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sábado, 30 de marzo de 2024

La Hermandad del Santo Entierro

     Por Amor al Arte, déjame ExplicArte Sevilla, déjame ExplicArte la Hermandad del Santo Entierro, de Sevilla.  
     Hoy, 30 de marzo, es Sábado Santo. Durante el Sábado Santo la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando su Pasión y Muerte, su descenso a los infiernos, y se abstiene absolutamente del sacrificio de la Misa, quedando desnudo el altar hasta que, después de la solemne Vigilia o expectación nocturna de la Resurrección, se inauguren los gozos de la Pascua, con cuya exuberancia iniciarán los cincuenta días pascuales.
     Según una antiquísima tradición, esta es una noche de vela en honor del Señor, y la Vigilia que tiene lugar en la misma, conmemorando la Noche Santa en la que el Señor resucitó, ha de considerarse como «la madre de todas las Santas Vigilias» (San Agustín).
     Durante la Vigilia, la Iglesia espera la Resurrección del Señor y la celebra con los sacramentos de la iniciación cristiana (CO, 332). Los fieles, tal como lo recomienda el Evangelio (Lc 12, 35-48), deben asemejarse a los criados que con las lámparas encendidas en sus manos esperan el retorno de su Señor, para que, cuando llegue, los encuentre en vela y los invite a sentarse a su mesa.
     Esta vigilia es figura de la Pascua auténtica de Cristo, de la noche de la verdadera liberación, en la cual, «rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende victorioso del abismo» (pregón pascual) [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II]. 
     Y que mejor día que hoy, para ExplicArte la Hermandad del Santo Entierro, de Sevilla, que efectúa su estación de penitencia en la tarde del Sábado Santo.
     La Hermandad del Santo Entierro, tiene su sede canónica en la Iglesia Conventual de San Gregorio Magno, que se encuentra, al igual que la Casa-Hermandad en la calle Alfonso XII, 14; en el Barrio de la Encarnación-Regina, del Distrito Casco Antiguo.
     La Real Hermandad Sacramental del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, Triunfo de la Santa Cruz y María Santísima de Villaviciosa; es ésta una corporación fundada en el siglo XVI, y con sede canónica en la iglesia conventual de San Gregorio Magno, del centro de la ciudad, siendo  sus  imágenes titulares, el Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, obra atribuida con seguridad a la gubia de Juan de Mesa a comienzos del siglo XVII, y María Santísima de Villaviciosa, tallada por Antonio Cardoso de Quirós en 1691, al igual que el Triunfo de la Santa Cruz, también del mismo autor.
     Tradicionalmente, se vincula el origen de esta hermandad en el propio rey Fernando III. José Bermejo y Carballo habla, incluso, de la creación de una capilla en el barrio de los Humeros.
     Con un poco más de rigor histórico, la fundación debemos situarla entre el 1572 y el 1575. Saliendo desde esa época en el Viernes Santo. Su sede era la llamada capilla de Colón, probablemente por la cercanía de Hernando Colón. Paralelamente, durante el siglo XVI unos genoveses llegaron a Sevilla trayendo el amor y la devoción a la Virgen de Villaviciosa. Una vez en la ciudad fundaron una cofradía con la advocación de la virgen, sita en el hospital del Espíritu Santo, en la calle Colcheros (actual Tetuán). Fundada en 1582 por Tomás Pessaro, oficial de alfarería. En 1587 el cardenal Rodrigo de Castro redujo los establecimientos benéficos, trasladándose al oratorio de Colón, produciéndose allí la fusión de ambas corporaciones.
     En el último tercio del siglo XVI, a partir de su unión, según indica el abad Gordillo, se realizaba una ceremonia en la noche del Jueves Santo. Se ponía en un collado cerca de su residencia la imagen del crucificado, acompañado de los dos ladrones en alto y al pie de la cruz las imágenes de Nuestra Señora, san Juan Evangelista y las Marías, todo ello rodeado de luces. A la tres de la tarde del Viernes Santo un predicador trataba el momento de la cruz y su descendimiento, que se llevaba a cabo por sacerdotes, situándolo en el regazo de la virgen. Desde allí lo trasladaban en unas parihuelas al oratorio de la cofradía y se disponía su entierro, marchando a la catedral donde esperaba el cabildo. A su vuelta el Cristo Yacente se quedaba en el convento de San Pablo, en cuyo jardín existía un sepulcro, trasladándose el resto de la procesión a su oratorio. El domingo de Pascua aparecía sobre el sepulcro la imagen de cristo resucitado y los hermanos venían vestidos con sus mejores galas y acompañada de música llevaban a la sagrada imagen con gran solemnidad a su templo, donde se celebraba la fiesta de la Resurrección. Esta ceremonia terminó en 1604 cuando el cardenal Niño de Guevara reorganizó la Semana Santa de Sevilla.
     Hacia 1610 la Orden de la Merced, para fundar el colegio de San Laureano en el sitio que ocupaba la capilla de la hermandad, obtuvo de ésta la cesión de la misma a cambio del patronato sobre la nueva iglesia, en cuyo altar mayor se colocaron las imágenes de la cofradía. El 25 de julio de 1595 fray Francisco de Beamonte compró la propiedad del tributo que la hermandad tenía sobre el oratorio para establecer allí dicho colegio.
     El 18 de octubre de 1600 los hermanos y el comendador de la orden, fray Juan de Santa Eufemia, firman una escritura de concierto, dónde se acuerda que el colegio debía construirse en menos de ocho años, la iglesia se llamaría del monte Calvario y entierro de Jesús, se prohibiría la estancia de otra cofradía y los frailes estaban obligados a ir a la fiesta de la Virgen de Villaviciosa.
     El 14 de junio de 1691 se redactan nuevos estatutos. Decaída ésta, volvió a restaurarse en 1693, saliendo entonces las compañías de ángeles, que tanta vistosidad daban al cortejo. Llevaba tres pasos en esta época, en el primero iban los santos varones Nicodemo y José de Arimatea llevando al Señor envuelto en una sábana. El segundo paso la virgen iba acompañada por san Juan y las tres Marías. El último paso estaba representado por un calvario. Ya en esta época la cofradía contaba con un buen número de autoridades civiles y eclesiásticas , así como figuras alegóricas y religiosas.
     Con nuevo esplendor salió en 1729, durante la estancia en Sevilla de Felipe V y su Corte, con un acompañamiento de más de dos mil personas. En 1759 añadió a sus títulos el de hermandad sacramental y en el año de 1797 se vistieron a la romana las compañías de «armados».
    Las nuevas reglas, aprobadas en 1805 determinaron que los monarcas españoles serían hermanos mayores de la cofradía (tradición que se remonta a Carlos II), fijándose el Viernes Santo para su salida procesional.
     La destrucción del templo de San Laureano por los franceses en 1811 causó graves daños a la cofradía y a la Orden de la Merced. En 1829 el asistente José Manuel Arjona reorganizó la corporación. En 1830 volvió a procesionar.
     En esta época empiezan las procesiones magnas del Santo Entierro. Este tipo de procesiones fue impulsada, principalmente, por los duques de Montpensier, que establecieron su residencia en Sevilla en mayo de ese año. En 1850, el alcalde Francisco Javier Cavestany, influido por Antonio de Orleans, se invita a otras diez corporaciones para hacer estación de penitencia. El cortejo salió de la parroquia de la Magdalena y participaron las siguientes hermandades: Oración en el Huerto, Prendimiento, Amargura, Pasión, Humildad y Paciencia, Exaltación, Expiración (Museo), Tres Necesidades, Descendimiento y Mortaja. En el siglo XIX se repitió en 1854, 1874, 1890 y 1898. En siglo XX se realizó en 1910, 1915, 1920, 1923, 1948, 1965 y 1992. En el XIX sólo se ha realizado en el 2004, de momento.
     En 1881, en virtud de concordia celebrada en 1867 con la Real Academia de Medicina y otras Ciencias, se estableció definitivamente en la capilla del Santo Sepulcro y San Gregorio Magno, donde en la actualidad se encuentra canónicamente erigida. Por primera vez en la historia de las cofradías en 1887 la presidió su hermano mayor, el rey Alfonso XII. Circunstancia que se repitió en 1930 en que fue presidida por Alfonso XIII.
     Volvió a hacer estación de penitencia, después que un grupo de jóvenes revitalizara la hermandad. Era habitual salir cada siete años, hasta que en 1956 se decide hacer la procesión anualmente y Sábado Santo, acatando las nuevas norma litúrgicas para la Semana Santa. El 21 de abril de 1976 Juan Carlos I acepta ser hermano mayor efectivo de la Hermandad del Santo Entierro. Una reforma de estatutos hizo que en 1984 se describiera mejor la figura del hermano mayor efectivo, siendo elegido José J. García Díaz (Web oficial del Consejo de Hermandades y Cofradías de la Ciudad de Sevilla).
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Más sobre las Hermandades y Cofradías de Sevilla, en ExplicArte Sevilla.

Página web oficial de la Hermandad del Santo Entierro: www.santoentierro.org

La Hermandad del Santo Entierro, al detalle:
- Día de Salida Procesional: - Sábado Santo 
- Imágenes Titulares: - Santísimo Cristo Yacente
                                     - María Santísima de Villaviciosa
                                     - Triunfo de la Santa Cruz

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