Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero

Intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla", de Onda Cero, para conmemorar los 800 años de la Torre del Oro

   Otra Experiencia con ExplicArte Sevilla :     La intervención en el programa de radio "Más de uno Sevilla" , presentado por Ch...

miércoles, 18 de enero de 2023

Los principales monumentos (Arquitectura civil; Capillas del Cristo Cautivo, de la Misericordia, y de Nuestro Padre Jesús) de la localidad de Bollullos Par del Condado (I), en la provincia de Huelva

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Huelva, déjame ExplicArte los principales monumentos (Arquitectura civil; Capillas del Cristo Cautivo, de la Misericordia, y de Nuestro Padre Jesús) de la localidad de Bollullos Par del Condado (I), en la provincia de Huelva.
Ubicación
     Situada entre el Parque Nacional de Doñana y la Sierra de Aracena, en la Tierra Llana.
Reseña histórica breve
     Se han encontrado restos del Paleolítico y de la Edad del Bronce en el lugar, como hachas de mano en sílex y un idolillo de bronce que hoy se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.
     De la época romana se han encontrado restos de casas, y varias columnas. En los parajes conocidos como Reyerta Vieja, Colina de Santiago y Villares de Marchenilla (antiguos poblados del término de Bollullos en la Edad Media) se han localizado ruinas romanas, en las que se han encontrado monedas, cerámicas e inscripciones, etc. Similares vestigios, pero de la dominación musulmana, se han hallado en los campos que rodean al pueblo. Existen restos, ya del siglo XIII, construcciones, monedas, inscripciones y trozo de columnas. Se conoce la existencia de una alquería, posiblemente construida encima de edificaciones romanas. Los yacimientos encontrados en la zona llamada “El Perú “ son una importante evidencia del paso de estas civilizaciones.
     Procedentes de las villas romanas y asentamientos visigodos nació la antigua “Bubulca” o “Bullales” durante la denominación árabe.
    El rey Alfonso X reconquistó la zona concediéndole Fuero Real y Concejo propio, y le concedió al Conde de Guzmán el Señorío de Bollullos, y se le denominó Par del Condado por su cercanía con el Condado de Niebla. Posteriormente pasó a ser propiedad del Duque de Medina Sidonia.
     Durante todo el siglo XIV, los pueblos de la comarca aumentan su importancia tanto social como económica. En el siglo XV continúa la época de esplendor de la actividad vinatera. En los siglos XVI y XVII las epidemias de peste diezmaron la población y provocaron la emigración a otros lugares.
     En el s. XVIII la villa tuvo una etapa de prosperidad, debido en parte a la familia de los Dávila Morón, familia que construyó la Casa Consistorial, el Monumento de San Antonio, tres fuentes públicas, y reconstruyeron y finalizaron la Iglesia de Santiago Apóstol, parcialmente destruida tras el terremoto de Lisboa de 1755 y en parte gracias al comercio de sus vinos al Nuevo Mundo y a la llegada de numeras familias a la zona. Sería en los siglos siguientes cuando el negocio del vino le reportara al municipio mayor auge económico.
     A finales del s. XIX cuando el municipio experimenta un auge espectacular, debido sobre todo a la producción y comercialización del vino. Desde entonces, el vino será el eje de la vida en Bollullos y la causa de su crecimiento poblacional.
Patrimonio artístico y cultural
     Ayuntamiento, del siglo XVIII-XIX.
     Iglesia de Santiago Apóstol, del siglo XV al XVIII, de origen es mudéjar, su fachada es de estilo barroco.
     Iglesia Parroquial de María Auxiliadora.
     Capilla de Nuestro Padre Jesús.
     Capilla de la Misericordia.
     Ermita de Nuestra Señora de las Mercedes, del siglo XVIII y restaurada en el XX.
     Monumento a Nuestra Señora de las Mercedes, data de 1948.
     Convento de San Juan de Morañina, fundado en el siglo XV.
     Santa Cruz de Montañina.
     El Santo de Remuñana, monumento al Sagrado Corazón de Jesús.
     Museo del Vino (Torreón de los Vallejo),del siglo XIX.
     Mercado de Abastos, construido en 1929.
Fiestas y tradiciones
     Romería de San Sebastián, día 20 de Enero.
     Carnavales, mes de febrero.
     Semana Santa
     Semana del Libro, en el mes de abril.
     Cultos de la Santa Cruz de la Calle Niebla, la Santa Cruz de la Calle Santana y la Santa Cruz de Montañina, durante el mes de mayo.
     La Velá de San Antonio, en torno al 13 de junio (durante tres días).
     Velá de San Juan, días 22-24 de junio.
     Ferias y Fiestas de Vendimia, días 12-16 de septiembre.
     Semana de Viticultura y Enología, la primera quincena de octubre.
     Quema de Gamonitas, día 7 de diciembre.
     Día de la Inmaculada, día 8 de diciembre.
     Mercadillo de Costumbres Populares, en Navidades, en la Plaza del Pensionista.
Recursos económicos y sociales
     Su economía es principalmente de tipo agrícola (viñedo, olivo y fresa).
     Bollullos es sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Condado de Huelva, y su economía está fundamentada en el cultivo de la vid y la elaboración de vino.
Gastronomía
     Los platos típicos del lugar son la caldereta de cordero, las habas cochas, el gazpacho, el tostón con sardinas y las migas.
     Destaca la repostería de la zona, con dulces como la tortal real o “resobá”, la poleá. En agosto y septiembre es la época de la vendimia y se elaboran dulces con mosto como el arrope y el perrengo.
     Los vinos del Condado de Huelva no faltan en la mesa, los Condado Viejo, los Condado Pálido, los Generosos de Licor, los Blancos donde destacan los Jóvenes Afrutados. Además se elabora vinagre, vino tinto y cavas (Diputación Provincial de Huelva).
     Difícil resulta interpretar la etimología de su nombre. Cordón y Ruhstaller lo consideran un hidrónimo latino o mozárabe, relacionado con bulla, burbuja, o bullire, bullir, hervir. Podría significar torre pequeña, según Cassiri. Al Muqtabas, de Ibn Hayyán, al referir la lucha de Ibn Marwán contra Ibn Ufayr, señor de Niebla, el año 915-916, habla de la fortaleza de Balalis o Belillos, que podría identificarse con Bollullos. La ciudad de Bollullos par del Condado, se encuentra situada a 47 km. de la capital, a una altitud de 111 m. sobre el nivel del mar, en la falda de una de las lomas, de formación miopliocénica, que ascienden desde el Tinto y sus afluentes, y descienden suavemente a la costa. Tiene una población de 13.335 habitantes, dedicados principalmente  a la agricultura, al cultivo de las vides y a la elaboración de vinos. Se ha incorporado a los nuevos cultivos de invernadero, alcanzando notables resultados en la producción de fresones y demás variedades hortofrutícolas (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
     Bollullos dista 7 km de Rociana. Declarado ciudad del vino, cuenta para ello con el aval de sus bodegas, con la presencia del Consejo Regulador y con la mitad de un territorio sembrado de viñas. Huele a vino en Bollullos. Y el aroma viene de la vid y se concentra en las antiguas bodegas, que abren sus puertas convertidas en bares y restaurantes que sacan los toneles a la calle. En Bollullos se encuentra la mayor cooperativa agrícola de Andalucía, que reúne cerca de 1.000 viticultores, produce 40 millones de litros al año y con sus vinos trata de captar la esencia de la tierra andaluza.
     Pero no todo lo ocupa el vino, sino que también que­ da espacio para el arte. Arte que se manifiesta en las galerías porticadas que ilustran la fachada del Ayuntamiento y en el templo parroquial. La iglesia de Santiago Apóstol presenta dos portadas del siglo XVIII, una a los pies de la fábrica y otra en el lado de la Epístola. Las molduras pintadas de albero subrayan las líneas de fantasía cromática en la exacta simetría de lo blanco. Junto a la fachada principal se alza la torre, coronada con un cuerpo de hechuras barrocas que alberga las campanas y sostiene una pirámide de azulejos.
     Cerca de la iglesia, en un núcleo de calles (Real, Miguel de Cervantes, Antonio Machado y P. Domínguez García) que convergen formando encrucijada, se alzan varias casas espléndidas. Una de ellas, que exhibe una grandiosa fachada con balcón ajimezado, portada de ladrillo visto y buenas labores de forja, fue diseñada por el arquitecto Aníbal Núñez.
     Abundan en Bollullos los retablos callejeros que decoran muros, portadas, patios y hasta la torre de una bodega. Cruces y azulejos, algunos colocados en el siglo XVIII, mantienen vigentes los símbolos relacionados con la devoción popular.
     De la gran cantidad de bodegas que hubo en el pasado, quedan todavía algunos ejemplares que permiten resumir las fórmulas arquitectónicas empleadas en su construcción: pilastras en los muros, torres neomudéjares o paredes que imitan sillares dieciochescos. Sobresale la estructura metálica, usada como lagar, visible en la finca Majuelo del Soto, a la salida de la población con dirección a Almonte. Inspirada en los trabajos de Eiffel, fue fabricada como caseta de feria para la Exposición de Sevilla del año 1929.
     En la llamada torre del Alcohol, torreón de estilo neomudéjar que perteneció a una fábrica de alcoholes y guardaba los alambiques utilizados en la destilación, se ubicaba hasta hace poco el Museo del Vino. Ahora es la sede del Consejo Regulador. se está en la fase de construir un nuevo centro museístico que permitirá co­nocer la historia de los caldos onubenses y contemplar objetos relacionados con la vendimia o los procesos de elaboración (Pascual Izquierdo, Un corto viaje a Huelva. Guíarama compact. Anaya Touring. Madrid, 2012).
     Situada en la comarca de la Tierra Llana, en la falda de una colina, la ciudad es el centro de producción vinícola de la zona, para lo que cuenta con excelentes bodegas.
Historia
     Documentada desde la Alta Edad Media, su poblamiento debe remontarse a la Edad del Bronce. Fue llamada Bubulca o Bibulca, apareciendo por primera vez 'como Bolullos en la relación de pueblos que constituyeron la dote de doña María Coronel al casar en 1282 con Alonso Pérez de Guzmán, al que, tras el cerco de Tarifa por los musul­manes, se le llamaría "el Bueno", pasando a depender del condado de Niebla.
     En 1369, tras el matrimonio de Alonso Pérez de Guzmán, nieto del de Tarifa, con doña Juana, sobrina de Enrique II, la ciudad con el resto del condado pasó a depender de la casa ducal de Medina Sidonia. En el siglo XIX, con la extinción de los señoríos, recibió el nombre de villa y en 1948 el de ciudad.
Gastronomía
     Destacan los vinos del Condado, blancos, jóvenes, finos y dulces. En su cocina ha que mencionar la caldereta de cordero, el salmorejo de conejo, con tomates y pimientos asados y las tostás, de pan a la brasa con ajo y aceite, con el que se acompañan sardinas y otros pescados. En repostería, la torta de polvorón y el rosquete de vino.
Fiestas
     El 20 de enero es el día de los chorizos, fiesta que proviene de antaño con motivo de la matanza del cerdo. Las familias preparan entonces el tradicional jato, en el que no faltan el chorizo y el vino, pasando el día en la dehesa. Los Carnavales, la Semana Santa, las Cruces de mayo, las veladas de San Antonio y San Juan, además de las fiestas de septiembre y la feria cultural, en honor a la patrona Nuestra Señora de las Mercedes, son acontecimientos relevantes.
Visita
     En buena parte de la ciudad se descubren hermosas casas burguesas de los siglos XVIII y XIX, de estilo barroco, con artísticas rejas y cancelas de hierro forjado. Cabe destacar las existentes en la calle Cervantes y en la Plaza Mayor. Existen numerosas bodegas que pueden visitarse, para lo que conviene fijar la fecha con antelación. La de Soto, situada en la carretera de Rociana es una de las más características. En la plaza del Sagrado Corazón se encuentran los dos edificios más sugerentes de la ciudad, ambos del siglo XVIII, el Ayun­tamiento, del que sobresale su portada a base de ladrillo rojo y mampostería, con doble galería de arco, y la iglesia de Santiago, con su blanca fachada de estilo colonial y la esbelta torre rematada en un pináculo adornado con cerámica vidriada (Rafael Arjona. Guía Total, Andalucía. Editorial Anaya Touring. Madrid, 2005).

Arquitectura civil
     Se desconoce la fecha de construcción del Ayuntamiento, pues los archivos municipales ar­dieron en 1912. Consta de tres plantas. Dos se elevan sobre el nivel de la Plaza del Corazón de Jesús. La tercera se transforma en sótano, dado el desnivel de la calle lateral. La fachada princi­pal se compone de dos galerías superpuestas, cuyos arcos de medio punto apean sobre columnas de mármol, que, a su vez, se alzan sobre una base inferior que cierra el referido sótano. La morfología responde al gusto estético de fines del siglo XVIII. La insuficiencia del edificio para las necesidades administrativas, y el mal estado de con­servación del inmueble propició la construcción de un nuevo Ayuntamiento. El proyecto lo realizó en 1981 el arquitecto José Ramón Moreno García. Obviamente, en la reconstrucción se ha respetado la fachada principal. Por consiguiente, lo que resta del antiguo edificio es la fachada principal y el sótano.
     En la antigua calle del Diezmo, hoy Maestra Carmen González, se encuentra la Cilla. Hacia 1910-1920, parte del inmueble pasó a ser propiedad de la familia que la habita actualmente. Por entonces, el edificio fue reformado en su in­terior y fachada. La fachada conserva los vanos abocinados para ventilación de los almacenes. En su interior debemos citar el gran salón de planta baja, neomudéjar, decorado con arcos de herradura, yeserías, labores de sebka, etc. Abre a un patio mediante galería acristalada de arcos de herradura, fruto de remodelaciones ornamentales, que no alteran la estructura original. De ahí que aún se pueda observar la auténtica composi­ción de bóvedas y cúpulas sobre machones de la primitiva cilla.
     Las antiguas casas solariegas se concentran entre la plaza de la iglesia, la calle Labradores, San Vicente y San José. Al final de la calle Padre Domínguez García, hay una puerta con pilastras, decoradas con líneas incisas y azulejo de la Virgen de la Soledad. La casa nº 48 de la misma calle es la bodega de Antonio Delgado Caro, de principios del pasado siglo. En la misma calle, la casa nº 25, construida por José Ayala Marhieu, tiene dos plantas con cinco vanos cada una. En la calle Labradores (Pedro Miguel Pérez de Aya­la), nº 1, frente a la iglesia parroquial de Santiago, se encuentra la casa de Adolfo García Neble y Neble. Tiene dos cuerpos con tres vanos  por cada uno. En el bajo está la puerta entre pilastras dórico toscanas, con entablamento decorado con triglifos, y plaqueado sobre el dintel de la puerta. En la misma calle, la casa nº 31, de los Penillos, tiene dos cuerpos. En el bajo, la puerta con pilas­tra dórico-toscana, y tres ventanas salientes. En el alto hay cinco vanos, los tres centrales partidos por sendos tejaroces. Frente a ella, la casa nº 28, de los Ayala, con fachada de ladrillo limpio y dos cuerpos con cinco vanos cada uno.
     En la calle San Vicente, frente al nº 1, se halla una cruz de cerrajería, en cuyo pedestal aparece un azulejo blanco y azul con la Virgen de la Soledad. de medio cuerpo. La bodega de Villarán está en el nº 8 de dicha calle. Sobre el portalón de acceso hay un azulejo en color violeta de la Virgen de las Mercedes, que reproduce la litografía de Olivar, de 1864. La casa contigua, nº 15 de la calle San Vicente, tiene también una com­posición clasicista. Más adelante, en la misma calle San Vicente, hay restos de una portada, que conserva un azulejo decimonónico de San José.
     En la finca conocida como Majuelo de Soto, situada entre las carretera de Bollullos a Rociana y de Bollullos a Almonte, destaca, entre el complejo de edificios de vivienda y de producción, la silueta del lagar, estructura metálica en forma de carpa, que fue construida como Caseta de Feria por el Real Círculo de Labradores de Sevilla para la Exposición de 1929. En 1930 fue adjudicada a D. José Ayala Mathieu.
     Además de la ya mencionada bodega de Villarán, de la calle San Vicente, debemos nombrar, por su interés arquitectónico, la bodega de Igle­sias, entre las calles Calvario y Teniente Mer­chante, cuyos muros exteriores se fragmentan por medio de pilastras; en su pared de la calle Calvario se encuentra la tercera estación del Vía Crucis, que da nombre a la calle. En una bodega de la calle San Sebastián se alza aún la torre de un molino de aceite, decorada con un pequeño azulejo de San Juan Bautista, de principios del s. XIX. En la calle Reyes Católicos, nº 1, esquina con la calle San Vicente, una bodega conser­va en su fachada un azulejo de San Antonio de Padua, fechado en 1784. La bodega de enfrente muestra aún los muros con líneas incisas imitando sillería, al gusto dieciochesco. La bodega de Sovicosa se compone de cuatro naves, cubiertas a dos aguas, separadas por elevadas arquerías de medio punto, con ojos de buey en las enjutas.
     En la calle Almaraz se ha conservado la torre de destilación de la bodega de Vallejo, en la que perduran las pozas y alambiques para la extracción de alcoholes y derivados. Su arquitectura de ladrillo, con esquinas en cadena y arcos de herradura, corresponde al gusto neomudéjar de fines del s. XIX y principios del XX.
     En 1774, don Antonio Luis Morón, como alcalde y diputado de la villa, labró una fuente, en la vía sacra o calle Calvario, camino de Rociana y Almonte, dedicándola a su santo homónimo, San Antonio. Para perpetuar  su recuerdo, dejó en el pilar de la fuente un pequeño memorial. Por los años cincuenta se amplió el monumento con sendas alas laterales entre pilastras, que con motivo de su segundo centenario, 1974, los devotos decoraron los fondos con azulejos polícromos, en los que reza un Responsorio a San An­tonio de Padua. El 10 de diciembre de 1982 fue incoado, en la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, el expediente de declaración de bien de interés cultural de esta fuente,  que ha sido restaurada en junio de 1997 por Cinta Rubio y Luis Gallardo.
     En la Plaza de la Iglesia se situó un monumento escultórico en mármol blanco dedicado al Sagrado Corazón, en el año 1943, firmado por Carlos Monteverde. En memoria de la coronación canónica de la Virgen de las Mercedes, se levantó un monumento escultórico el  2 de julio de 1948. El alto pedestal rectangular y podio con pilastras jónicas pareadas fue construido por la casa madrileña Martínez y Valdés. Sobre el podio se eleva la efigie en bronce, a tamaño natural, de la Virgen, obra de Carlos Monteverde, y fundida por Ricardo Ferrero en el año 1948.
     En 1991, al inicio de la calle Virgen de las Mer­cedes, se levantó el templete dedicado a la Virgen del Rocío. Se trata de un edículo abovedado sobre cuatro pilares, trabajado en ladrillo limpio y cerámica blanca y azul. Los pilares se decoran con azulejería que reproduce columnas salomó­nicas, como las del carretón del simpecado, rematadas con jarras de azucena. Se eleva sobre un pedestal con cuatro paños cerámicos. La imagen de la Virgen del Rocío, de bulto redondo, aparece vestida de reina. Se alza sobre peana de ladrillo y cerámica.
     Tres monumentos se alzan en el pueblo en memoria del fundador del Sindicato Agrícola Católico local, don Francisco Pérez, principal protagonista del reparto de tierras en pequeñas parcelas para los labradores, y de otras acciones sociales.
     En primer lugar, el dedicado al Sagrado Corazón, en el centro geográfico de Remuñana, inaugurado el 7 de agosto de 1927, en acción de gracias por haber culminado el proceso de reforma agraria. Se trata de una escultura en bronce, sobre elevado pedestal de ladrillo.
     En segundo lugar, la Plaza de la Virgen de las Mercedes, llamada también Placita de la Fuente, dedicada por el Ayuntamiento a D. Francisco Pérez y Vacas en 1948, con cerámicas de Mensaque. El último es la escultura de don Francisco Pérez y Vacas, en bronce sobre pedestal de granito gris, que preside la Plaza de la Piña. El proyecto es del arquitecto Francisco de la Corte, siendo el escultor Nicomedes Díaz Piqueras. Fue inaugurado el 18 de marzo de 1978. En la Plaza Primero de Mayo, en justo homenaje al trabajo constante y emprendedor del pueblo, que supo corresponder a los esfuerzos de don Francisco Pérez y Va­cas, se ha levantado en 1984 un Monumento al agricultor de Bollullos, en bronce, del escultor Salvador García Rodríguez.
     En un reciente estudio, han llegado a catalogarse 70 retablos callejeros, repartidos por fa­chadas y patios de la población. Muchos de ellos han sido mencionados en páginas anteriores. Destaquemos, finalmente, la Cruz de los Labradores, situada al final de la calle Labradores, con cruz de cerrajería, y tres azulejos en su pedestal, que representan la Inmaculada, de fines del s. XVIII, el Santo Cristo de Torrijos, de principios del s. XIX, y la Virgen de las Mercedes, según la litografía de 1864. El azulejo a la Virgen de las Mercedes, situado en la Avenida de los Caños, frente a la antigua fuente, hoy Ambulatorio, está fechado en 1838 (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).
Ayuntamiento
. Se trata de un edificio del siglo XVIII, declarado monumento de interés local. Es una de las numerosas obras representativas de la arquitectura barroca sevillana que existen en la provincia de Huelva.
     Consta de tres plantas, su interés se centra en el cuerpo principal, que se resuelve a base de dos galerías superpuestas con arcos de medio punto sustentados sobre columnas de mármol. De las tres plantas solo aparecen dos a la plaza, ya que el desnivel de la calle lateral recoge el nivel del sótano sobre el que se asienta el edificio.
     Es una de las obras más importantes del Barroco en Huelva, construida por el maestro Antonio Matías de Figueroa a fines del siglo XVIII.
     El Ayuntamiento pertenece a una serie de Casas Capitulares que se construyen en la provincia, entre las que destacan las que corresponden a los municipios de Moguer y Almonte (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).
Monumento a San Antonio de Padua. Está situado en una fachada de la calle Calvario de Bollullos Par del Condado, frente a los calles San Antonio y San Sebastián. Su parte principal se compone de un gran paño de azulejería, sobre un zócalo de mármol rosa. Este mismo material es el utilizado para los pilastras y la cornisa que sirven de reenmarque al citado paño. En la zona central de éste se sitúa un azulejo con la imagen de San Antonio, obra del siglo XVIII. Sobre él aparece una lápida de mármol, enmarcada por una orla de ladrillo con un frontón mixtilíneo; en ella aparece una leyenda latina, alusiva al origen del monumento.
     Además de la adición contemporánea de una reja de hierro con faroles ante el azulejo de San Antonio, hay que señalar la existencia de diversos motivos de azulejería decorativa, entre los cuales se incluyen dos inscripciones cerámicos de tipo devocional.
     El monumento, construido en 1774, fue en origen una fuente, lo cual determina su tipología (Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía).

Capilla del Cristo Cautivo
     En octubre de 2004 fue bendecida la Capilla y Casa Hermandad de Ntro. Padre Jesús Cautivo y María Stma. del Rosario. En ella se veneran las imágenes titulares. El Señor Cautivo es obra de Mario Díaz, 1991. La Virgen del Rosario fue realizada por Antonio Castillo Lastrucci en 1940, y restaurada por Barbero Medina en 1979. De la imagen desaparecida en 1936 son la corona, la media luna y el cetro de plata con decoración de rocallas, de principios del XIX; la ráfaga es de principios del XX. Se conserva un magnífico simpecado, bordado a principios del s. XIX por las religiosas dominicas de Almonte (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).

Capilla de la Misericordia
     En 1990 se construyó esta capilla, en la calle Velarde (calle Lino), por el maestro Juan Acosta Faraco. Se trata de un amplio espacio rectangular, cubierto con cielo raso, precedido de un atrio. En 1993, el arquitecto José Manuel Ramos Olivares proyectó la portada, que fue construida por Lucas Lagares. El Cristo atado a la Columna fue adquirido en 1937 en los talleres de Sarriá. Después de ser retallada la imagen por Rafael Barbero Medina, fue bendecida el 2 de diciem­bre de 1950. En 1991 la escultura fue restaurada por Francisco Berlanga de Ávila, quien le colocó ojos de madera, nuevo sudario, y repuso la policromía. La imagen de la Virgen de la Misericordia es de Manuel Vergara Herrera en 1953. Los sayones son obra de los talleres salesianos de la Trinidad, de Sevilla, bajo la dirección de José Geronés Vallés, de 1952.
     En los paramentos se expone un interesante Vía Crucis de cerámica sevillana. Otras obras han ido incorporándose a los objetos de culto de la capilla: un lienzo de la Virgen de las Mercedes, firmado por José García, en 1992; lienzo de San Agustín, de la serie de Padres de la Iglesia que hemos visto en la Capilla de Sagrario de la parroquial de Santiago. Una imagen  pequeña de la Virgen del Carmen, de taller valenciano, del siglo XIX. Del convento del Corpus Christi de Córdoba procede la imagen de candelero de Santo Domingo de Guzmán, de hacia 1800; viste hábito dominico, y porta la cruz patriarcal, de plata, y el libro de reglas, también de plata, con cantoneras doradas. La portada del libro se decora con rocallas, y en ella puede verse el león, punzón de platería de Córdoba, y las letras del orfebre Francisco Sánchez Bueno Taramas, de la segunda mitad del siglo XVIII. Del mismo con­vento proviene un lienzo en el que figura la Virgen entregando el rosario a Santo Domingo, de factura popular, fines del siglo XVIII (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).

Capilla de Nuestro Padre Jesús
     Tiene dos naves. La principal, con techumbre mudéjar de artesa con tirantas, propia del siglo XVIII, que desemboca en la capilla mayor, es la más antigua. Se ilumina a través de un vano abierto muy en alto sobre el muro derecho. La arquería divisoria de naves presenta cuatro arcos de medio punto sobre pilares rectangulares con impostas. Los pilares tienen resaltos o pilastras adosadas que se prolongan y unen transversalmente con otro horizontal, enmarcando los arcos a guisa de alfiz. La capilla mayor, de planta cuadrada, se cubre con bóveda semiesférica sobre pechinas. La media naranja está subdividida por ocho lesenas o pilastras. La nave lateral se cubre con techumbre de colgadizo. A través de un arco de medio punto, recortado en los muros, sobre ménsulas de escayola, enlaza con su capilla absidial. La solería de toda la ermita, es de mármol blanco y gris, de Cártama, donado por Francisco Jiménez Bocanegra en 1886. El aspecto actual del imafronte se debe a la reforma de 1946. La espadaña es de un solo cuerpo. Se trata de un arco de medio punto con imposta entre pilastras dórico-toscanas. El conjunto, flanqueado por es­tribos o cartones, ostenta un frontón curvo con una cruz de cerrajería entre bolas. Obviamente, está provisto de esquila.
     En su interior se conservan algunas piezas anteriores a 1936, entre ellas, dos retablos barrocos dorados. Comenzando, como de costumbre, por el lado del evangelio, encontramos un lienzo de la Virgen de la Soledad con ángeles pasionarios, del XIX, y una representación de las dos Trini­dades: Padre, Hijo y Espíritu Santo, Trinidad del cielo, y Jesús, María y José, Trinidad de la tierra, de la primera mitad del XVII sevillano. Después de la ventana, una copia, en óleo sobre lienzo, de la Inmaculada grande de Murillo, de Fernando Carrasco Ferreira. Tras la siguiente ventana, varios lienzos del siglo XIX, de sabor popular: el Llanto sobre Cristo muerto; una Divina Pastora, y un San Rafael Arcángel. En la capilla absidial hay una hornacina rectangular rehundida, que recibe a una cruz de mayo, tallada en madera dorada.
     La capilla mayor queda presidida por un retablo de orden salomónico con columnas caladas. Está concebido a modo de arco triunfal, rehundido, flanqueado por cartones laterales con angelotes pasionarios, y rematado por un copete, con el relieve del Padre Eterno. La arquivolta exterior se ornamenta con una crestería. La hornacina central reproduce, a menor escala, el esquema compositivo exterior. Las columnas salomónicas de esta pieza están primorosamen­te caladas, en avispero. Se trata de una notable obra sevillana del último cuarto del s. XVII, del entorno de Bernardo Simón de Pineda. Ocupa la hornacina central el titular de la capilla, Ntro. P. Jesús Nazareno, escultura para vestir, obra de Castillo Lastrucci, de 1938. En las repisas latera­les aparecen San José con el Niño según la iconografía roldanesca de principios del s. XVIII, y la Virgen del Socorro, imagen de candelero de hacia 1600, que procede del extinguido convento de San Juan de Morañina. La frontalera del altar es de azulejos sevillanos, pintados en la fábrica de «Mensaque Rodríguez y Cía, S. A.».
     Sobre la puerta de la sacristía, un lienzo de factura popular del s. XIX con la aparición del Niño Jesús, Buen Pastor, a Santa María Francisca de las Cinco Llagas, religiosa terciaria franciscana de Nápoles (1715-1791). En la nave principal, hallamos el púlpito de hierro, con barrotes abalaustrados. En la pared del lado de la epístola, un retablo marco, de columnas pareadas y entorchadas, con decoración floral pictórica, de principios del s. XVII, que posiblemente albergara alguna pintura, y en cuyo ático figura un lienzo del Nazareno. La hornacina central está ocupada por la imagen de la Virgen del Pasmo, obra de Antonio Castillo Lastrucci, de 1940. Le sigue un arco rehundido, ornamentado con temas textiles por José Andrade, en el que figura la cruz de salida de Jesús Nazareno, obra de Manuel Cano Lagares. A los pies de la nave se alza un retablo, recompuesto con elementos de hojarascas y rocalla del s. XVIII, en el que aparece la figura de San Juan Evangelista, imagen de vestir, obra de Mario Díaz, de 1991. Un lienzo, copia del San Antonio de Murillo; y otro lienzo con la Soledad de María, entre ángeles pasionarios, del s. XIX. Por último, sobre una vitrina neogótica, un Niño Jesús Salvador, del s. XIX (Manuel Jesús Carrasco Terriza, Juan Miguel González Gómez, Alberto Oliver Carlos, Alfonso Pleguezuelo Hernández, y José María Sánchez Sánchez. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación Provincial y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006).

     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte la provincia de Huelva, déjame ExplicArte los principales monumentos (Arquitectura civil; Capillas del Cristo Cautivo, de la Misericordia, y de Nuestro Padre Jesús) de la localidad de Bollullos Par del Condado (I), en la provincia de Huelva. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la provincia onubense.

Más sobre la provincia de Huelva, en ExplicArte Sevilla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario