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miércoles, 1 de noviembre de 2023

Las pinturas de varios santos del Retablo de la Iglesia de San Benito de Calatrava, del círculo de Juan Sánchez de Castro, en la sala I del Museo de Bellas Artes

     Por Amor al Arte
, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte las pinturas de varios santos, anónimas del círculo de Sánchez de Castro, del Retablo Mayor de la Iglesia de San Benito de Calatrava, en la sala I del Museo de Bellas Artes, de Sevilla.         
     Hoy, 1 de noviembre, Solemnidad de Todos los Santos, que están con Cristo en la gloria. En el gozo único de esta festividad, la Iglesia Santa, todavía peregrina en la tierra, celebra la memoria de aquellos cuya compañía alegra los cielos, recibiendo así el estímulo de su ejemplo, la dicha de su patrocinio y, un día, la corona del triunfo en la visión eterna de la divina Majestad [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].
     Y que mejor día que hoy, para ExplicArte las pinturas de varios santos, anónimas del círculo de Sánchez de Castro, del Retablo Mayor de la Iglesia de San Benito de Calatrava, en la sala I del Museo de Bellas Artes, de Sevilla.
   El Museo de Bellas Artes (antiguo Convento de la Merced Calzada) [nº 15 en el plano oficial del Ayuntamiento de Sevilla; y nº 59 en el plano oficial de la Junta de Andalucía], se encuentra en la Plaza del Museo, 9; en el Barrio del Museo, del Distrito Casco Antiguo.
   En la sala I del Museo de Bellas Artes podemos contemplar las pinturas de varios santos, anónimas del círculo de Sánchez de Castro (2ª 1/2 siglo XV), del Retablo Mayor de la Iglesia de San Benito de Calatrava, siendo un óleo sobre tabla en estilo gótico de escuela sevillana, pintado hacia 1480, y procedentes del Convento de San Benito de Calatrava, de Sevilla, tras el depósito de las Órdenes Militares, en 1908 (web oficial del Museo de Bellas Artes de Sevilla).
     Es probablemente Juan Sánchez de Castro la figura más destacada de la pintura sevillana del siglo XV, en su segunda mitad, cuando ya el sentimiento artístico estaba buscando las formas de expresión renacentista emanadas de Italia y Flandes. De este pintor ninguna pintura posee el Museo pero sí figuran en él algunas obras realizadas en este momento artístico por maestros influenciados por su estilo. En este sentido hay que mencionar el conjunto de cuatro tablas en las que se representan ocho santos formando pareja. Proceden estas tablas del retablo que originariamente estuvo en la iglesia de San Benito de Calatrava y que a mediados del siglo XVII fue sustituido por otro cuyas pinturas realizó Valdés Leal. Afortunadamente entonces las tablas no fueron destruidas  como era costumbre sino que se conservaron en la propia iglesia hasta 1908 en que fueron depositadas en el Museo por las Órdenes Militares.
     Los santos que aparecen en estas tablas son los siguientes: San Antonio Abad con San Cristóbal, San Andrés con San Juan Bautista, Santa Catalina con San Sebastián y San Jerónimo con San Antonio de Padua. El conjunto de ocho figuras que se integran en estas tablas muestra un repertorio de actitudes ensimismadas y amables y al mismo tiempo un bello sentido decorativo plasmado en los múltiples detalles que aparecen en los vestuarios de los personajes. También los suelos sobre los que figuran los santos, aparte de mostrar una perspectiva muy elevada, muestran tracerías de alicatados de vistoso aspecto que conectan con los fondos de la pintura totalmente revestidos de pan de oro (Enrique Valdivieso González, Pintura, en El Museo de Bellas Artes de Sevilla, Tomo II. Ed. Gever, Sevilla, 1991).
Conozcamos mejor la Historia, Leyenda, Culto e Iconografía de la Solemnidad de Todos los Santos
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CULTO
     La Iglesia necesitó muy pronto celebrar de manera global los innumerables martirios que no contaban con un día de fiesta en el calendario.
   El primer esbozo de este culto apareció en Antioquía y en Edesa, Siria.
   Su introducción en Roma coincide con la consagración del Panteón que el papa Bonifacio IV transformó en Panmartyrion en el año 610, puesto que sustituyó a todos los dioses paganos, cuyas estatuas ocupaban los nichos de la rotonda, por todos los mártires cristianos cuyas osamentas mandara  recoger en las catacumbas. Luego, a los mártires se sumaron los confesores.
   De acuerdo con una tradición popular recogida en la Leyenda Dorada, uno de los vigilantes de la basílica de San Pedro de Roma, que se había dormido durante el transcurso de una ronda nocturna, tuvo un sueño: vio al Rey de Reyes sentado en un trono, entre la Santísima Virgen y San Juan Bautista; hacia él se dirigía una innumerable multitud de mártires, guerreros, ermitaños y vírgenes. Dios ordenó al vigilante que dijera al papa que instituyese una fiesta en honor de todos los santos.
   En 835, el papa Gregorio IV transfirió la fiesta del Panteón, que tuviera lugar el 13 de mayo al 1 de noviembre, y decidió que esta fiesta, que en principio sólo se celebraba en Roma, fuera a partir de entonces una fiesta universal. De esa manera quería ofrecer u na reparación a los santos ultrajados en Oriente por los emperadores iconoclastas.
   El nuevo culto, que en Francia fue introducido por Ludovico Pío, está probado por la advocación de cierto número de abadías o de iglesias. La abadía de Toussaint, en Angers, en la actualidad está en ruinas. Además, pueden citarse la Allerheiligenkirche de Schaffouse, y la iglesia florentina de Ognissanti.
ICONOGRAFÍA   
   La iconografía de la fiesta de Todos los Santos de la Iglesia no es muy abundante, pero en cambio ha sido ilustrada por algunas obras de enorme im­portancia en la historia de la pintura, tales como el Políptico de la Adoración del Cordero Místico de Jan van Eyck y el retablo de la Santísima Trinidad de Albrecht  Durero.
   Las primeras representaciones de Todos los Santos se copiaron de la iconografía de los Veinticuatro ancianos del Apocalipsis reunidos alrededor del Cristo de la visión de san Juan.
   Pueden clasificarse en dos series, según los santos rodeen al Cordero Místico o a la Santísima Trinidad (Louis Réau, Iconografía del Arte Cristiano. Ediciones del Serbal. Barcelona, 2000).
Conozcamos mejor la Biografía de Juan Sánchez de Castro, autor a quien se atribuye la pintura reseñada;
     Juan Sánchez de Castro (¿Sevilla?, mediados del s. XV – ?, c. 1500), pintor.
     Juan Sánchez de Castro es uno de los más importantes pintores activos en Sevilla en el último cuarto del siglo XV, considerado por la historiografía el punto de partida de la pintura hispano-flamenca en Sevilla. Está documentado, con seguridad, a partir de 1478 trabajando en los Reales Alcázares de Sevilla como pintor. Ceán Bermúdez fue el primero en hablar de Sánchez de Castro, al afirmar que era suyo un retablo, hoy desaparecido, que había en la capilla de San José de la Catedral de Sevilla y cuya fecha data Ceán en 1454, detalle que lamentablemente, no puede ser contrastado. Su estilo se vincula al mundo hispano-flamenco pero incluye algunas novedades de filiación italiana que anuncian la irrupción de la estética del Renacimiento en Sevilla, tales como las tonalidades suaves y moderadas. En realidad, a finales del siglo xv, hubo varios pintores llamados Juan Sánchez de Castro, acaso miembros de la misma familia, activos en Sevilla, de modo que su producción es muy difícil de diferenciar. La identidad artística de Sánchez de Castro es conocida principalmente porque firmó la tabla de la Virgen de las Gracias, pintada para la iglesia parroquial de San Julián de Sevilla y conservada actualmente en la Catedral Hispalense, en la que aparece la Virgen entronizada con el niño en el regazo, junto a san Pedro y san Jerónimo, representados todos ellos con gestos serenos y elegantes. De cronología incierta es un retablo con varios santos procedente de la iglesia de San Benito en Calatrava, hoy en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
     En 1480 aparece, junto a otros artistas, protestando por la promulgación de unas nuevas ordenanzas de oficios para la ciudad. También pintó para la parroquia de San Julián una pintura al fresco que representa a san Cristóbal, datada en 1484. Se ha pensado que pudo pintar la tabla de San Miguel Arcángel que, ejecutada entre 1490 y 1500, procede del Hospital de Zafra (Badajoz) y fue adquirida por el Museo del Prado en 1929, si bien en no pocos estudios se da esta obra como ejecutada por un anónimo “maestro de Zafra” e incluso se ha pensado que fuera de Alejo Fernández. En realidad, el San Miguel de Zafra, obra de una imaginación desbordante a la hora de representar a los demonios expulsados del cielo, muestra una mayor dependencia respecto de los modelos estéticos flamencos y una técnica pictórica algo más cuidada (lo que es particularmente visible en el tratamiento de los metales y las joyas, próximos a ciertos aspectos formales a las primeras obras de Alejo Fernández). La razón por la cual se ha pensado que podría ser obra de Juan Sánchez de Castro, hipótesis razonablemente establecida por Post, radica en que la ciudad donde se conservaba, Zafra, en la provincia de Badajoz, se hallaba a finales del siglo XV en el radio de influencia artística de Andalucía. Se le atribuye haber pintado la Virgen de la leche del Museo Nacional de Arte de Cataluña (Herbert González Zymla, en Biografías de la Real Academia de la Historia).
     Si quieres, por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte las pinturas de varios santos, anónimas del círculo de Sánchez de Castro, del Retablo Mayor de la Iglesia de San Benito de Calatrava, en la sala I del Museo de Bellas Artes, de Sevilla. Sólo tienes que contactar con nosotros en Contacto, y a disfrutar de la ciudad.

Más sobre el Museo de Bellas Artes, en ExplicArte Sevilla.

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