Por amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la calle Baños, de Sevilla, dando un paseo por ella.
La calle Baños es, en el Callejero Sevillano, una vía que se encuentra en los Barrios de la Encarnación-Regina, y San Vicente, del Distrito Casco Antiguo; y va de la confluencia de la calle Cardenal Spínola con la plaza de la Gavidia, a la avenida de Torneo.
La calle, desde el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en la población histórica y en los sectores urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las edificaciones colindantes entre si. En cambio, en los sectores de periferia donde predomina la edificación abierta, constituida por bloques exentos, la calle, como ámbito lineal de relación, se pierde, y el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos. En las calles el sistema es numerar con los pares una acera y con los impares la opuesta. También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo a la calle José Gestoso, que se consideraba, incorrectamente el centro geográfico de Sevilla, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer.
El primer tramo (hasta San Vicente) está documentado desde la primera mitad del s. XV como Traviesa de los Baños y más tarde Sitio de los Baños o simplemente Baños, aludiendo a los baños árabes instalados en una de sus casas. El resto de la calle se conocía, al menos desde fines del s. XVI, y muy probablemente antes, como Carmen, por el convento de la misma advocación allí situado. Los dos topónimos estuvieron diferenciados hasta que a mediados del XIX Baños se hizo extensivo a todo el espacio. En 1883 se rotuló Marques de Tablantes, en homenaje al alcalde sevillano del mismo titulo, hasta que en 1931 volvió a recuperar el de Baños, que en algunos documentos antiguos figura como Baños de la Reina Mora.
La calle Baños es, en el Callejero Sevillano, una vía que se encuentra en los Barrios de la Encarnación-Regina, y San Vicente, del Distrito Casco Antiguo; y va de la confluencia de la calle Cardenal Spínola con la plaza de la Gavidia, a la avenida de Torneo.
La calle, desde el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en la población histórica y en los sectores urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las edificaciones colindantes entre si. En cambio, en los sectores de periferia donde predomina la edificación abierta, constituida por bloques exentos, la calle, como ámbito lineal de relación, se pierde, y el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos. En las calles el sistema es numerar con los pares una acera y con los impares la opuesta. También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo a la calle José Gestoso, que se consideraba, incorrectamente el centro geográfico de Sevilla, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer.
El primer tramo (hasta San Vicente) está documentado desde la primera mitad del s. XV como Traviesa de los Baños y más tarde Sitio de los Baños o simplemente Baños, aludiendo a los baños árabes instalados en una de sus casas. El resto de la calle se conocía, al menos desde fines del s. XVI, y muy probablemente antes, como Carmen, por el convento de la misma advocación allí situado. Los dos topónimos estuvieron diferenciados hasta que a mediados del XIX Baños se hizo extensivo a todo el espacio. En 1883 se rotuló Marques de Tablantes, en homenaje al alcalde sevillano del mismo titulo, hasta que en 1931 volvió a recuperar el de Baños, que en algunos documentos antiguos figura como Baños de la Reina Mora.
Es una calle larga, estrecha y rectilínea, con algunos entrantes y rinconadas que son producto de pasadas alineaciones (1853, 1879, 1912). Tiene una barreduela entre los números 24-28, pavimentada con losas de Tarifa y sin aceras, aunque hay noticias históricas, de la existencia de una calleja del Carmen, otra barreduela que bordeaba el antiguo convento de ese nombre y que fue incorporada al caserío a comienzos del XIX. Hasta la segunda mitad de ese siglo, en que tuvo lugar la apertura de la muralla frente a la llamada Huerta de Colón (v. Torneo), Baños concluía en Goles. Con motivo de la citada apertura, se prolongó notablemente hasta presentar la fisonomía actual, más estrecha en sus primeros tramos y relativamente ancha en su final, donde posee grandes acacias en alcorques. Desembocan en ella por la derecha, Martínez Montañés y Teodosio; por la izquierda Antolínez, Jesús de la Vera Cruz, Mendoza Ríos, Redes, Almería, y una vía sin nombre. Y está cruzada por Miguel Cid, San Vicente y Goles. Desde 1591 hay noticias de sucesivos empedrados, hasta que se adoquina en 1868. Hoy posee pavimento asfáltico y aceras de losetas, muy estrechas en algunos puntos y con horquillas metálicas para evitar la invasión de vehículos. En 1940 se instaló ella en el alumbrado eléctrico, suministrado en la actualidad por farolas sobre brazos de fundición, adosados a las fachadas.
Su caserío es variado, alternando casas tradicionales sevillanas de tres plantas, con otras de escalera. Se han intercalado algunas construcciones recientes. Hay que destacar la núm. 17, lateral del antiguo Convento del Dulce Nombre (v. Jesús de la Vera Cruz); la 63, esquina a Goles, obra regionalista de Francisco Pérez Bargali (1941); la 76, de principios de siglo, recientemente reconstruida y otra modernista en la esquina con Goles (v.). Pero el edificio más importante de la calle es, sin duda, el antiguo convento de Nuestra Señora del Carmen (núm. 48), de carmelitas calzados, fundado en 1358. Su iglesia y grandes patios son obra del s. XVII. En 1810, con la invasión francesa, fue desalojado y más tarde, tras la exclaustración de 1835, convertido en cuartel, función que ha cumplido hasta hace pocos años. En la actualidad ofrece un aspecto semi-ruinoso [afortunadamente recuperado en parte para su uso como Conservatorio Superior de Música].
La proximidad de la calle a la antigua muralla ha condicionado notablemente su ambiente y su función en el pasado. Era una zona relativamente marginal, que padecía frecuentes inundaciones, y presentaba un estado higiénico deplorable, entre las inmundicias acumuladas junto a los muros o, ya en el XIX, en las inmediaciones del cuartel del Carmen. En su parte final se ubicaba el husillo de ese mismo nombre, uno de los más importantes de la ciudad. En un número de la revista El Folklore Andaluz (1882) recoge un curioso suceso transmitido por la tradición oral de Sevilla, según la cual una madre decapitaba a sus hijos al nacer arrojando las cabezas al citado husillo, y así llegó a matar a siete de ellos. Un día desapareció la madre y posteriormente se ver en la noche cómo los siete niños sin cabezas -las "terneras descabezadas"- la perseguían maldiciéndola. La presencia del cuartel provocaba también pendencias y ruidos, entre las quejas del vecindario, que, a juzgar por las informaciones de prensa de fines del XIX, soportaba también los humos de bodegas, y freidurías y en general las molestias del comercio popular allí ubicado. Hoy cumple la calle una función residencial, pero al mismo tiempo conserva un nutrido pequeño comercio que llena prácticamente todos los bajos de la casas, sobre todo en las inmediaciones de la Gavidia. Es un comercio de tono popular y muy variado (carnicerías -de cuya existencia en la calle hay noticias desde el s. XVI-, panaderías, tiendas de comestibles, freiduría, bares,...), que da a este espacio carácter y movimiento y que sirve para abastecer al barrio. Se trata por ello de una vía muy transitada, tanto por los peatones como por los coches que penetran desde las rondas al centro comercial de la ciudad. Dada su estrechez, este continuo flujo de vehículos, sobre todo en las horas matinales, convierte la calle en una de las más incómodas del casco antiguo. Hasta el s. XVI y en el lugar que hoy ocupa la capilla de la Hermandad dela Veracruz (v. Jesús de la Vera Cruz) existieron los baños de origen árabe que han dado nombre a la calle. En esa casa se erigió en el citado siglo el convento del Dulce Nombre de Jesús y una casa de arrepentidas [Rogelio Reyes Cano, en Diccionario histórico de las calles de Sevilla, 1993].
Entre 2017 y 2020, se produjo una profunda intervención en la calle Baños que arrancó con una serie de procesos participativos a finales de 2017 tanto a través del distrito Casco Antiguo como de la plataforma Reaviva diseñar para generar un modelo de intervención urbanística distinto, consensuado y que recupere espacios para uso público y favorecer la convivencia. En total, con una inversión de 600.000 euros, iniciada antes del verano se ha transformado el tramo entre San Vicente y la Gavidia con una longitud total de 235 metros en una vía semi-peatonal y con plataforma única. La reurbanización ha tenido como prioridades la accesibilidad universal, la restricción en el acceso de vehículos salvo residentes a sus plazas de garajes y la elaboración de un diseño diferente para favorecer su configuración como eje comercial. Además, se ha apostado por la incorporación de más vegetación con tres árboles en la parte más próxima a San Vicente, seis grandes macetones en la vía y otros tres árboles en la plaza de la Gavidia. Se han acometido renovaciones de alumbrado y redes de saneamiento y abastecimiento y se han incorporado nuevos elementos de mobiliario urbano, así como el soterramiento de cruces aéreos. El proyecto no sólo ha transformado la calle Baños desde San Vicente sino que también ha permitido una nueva configuración de la plaza de la Gavidia, donde se ha reordenado el acerado de la antigua Capitanía General –hasta ahora ocupado casi siempre por vehículos-. También se ha facilitado la conexión con la Plaza de la Concordia sustituyendo el doble paso de peatones antes existente por uno solo, para generar mayor seguridad en este cruce. En el lado opuesto de la Plaza se ha planteado un pavimento en plataforma única dándole continuidad a la rasante de la Plaza facilitando la conexión con Calle Baños y Calle Cardenal Spínola. Como complemento a esta reurbanización, el Ayuntamiento de Sevilla pondrá en marcha una serie de campañas para la promoción del comercio en la calle Baños, donde hay más de 24 establecimientos de distinto tipo, así como para dar a conocer bienes patrimoniales que forman parte de este entorno como los Baños de la Reina Mora recientemente rehabilitados (Ayuntamiento de Sevilla).
Baños, 46-48. CUARTEL DEL CARMEN. Este edificio fue antiguamente convento de Carmelitas Calzados y, tras de su exclaustración, transformado en cuartel. Conserva restos importantes del edificio conventual, en su mayor parte obra del siglo XVII, en especial los grandes patios. El primero con arquerías sobre pilares, decorados con pilastras en la planta inferior, y ventanas con frontones partidos en la superior. Las galerías se cubren con bóvedas de arista y rica decoración de yesería. En uno de los ángulos del patio una doble arquería da paso a la escalera.
A continuación de este patio existe otro, algo más pequeño, de tres cuerpos, los dos primeros con arcos semicirculares sobre columnas toscanas, y ventanas en el último.
Restos de su antigua grandeza se conservan en otros salones, como parte de la iglesia [Francisco Collantes de Terán Delorme y Luis Gómez Estern, Arquitectura Civil Sevillana, Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, 1984].
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Más sobre el Callejero de Sevilla, en ExplicArte Sevilla.
Retablo cerámico del Santísimo Cristo de la Vera Cruz
Baños de la Reina Mora
Retablo cerámico de la Virgen del Carmen
Edificio calle Baños, 61
Edificio calle Baños, 63
Edificio calle Baños, 76
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