Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Sevilla, déjame ExplicArte el Toro Osborne XVI, en La Campana (Sevilla).
Hoy, 16 de junio, es el aniversario del nacimiento (16 de junio de 1912) de Manolo Prieto, diseñador del celebérrimo Toro de Osborne, así que hoy es el mejor día para ExplicArte el Toro Osborne XVI, de Manolo Prieto, en Las Cabezas de San Juan (Sevilla).
El Toro Osborne XVI, se encuentra en la autovía A4, muy cercana al cruce con la ctra. A-371 (Cruce de Las Cabezas), en el término municipal de Las Cabezas de San Juan (Sevilla).
Las 21 estructuras publicitarias conocidas como Toros de Osborne ubicadas en Andalucía no responden a un tipo único. Se trata de estructuras metálicas compuestas por un total de setenta chapas de 190 x 90 cm. que configuran una silueta de 150 metros cuadrados y 4.000 kilogramos de peso. la silueta se apoya en cuatro torretas metálicas con basamento de cuatro zapatas de seis metros cúbicos de hormigón cada una con un peso total de 50.000 kilogramos. Dos de ellos, los números II y III, ubicados en el término municipal de Alcalá de los Gazules, corresponden al tipo Toro Grande (6,5 m). Los 19 restantes responden al tipo Toro Gigante (13,13 m), no existiendo entre ellos diferencias significativas, a excepción de su tamaño, aunque si en su trazado.
Su silueta responde a un trazado evolucionado a partir del dibujo original del diseñador Manuel Prieto, con cambios que persiguen su adecuación al sistema y proceso constructivo.
Cada Toro Gigante posee una cimentación formada por cuatro zapatas de hormigón en masa 3 x 1 m de planta y una profundidad mínima de 2 m.
La superficie de los Toros Gigantes se resuelve a partir de un conjunto de paños de chapa de acero galvanizado de 3 mm. de espesor y 2,00 x 1,00 metros de superficie unitaria.
El conjunto final de la estructura y chapa alcanza un peso de unos 4.000 kg. en los Toros Gigantes y de 2.000 kg. en los Toros Grandes
El "Toro Osborne" sintetiza de forma esquemática un mensaje simbólico y cultural que representa el toro de lidia como elemento identificativo de la cultura andaluza y española, incluso más allá de nuestras fronteras nacionales hasta el territorio francés. Símbolo polisémico, se ha convertido en auténtica comunicación universal, eficaz por la fuerza de sus infinitos sentidos, potentes asociaciones y sutiles escenificaciones. En definitiva se trata de un caso evidente de simbiosis ilimitada en el que concurren las siguientes funciones:
- Marca-emblema.
- Marca-signo.
- Marca-símbolo.
- Imagen-tótem.
- Imagen artística.
- Imagen universal.
- Elemento constructivo del paisaje.
- Marca-símbolo de Andalucía.
La estética de su fascinante figura, integrada en el paisaje andaluz, es un permanente monumento a la publicidad inteligente y a la comunicación eficaz. En el se concentran imagen, soporte, medio y mensaje de forma armónica hasta el punto que la imagen del Toro negro ha devenido en elemento patrimonial tanto desde consideraciones estéticas como desde criterios comunicacionales.
El soporte publicitario denominado "Toro Osborne" constituye un total de 21 ejemplares construidos entre 1957 y el final de la década de los años setenta. Los Toros, exactos y clónicos, responden al diseño del artista portuense Manuel Prieto Benítez (1912-1991), siendo construidos en los talleres de los hermanos José y Féliz Tejada Prieto (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
LA VALLA PUBLICITARIA MÁS EMBLEMÁTICA: EL ORIGEN
ASÍ NACIÓ LA MARCA EN 1956
Hace más de 60 años Osborne encargó a la agencia Azor una valla para publicitar en las carreteras su brandy Veterano. El diseñador Manolo Prieto creó entonces (1956) el diseño de un toro que se integrara en el paisaje.
En los siguientes años, José Antonio Osborne y José Luis Gómez Bermúdez recorrieron las carreteras españolas buscando emplazamiento para los más de 200 Toros de Osborne que se colocaron. La primera valla publicitaria se colocó en 1957 en Cabanillas de la sierra (Madrid), medía 4 metros de altura y estaba fabricada en madera. Debido a su desgaste por la climatología, en 1961 se fabricó el primer toro en chapa metálica, con 7 metros de altura y desapareciendo los cuernos blancos del diseño inicial.
LA LEY DE CARRETERAS: CLAVE EN LA HISTORIA DE LA MARCA
EL PASO DE 7 A 14 METROS DE VALLA
En 1962 se publica un decreto ley que delimita la publicidad en los márgenes de las carreteras. Este decreto obliga a retirar 20 metros toda la publicidad. A raíz de este decreto la valla de El Toro de Osborne pasa de medir 7 metros a medir 14 metros.
Años más tarde, en 1974 se publica otro decreto que obliga a retirar la publicidad hasta 50 metros, por lo que los Toros de Osborne son reubicados.
MOVIMIENTO SOCIAL PARA SALVAR UNA VALLA PUBLICITARIA
Finalmente, en 1988 y tras la aprobación del reglamento de carreteras, queda prohibido realizar publicidad en cualquier lugar visible desde carreteras y arcén. Estas son salvadas gracias a la presión social, ejercida por ciudadanos, artistas e intelectuales, y a una Sentencia dictada por el Tribunal Supremo en 1997 que “indulta” a El Toro de Osborne, entre otros motivos, por estar integrado en el paisaje español. El mapa actual de vallas de Toro de Osborne es de 92 vallas en España.
UNA MARCA NACIONAL E INTERNACIONAL REGISTRADA EN MÁS DE 176 PAÍSES
TORO DE OSBORNE, PRESENTE EN OTROS PAÍSES
En España la imagen de El Toro de Osborne es ampliamente conocida, pero lo que pocos saben es que a nivel internacional, también lo es. En Japón recientemente se ha instalado una valla de El Toro de Osborne, e igualmente otras vallas decoran el paisaje de países como Dinamarca y México.
MUCHO MÁS QUE UNA VALLA
EL TORO DE OSBORNE ES CULTURA, ES DEPORTE Y ES SOLIDARIDAD
Recientemente inaugurado, en Toro Gallery se recoge la historia de esta marca, vinculada no solo a las carreteras españolas e internacionales, sino que además, El Toro de Osborne ha aparecido en películas como “Jamón, Jamón”, en las zapatillas con las que Rafael Nadal ganó la Copa Davis en el año 2000 y muchos artistas de la talla de Alejandro Sanz, Juan Duyos, Miguel Palacios….han reinventado su percepción de El Toro de Osborne.
Además, la Fundación Osborne trabaja en múltiples proyectos de carácter social, centrándose especialmente en la formación de jóvenes y el emprendimiento, además de en la conservación del patrimonio de Osborne.
La bodega María Manuela, que data de 1841 y es uno de los cascos de la Bodega de Mora, alberga desde 2019 el espacio expositivo dedicado a los grandes hitos de Osborne desde su Fundación en 1772 y, especialmente la historia del Toro de Osborne; desde su creación en 1956 para la marca de Brandy Veterano hasta nuestros días, cuando cruzando todas las barreras, y pasando de ser un soporte publicitario a ser considerado bien interés cultural (BIC) en 1988.
La exposición cuenta con documentos inéditos -como cartas de Washington Irving- , la misteriosa relación de la familia Osborne con Tolkien, quien escribió el famoso libro “El Hobbit” y obras de grandes autores del siglo XX inspiradas en el Toro de Osborne -piezas de Salvador Dalí, fotografías de Annie Lebovitz, Richard Avedon y Helmut Newton, diseños de Keith Haring, o un Toro de Osborne con cristales de Svarowski entre muchas otras piezas del mundo del deporte, del diseño y hasta de la música (Osborne).
Conozcamos mejor la biografía de Manolo Prieto, diseñador de la obra reseñada;
Manuel Prieto Benítez, Manolo Prieto. El Puerto de Santa María (Cádiz), 16 de junio de 1912 – Madrid, 5 de mayo de 1991. Pintor, dibujante, cartelista, y medallista.
Pese a su ingente obra, Manolo Prieto llegó a ser conocido y apreciado por ser el autor de esa emblemática obra, la silueta del toro de Osborne, que recrea el paisaje de las carreteras españolas, que en su día, y por aclamación popular, tuvo que ser “indultado” por las autoridades, por haberse convertido en un hito del arte contemporáneo, y formar “ya” parte del mismo paisaje.
Desde muy joven se matriculó como alumno en la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia, de su ciudad natal, “donde me enseñaron a conocer los colores, porque otra cosa no podían enseñarme por su carácter particular...”. Hacia 1928 comenzó a colaborar en la Revista Portuense con una serie de caricaturas, motivado por otras que en el mismo diario hacía un artista local: Carlos García Gil. En El Puerto llegó a realizar dos exposiciones. Y el 22 de octubre de 1930 se marchó a Madrid, a la espera de una beca de la Diputación de Cádiz, que nunca llegó.
En 1935 comienzan sus triunfos en el mundo del cartel, consiguiendo dos primeros premios en los Concursos de Carteles Turísticos Pro-Guipúzcoa. Cuando estalló la Guerra pasó a trabajar, como dibujante de propaganda, en el Altavoz del Frente. Gracias a un “pequeño enchufe” que le proporcionó su paisano Juan Guilloto —el general Modesto—, pudo presentarse voluntario con las tropas que defendían Madrid, y tener un trato especial, ingresando en el Comisariado del 5.º Cuerpo del Ejército como dibujante; más tarde fue nombrado director artístico de un periódico destinado a la tropa. También durante la contienda ingresó en la Delegación de Propaganda y Prensa del Ministerio de Turismo. Durante esta última etapa fue también dibujante político del periódico El Sol.
Acabada la guerra trabajó para la Cámara de Comercio Alemana y, más tarde, y ya “con sueldo”, en la Embajada de los Estados Unidos, y de ahí pasó a la Sección de Prensa de la Casa Americana, donde ilustró infinidad de artículos, siempre con el seudónimo de Tete.
Posteriormente trabajó para Publicidad Azor, donde llegó a ser director artístico y jefe de estudio durante diecisiete años. En esa agencia fue donde diseñó el actual logotipo de Osborne: el famoso toro que se ha hecho inconfundible en las carreteras españolas.
Durante diecisiete años 1940-1957, estuvo colaborando ininterrumpidamente como dibujante de las célebres Novelas y Cuentos, donde llegó a realizar casi un millar de portadas de dicha publicación.
La Asociación de Dibujantes le concedió en 1948 el Lápiz de Oro. En 1951 obtiene el Primer Premio en el Concurso Carteles de Toros de la Dirección General de Turismo. De 1952 es la Medalla de Oro de Renfe en el Concurso de Carteles de la CICE (Italia) así como el Primer Premio en el Concurso de Carteles de Aviación y Comercio (Aviaco) y el Primer Premio en el Concurso Internacional de Chritsmas Hallmark Art Award de New York. En 1953 realiza el cartel para anunciar la Feria de Primavera de El Puerto, su ciudad natal. Consiguió el Primer Premio del Concurso de Carteles anunciadores de Festivales de España 1956, que convocaba el Patronato de Información y Educación Popular del Ministerio de Información y Turismo. Consiguió cuatro primeros premios en carteles: 1952, 1958, 1963 y 1969, para anunciar la Corrida de la Beneficencia, de Madrid.
Dos segundos premios en el mismo certamen de carteles, en los años 1956 y 1959. Y un tercer premio en la edición de 1953.
Durante tres ediciones: 1964, 1967 y 1969, sus obras sirvieron para anunciar la corrida de La Prensa, de Madrid.
También en 1969 obtiene el primer premio de carteles para anunciar las Fiestas de San Isidro.
Y después de estos avatares decidió cambiar de profesión —sin abandonar el cartel—, y se hizo escultor de medallas, habiendo realizado centenares de ellas hasta los últimos días de su vida. Trabajó para la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, así como para el Instituto Numismático. Entre sus medallas más célebres destacan la de Juan XXIII (1963), que realizó para el Concilio Vaticano II; la del pintor Velázquez (1963); la Conmemorativa del Canal Isabel II (1967); la casada infiel (1974); Abelardo y Eloísa (1978); así como su importante colección sobre la tauromaquia.
En 1979 obtiene el Premio Internacional de Medallas Isidro Cistaré y en 1983 fue premiado con el prestigioso Premio Tomás Francisco Prieto.
En 1984 es nombrado académico de la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia, de El Puerto de Santa María, tomando posesión en 1987, con la lectura de un discurso de ingreso sobre El cartel, arte y ciencia y lo que sé de su historia.
En los últimos años de su vida donó gran parte de su obra: bocetos, carteles, pinturas y medallas a su ciudad natal. Con posterioridad a su muerte se creó la Fundación Manolo Prieto, para velar por dichos bienes donados, e investigar y difundir su vida y su obra (Francisco M. Arniz Sanz, en Biografías de la Real Academia de la Historia).
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Más sobre la localidad de Las Cabezas de San Juan (Sevilla), en ExplicArte Sevilla.
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