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martes, 18 de julio de 2023

Un paseo por la calle Joaquín Romero Murube

     Por Amor al Arte
, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la calle Joaquín Romero Murube, de Sevilla, dando un paseo por ella.
     Hoy, 18 de julio, es el aniversario del nacimiento (18 de julio de 1904) de Joaquín Romero Murube, por lo que hoy es el mejor día para ExplicArte la calle Joaquín Romero Murube, de Sevilla, dando un paseo por ella.
    La calle Joaquín Romero Murube es, en el Callejero Sevillano, es una vía que se encuentra en el Barrio de Santa Cruz, del Distrito Casco Antiguo; y va de la plaza del Triunfo, a la plaza de la Alianza.
   La  calle, desde  el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en  la  población  histórica  y en  los  sectores  urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las  edificaciones  colindantes  entre  si. En  cambio, en  los  sectores  de periferia donde predomina la edificación  abierta,  constituida  por  bloques  exentos,  la  calle,  como  ámbito  lineal de relación, se pierde, y  el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos. 
     En las calles el sistema es numerar con los pares una acera y con los impares la opuesta. También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo a la calle José Gestoso, que se consideraba, incorrectamente el centro geográfico de Sevilla, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer.
     En 1958 se acordó  denominarla como Pío XII, pero no debió llevarse a efecto pues las obras no se realizaron hasta 1961, en que se rotuló como Alcazaba, en clara referencia a la contigüidad del Alcázar. Posteriormente, tras la muerte de Joaquín Romero Murube (1904-1969), fino poeta cantor de Sevilla y conservador de los Reales Alcázares, se le dio su nombre. A propuesta de Izquierdo Gómez, Escadón Olmedo y Romero Murube, el Ayuntamiento aprobó en 1942 la apertura de una nueva calle entre las plazas del Triunfo y de la Alianza que comunicara el barrio de Santa Cruz y dejara al descubierto parte de la muralla norte del Alcázar. Poco después fueron expropiadas la casa núm. 4 de plaza del Triunfo, l y 2 de plaza de la Alianza, 18 y 20 de Rodrigo Caro y parte del jardín del Convento de la Encarnación. Con esta actuación quedó al descubierto un lienzo de muralla con tres torres y una puerta cegada, y muy ampliada la plaza de la Alianza y la calle Rodrigo Caro. Entre 1960 y 1961 se realizaron las obras de explanación, instalación de servicios y pavimentación, al tiempo que se restauraron los lienzos de muralla. Los espacios entre torres están ajardinados y la calzada, que al confluir con la plaza de la Alianza salva algunos escalones, esta pavimentada con losas de Tarifa y chino lavado en damero. 
     La acera opuesta a la muralla está conformada por la fachada lateral del palacio de la Diputación Provincial, la tapia del jardín del convento y el costado de la casa núm. l de la plaza de la Alianza. En esta pared hay un azulejo del Cristo de la Misericordia de la Hermandad de Santa Cruz. Cumple funciones de tránsito, especialmente para el turismo que accede fácilmente desde la zona monumental del barrio de Santa Cruz. En ella se instaló un busto del poeta Dante Alighieri que se retiró para ser restaurado (1971) y luego fue colocado en el Parque de María Luisa. En la tapia de los jardines del convento se abre una tienda de cerámica orientada al turismo [Salvador Rodríguez Becerra, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993].
Joaquín Romero Murube. Muralla del Alcázar con puerta de arco de herradura de época califal, flanqueada por torres rectangulares de sillería [Francisco Collantes de Terán Delorme y Luis Gómez Estern, Arquitectura Civil Sevillana, Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, 1984].
Conozcamos mejor la Biografía de Gonzalo Argote de Molina, personaje a quien está dedicada esta vía;
     Joaquín Romero Murube, (Los Palacios y Villafranca, Sevilla, 18 de julio de 1904 – Sevilla, 15 de noviembre de 1969). Poeta de la Generación del 27, prosista, periodista y director-conservador de los Reales Alcázares de Sevilla.
     Nació y creció en el seno de una familia rural acomodada. Su padre, abogado liberal, llegó a ser presidente de la Diputación de Sevilla y de la Sociedad Económica de Amigos del País. Las primeras vivencias infantiles en el pueblo, su enorme capacidad para la observación, el amor por la tradición y por Sevilla, son temas a los que recurre con frecuencia en su literatura.
     Inició las carreras de Filosofía y Letras y Derecho, teniendo que abandonarlas a los diecinueve años tras la muerte de su padre para ponerse al frente de su familia.
     A pesar de esta circunstancia, siguió en contacto con sus compañeros y profesores de la Facultad, entre los que se encontraban Luis Cernuda, Pedro Salinas o Jorge Guillén. Frecuentó las tertulias literarias de la ciudad y entró en contacto con sus círculos intelectuales.
     Romero Murube fue fundador y redactor-jefe de la revista literaria Mediodía y autor de su manifiesto, al que tituló “Nuestras normas”. Como consecuencia de las actividades que generaba la publicación, se relacionó con la pléyade de artistas que colaboraban en la revista con sus artículos: García Lorca, Aleixandre, Manuel de Falla, Gerardo Diego, Villalón, Dámaso Alonso y otros tantos. A instancias del Ateneo hispalense y de los donceles de Mediodía se fraguó el denominado “mayor mitin poético dado en la historia de la literatura”, el llevado a cabo en la capital andaluza en 1927 para conmemorar el tercer centenario de la muerte de Góngora.
     El destino del poeta quedó definitivamente marcado en 1934 al ser nombrado director del Alcázar, cargo en el que permaneció hasta su muerte. El palacio se convirtió en marco idóneo de inspiración y en lugar de encuentro con sus compañeros de letras. Este nombramiento le permitió conocer a las personalidades más relevantes de la sociedad de su tiempo: jefes de gobierno, científicos, intelectuales, etc. Entre este mundo rutilante de estrellas, Murube siempre manifestó una especial predilección por sus amistades literarias.
     En 1935 se casó en Madrid con su prima Soledad Murube Cardona. El matrimonio no llegó a tener descendencia.
     Romero Murube estuvo muy ligado a la Semana Grande de Sevilla: fue hermano de la Soledad de San Lorenzo, pregonero de la Semana Santa sevillana en 1944 y miembro fundador del Consejo de Hermandades y Cofradías. Como comisario del Patronato Artístico Nacional desempeñó una labor fundamental en defensa de importantes edificios que salvó de la piqueta, así como en la recuperación para el Patrimonio de Sevilla de valiosas piezas artísticas.
     Su poesía deja patente un especial acercamiento a los tradicionales poemas arábigo-andaluces. En las viejas casidas halló el tipo de composición que mejor se adaptaba a su personalidad. El agua, la mujer, las flores, Sevilla, la luz, se hacen sentimiento en sus versos melancólicos y a la vez vitalistas.
     En cuanto a sus escritos en prosa, consigue un dominio prodigioso. Vicente Aleixandre llegó a decir: “Es sin duda uno de los más altos prosistas, estaba a la cabecera de nuestros escritores”.
     A Joaquín Romero Murube se le considera, asimismo, maestro del nuevo periodismo. El Liberal, ABC y El Correo de Andalucía acogieron la mayor parte de sus artículos, erigiéndose desde ellos en defensor de los valores tradicionales de la ciudad. El prestigio conseguido como escritor le permitió convertirse en los últimos años en el más temido crítico de alcaldes, gobernadores o cardenales, a sabiendas del poder acumulado por estos cargos en aquellos tiempos.
     La noche del 14 de noviembre de 1969, cenó en compañía de Jaime García Añoveros (años después ministro de la Transición), Pablo Atienza, marqués de Salvatierra, Manuel Olivencia (que sería comisario de la Expo-92) y sus respectivas esposas. Romero Murube recordó la alocada etapa de Mediodía y deleitó a los comensales refiriendo anécdotas de su amistad con Lorca y Falla. A la una de la madrugada lo dejaron en la puerta del Alcázar. Horas más tarde se sintió indispuesto y falleció.
     En su dilatada trayectoria literaria y profesional le fueron reconocidos sus méritos con cuantiosos premios, condecoraciones o nombramientos, entre los que cabe destacar la Gran Cruz de Isabel la Católica, la Cruz de Alfonso X el Sabio, el Premio Adonais de Poesía y el Premio Ciudad de Sevilla. Fue, además, miembro de la Academia Sevillana de Buenas Letras y de la Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría (Claudio Maestre Moreno, Biografías en la Real Academia de la Historia).
     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la calle Joaquín Romero Murube, de Sevilla, dando un paseo por ella. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Más sobre el Callejero de Sevilla, en ExplicArte Sevilla.

La calle Joaquín Romero Murube, en detalle:
Casa de la Provincia
Real Alcázar
Placa "Sevilla Ciudad de Ópera"

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