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miércoles, 1 de marzo de 2023

Los principales monumentos (Castillos; Ermita de la Virgen de la Aliseda; e Iglesia de San Bartolomé) de la localidad de Cumbres de San Bartolomé, en la provincia de Huelva

     Por Amor al Arte
, déjame ExplicArte la provincia de Huelva, déjame ExplicArte los principales monumentos (Castillos; Ermita de la Virgen de la Aliseda; e Iglesia de San Bartolomé) de la localidad de Cumbres de San Bartolomé, en la provincia de Huelva.
Ubicación
     Cumbres de San Bartolomé es una Villa de la provincia de Huelva, partido judicial de Aracena, situada en la parte occidental de la Sierra en una altura con declive al Oeste, a 582 metros de altitud, a 140 kilómetros de la capital y con una población actual de 587 habitantes.
     La totalidad de su término (14.200 Has.) forma parte del “Parque natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche”, y está sembrado de cortijos y restos de antiguas chozas de pastores.
Reseña histórica breve
     De antes del siglo XIII se encuentran catalogados restos arqueológicos de asentamientos y necrópolis romanas
     De la época medieval (siglos XIII y sgtes.), un asentamiento medieval “la Aldea de La Aliseda”
     Posteriormente se poblaría por pastores beréberes.
     En los tiempos finales de los Reinos de Taifas andalusíes, perteneció al de Niebla.
     Se sabe que Cumbres de San Bartolomé existe ya en el Siglo XIII – o se funda en esa época -, porque de inmediato a la conquista de Sevilla por el rey Fernando III de Castilla en 1.248, se funda la Parroquia de San Bartolomé en el año 1.249.
     Sancho IV, como labor defensiva, se preocupo de que el Concejo de Sevilla construyese en el año 1.293 fortalezas en sus villas serranas de Santa Olalla, Aroche y Las Cumbres. Hemos por tanto de situar la construcción de la Fortaleza de Cumbres de San Bartolomé hacia la última década del siglo XIII.
      “Zona presumiblemente poblada en época musulmana por beréberes, dado su carácter orográfico, favorable para el pastoreo, su estado de poblamiento iba a cambiar radicalmente a partir de su reconquista. La mayoría de sus nuevos pobladores, procedentes de tierras leonesas, astures y castellanas, no soportaría fácilmente la inestabilidad fronteriza con Portugal, y los problemas de ello derivados fueron el mayor inconveniente para que los asentamientos poblacionales fueran duraderos y estables.
     Finalmente, como pequeño apéndice de este compendio, cabe destacar que, guardado con orgullo y como auténtica reliquia histórica, se conserva en el Archivo Municipal uno de los originales de la carta que el Alcalde de Móstoles hizo circular por toda España para incitar al levantamiento contra la invasión napoleónica.
Patrimonio cultural y artístico
     Castillo de Cumbres de San Bartolomé
     Fortaleza de Torres
     Iglesia Parroquial de San Bartolomé
Fiestas y tradiciones
     Romería en honor de la Virgen de la Aliseda (organizada por su Hermandad), el tercer domingo de mayo. Romería de reciente instauración (año 1.954), que se celebra en terrenos privados cedidos ese día para tal fin. Se lleva a la Imagen en procesión acompañada de tamborilero, cantes por “sevillanas”, fandangos y todos los ingredientes típicos de las romerías andaluzas.
     Fiestas patronales de San Bartolomé, alrededor del 24 de agosto, donde se combinan los actos religiosos el día del Patrón con los deportivos y festivos (matinales y bailes nocturnos en la caseta). Desde hace unas décadas han vuelto a instaurarse los festejos taurinos típicos tradicionales (capeas) en el interior del castillo.
     Fiestas patronales de la Virgen de la Aliseda, alrededor del 8 de septiembre. En tiempos pasados (hasta mediados del s. XIX) era trasladada la Imagen a hombros de los vecinos desde su ermita hasta el pueblo, para la celebración de su fiesta el 8 de septiembre, parándose en las diversas cruces que jalonaban el camino (“dos leguas”), siendo la última la Cruz del Cabezuelo (tradición oral). Actualmente se celebra en el pueblo una novena antes del día 8, día en que la Virgen sale en procesión por las calles de la localidad. Aparte se realizan diversos actos culturales y verbenas populares.
Recursos económicos y sociales
     Fundamentalmente basados en actividades agro-ganaderas como la cría del cerdo ibérico, ganado vacuno y ovino. También existen industrias cárnicas menores con productos tradicionales de gran calidad.
Gastronomía
     Jamón y productos del cerdo en general, de excelente calidad, Gurumelos (nombre común de la Amanita ponderosa), Espárragos trigueros, migas con patatas, gazpacho y bollos de papas.
     Perrunillas, prestines, piñonates y flores con miel. Se ha perdido bastante la elaboración casera de estos productos, típicos de toda la Sierra en la antigüedad dada la producción de miel y almendras en la zona.
     Destaca el uso del Cilantro o Culantro fresco en diversos platos fríos y calientes (Diputación Provincial de Huelva).
      Algunos autores explican el origen remoto de la población a partir del despoblamiento de la antigua ciudad romana de Nertóbriga. Desconocemos datos sobre la ocupación islámica de este territorio que se incorporó a dominio cristiano a mediados del siglo XIII. En 1253 Alfonso X el Sabio incorporó la villa al alfoz de la ciudad de Sevilla y su momento de mayor auge se produjo en el siglo XVI. Sin embargo, la crisis general del siglo XVII y la Guerra de Secesión de Portugal, repercutieron muy negativamente en la villa, que sólo logrará recuperarse a lo largo del siglo XIX (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).

El castillo
     Su origen se remonta al privilegio otorgado a la ciudad de Sevilla en 1293 por el rey Sancho IV el Bravo, permitiéndole levantar fortalezas para la defensa de su territorio noroccidental. El recinto consiste en una cerca fortificada de cuatro lados, protegida por torreones rectangulares y semicirculares, peculiaridad de las construcciones militares de este período. Su puerta principal de acceso, situada en el muro Este, consiste en un arco apuntado de sillería y protegida  por dos cubos de muralla. En el lado Sur, hay un postigo de análogas características pero de menor tamaño. El castillo, tras perder su función militar, quedó en desuso, adosándose a éste viviendas particulares en la mayor parte de su perímetro y destinándose su espacio interior para múltiples funciones (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
     Situado en el extremo oeste de la localidad, en un emplazamiento de escasa altitud, a diferencia de otros castillos de la zona, defendía el acceso a aquélla desde el camino que la comunicaba con Encinasola. De planta casi rectangular y con torreones cuadrados y semicirculares, presenta la entrada principal en su flanco este, entre dos torres, definida por un arco ojival archivoltado, y una poterna, también ojival, como acceso secundario al castillo, en su flanco sur.
     El recinto consiste en una cerca fortificada de cuatro lados, protegida por torreones rectangulares y semicirculares, peculiaridad de las construcciones militares de este periodo. Su puerta principal de acceso, en el muro Este, consiste en un arco apuntado de sillería y está protegida por dos cubos. Por otra parte, en el lado Sur, hay un postigo de análogas características pero de menor tamaño.
     Su origen se remonta al privilegio otorgado en 1293 por el Rey Sancho IV el Bravo a la ciudad de Sevilla, permitiéndole levantar fortalezas para la defensa de su territorio noroccidental.
     El castillo, tras perder su función militar, quedó en desuso, adosándose a éste viviendas particulares en la mayor parte de su perímetro y destinándose su espacio interior para múltiples funciones. Hoy alberga la plaza de toros.
     Recientemente, la Delegación Provincial de Cultura ha restaurado sus dos accesos, con la intención de recuperar, en sucesivas campañas, su aspecto primitivo (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía). 

Castillo de Torres
      Formando parte de este mismo sistema defensivo, se localizan a 15 kilómetros de la po­blación, en la carretera hacia la Nava, los restos del Castillo de Torres que se encuentra en estado de total abandono, habiendo sido, incluso, ignorada su existencia por la historiografía especializada. De aquí procede la imagen de la Virgen de Torres, interesante talla de madera policromada de la segunda mitad del siglo XIII que se encuentra actualmente en la parroquia (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
     Este sitio arqueológico se sitúa en un cerro de gran altura (424,50 metros) y visibilidad de la margen izquierda de la rivera del Múrtigas, en el entorno de los Llanos de San Benito. Este sitio era un punto estratégico para el control de las comunicaciones con Portugal y del territorio circundante.
     Este castillo se construyó en la segunda mitad del siglo XIII, consolidando esta zona de la Banda Gallega en el proceso de la Reconquista cristiana y la defensa del reino de Sevilla en este franja Norte. Tuvo su función militar y castrense hasta mediados del siglo XV, pues en 1453 el castillo ya está abandonado, siendo ocupado por malhechores y bandidos que asediaban a las poblaciones cercanas de Noudar, en Portugal y Encinasola.
     La fortificación se adapta a la topografía del cerro donde se ubica, tanto en su tamaño como disposición de elementos y diseño, desarrollándose dentro de la curva de nivel de 420 metros.
     Consta del castillo, en la cima, y un recinto externo a cota más baja. El castillo es de planta rectangular-pentagonal con cuatro torres cuadrangulares en las esquinas conectadas por lienzos de muralla de trazado quebrado. El acceso se localiza en el flanco oriental, custodiado por dos torres. Mide 35 x 25 metros, contando con una superficie interna alrededor de 420 metros cuadrados.
     Construido con sistema de mampostería ordinaria de pizarra trabada con mortero de cal y enfoscado/enlucido al exterior con una capa de mortero de cal blanco con motivos avitelados y decoración incisa simulando sillares. La anchura media de los muros de los lienzos está en torno a 2,20 metros, con alturas máximas conservadas entre 4 y 5,50 metros respecto al firme externo.
      Las torres cuadrangulares son irregulares y de distintos tamaños, contando con las torres Noroeste y Noreste, las de mayores dimensiones, con pies de apoyo en las caras externas. En el interior se presentan estructuras excavadas en la roca: un silo en el centro del castillo, un aljibe adosado al lateral Suroeste y una estructura en la esquina Noroeste, semisubterránea, además de un posible refugio techado.
     Al exterior se dispone un recinto defensivo, que circunda el castillo, construido también mediante mampostería de pizarra. Consta de un muro externo de 1,20 metros, una torre circular de 3 metros de diámetro y una plataforma semicircular en el flanco Oeste, junto al foso-cantera.
     En la ladera sur, en torno a la curva de nivel de 400 metros, se han detectado varias agrupaciones de estructuras habitacionales y una primera línea de muralla defensiva.
     En el cerro también aparecen restos cerámicos de la Edad del Cobre (platos de borde engrosado, cuencos esféricos, cuencos con mamelones en el borde.) que denotan la presencia de un asentamiento de este periodo en el cerro.
     Próximo al Castillo de Encinasola, aunque en el término municipal de Cumbres de San Bartolomé, se encuentra el Castillo de Torres.
     Construido probablemente en el siglo XIII, es citado de nuevo, al igual que otros castillos de la zona, en el Ordenamiento que otorga Alfonso XI a Sevilla en 1344. En estado de abandono en 1453, este castillo se convertirá en base de las operaciones de pillaje y saqueo .realizadas en las poblaciones del entorno entre 1476 y 1477 por el alcaide Ferrán Mejía (el Luengo) (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Ermita de la Virgen de la Aliseda
     El primitivo edificio, de origen medieval, fue reedificado a finales del siglo XVIII según consta por una inscripción que aun puede leerse en su fachada y en la que se indica que la obra se terminó en el año 1790, durante el mandato de los mayordomos Tomás Ruiz Chamorro, a José y Juan Sánchez Montero y siendo notario Fabián Sánchez Navarro (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).

Iglesia de San Bartolomé
     Se trata de un edificio de planimetría un tanto atípica, constituido por una sola nave, enormemente alargada. Su parte más primitiva debe ser la Capilla Sacramental, abierta en el segundo tramo del costado derecho, fechable en el siglo XIV, que presenta planta cuadrada y bóveda de crucería.
     El resto del templo debe datar de fines del siglo XV o principios del XVI, período al que corresponde su presbiterio, cubierto con bóveda ochavada y cuyos muros exteriores conservan restos de esgrafiados, y sus tres portadas de cantería. La de los pies está formada por un arco conopial de triple arquivolta, enmarcado por baquetones. La del lado izquierdo es de vano rebajado, casi escarzano, con triple arquivolta y moldura con motivos de cadenas, todo inscrito en un alfiz quebrado. La del flanco derecho, con vano de medio punto y doble rosca, está decorada con perlas abulenses. El interior de la nave fue re­mozado hacia 1734 por Ambrosio de Figueroa y, posteriormente, en 1779, continuó las obras Antonio de Figueroa. Sin duda, a estas in­tervenciones correspondería la decoración jónica de las pilastras, la bóveda de cañón de su cubierta y el cuerpo de campanas de la torre.
     De su interior sólo podemos señalar como obra de interés histórico-artístico un Cristo crucificado, de talla en madera, del segundo tercio del siglo XVI, en el presbiterio, y tres escultu­ras de la Virgen con el Niño: dos en la Capilla Sacramental, la citada de la Virgen de Torres y la Virgen del Pajari­to, ésta última, de la segunda mitad del siglo XIV; y en la nave, en una capilla del muro de la derecha, la Virgen de la Aliseda que es patrona de la población, procede de su ermita extraurbana y es imagen de talla del primer tercio del siglo XVI, repolicromada en época reciente.
     En la sacristía se conservan un fuste de columna romano y un aguamanil de piedra con azulejos de arista del siglo XVI. Finalmente, entre las piezas de plata de la parroquia, destacaremos un portapaz de metal dorado en forma de templete datable en la segunda mitad del siglo XVI y la cruz parroquial, con decoración repujada barroca, del siglo XVII (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
     Iglesia de transición entre el romántico y el gótico, que puede fecharse en el siglo XV.
     Planta basilical y paramentos verticales formados por pilastras sobre las que se apoya la bóveda de cañón de la nave mayor. Pilares adosados con función únicamente decorativa con capiteles jónicos y cornisa continua, a modo de friso.
     La nave mayor está cubierta por bóveda de cañón y el altar por cúpula sobre pechinas por dos esquinas y tres arcos de medio punto por las otras dos. Las capillas laterales se cubren con arcos de medio punto. Posee iniciación de capilla lateral a modo de girola.
     Fachada encalada cuya portada presenta arcos de medio punto degradados (arquivoltas) de estilo, románico junto con arco conopial del gótico decadente. La torre es de planta cuadrada rematada por pináculo octogonal. La bóveda presenta exteriormente una gran altura con contrafuertes potentes y cubierta de teja (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
   
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