El Alfar de Juan Sebastián López, se encuentra en la calle Camino del Aceituno, 4; en Lebrija (Sevilla).
La alfarería en la Historia: Inicios
La alfarería nace durante el Neolítico, cuando el hombre deja de ser nómada para convertirse en sedentario, es decir, cuando se forman núcleos estables y éstos se instalan en un determinado lugar que cubre sus necesidades básicas. Durante esta época aparece la agricultura y la domesticación animal, lo que provoca que comiencen a producirse excedentes agrícolas que necesitan ser conservados. Esta es la “chispa” que hace que nazca la alfarería.
De este modo, el hombre comienza a trabajar la arcilla creando con ella las primeras vasijas en las que se comienza a conservar alimentos, almacenar y transportar agua y finalmente cocinar y servir los alimentos..jpg)
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Con el paso del tiempo estos objetos, que al principio cumplían unas funciones muy “restringidas” basadas en cubrir las necesidades más esenciales de las personas, han ido evolucionando a lo largo de la Historia hasta convertirse, además, en piezas artísticas y/o sagradas, como las “Venus”, que representaban la fertilidad tanto humana como de la Tierra.
¿Sabías que…?
La cestería es la antecesora de la alfarería. La cestería, al igual que la alfarería, nace como consecuencia de la necesidad del hombre de transportar y almacenar los alimentos.
Narradora de la Historia
La alfarería no solo ha servido al hombre para guardar los alimentos sino también para “almacenar la Historia”. Los alfareros han ido dejando grabadas en sus creaciones la forma de vida, las necesidades, las creencias espirituales y las costumbres de las sociedades a las que pertenecían, dándonos así la oportunidad de conocerlas y entenderlas un poco mejor.
¿Sabías que…?
Las piezas de cerámicas más antiguas del mundo han sido halladas en Japón. Fueron elaboradas hace más de 12.000 años.
La alfarería ha sido en Lebrija unas de las actividades artesanales y económicas más importantes desde la antigüedad y su práctica ha estado y está estrechamente vinculada a su historia. En nuestro pueblo ha sabido mantenerse vivo este ancestral oficio hasta nuestros días, aunque actualmente no hay tantas como hubo antaño, ya que en épocas anteriores pudieron coexistir hasta 40.
Los alfareros de esta localidad han usado desde hace siglos el barro procedente de las canteras del Castillo para elaborar todo tipo de objetos como botijos, cántaros, macetas y ladrillos bastos. Este barro se caracteriza por su fácil manejabilidad y su color blanquecino, el cual debe a su alta concentración de sal debido a la cercanía de las marismas.
Durante muchos años, uno de los barrios lebrijanos alfareros por excelencia fue el del “Mantillo”, que incluso debe su nombre a las capas de tierra que los alfareros ponían en el suelo para poder poner a secar sus ladrillos y cántaros (Ayuntamiento de Lebrija).
Alfarería con más de un siglo de antigüedad es una de las últimas que quedan en la provincia de Sevilla, que sigue con el método tradicional.
Al llegar a la alfarería se muestra el exterior y las instalaciones donde se puede contemplar un antiguo horno árabe, además del barro con el que se realiza todo el trabajo y las antiguas pilas de decantación.
Seguidamente se pasa al taller donde el alfarero hace una demostración del trabajo que realiza. Hay posibilidad de que la persona que lo desee pueda probar la dificultad que encierra este trabajo. Por último, en la tienda se podrá ver los resultados de las piezas ya terminadas y comprar un recuerdo.
Nº mínimo de personas por visita: 1
Nº máximo de personas por visita: 50
Duración de la visita: 20 a 30 minutos
Horario
De lunes a viernes de 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00.
Sábados de 11:00 a 14:00 (Turismo de la Provincia de Sevilla).
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