se obtienen unas buenas panorámicas de los cortijos de alrededor.
Para refrescarse durante el paseo por este pueblo blanco de la Axarquía, el lugar perfecto es la Fuente de los Cinco Caños. Convertida en emblema local, sus aguas proceden de un manantial que jamás ha dejado de brotar. Pero piénsatelo dos veces antes saciar tu sed: la tradición dice que quien bebe del caño central encuentra esposo o esposa en el pueblo.
En Alcaucín también se conservan las ruinas del Castillo de Zalía, levantado por los árabes sobre una fortaleza fenicia, y yacimientos arqueológicos de considerable relevancia histórica (Diputación Provincial de Málaga).
En un deslumbrante enclave paisajístico, dominado por un entorno abundante en pino y matorral mediterráneo, Alcaucín, que nació como alquería bajo la sombra de la fortaleza de Zalía, se dispone en la falda de la sierra Tejeda, siendo el monte de la Maroma, en el límite con Canillas de Aceituno y la provincia de Granada, una de sus mayores alturas. Población destacada de la Axarquía, despunta por la intensidad de su pasado, que se remonta a la Prehistoria, la cueva del Boquete de Zafarraya está declarada Zona Arqueológica desde 1996, así como por una importante presencia de estructuras medievales. Andrés el Xorairán jugó un papel relevante durante el levantamiento morisco de 1569. Pasado y presente se entrelazan en esta villa de estrechas y empinadas calles, cuyas fiestas en honor a San Sebastián, su patrón, o la de los Grupos de judíos en Semana Santa, dan buena prueba de su vitalidad cívica, y por ende, de una identidad patrimonial cohesionada.
El Castillo de Zalía se levanta junto al río y mesa del mismo nombre, y es una de las mejores arquitecturas defensivas de la Axarquía, cuyos orígenes se encuentran en la primitiva ocupación fenicia, aunque fueron los árabes los que construyeron el actual castillo. La estructura conservada, puerta de acceso, paramentos, y dos recintos murados con torreones cilíndricos, data de época nazarí (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
El Castillo tuvo una posición estratégica, situado en el histórico camino real nazarí que unía la capital granadina con el litoral de la Axarquía a través del paso de Zafarraya. El acceso al Castillo de Zalía se realiza desde la carretera que se dirige a Granada. Su entrada principal estuvo orientada al norte.
El Castillo de Zalía tiene planta irregular, adaptándose con gran precisión a las curvas de nivel; las dimensiones aproximadas del recinto son 120 metros, en dirección este-oeste, por 150 metros, en dirección norte-sur. Permanecen en pie algunas torres y restos de muralla, reconociéndose las trazas de lo que fue la fortaleza vigía, situada, como era usual, en uno de los extremos del recinto amurallado. Consta de un doble recinto amurallado, siendo ambos muy irregulares.
Cuenta el exterior con gruesos muros de mampostería, jalonados por torres de sección cuadrada y algunas circulares; han desaparecido varios lienzos de muralla, estando otros muy desplazados. El recinto interior, más regular, tiene en su interior un aljibe cuadrangular que se encuentra ubicado en el centro norte del castillo y una impresionante puerta de ingreso flanqueada por dos grandes torres de mampostería, recrecidas de tapial en su parte superior.
Se observan distintas técnicas y materiales edilicios en este Castillo. En el recinto exterior de mampostería, alternan los cubos cuadrados con los semicirculares, y en el recinto interior las dos torres de la entrada son de mampostería aunque están rematadas en tapial; el muro de cierre de este recinto junto al aljibe es también de tapial. Los fragmentos de cerámica encontrados pertenecen a la última etapa de dominación islámica; su cronología abarcaría el período comprendido entre los siglos X y XV.
Los muros presentan diferentes tipologías según el caso:
- Mampostería ordenada a partir de una línea definida por lajas y ripios, aunque en algún caso aparecen ladrillos. Quedan restos de un enfoscado con mortero de cal que recubría los ripios, dejando la piedra vista rehundida, rodeada por una vitola, dando un aspecto de mayor regularidad. Este revestimiento ha desaparecido en la mayoría de los paramentos, lo que está provocando el deterioro de éstos.
- Muro de tapial calicastrado, es decir, con una costra de mortero de cal en el exterior, quedando una superficie lisa. Estos restos se sitúan en la zona norte, formando parte posiblemente de la torre principal.
Algunas torres aún presentan restos de una coronación a modo de parapeto o merlatura de tapial, e incluso elementos para la evacuación de aguas pluviales. Se identifican restos de torres cilíndricas y rectangulares, todas ellas de mampostería ripiada en el exterior, aunque las de entrada presentan labores de cantería más trabajada en las esquinas.
Se encuentra en el camino que comunica el litoral de la Axarquía malagueña con la capital granadina, cruzando el Boquete de Zafarraya. Su privilegiado asentamiento se debe por una parte a su situación estratégica, y por otra, a la proximidad del abastecimiento de aguas del Río Zalía (afluente del Vélez), sus fértiles tierras, y los abundantes pastos de Zafarraya, lugar al que acudía la cabaña ganadera local.
Las primeras noticias de la historia de Zalía se remontan al año 909, con motivo de un episodio bélico contra los ejércitos del emir Abd-Allah, protagonizado por Umar ibn Hafsun, líder de la rebelión mozárabe. Los cronistas islámicos también refrieron que, en 1082, la fortaleza acató la soberanía del rey de Granada, Abd-Allah, en lucha contra su hermano Tamin ibn Buluggin, que gobernaba Málaga. En el siglo XII el geógrafo al-Idrisi citará a Zalía como cabeza de distrito, que seguirá ocupando una importante posición muchos años después, al ser el principal bastión defensivo de la Axarquía. Las primeras noticias de su decadencia las proporciona Ibn al-Jatib a mediados del siglo XIV, mencionando la degradación que el poblamiento venía padeciendo, quedando el lugar prácticamente destinado a albergar una guarnición. Desde la toma de la cercana Alhama, la conquista de Zalía vendrá precedida de continuos roces de las tropas cristianas. El desenlace se produce en Septiembre de 1485, quedando en el castillo un reducido contingente militar hasta la toma de Vélez-Málaga. Conquistada esta última ciudad, se incluyeron en los repartos de Vélez y se nombró alcaide de la fortaleza a su conquistador, García Maldonado, redactándose incluso una planificación de cómo debían de construirse las casas y el trazado de las calles, aunque parece dudoso que se produjera un repoblamiento.
No obstante, según el Gabinete Pedagógico de Bellas Artes de Málaga, la importancia estratégica de la fortaleza recobró protagonismo en la sublevación morisca de 1569, siendo ocupada por las tropas de Don Antonio de Luna para controlar el paso entre las Alpujarras y el castillo de Bentomiz para asegurar de este modo la protección de la zona. Fue éste el último momento en el que Zalía tuvo un especial protagonismo militar. Desde finales del siglo XVI, el castillo ha permanecido abandonado hasta nuestros días y su degradación es cada vez mayor (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
En el s. XII aparece citado como cabeza de distrito de las alquerías circundantes y principal bastión defensivo de la Axarquía. En 1485 es conquistado por las tropas castellanas. Aunque se planifica su reurbanización, parece que no llegó a producirse.
Su posición estratégica entre el litoral y las altiplanicies granadinas, a través del río de Alcaucín y el Boque de Zafarraya, jugó su papel importante durante la revuelta de Umar Ibn Hafsun contra el estado cordobés, como en tantos otros sitios de altura de la provincia, pues ya aparece la primera cita documental del castillo en el año 909, con motivo de esta guerra civil. Es Bien de Interés Cultural desde el año 1985.
En el s. XII aparece citado como cabeza de distrito de las alquerías circundantes y principal bastión defensivo de la Axarquía. En 1485 es conquistado por las tropas castellanas. Aunque se planifica su reurbanización, parece que no llegó a producirse.
Es ésta uno de los restos de fortificaciones más antiguos que se conocen, aportado elementos para pensar que bien pudiera haber sido construida por los fenicios y posteriormente por otras civilizaciones. Su posición estratégica entre el litoral y las altiplanicies granadinas, a través del río de Alcaucín y el Boque de Zafarraya, jugó su papel importante durante la revuelta de Umar Ibn Hafsun contra el estado cordobés, como en tantos otros sitios de altura de la provincia, pues ya aparece la primera cita documental del castillo en el año 909, con motivo de esta guerra civil. Es Bien de Interés Cultural desde el año 1985.
Se tiene certeza que fue ocupada por los árabes y posteriormente por los cristianos, sirviendo esta fortificación como prisión obispado de los levantiscos moriscos.
Según Diego Vázquez Otero son muchos los que se preguntan si son estos los restos de la antigua Odyscia, donde tuvieron lugar por portentosos hechos de Ulises, rey de Itaca en uno de sus viajes por estas costas.
El castillo toma el nombre de la reina Zalía de la que se decía bajaba diariamente al río para bañarse. Existe una leyenda cristiana la cual nos narra que el obispo de Málaga, Salia Patricio realizó un viaje a la villa para convertir a sus gentes, pero éste no logró sus propósitos. Dicen que como castigo el Señor hizo que se abriera el suelo y que comenzaran a salir serpientes que mordían durante el día a los habitantes de Salia. Los habitantes tuvieron que huir del lugar y el pueblo quedó desierto hasta el día de hoy (Diputación Provincial de Málaga)
Erigida en 1732, bajo el episcopado de D. Diego González de Toro, tiene dos naves separadas por pilares, con arcos de medio punto, y se cubre con armadura mudéjar. El camarín, que preside la cabecera poligonal de la nave lateral, decora su bóveda con medallones con los símbolos de la pasión de Cristo, destacando un lenguaje barroquizante, abundante en elementos florales, propio del siglo XVIII, que contrasta ampliamente con la desnudez del interior de la iglesia. Este espacio fue intervenido, con poco acierto, en 1945. Al exterior se abre una portada con arco de medio punto, y espadaña rematada por un frontón triangular y óculo central.
En el interior se conservan dos tallas policromadas: en el altar mayor una Inmaculada y un Niño Jesús, de comienzos del siglo XVIII, de factura correcta, la escultura policromada de Nuestro Padre Jesús, obra anónima del siglo XIX, en una hornacina a la derecha del altar, y una Virgen de los Dolores en el lado de la Epístola (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
Esta iglesia fue edificada en el siglo diecisiete. El 23 de abril de 1732 el obispo de Málaga, Don Diego González de Toro, firmó la autorización para la creación de esta parroquia bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario.
Consta de dos naves sobre tres arcos de medio punto. Su gran sencillez es la nota característica, dentro de su estilo barroco, siendo de destacar el camarín de yesería de estilo rococó (Diputación Provincial de Málaga).
Interesante capilla, próxima al cementerio, fundada por Dª Ana de Béjar en el siglo XVIII, tiene planta cuadrada y presenta un barroco sencillo, que aúna las formas propias de ese período con la tradición mudéjar de las armaduras, destacando su bellísimo artesonado (Rosario Camacho Martínez [dirección], Aurora Arjones Fernández, Eduardo Asenjo Rubio, Francisco J. García Gómez, Juan Mª Montijano García, Sergio Ramírez González, Francisco José Rodríguez Marín, Belén Ruiz Garrido, Juan Antonio Sánchez López, y María Sánchez Luque. Guía artística de Málaga y su provincia. Tomo II. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
Ermita del siglo dieciocho, fundada por Doña Ana de Bejar, es de estilo barroco, de planta cuadrada y una portada de arco de medio punto sobre dos pilastras. Por ser esta la capilla del cementerio local, goza de un gran culto de parte de los vecinos del pueblo.
El 23 de Julio de 1936 unos forasteros destruyeron la bella talla de Jesús del Calvario y el retablo de la ermita, así como otros daños que se produjeron en la iglesia parroquial. Más tarde serían los vecinos los que llevados por sus sentimientos hacia esta advocación, hicieron que se restaurara el conjunto artístico destruido (Diputación Provincial de Málaga).
Los baños árabes de Las Majadas son unas ruinas arqueológicas que están situadas a 5 kilómetros de la localidad de Alcaucín. El acceso es complejo y solamente se conserva un manantial. Sus aguas, debido a la composición y contenido en sulfuros, son especialmente aptas para el tratamiento de enfermedades cutáneas, motivo por el cual se construyeron estas instalaciones (Diputación Provincial de Málaga).
Fuente de los Cinco Caños.-
Ubicada en la calle de la Fuente, no existe ningún testimonio de su construcción. Su actual aspecto es de la restauración que se llevó a cabo en los años 90 del siglo veinte.
Esta popular fuente, conocida como la de los “Cinco Caños”, recibe el nombre, indiscutiblemente de los cinco surtidores que en ella emanan agua sin interrupción. Se dice que el manantial nunca se ha secado.
Como dato singular decir que su agua en verano sale muy fresquita y en invierno lo hace más templada para el deleite de los paladares.
Según la tradición, si bebes del caño de en medio te casas con un o una joven de la villa (Diputación Provincial de Málaga).
Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Málaga, déjame ExplicArte los principales monumentos (Castillo de Zalía, Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, Ermita de Jesús en el Calvario, Baños Árabes - Las Majadas, y Fuente de los Cinco Caños) de la localidad de Alcaucín, en la provincia de Málaga. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia malagueña.
Más sobre la provincia de Málaga, en ExplicArte Sevilla.
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