El Barrio de La Corza es, en el Callejero Sevillano, un barrio que se encuentra en el Distrito San Pablo-Santa Justa, delimitado por las vías c/ Carretera de Carmona, c/ Baltasar de Alcázar, y avda. Alcalde Manuel del Valle.
El Barrio de La Corza lo componen las vías siguientes: avda. Alcalde Manuel del Valle, c/ Alonso de Solís, c/ Alonso Fernández Coronel, c/ Baltasar de Alcázar, plaza El Begi, c/ Carretera de Carmona, c/ Diego Ortiz de Melgarejo, pasaje Fernando de Illescas, c/ Leonardo de Rueda, c/ Licenciado Caldera, c/ Pedro Barba, c/ Rafael González Romero, y c/ Sánchez Samaniego.
El Barrio, desde el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en la población histórica y en los sectores urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, siendo el conjunto de vías urbanas con características homogéneas, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las edificaciones colindantes entre si. En cambio, en los sectores de periferia donde predomina la edificación abierta, constituida por bloques exentos, la calle, como ámbito lineal de relación, se pierde, y el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos. 
Se levanta sobre los terrenos de la antigua Huerta o Hacienda de la Corza próxima a la alcantarilla de Burón, que salvaba el arroyo Tagarete, según el plano de 1827. En la segunda mitad del s. XIX esta huerta aparece como propiedad de Manuel González Bonilla. En 1925 se procederá a la parcelación de dicha huerta, propiedad de Carlos Merck Carbonell, por parte del arquitecto, Ramón Balbuena, dando lugar a un primer proyecto de barriada de la Sociedad Cooperativa Inmobiliaria de España, en 1927, que no se llega a realizar. El Patronato Municipal de Casas Baratas comienza a construir en 1931, culminándola en 1944, con 320 viviendas. Según un plano de 1941, la barriada contaba con 16 manzanas, 14 calles sin rotular en ese momento, y una plaza central en la que había establecido el complejo escolar, comercios, almacenes y parroquia. El problema se planteó desde un principio por el hecho de tratarse de edificaciones en un lugar aislado, por lo que se la dota de una inadecuada infraestructura de agua, alcantarillado, pavimentaciones y arbolado. La equipación de servicios será un un proceso lento y penoso. Hasta 1941 no se subastan las obras de pavimentación e instalación de recogida de aguas y acometimientos. En 1945 todavía era surtida por medio de tanques-cubas, y en 1954 se aprueba la subasta de contratación de alcantarillado, cuya resolución era vital para el barrio. Las edificaciones, de una sola planta en su mayor parte, encaladas y adosadas, dieron a la Corza un aspecto ruralizado, con calles estrechas aún que proporcionadas a la altura de los edificios, donde, en 1937, residían poco más de mil personas agrupadas en 238 familias. Fue muy castigada por las inundaciones de 1961, debiendo ser evacuado su vecindario, y en 1963 el Plan General de Ordenación Urbana preveía la demolición del barrio, al proyectarse allí un nudo viario que la atravesaba, proyecto que no llegó a realizarse. En la actualidad poco queda del aspecto de la primitiva barriada. El Patronato Municipal de la Vivienda ha ejecutado un proyecto de recuperación de la Corza, cuya primera fase afecta a 103 viviendas, proyectándose la construcción, previa demolición de lo existente, de los sectores con viviendas en peor estado, en fases sucesivas. En la primera fase se ha actuado en siete vías, en la que puede verse el nuevo caserío de dos plantas, con una especie de patio trasero. Las calles se han pavimentado con asfalto y acerado con losetas, siendo iluminadas con farolas de globo. Barriada construida con el objeto de paliar las extremas necesidades de vivienda en los años treinta, recibió a una población rural y de escasos medio económicos. Con el tiempo, ante las continuas amenazas descritas anteriormente, fue extendiéndose por el barrio un sentimiento entre los vecinos de solidaridad y defensa de su barriada, sentimiento materializado, gráficamente, en el cartel situado en la Carretera de Carmona, en el acceso al barrio, con la leyenda "Salvar la Corza". Expresión de esta cohesión del vecindario es la velada que se celebra, desde l 980, en los primeros días de septiembre [Eduardo Camacho Rueda, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993].
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