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jueves, 10 de noviembre de 2022

El Cortijo Montegil, en El Pedroso (Sevilla)

     Por Amor al Arte
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   El Cortijo Montegil, se encuentra en las inmediaciones del pantano de Melonares, al suroeste del casco urbano de la localidad de El Pedroso (Sevilla).
     Conjunto de implantación serrana, asociado tradicionalmente a prácticas agropecuarias que combinaban la producción oleícola con la cría de ganado. Últimamente sólo perdura la segunda de las actividades. Es el principal de los edificios existentes en un amplio territorio, lo cual justifica la presencia de un oratorio, que atendería las necesidades religiosas de multitud de jornaleros y temporeros. Imbricado en un tejido productivo en franco retroceso, el edificio denota notable decadencia e incluso un cierto abandono.
     Según informaciones orales de su actual propietaria, fue reformado entre los años 1914 y 1934. Sería entonces cuando se adapta la almazara a la tecnología industrial del momento y se construye la curiosa torre-portada que es la nota más llamativa del complejo.
     El caserío responde al habitual modelo de estructura cerrada en torno a un patio, a cuyos lados se reparten espacios habitacionales y productivos. 
     La fachada principal, orientada al este, está centrada por el vano de acceso, de medio punto, sobre el que se eleva la torre, producto de la indicada reforma de principios del siglo XX. Consta de tres niveles, con la caja de escalera, cuyo cuerpo es algo más alto, adosada. La puerta está flanqueada por pilastras y cada uno de los cuerpos se hallan enmarcados por gruesas molduras planas, que la dotan de acusada impresión geométrica. Sobre el arco inferior se abre una balconada y más arriba un vano geminado. Las almenas le brindan un indudable aspecto neomudéjar. El tratamiento ornamental descrito parece inspirado en el cercano complejo de las Jarillas, donde también señalan las molduras planas el tránsito entre las plantas y los perfiles del edificio. En lo alto de la caja de escalera figura el anagrama "CR", quizás alusivo a la familia Carretero, propietaria de la finca desde el siglo XIX.
     A ambos lados de la monumental torre se extienden muros perforados por escasos huecos, correspondientes a la vivienda del propietario a la izquierda, y del casero a la derecha. Hay que destacar, incorporado a la primera, el oratorio, identificado al exterior mediante una puerta con vano escarzano y sencilla espadaña. Sobre la primera figuran el anagrama mariano y un azulejo en el que se representa a la Virgen del Pino, dispuesto por su actual propietaria. El interior de la capilla revela su inserción en un espacio previamente definido, pues comparte armadura con la vivienda. Una serie de enseres litúrgicos, esculturas, un retablo neogótico, algunas pinturas decimonónicas y otros muebles, todo de escasa entidad, engalanan la estancia. Una lápida recordatorio da cuenta del fallecimiento en la hacienda, en 1894, de una propietaria decimonónica, doña Josefa Melchora Carretero Villacieros, mujer de don Juan Pablo Ramos, natural de Vinuesa (Soria), donde nació el 13 de Abril de 1856.
     El señorío no reviste especial interés arquitectónico. La fachada que da al patio incorpora una galería de fundición acristalada, cuya parte superior sirve de solárium. Debió ser añadida entre los expresados años de 1914-34. A la vivienda del casero, en el lado opuesto de la crujía de fachada, se accede por una escalera que parte del patio. Las restantes crujías estaban ocupadas por las cuadras, hoy convertidas en garaje (lado sur), almacenes y graneros en lo alto, junto a la bodega lindante con la almazara (al norte). 
     En el sector oeste existían pequeñas casillas, a las espaldas de las cuales se desarrolla un estrecho patio, protegido del exterior por una tapia, que servía de trojes. Pero la pieza más interesante de este flanco es la almazara, cuyos útiles mecánicos fueron desmantelados hace varias décadas. Ocupa una nave de escasa longitud, cubierta por armadura de par e hilera con tirantes metálicos. En la cabecera, coincidiendo con la torre de contrapeso, figuran dos arcos apuntados ciegos, que en su momento contendrían prensas, quizás de tornillo. La torre, cubierta por un sencillo tejadillo a cuatro aguas, debió ser objeto de una reforma a principios del siglo XX, habilitándose su tramo superior como depósito de agua.
     El patio está cuidadosamente enlosado con losas pétreas. En uno de los ángulos figura una cruz de forja instalada sobre elevado pedestal, donde una inscripción señala: "Este sencillo monumento conocido con el nombre de cruz de los Caballeros y que recuerda una tradición interesante se hallaba construido en el campo de Tablada Fue mandado derribar por la autoridad revolucionaria en Octubre de 1874. El dueño de esta finca lo mandó reconstruir en este sitio para conservar su memoria en Octubre de 1876".
     Al exterior las aberturas son escasas y las existentes, salvo en la fachada principal, parecen recientes. Hay que destacar el pesado y rudo contrafuerte situado al pie de la torre de contrapeso de la almazara. Al sur se adosan distintas estancias como corrales y cuadras, extendidas a lo largo de un estrecho patio, hoy muy transformadas y algunas semiderruidas.
     Una serie de edificios, algunos ruinosos, que servían de pajares y gañanías, se hallan dispersos por el entorno. El más destacable es el situado a 100 m de la portada de acceso, consistente en una pieza rectangular cubierta a dos aguas, con chimenea en un extremo. Existe otra gañanía a un kilómetro de distancia. Hoy son utilizadas como pajares y establos.
     También pueden distinguirse múltiples corralones con muros de cantería seca, así como un gallinero, sin particular interés.
     El complejo ofrece la impresión de un antiguo cortijo dedicado preferentemente a la ganadería, que incorpora una almazara a finales del XIX o principios del XX. Prueba de la bonanza económica de algunos momentos de su trayectoria es la erección de la monumental torre-portada, que hoy destaca como raro añadido (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
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Más sobre la localidad de El Pedroso (Sevilla), en ExplicArte Sevilla.

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