Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la Hermandad de la Pastora de Capuchinos, de Sevilla.
Hoy, 20 de abril (sábado anterior al IV Domingo de Pascua), es la Solemnidad Litúrgica de la Madre del Buen Pastor, fiesta instituida por S. S. Pio VI en 1795 gracias al empeño de los padres capuchinos, especialmente el Beato Diego José de Cádiz, que se celebra anualmente el sábado anterior a la dominica del Buen Pastor.
Y qué mejor día que hoy, para ExplicArte la Hermandad de la Pastora de Capuchinos, de Sevilla.
El Convento de Capuchinos (Iglesia de la Divina Pastora), se encuentra en la calle Ronda de Capuchinos, 1; en el Barrio de la Cruz Roja-Capuchinos, del Distrito Macarena.
La Hermandad del Redil Eucarístico de la Divina Pastora de las Almas y del Beato Diego José de Cádiz; es ésta una corporación con sede canónica en el Convento de Capuchinos, siendo su imagen titular la Divina Pastora de las Almas obra atribuida a José Fernández Guerrero, en el entorno de 1800.
Aunque la devoción de la Divina Pastora tuvo su origen en el convento capuchino, el haber nacido independientemente la Hermandad de la Pastora y Santa Marina, entre otras causas, hizo que este convento no disfrutase ni de altar ni de imagen dedicada a dicha advocación, tan solo representaciones pictóricas. Fray Isidoro de Sevilla, predicador y cronista que fue de la Orden de Frailes Menores Capuchinos y fundador de esta hermandad, tuvo una visión en el coro bajo de la iglesia conventual de su orden, el día 24 de junio de 1703, donde la Virgen se le apareció con traje de pastora, según la tradición. Acudió al pintor Miguel Alonso de Tovar, discípulo de Murillo, al que encargó un lienzo con esta inédita advocación y el 8 de septiembre del mismo año lo llevó fijado en un estandarte, en rosario público desde la parroquial de San Gil hasta la Alameda de Hércules.
El 8 de marzo de 1798 se fecha un decreto provincial de los Capuchinos pide un altar y una imagen de bulto o pictórica de la Divina Pastora, en todas las iglesias de sus conventos donde aún esto no fuera ya una realidad. También pide equiparar en importancia la festividad de la Divina Pastora y de la Inmaculada Concepción, deseo que tenía el beato Diego José de Cádiz.
En 1802 el padre guardián fray Miguel de Otura trae de Cádiz la actual imagen de la Pastora. Antes hubo imagen hecha por Cristóbal Ramos. Rápido se asentó la devoción a esta imagen, principalmente por la procesión anual que se realizaba por el entonces arrabal sin urbanizar que por aquel entonces era la Ronda. El 5 de agosto de 1825 se traslada la imagen a su nuevo camarín. El retablo y el altar fueron costeados Gaspar de Marcos y Manzanares y su esposa Josefa Montaño y Fuentes, ambos enterrados allí mismo.
En 1835, y antes que la desamortización de Mendizábal se hiciera efectiva, el padre Salvador de Sevilla retira el boceto de Alonso Miguel de Tovar, origen de la devoción pastoreña. De este modo, salvó a tan importante reliquia. Como curiosidad, el día de la procesión era tanta la gente que iba, que los empresarios taurinos temían perder público si las corridas coincidían con la procesión. Por ejemplo, existe un documento de 1857 donde la empresa taurina entrega 640 reales de vellón para que se efectúe la procesión en un determinado día, no coincidente con festejos taurinos, y si lloviera en otro día también acordado.
En 1873 y ante el ambiente de crispación de las revueltas cantonales, los religiosos deciden llevar a la imagen al entonces llamado Hospital Central, hoy sede del Parlamento de Andalucía. El 1 de enero de 1890, la pequeña comunidad recién terminada la exclaustración, celebra la tradicional novena predicada por el superior padre Bernardino de Velliza y por fray Diego de Valencina.
La imagen de la Pastora de Capuchinos participó varias veces en los Corpus entre el 1910 y 1930. El 22 de mayo de 1921, el obispo de Ostracine, Inocencio Dávila, le impuso a la Divina Pastora de las Almas una diadema de oro y piedras preciosas, costeada por suscripción popular. La imagen se hallaba sobre el antiguo paso de la Hermandad de la Estrella, que también sirvió para la primera salida de la Hermandad de San Esteban. Dicha coronación litúrgica adquiriría el rango de canónica en 2004.
Del 15 al 21 de mayo de 1929 se celebró el Congreso Marino Hispanoamericano, donde la Pastora tuvo su papel y sitio. Tanto en 1931 como en 1936 el convento estuvo en el punto de mira de los grupos incontrolados que campeaban por la zona atacando algunas iglesias. Afortunadamente no llegó a recibir ningún ataque de consideración que ocasionara pérdidas materiales o personales.
El 5 de junio de 1948 se bendice un nuevo camarín para la imagen. En 1953 acuden numerosas representaciones de instituciones deportivas a la procesión anual. De los respiraderos iban colgados multitud de banderines de diversos equipos del panorama deportivo andaluz. En 1958 Sevilla celebró por primera vez una gran Semana Deportiva. El programa de actos era de primera calidad por la variedad de las competiciones y la valía y número de los participantes, venidos de todas las regiones de España. La imagen de la Pastora ocupó la presidencia. Ante ella celebró el señor arzobispo, cardenal Bueno Monreal, una misa de campaña en el estadio de la Macarena, escenario de las competiciones. Para tal efecto, una caravana motorizada escoltó a la venerada imagen desde su templo de la Ronda hasta el mismo estadio, desfilando antes por el centro de la capital. Durante el acto anterior, el alcalde hispalense, marqués del Contadero, leyó la «Consagración del Deporte a la Divina Pastora».
El 12 de noviembre de 2000 muchas hermandades pastoreñas se reunieron para conmemorar el 250º aniversario de la muerte de fray Isidoro de Sevilla. La clausura se celebró con un Rosario multitudinario desde la parroquia de San Gil, con los simpecados de las hermandades pastoreñas andaluzas, hasta el convento de Capuchinos. El 24 de junio de 201 se constituye en Cantillana la «Confraternidad de Hermandades de la Divina Pastora». Está corporación se incluye allí.
El 23 de mayo de 2004, durante la función, se leyó el decreto por el cual el cardenal Amigo Vallejo otorgaba el rango de coronación canónica a la imposición que se había celebrado en 1921. La noticia era sabido desde el 4 de marzo de ese mismo año. En dicho acto se estrenaron dos marchas: «Pastora coronada» de Juan María Moreno y el «Himno de la Coronación» de Enrique Casellas. El 8 de septiembre el alcalde de la ciudad, Alfredo Sánchez Monteseirín, le impone a la imagen la réplica de la medalla de la ciudad, que se concede a todas las imágenes coronadas (cofradiasweb)
Conozcamos mejor la Solemnidad Litúrgica de la Madre del Buen Pastor;
El ocho de septiembre de 1703, en la Alameda de Hércules hispalense, el Venerable Padre Fray Isidoro de Sevilla, capuchino, presentó al pueblo sevillano una novedosa y consoladora advocación mariana que, desde la Ciudad del Betis, como el más precioso tesoro que esta ciudad ha hecho a la Iglesia, había de arraigar en todo el orbe católico: la Divina Pastora. Indisolublemente unido al origen de este venerado título mariano está el de su Primitiva y Real Hermandad, que habría de ser el cauce escogido por el capuchino fundador para consolidarlo y difundirlo: arzobispos, reyes, nobles, junto al pueblo de Sevilla, la honrarían y se honrarían desde entonces al inscribirse en sus filas. En un principio, el Padre Isidoro escogió la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María como la memoria litúrgica más apropiada para conmemorar a la Divina Pastora: María, plenamente glorificada y coronada, ejerce su pastorado sobre el cuerpo místico de su Hijo. Consciente de la ventaja de tener una fiesta propia, en 1781 el Beato Diego José de Cádiz terminó un Oficio entero de la Divina Pastora, que envió al Ministro Provincial, José Félix de Sevilla, para que lo presentara en el Capítulo General de 1782 y se acordase pedir su aprobación y uso a la Sagrada Congregación de Ritos. Pero la gestión quedó infructuosa.
Seis años después, en 1788, habiendo repasado sus textos eucológicos, que componen un segundo Oficio, decidió presentarlos a la Sagrada Congregación de Ritos para su aprobación, acompañados de un documento postulatorio razonando la oportunidad de la nueva fiesta, para lo que buscó el apoyo regio, pero la muerte primero del Confesor del Rey y a continuación la de este mismo frustró sus proyectos. Habiendo de celebrarse en Roma Capítulo General de la Orden Capuchino en mayo de 1789, por lo que les hace llegar a los vocales de su Provincia de Andalucía el expediente completo. El Padre Definidor de Lengua Española, Nicolás de Bustillo, se encargó de gestionarlo ante la Santa Sede, pero el asunto se quedó estancado. Intentó de nuevo el Beato Diego conseguir el apoyo regio, que se presentaba casi indispensable, presentando un memorial a la Reina María Luisa, fechado en Ronda, el siete de junio de 1793, en el que amplió su petición: no sólo a los capuchinos, sino a todo el clero secular y regular de España. La Reina debió consultar con el Rey Carlos IV, su marido, y remitieron el expediente a su primer ministro Manuel Godoy, que lo pasó al Inquisidor General, Manuel Abad y Lasierra, para que diera su parecer, que aconsejó desestimar la petición.
La actitud regia debió cambiar a raíz de su Memorial a Carlos IV de 1794, sobre los medios espirituales necesarios en la guerra entablada contra la Francia revolucionaria en 1793, que resultó favorable a España. Fue finalmente Pío VI Braschi el que por el rescripto del uno de agosto de 1795, gracias al impulso del Beato Fray Diego José de Cádiz como vemos, el segundo gran apóstol de la Pastora, concedió a los capuchinos de España una fiesta con Oficio y Misa propios como Patrona de sus misiones para la Segunda Dominica de Pascua titulada Bienaventurada Virgen María, Madre del Buen Pastor Jesucristo con rito doble mayor, a los que se les dio rápidamente el regium exequátur. Este Oficio fue ampliado, a instancias del P. Nicolás de Bustillo, entonces General de la Orden, por rescripto de Pío VII Chiaramonti de once de enero de 1806 con las lecciones del primero y tercer nocturno de maitines como también la misa, si no obra del Beato Diego sí dependiente de su doctrina, todo revisado por el Prefecto de la Sagrada Congregación de Ritos y por el Promotor de la Fe. De los textos, sabemos que la oración colecta fue compuesta por el citado capuchino Nicolás de Bustillo, y las lecciones son de San Bernardo, y no de San Ildefonso o de San Antonino como en los textos del Beato Diego, y en 1817 se nos transmite una noticia de que los Oficios del Beato Diego están pendientes de aprobación en Roma desde 1796; quedan por lo tanto en el anonimato.
Por decreto de diez de enero de 1801 el mismo Pío VII citado concedió al episcopado del Gran Ducado de Toscana para el primer domingo de mayo con el rito de doble mayor que se pudiera rezar de la Bienaventurada Virgen María con el título de Madre del Pastor Divino. Esta devoción había arraigado la devoción gracias a uno de los oradores capuchinos italianos más importantes de su época, el P. Claudio de la Pieve, que la había adquirido en un viaje suyo a España. La súplica al Papa había sido dirigida el uno de diciembre de 1800 por el Obispo de Colle di Val di Elsa, provincia de Siena y diócesis sufragánea de Florencia, en representación de los obispos del Estado de Toscana, en acción de gracias por haberse librado del traumático azote napoleónico. El Oficio y misa propios presentados por el episcopado toscano fueron revisados también por el Prefecto de la Sagrada Congregación de Ritos y por el Promotor de la Fe, y se extendieron a casi todos los sitios que celebraban la fiesta, incluidos los capuchinos, que abandonaron los suyos. El Beato Pío IX Mastai Ferretti concedió la fiesta a muchas diócesis y congregaciones: a los alcantarinos de Nápoles por el Breve Omnibus de doce de junio de 1849, que fue extendida a petición de Fernando II Rey de las Dos Sicilias a todo su reino, fijándola en veintiuno de mayo; a las religiosas del Buen Pastor y a las benedictinas de Campo Marzio, en Roma, en 1859; al Obispado de Bagnoreggio, Italia, en 1860; a los de Linares y Guadalajara, Méjico, en 1861. Por decreto de ocho de enero de 1863 de la Sagrada Congregación de Ritos, con la anuencia del citado Beato Pío IX, tras petición firmada por diez cardenales, seis patriarcas, treinta arzobispos, noventa y cinco obispos, dieciocho generales de órdenes y congregaciones religiosas, nueve procuradores y tres comisarios apostólicos de otras tantas, fue establecido que se concediera esta fiesta con rito de doble mayor a todas las diócesis y familias religiosas que lo solicitaran, con los textos eucológicos toscanos.
Entre las concesiones a partir de entonces podemos citar las siguientes: a los monasterios cistercienses de Francia en 1863; a la Diócesis de Alatri, Italia, en 1866; a los Misioneros de la Preciosísima Sangre para el primer viernes de junio; a los Mínimos para el primer domingo de octubre; a los Redentoristas y a las Religiosas del Buen Pastor para el tres de septiembre, pero con el Oficio de los capuchinos españoles; a los Euditas, que lo habían pedido en 1874, en 1895. No habiéndose instaurado la fiesta todavía en Sevilla, la cuna de la devoción, el presbítero José de la Fuente y Zabalegui, comisionado por el cabildo de oficiales del veintidós de mayo de 1875 de la Primitiva Hermandad de la Divina Pastora, dirigió una petición al Cabildo Catedral el dos de febrero de 1876 para que instara al Arzobispo lo solicitara de Roma. Tras haber sido examinada la petición por la Diputación de Ceremonias, acordó el Cabildo elevarla al Cardenal Arzobispo de la Lastra y Cuesta para el domingo segundo después de Pascua con rito de doble de segunda clase. El prelado expidió sus letras para ello al Papa el ocho de abril de 1876. Pero menos de un mes después, el cinco de mayo, murió dicho cardenal, por lo que hubo de esperarse al plácet de su sucesor. Habiendo tomado posesión su sucesor, Joaquín Lluch y Garriga, y obtenido de él el plácet, en este caso se extravió en Roma la petición citada, y fue preciso enviar un certificado de ella. El decreto fue expedido por fin el uno de febrero de 1878. Aunque se pidieron y fueron concedidos el Oficio y la misa de los capuchinos españoles aprobados en 1806, los textos que finalmente se instauraron fueron los toscanos. Por fin en 1882, se celebró el veintitrés de abril en Sevilla la Fiesta de la Madre del Divino Pastor, señalada en el II Domingo después de Pascua, con rito de segunda clase.
El veintinueve de octubre de 1885 el Procurador General de los Menores Capuchinos, Bruno de Vinay, a instancias del que hasta entonces había sido Comisario Apostólico de España, en nombre de sus súbditos, pidió al Papa la concesión a toda su Orden de la fiesta de la Madre del Pastor Divino para el segundo domingo después de Pascua con el rito mayor de segunda clase, con la misa y Oficio aprobados para los capuchinos españoles y de otras provincias. Fue aprobada la petición por rescripto de León XIII Pecci de diecinueve de noviembre de dicho año 1885, que el cuatro de diciembre de 1894 concedió a la Orden Capuchina, pero con el Oficio y misa de Toscana. En el actual Propio de la Diócesis de Sevilla, aprobado el diecisiete de junio de 1977 por la Sagrada Congregación para los Sacramentos y el Culto Divino, está inserta como memoria libre para el sábado anterior al Domingo IV de Pascua, del Buen Pastor, La Bienaventurada Virgen María, Madre del Buen Pastor. Los textos eucológicos actuales se encuentran en el Misal Franciscano en español, aprobado por Decreto de la Sagrada Congregación para los Sacramentos y el Culto Divino el 17 de junio de 1980 para uso de las familias franciscanas hispanas (Prot. N. CD 892/79).
Éste señala para el sábado anterior al Domingo IV de Pascua para la Orden Capuchina la Fiesta de la Divina Pastora, Madre del Buen Pastor (Ramón de la Campa Carmona, Las Fiestas de la Virgen en el año litúrgico católico, Regina Mater Misericordiae. Estudios Históricos, Artísticos y Antropológicos de Advocaciones Marianas. Córdoba, 2016).
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Página web oficial de la Hermandad de la Pastora de Capuchinos: www.pastoradecapuchinos.com
La Hermandad de la Pastora de Capuchinos, al detalle:
- Sede Canónica: Convento de Capuchinos (Iglesia de la Divina Pastora)
- Imágenes Titulares: Divina Pastora de las Almas
- Día de Salida Procesional: Último domingo del mes de mayo
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